Partida Rol por web

La Decisión de Dumbledore

Día 28. Nuevas noticias.

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02/12/2016, 02:35
Ingo Wunder Zeller-Stewart

Agradecí que Charlotte se acercase, aunque conseguí no necesitar su ayuda. Tomé aire lentamente y lo liberé, aprovechando mientras ella hablaba no sólo para escuchar, sino también para terminar de ubicarme. La verdad, mi propuesta aún no era nada serio, ni con forma, pero al escucharla hablar empezaba a pensar que quizá no iba por mal camino.

—No sé, aún hay que darle algunas vueltas —aseguré—. Pero si quisiéramos sorprenderles podríamos pedir ayuda a algunos de confianza y que ya tengan cosas contra ellos. Como Laura, Hagrid o Kalinka. —En ese punto hice una pausa—. O podemos recurrir a profesores. No van a pillara  Riddle, es demasiado listo, pero si él cree que alguien los ha vendido y que los profesores están detrás de él irá con más cuidado.

Aquella última idea por un lado me gustaba más. Poder contar a mi mentor todo lo que ocultábamos sería una liberación. Sin embargo corríamos el peligro de hacer saltar la liebre o, peor, de que no nos creyeran y nos tuvieran vigilados a nosotros.

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04/12/2016, 21:12
Alice Battletower

Mientras corría escapando del celador me iba haciendo consciente a cada paso de que aquello no quedaría así. Seguramente iban a ponerme un buen castigo por esto que se sumaría al que ya tenía que realizar por el asunto de Alphard. Y empezaba a sentirme consciente por lo que había hecho. ¡Por las barbas de Merlín! ¡Había dado una patada al celador del colegio! Eso no era propio de una señorita y mucho menos de mí.

Me sentía abrumada y avergonzada y también acalorada por la carrera, cuando vislumbré a Tom y por un instante mi respiración se entrecortó con su imagen. El corazón me saltó en el pecho con fuerza pero no detuve la carrera hasta llegar a su altura. Con las manos en las rodillas traté de recobrar el aliento antes de responder.

—El... celador... Agnus... No me... dejaba salir... —Sabía que debía tener las mejillas completamente rojas, porque me ardían y darme cuenta me daba aún más vergüenza—. Me agarró del hombro... No sé... No sé qué me ha pasado... Le he dado una patada y me he escapado... —Miré hacia atrás para comprobar que el horrible gato no me hubiera seguido y me puse ambas manos en las mejillas, tratando de apagar su calor. Suspiré y busqué de nuevo los ojos de Tom con los míos—. Hoy está siendo un día horrible.

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14/12/2016, 22:19
Tom Sorvolo Riddle

Él te mira un momento. Parece confuso para variar, como si no estuviera muy seguro de que hacer ahora. Un instante después te abraza con suavidad y te acaricia un poco el pelo con movimientos tensos. Sin perder la compostura te lleva hasta su escondite y una vez allí comienza a hablar.

-Cuéntame todo lo que ha pasado. No te dejes ningún detalle.

Su amabilidad y compostura te ayudan a serenarte un poco. Resulta algo frío, pero sabes que tampoco puedes esperar un cálido abrazo como el de Charlotte. Además sería muy extraño viniendo de él.

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14/12/2016, 23:06
Charlotte Battletower

No podía negarlo, aquello sonaba muy bien. Engañar a Riddle y darle de su propia medicina se me antojaba una venganza realmente dulce. Quizás si lo hacían bien y rápido Alice podría olvidarlo... su obsesión por él llegaba lejos, pero aún estaban a tiempo. Tenían que estarlo. Y sin embargo...

-No sé... podríamos pedirles ayuda, pero les pondríamos en peligro. Riddle podría tratar de silenciarlos igual que hizo con Dracons. No estoy segura de querer involucrarlos. -me mordí el labio.- Y tampoco podemos contar con los profesores, jamás nos iban a creer. Tenemos demasiadas cosas en contra. 

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19/12/2016, 15:52
Alice Battletower

Tardé un par de segundos en empezar a dejar de notar mi espalda tensa cuando me envolvió entre sus brazos. No era capaz de comprender cómo alguien que podía abrazar con tanta ternura podía ser responsable de todas las maldades que le achacaban... Cómo podía ser capaz de matar a alguien. Pero no. Todavía estábamos a tiempo de evitarlo, por Alan y e Ingo, pero también por Tom. No lo había hecho aún y si dependía de mí, eso no sucedería.

