Partida Rol por web

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28 

POCO DESPUÉS DEL ALBA.

Caracabra acudió puntual a la convocatoria de Matagatos, al ver a su superior tuvo un mal presentimiento. El oscuro no era alguien de expresión alegre, más bien era un tipo serio pero ese día su expresión era bastante sombría y eso le preocupó al deforme K´Hlata. 

Cuando escuchó las palabras del cabo sus temores fueron confirmados, por la forma en que los altos mandos habían planeado el asalto era evidente que los hostigadores serían unos de los más afectados, eran algo así como la carnada y de seguro sufrirían muchas bajas. Si antes Caracabra sentía que no tenía muchas posibilidades de sobrevivir al asalto, ahora sentía que tenía menos. Había estado entrenando muchísimo, pero nada era suficiente para estar listo para lo que se venía. 

Escuchó con atención las palabras de sus compañeros, primero intervino su amigo Manta. Cuando éste dijo que era una mierda de plan el jorobado se horrorizó, el no estaba acostumbrado a escuchar un trato tan descortés hacia un superior y espero que Matagatos le perdonara tales palabras. Aunque también dijo cosas muy coherentes sobre el funcionamiento de un asedio-asalto, al jorobado no se le daba bien eso así que asentía admirado ante la nueva información que recibía. Luego habló Guepardo, quien también se mostró bastante molesto por el plan, se notaba en su pregunta que esperaba el cabo todavía tuviera algo que decir, algo que cambiaría la situación. Caracabra también lo esperaba. Lo siguieron Uro y Pelagatos, el primero molestando a Manta que respondió con sinceridad a las acusaciones del Cazador de Cabezas, Pelagatos en cambio apoyó a su primo recalcando la experiencia de las mentes que idearon el plan. Finalmente Rastrojo y Pipo tomaron la palabra, ambos -a su manera- aportaron ideas para mejor la estrategia. pero cuando Rastrojo habló mal de Khadesa la sangre le hirvió al deforme hostigador, le lanzó una mirada fulminante y tuvo que hacer uso de otdo su autocontrol para no hacer nada estúpido. Luego de calmarse el jorobado decidió hablar.- Cabo, yo nunca he desobedecido o cuestionado una orden y hoy no comenzaré. Confío en usted Cabo, confío en que sabrá que es lo mejor para el pelotón, si cree que ese plan es el mejor para lograr la victoria lo seguiré y cumpliré sin dudar. Debo todo a la Compañía y no temo entregar mi vida por ella, tan sólo espero que no sea en vano, pero como le dije... confío en usted Cabo. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28.

POCO DESPUÉS DEL ALBA.

A Matagatos no le extrañaron las reacciones de los Hostigadores ante aquel plan, que a él mismo no le convencía mucho. Parecía que habían pasado de algo imposible a tener una oportunidad, pero quizás era demasiado pequeña. Empezó a responder a los soldados uno por uno, como poco podía hacer eso por ellos.

-Manta, comprendo tus reservas sobre el plan, a mí tampoco me entusiasma. De todos modos, como he dicho, no seremos los únicos en trepar. Los Campamenteros, la Infantería y también los escorias y comunes chondelorianos treparán. Si seremos los únicos, junto con los Campamenteros, que lo harán cerca de la puerta de la fortaleza. La escalera la llevarán los más fuertes de entre nosotros, cinco siendo más concretos. En cuanto a qué haremos cuando abramos las puertas... Defender las torres y mantenerlas abiertas. Tan fácil y tan difícil como eso. 

El siguiente era Guepardo, que también se mostraba bastante alarmado respecto a sus posibilidades, cosa que no podía reprocharle.

-Esas torres, o bien nunca existieron, o bien fueron destruidas por patrullas del Triplete y el Último Inmortal-explicó simplemente el oscuro-y mucho me temo que no, no hay nada que no os haya contado. Tenemos que confiar en que la niebla nos cubra lo suficiente, que los manteletes logren cubrir bien de las flechas, y en nuestra suerte y nuestras habilidades. Es todo lo que hay. 

Ante las palabras de Pelagatos no dijo nada, aunque asintió cuando solicitó hablar en privado con él.

-Por supuesto primo, cuando acabemos hablaré contigo. 

Y tras esto llegaron las palabras de Rastrojo y de Pipo. Sorprendentemente, al principio las palabras del chaman parecían reflejar cierto contenido optimista... Pero eso no duró y pronto fue transformado en una puya y un ataque mal disimulado. 

-Rastrojo, esto va a ser un asalto a vida o muerte contra una fortificación enemiga fuertemente defendida. Los seguidores de campamento no están preparados para algo así, y en el mejor de los casos morirán rápidamente por nada. Así que no, Khadesa no nos acompaña. No tendrá el honor de ascender por las escalas y luchar cara a cara con la muerte como harás tú-dijo, pinchando con cierta crueldad al mestizo como castigo por aquella tontería. El plan de Pipo le hizo sonreír levemente durante un segundo, mientras negaba suavemente con la cabeza, y más aún al ver que contaba con apoyos. 

-Me temo que no es tan sencillo. Si el enemigo nos va a dedicar un grado de atención evidentemente elevado, no va a ser porque seamos los "temibles" Hostigadores. Ni siquiera por ser miembros de la Duodécima. No. Será porque vamos a asaltar y abrir sus puertas, y si lo logramos, estarán condenados. 