Tomé aire y apoyé la frente en su hombro con un hondo suspiro. ¿Por qué tenía que ser todo tan terriblemente complicado? A su lado las cosas parecían tomar otro color, todo el mundo se teñía con una nueva luz y hasta el palpitar de mi corazón parecía más vivo y aterciopelado. Pero, al mismo tiempo, todas las dudas y temores que mis compañeros habían instalado en algún lugar de mi mente avanzaban como un gusanito, despacio, pero constantes, sembrando cada uno de los gestos de Tom con preguntas que no podía pronunciar en voz alta. A esas alturas estaba segura, completamente segura, de que él no me utilizaba. Quizá había sido su intención en un primer momento, pero ya no lo era. No podía serlo cuando sentía que nuestros corazones latían al unísono cuando estábamos juntos.

Suspiré de nuevo, cuando ya estábamos a salvo en el cobijo de su escondite, aunque aún miré a nuestro alrededor, dudando si realmente estaríamos solos.

Todavía sin decir nada deslicé discretamente mi mano hacia el bolsillo donde tenía la varita para sostenerla. Y en silencio y sin gestos, me concentré por un instante para lanzar un hechizo: Homenum revelio

Sólo comencé a hablar si estaba más o menos segura de que no había nadie allí que pudiera escucharnos.

*—He discutido con Charlotte —dije entonces, bajando la mirada con un suspiro y obviando la mayor parte del problema sin llegar a mentir directamente—. Ya sabe lo nuestro, así que no tenemos por qué ocultarnos más... Y bueno, al principio no le ha parecido bien y nos hemos peleado.

Hice una pausa y levanté la mirada para perderme en la oscura profundidad de sus ojos.

—Pero después hemos hecho las paces, más o menos. Sé que con tiempo todo se arreglará, pero creo que nunca nos habíamos peleado tan fuerte. Y luego... Venía hacia acá, pero tuve que desviarme porque alguien había derramado un pringue asqueroso en el suelo, y entonces... Entonces el celador me cogió del hombro y no me dejaba salir. Estaba afectada por la discusión y todo lo demás —suspiré por tercera vez—. Y no sé. Nunca pierdo el control así, pero sólo con pensar que no me iba a dejar venir no pude más y le di una patada y me fui corriendo. Sospecho que no voy a volver a Hogsmeade en todo lo que queda de curso. Si es que no decide colgarme de los pulgares en el sótano —dramaticé y al darme cuenta de mi propia exageración, sonreí muy levemente.

Pero al menos pude venir. ¿Y tú cómo estás? —pregunté entonces, estirando una mano para acariciar con algo de timidez su mejilla—. ¿Algo te preocupa?

- Tiradas (1)

Motivo: Homenum revelio (M10+T15+V2+1dom-5silencioso-5singestos)

Tirada: 1d10

Dificultad: 15+

Resultado: 6(+18)=24 (Exito)

Notas de juego

Del * en adelante, sólo si el hechizo dice que estamos solos, en caso contrario lo quitaría, pero por ahora lo adelanto para no retrasar a lo tonto si no hay nadie XD.

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23/12/2016, 22:47
Ingo Wunder Zeller-Stewart

Poco a poco empecé a ponerme de pie. Miré a la Battletower, entendiendo sus dudas, y por un momento me planteé si no sería pedirles demasiado a aquellos a los que acudiéramos. Sin embargo había gente, como Laura, que ya estarían en peligro aún sin hacer nada cuando Riddle se diera cuenta de que nos había contado lo sucedido. Ladeé la cabeza con fastidio antes de terminar de levantarme y sacudirme los pantalones. Pero hubo una cosa de las que Charlotte dijo que sí me llamó la atención.

—¿Sabemos seguro que quería silenciarlo? —pregunté. Cambié entonces el peso de pierna, asegurándome de estar suficientemente fuerte para caminar—. No sabemos hasta dónde ha llegado Riddle ya, pero lo de Dracons parece más un accidente, como si algo hubiera salido mal. Quiero decir, si quisiera silenciarlo yo creo que no se arriesgaría a que lo llevasen a San Mungo. Un obliviate habría sido más efectivo —dije antes de tragar saliva—. O matarlo.

—En cuanto a los profesores... —valoré—. Si averiguásemos cuándo y dónde nos van a tender la emboscada, bastaría con que nos creyese uno. O ni eso: podríamos ni siquiera contarle todo y que lo viera por sí mismo citándonos allí con él.

Estaba claro que aun había mucho que planear y pensar. Y que con la idea de la muerte rondándome estaba quizá un poco afectado para sacar nada en claro ahora.

—Tenemos que pensar sobre ello —enuncié—. Podemos comentárselo a los demás, a ver qué piensan.

Llegados a ese punto miré a la chica. Tomé aire y le dediqué una expresión de agradecimiento.

—Oye, gracias por acompañarme —le dije—. ¿Qué piensas de lo que ha pasado allí dentro?

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24/12/2016, 19:26
Tom Sorvolo Riddle

-Ahora mismo me preocupas tú. -dice, deslizando su mano sobre la tuya. No ha apartado la mirada ni un instante.- Gracias por contarme lo que ha pasado.

Una hoja cae sobre su cabeza y él la aparta con un movimiento gracioso mientras esboza una sonrisa.

-No le des más vueltas a lo que ha pasado. Ahora estoy aquí y no voy a dejar que nadie te lleve a las mazmorras por esa tontería, ¿de acuerdo? -calla un momento y añade.- Sobre tu hermana... ¿crees que si hablase con ella le ayudaría a asumir lo nuestro?

Mientras habla notas como su mano se desliza hacia uno de sus bolsillos. De él asoma la esquina marrón de un paquete de papel, el cual tantea con delicadeza.

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28/12/2016, 19:26
Alice Battletower

Algo se inflamó en mi pecho con su respuesta y me hizo sentir más viva por un instante, protegida y segura a su lado. Si los demás pudieran comprender cómo me sentía con él... Si pudieran entender que Tom podía ser tierno y dulce, quizá podrían verlo todo desde otro punto de vista. Pues yo cada vez veía más claro que era comprensión lo que él necesitaba.

Me sentí tan comprendida que por un momento sentí ganas de seguir hablando, de contarle todo lo demás que había sucedido, todo lo de las visiones de Elisabeth. Tal vez todo lo que ella había visto se podría evitar sólo hablando con él, diciéndole toda la verdad y pidiéndole que no le hiciera daño a mis amigos. Que no le hiciera daño a nadie más. ¿Pero y si eso era precisamente lo que desataría ese final? ¿Cómo podía saberlo? Y ante la duda, seguí callando, arropada por la profundidad de esos ojos oscuros que encandilaban mi corazón.

Sonreí con él mientras la hoja caía de sus cabellos y después negué despacio con la cabeza.

—La verdad, no lo creo —dije con suavidad—. Pero sé que con tiempo se le pasará, así que no te preocupes por Charlotte. Yo lo arreglaré todo con ella, al fin y al cabo es mi hermana y... —detuve mis palabras cuando los ojos se me fueron tras su mano hacia su bolsillo y de inmediato sentí ese cosquilleo de curiosidad despertar en mi estómago. Volví a buscar su mirada, aunque ahora mis ojos lo hicieron intrigados—. ¿Qué has traído?

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10/01/2017, 00:21
Charlotte Battletower

Parpadeé un momento, pensando con detenimiento.

-Podría haberle pillado por sorpresa, quizás fue lo único que se le ocurrió...-me mordí un labio al darme cuenta de que el tenía razón. No encajaba para nada en el estilo de Riddle, nervioso o no. Sin embargo una idea saltó justo ante mí.- ¿Y si no fue él? Pudo ser el tipo de la máscara. Dracons podría haberlos sorprendido en mitad de una reunión y al tratar de huir lo hechizó.

Sí, todas las piezas encajaban. Miré exultante a Ingo, esperando que estuviera de acuerdo conmigo.

-Respecto a los profesores, tú mismo lo has dicho, necesitarías saber el momento exacto.