Por último, agradeció el comentario de Caracabra con un leve asentimiento de cabeza. 

-Gracias por tu apoyo, Caracabra.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28 

POCO DESPUÉS DEL ALBA.

Asintió algo más aliviado, aunque su color excesivamente pálido aún permanecía en su rostro. Estiró su cuello y levantó su barbilla permaneciendo erguido y todo lo orgulloso que podía. No podía dejar que le vieran bajo de forma o con flaqueza. Escuchó atento las palabras que se estaban diciendo sus compañeros de pelotón, pero optó por mantenerse en silencio por el momento.

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MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28 

POCO DESPUÉS DEL ALBA.

Campaña no había entendido una palabra de lo que Pipo acababa de decir, ni siquiera estaba seguro de que estuviera hablando de la batalla que estaba por venir, aunque en cualquier caso le parecía divertido. Le resultaba gracioso la manera de hablar de Pipo, y como gesticulaba mientras todas aquellas palabras sin sentido salían de su boca. Soltó una risita cuando terminó de hablar, pero enseguida volvió a centrarse en la conversación, el tema era realmente importante.

- Pues Campaña llevará la escalera - dijo, golpeándose el pecho con el puño, orgulloso.- Campaña llevará el escudo para parar las flechas... todos los Hostigadores deberían llevar el escudo hasta la muralla para parar las flechas... y todos deberían ir muy juntos para protegerse unos a otros... Y Campaña dice que habrá que llevar cuerdas para ayudar a trepar a los que no puedan o por si la escalera se rompe.

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MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28 

POCO DESPUÉS DEL ALBA.

Apoyado en un rincón, algo apartado, escuchaba con rostro impasible. Los ojos entrecerrados el viejo asesino no se molestó en negar con la cabeza. El plan era a la desesperada. Y desde luego, quizá algunos encajaran con la maniobra, pero no él. Aunque no iba a achantarse, o a poner trabas a los mandos.

-La Puerta de Galdán ha sido desde el comienzo un reto distinto a nuestro estilo de lucha. Y lo sabíamos cuando aceptamos el encargo. En fin, no voy a añadir nada a lo dicho. Y lo que no se ha dicho aquí, estoy convencido de que en la tienda de oficiales sí se ha discutido. Así que, Matagatos, compañeros, contad con este viejo guerrero. ¿Trepar? Bueno, treparemos. Espero que mis articulaciones se comporten.

Y soltó una carcajada.

-Yo soy un hombre de distancias, lanzo mis hachas desde lejos. Sé ocultarme, sé esconderme y atacar por sorpresa. Durante años he actuado en las sombras, no es ningún secreto. Y en ellas me muevo bien. Sin embargo vamos a hacer algo distinto. Lo haré. No tengo miedo, no juzgo si está bien planeado. Daré lo mejor de mí mismo, sin duda.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28

Pipo no tiene escudo, añadió. A Pipo le impide sostener su lanza.

A Matagatos le dijo: pero la Compañía da miedo. Que parezcamos Escorias. ¿Armaduras brillantes? Que no brillen. ¿Armas grandes? Que parezcan palos y piedras. Pipo cree que es divertido. ¡Una broma!

Pipo dice: si hostigadores van juntos, buen blanco. Cuando manada de antílopes está junta porque hace frío, y Pipo va de caza, Pipo está tranquilo: el blanco es grande y Pipo alcanzará a un antílope con solo dejar caer su jabalina. Si antílopes corren y corren y se separan, Pipo tiene que apuntar con mucho cuidado y puede que no alcance a ninguno.

¿Quién lleva la escalera? Gente fuerte, gente con piel gruesa: de hierro. Tapada con harapos. Sin capas negras. Pipo, Ikarius y Dedos se adelantan, ocultos por la niebla. Trepan bajo la muralla despacio despacio, mientras todos tiran cosas a los de las escalas que son Escorias con cosas brillantes y capas negras y, quizá, quizá, también a Hostigadores que van disfrazados. Se distraen porque tienen miedo. Pipo Ikarius y Dedos trepan y trepan. Si suben: ¡Susto!

Pipo habla así porque es broma muy graciosa, pero si Matagatos dice: ¡marcha, Pipo! Pipo marcha. Sin problema. Riv... Rid... ván dijo: Pipo al ataque. A Pipo se le olvidó todo: no sabe. Pero Pipo cree que Pipo dijo: ¡si! Aunque Pipo no se acuerda, luego había agujeros y sangre y Pipo había perdido su lanza. Que Matagatos pregunte a Astado. Él estaba ahí.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28

Uro negó con la cabeza. Definitivamente, le gustaba más Gorrión cuando se quitaba la peluca y la rabia de la Diosa despuntaba en su mirada. Demasiadas palabras para esconder la cobardía. El Ungido seguía en cuclillas, removiendo desganadamente los restos humeantes de la hoguera, mientras el resto de Hostigadores discutían los pros y los contras del plan de asalto a la Puerta de Galdan.

—A Diosa gustar batalla... —gruñó el Cazador de Cabezas— Guerrero de la Diosa enfrentar enemigo aunque enemigo superar en número y esconder tras gran muralla. Matar o morir.