Una sugerencia saltó en mi mente, pero la aparté de inmediato. Las capacidades adivinatorias de Elizabeth podrían haber ayudado con eso, pero no iba a pedirle ayuda. No si antes no aprendía lo que significaba la palabra equipo. A saber que tipo de hechizo habría lanzado si no la hubiesen parado antes. No, no iba a perdonarla tan fácilmente. 

-No hay de qué. -respondí en respuesta su agradecimiento.- ¿Te refieres a lo de ahora, con tu magia?

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10/01/2017, 00:36
Tom Sorvolo Riddle

Sigue la trayectoria de tu mirada y parece sorprenderse cuando vesu mano en el bolsillo, como si hubiera sido un movimiento fortuito.

-Ah, esto... -bajó los ojos y sacó el paquete.- El otro día estaba pensando en ti. Más bien en nosotros. -el paquete baila entre sus manos, ligero.- Como me pediste que fuera un secreto pensé que sería bueno darte algo con lo que pudieras recordarme. Ahora no tiene mucho sentido, pero...

Extiende la mano y lo deposita en la tuya. Sus ojos te miran expectantes.

El papel se rasga con facilidad, revelando una cajita de terciopelo negro sin marcas. Al abrirla una serpiente de cristal unida a una cadenita de plata te saluda. No parece un cristal ordinario; dentro de la figura brilla un polvo dividido en tres franjas de color negro, marrón y dorado y sin embargo el conjunto lanza un destello arcoiris. 

-¿Te gusta?

Notas de juego

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11/01/2017, 14:17
Alice Battletower

Mis ojos brillaron cuando dijo tan abiertamente que había estado pensando en mí, como yo pensaba en él a todas horas. Y si hubiera quedado alguna duda de que era sincero conmigo, se habría evaporado en ese mismo instante. Mis mejillas tomaron un poco de color y cuando tuve el colgante en mis manos, una sonrisa fácil se instaló en mis labios.

—Me encanta —respondí de inmediato, alzando la mirada—. Es precioso y sí que tiene sentido, porque así será como estar contigo cuando no pueda verte. Muchísimas gracias, Tom. Me encanta —repetí, acariciando el cristal con la punta de los dedos.

La parte más racional de mí misma, la que normalmente tenía el control total de mi mente, intentaba alertarme desde el rincón al que había quedado relegada desde que llegué al lado de Tom de todos los peligros que podían contenerse en un objeto tan pequeño, por bonito y delicado que pareciese. Hechizos, conjuros, maldiciones... Todo eso pasó por mi cabeza en un instante, pero me sentía tan bien en ese momento, tan comprendida y querida, que ignoré por completo mis propios avisos. Al fin y al cabo podía comprobar después el objeto y su seguridad, no había motivo para estropear un momento tan precioso con desconfianza.

Me giré para darle la espalda a Tom y con una mano me aparté el pelo de la nuca.

—¿Me lo pones? —pedí, tendiéndoselo.

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16/01/2017, 14:15
Ingo Wunder Zeller-Stewart

Aunque pasó por mi cabeza seguir aquella charla mientras caminábamos hacia nuestras respectivas Salas Comunes no tardé en descartarla. El tema de conversación no era como para ir aireándolo por el colegio. De modo que permanecí allí de pie escuchando a Charlotte.

Imaginé la situación cuando la chica dijo que quizá Dracons podría haber sido sorprendido. Eso sí podía ser. Sin embargo cuando dijo lo del tipo de la máscara algo no me cuadraba. Negué con la cabeza. Sin embargo pronto me di cuenta de mi error.

—Te iba a decir que no —reconocí—, porque no creo que el de la máscara pudiera entrar tan fácilmente en el colegio. Una cosa es el Bosque Prohibido y otra el castillo. Pero realmente no sabemos ni dónde encontraron a Dracons, ¿no? Ni tampoco si lo movieron después de lo que le pasase. Así que por poder, podría ser. Pero mientras no tengamos pistas o algo es tan probable como todo lo demás.

Después de eso, con su última pregunta, hice un gesto con la barbilla para señalar la dirección de la que habíamos venido.

—No, a la reunión. Lo de Elizabeth, y todo lo demás.

 

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30/01/2017, 22:13
Tom Sorvolo Riddle

-Claro. -dijo él, asintiendo aunque no pudieras verlo.

Sus dulces manos rozaron tu cuello un segundo mientras la cadena se deslizó alrededor, algo fría. Súbitamente te viste envuelta en sus brazos. Él sonrió mientras te atraía hasta que vuestros cuerpos hicieron contacto. Sus labios empezaron a explorar, a tantear el camino de tu cuello. Su corazón palpitaba fuerte, y sin embargo estaba tranquilo. Mantenía un ritmo suave, como una nana, acompasado a su respiración.

Una corriente fría os agitó, pero su cuerpo bastó para taparla casi por completo. Su pelo quedó despeinado, igual que el tuyo, pero no pareció importarle. Sus ojos parecieron brillar más que nunca mientras se inclinaba hacia tus labios, dispuesto a reclamar la recompensa que encerraban.

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30/01/2017, 22:41
Charlotte Battletower

No sabía por dónde empezar. Había tantas cosas que quería decir que sentía como si necesitase nueve bocas para no dejarme nada. Traté de ordenar mis pensamientos y empecé a hablar despacio.

-Elizabeth me saca de mis casillas. No consigo entender porque Dumbledore quería que se uniera a nosotros, por muy amiga que fuese de Dracons. Incluso Alphard... -una imagen del otro día vino a mi mente, haciéndome apretar el puño con fuerza.- incluso siendo un Slytherin está de acuerdo en colaborar con nosotros, independientemente de lo que piense. Ella solo mira por sí misma. No confío en ella y no me gusta, aunque -añadí en voz más baja.- no puedo negar que sus visiones son útiles. Pero eso no basta. Preferiría que se fuese y nos dejase en paz. 

Solté un fuerte suspiro. De repente me sentí más ligera, como si alguien me hubiera quitado un peso muerto de encima. Pero todavía había algo.

-¿No creerás que Alice pueda... -solté espontáneamente.- es decir, ya se había fijado en él antes de esto, pero no es posible que vaya... es decir, no puede ser que realmente ella... él. ¡No puede! ¿¡Verdad!?

Mis ojos se clavaron con desesperación en los de Ingo. Necesitaba que él lo dijera en voz alta, que me confirmase que no era cierto aquello que mi lengua se negaba a pronunciar. 

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03/02/2017, 05:04
Alice Battletower

Contuve la respiración en cuanto sentí la suave dulzura de los labios de Tom en mi cuello. Nunca había hecho algo así y me quedé inmóvil, abrumada por el estremecimiento que parecía nacer en el punto donde rozaba mi piel para luego extenderse por todo mi cuerpo hasta las puntas de los dedos de mis pies. El corazón me latía en las sienes y en los oídos, latía tan fuerte que pensé que él tenía que estar oyéndolo también, y tan agitado como tranquilo notaba el suyo.

Una de mis manos buscó el colgante que acababa de ponerme y lo acaricié con la punta de los dedos con suavidad mientras sonreía. Todo era tan perfecto a su lado que resultaba sencillo olvidar las preocupaciones.

Me encogí un poco con la brisa fría, pegándome más a él y cerrando los ojos por un instante. Y al abrirlos de nuevo, me atrapó de nuevo con su mirada oscura y brillante. Supe que iba a besarme otra vez y mi estómago se encogió de pura expectación. Había ansiado tanto que llegase ese momento desde la última vez que nos habíamos visto en aquel escondite... Había apretado las sábanas en mis puños tantas noches soñando que volvería a sentir la calidez de sus labios en los míos. Y por fin iba a pasar. Estaba pasando. Iba a besarme.

Un suspiro abandonó mi garganta en cuanto nos encontramos y sentí que me derretiría en sus brazos. Su tacto era tan suave y todo era tan tierno que mi cabeza parecía flotar en una nube. El sabor de sus labios me hizo sonreír al mismo tiempo que una punzada se clavaba en mi esternón. Había añorado tanto ese sabor que sentirlo ahora tan real era casi doloroso de tanta dulzura como sentía.

Me moví un poco y un segundo después apoyé una mano en su pecho, sosteniéndome en él como si así pudiera evitar perderme a mí misma en aquel beso. Aunque era tarde y yo ya estaba muy lejos, sumergida por completo en el palpitar que resonaba en mis oídos y que poco a poco se iba acomodando al ritmo que marcaba el corazón de Tom bajo mi mano.

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06/02/2017, 12:42
Director
Sólo para el director

No estás segura de cuanto tiempo ha pasado, pero entonces Tom se separa y comenta el hecho de que tiene tareas que hacer y que si lo acompañas a la biblioteca a realizarlas. Por el camino va tranquilo, a cierta distancia, aunque cuando no os ve nadie roza las puntas de los dedos con las tuyas. Hay alguna que otra mirada de la gente de los pasillos, pero nada demasiado evidente.

Al entrar en la biblioteca os encontráis con Dumbledore, que sostiene un pesado tomo. Os mira con severidad y le pide un momento de charla a solas a Alice. Su actitud hacia Tom es severa, como la del partido. Cuando os metéis en un aula realiza un par de pases mágicos y pide explicaciones. Parece severo, mucho más que en cualquier otra ocasión que o hayas visto. 

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10/02/2017, 11:26
Tom Sorvolo Riddle

Es curioso como el amor empaña la noción del tiempo. Después del primer beso hubo otro y otro más, nuevas caricias, sonrisas, miradas cómplices y dulces palabras. Todos esos sentimientos, tan intensos, se sienten como si solo hubieran durado un segundo cuando Riddle se separa, creando un dolor casi físico.

-Tengo trabajos que hacer e imagino que tú también. ¿Me acompañas a la biblioteca?

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12/02/2017, 15:31
Alice Battletower

Un suspiro escapó desde mi pecho cuando Tom se separó de mí y por un segundo permanecí con los ojos cerrados y los labios entreabiertos, disfrutando todavía de las sensaciones que sus besos habían provocado bajo mi piel. El último rato había sido sencillamente perfecto y me costó algunos segundos regresar a la realidad. 

—Me encantaría —respondí sin pensarlo demasiado, aún envuelta en esa nube que me hacía sentir como si flotase—. Tengo que hacer algunos trabajos y quería avanzar un poco en Transformaciones. 

Sonreí y empecé a ponerme en pie mientras hablaba. Al menos ya no teníamos que escondernos en público. Ni siquiera la perspectiva del castigo que me esperaría en el castillo en cuanto el celador me encontrase era capaz de opacar mi felicidad. 

—Podríamos estudiar juntos, voy algo retrasada con el trabajo para la profesora Merrythought. ¿Cómo llevas ese ejercicio del que me hablaste el otro día? —pregunté entonces, mirándolo con curiosidad y llevando mis dedos al colgante que me había regalado para acariciarlo con suavidad. 

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16/02/2017, 12:34
Tom Sorvolo Riddle

Sonríe y empieza a andar hacia el castillo.

-Bien. -dice escueto.- Para la clase de Defensa seguí tu consejo, me he puesto a trabajar con la maldición de la asfixia, Horicus, creo que será menos llamativa. Ahora veamos que podemos hacer con tu parte.

Parece que os une un pensamiento común, pues llegando a la entrada entrelaza su mano con la tuya, sin importarle que otra gente pueda verlo. Las reacciones no se hacen de esperar, pero por algún motivo -quizás su aura- no pasan de las miradas y algún que otro gesto de sorpresa en lugar del habitual cuchicheo que acompaña a estas noticias. Él solo avanza con seguridad, incluso crees notar que cierto orgullo.

Está a punto de abrir la puerta de la biblioteca y de repente se congela. Su expresión se torna seria y se gira con lentitud mientras suelta tu mano. Dumbledore está detrás de vosotros. No ha hecho ni un solo ruido, como si se hubiera aparecido en ese mismo punto. 

-Alice, me gustaría hablar contigo en privado. 

Su rostro afable ha mudado en uno severo, incluso más que el de Tom. En todos estos años solo habías visto así en un par de ocasiones y ninguna buena.

-¿Algún problema, profesor Dumbledore? -inquiere Tom, algo reticente a marcharse.

-Me temo que la señorita Battletower tiene cierto castigo pendiente que debo discutir con ella. Si nos disculpas...

Los labios de Tom se mueven, preparados para replicar, pero sin embargo la sensatez gana antes de que pueda decir una palabra. Agachando la cabeza murmura una rápida despedida y se retira, no sin antes dirigirte una mirada de profunda disculpa. Dumbledore permanece mudo todo el trayecto hasta su despacho. 

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18/02/2017, 21:47
Alice Battletower

Lo miré sin poder evitar un brillo de aprobación en mis ojos cuando anunció que había cambiado la maldición sobre la que trabajaría. Desde luego eso era menos llamativo y ciertamente también menos dañino. Estaba segura de que con tiempo podría llegar a entenderlo, de que podría ser lo que él necesitaba para no querer hacer daño a nadie más. 

Pero en cuanto llegamos al castillo y las miradas comenzaron a caer sobre nosotros, mis mejillas se sonrojaron y me quedé muda. No me avergonzaba de que me viesen con él, era más bien al contrario. Nunca había sido demasiado popular, me gustaba demasiado pasar mi tiempo con la nariz metida entre libros. Y mientras Charlotte se hacía amiga de todo el mundo, yo apenas las tenía a ella, a Allan y a Helene. Caminar ahora de la mano del muchacho más admirado de Hogwarts me abrumaba un poco. Y, sin embargo, también me hacía sentir que mientras él sostuviese mi mano, yo sería capaz de enfrentarme a cualquier cosa y salir victoriosa. Una pequeña sonrisa se instaló en mis labios mientras nos acercábamos a la biblioteca. Tal vez podría acostumbrarme a todas esas miradas si eran el precio a pagar por pasar tiempo con Tom y desentrañar todos los misterios que albergaba. 

Noté el cambio en él antes de saber qué lo provocaba. Lo miré extrañada y después seguí su mirada girando sobre mis talones hasta vislumbrar al profesor. Su expresión me heló en el sitio. Parecía tan serio y tan enfadado que no me cupo duda de que estaba en un buen lío. Y si fuera por el asunto de Agnus sería la mejor de las posibilidades que se me ocurrieron en esos escasos segundos, así que no me auguraba nada bueno. 

Por supuesto, profesor Dumbledore —respondí, dedicando una mirada de disculpa hacia Tom que se cruzó con la suya. 

El camino tras mi mentor por los pasillos fue una tortura. La incertidumbre me estaba matando a cada paso que daba. Sabía que darle una patada al celador para escapar corriendo había sido sumamente grave y me merecía el castigo que me pusieran por ello... Pero temía que el asunto a tratar fuese la visión de Elizabeth. No estaba segura de ser capaz de lidiar con eso otra vez. Las palabras que la Slytherin me había dedicado todavía resonaban duras y despectivas en mi mente, sus insultos, su odio, el desprecio que destilaban... Me estremecí con la sola idea de ver la decepción en los ojos del hombre al que más admiraba sobre la faz de la tierra y a cada paso que daba tras él hacia el despacho me iba sintiendo más y más pequeña. 

Sentí el peso del espejo en mi bolsillo y sentí ganas de meter la mano en él para acariciarlo con la punta de los dedos. Había hecho ese gesto muchas veces en los últimos días, me hacía sentir más fuerte, más unida a mis compañeros en la misión que el profesor Dumbledore nos había encomendado. Pero en ese momento los sentía a todos ellos tan lejos de mí que detuve el movimiento antes de que llegase a nacer. En su lugar mis dedos buscaron el colgante que Tom había colocado en mi cuello y me sentí mejor. De alguna manera tenía la impresión de que él nunca me rechazaría por ningún motivo, de que nada podría separarnos. Y mucho menos unas estúpidas visiones mal interpretadas. 

Me asusté a mí misma con ese pensamiento y de inmediato aparté los dedos de la preciosa serpiente para formar dos puños con mis manos, a ambos lados de mi cuerpo. Necesitaba serenarme, pero mi corazón latía con la fuerza de la preocupación y el silencio del profesor tan sólo intensificaba mis temores. 

Cuando entré en su despacho me quedé de pie y bajé la mirada hacia el suelo con aire contrito. En cualquier otro momento no aguantaría demasiado sin comenzar a preguntar, pero en aquel... Tenía demasiado miedo de las respuestas como para ser yo quien comenzase a lanzar las preguntas.