Partida Rol por web

Los Dhaeva de Transilvania.

TERRITORIO 28: Paso de Tihuta. - Montes Cárpatos Orientales.

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27/04/2008, 11:55
Reina Bruja Annya Titania Rhiannon

Ella me anima a seguir adelante en los días apáticos;
Ella mira por mí.

Me salvó la vida –es una forma de hablar-
Al devolverme
El poder para creer.

Una niebla a ras de una piscina de lágrimas… El cuerpo de un hada sumergido en una húmeda oscuridad, flotando como un puñado de algas… El fragor de las aguas llenando los oídos…Un corazón latiendo sin sonido… Un recuerdo…

Un héroe solar llegó al Bosque del Invierno, en los tiempos de felicidad pavorosa, y retó a todos los campeones a duelo singular. Safne y su regio esposo, Talniesín, organizaron un gran torneo. Acudieron paladines de la corte luminosa para medir las fuerzas con los abanderados de la oscuridad. Hubo festejos aquellos días. Annya era aún muy joven, apenas había sido ordenada Doncella de la Luna Aciaga. Pero tenía aquel acontecimiento muy nítido en su memoria, ya que con motivo del mismo había conocido a lo que quizás había sido su primer amor: el Bardo Deante, miembro del séquito de uno de los sidhes diurnos. Era moreno y grácil, de ojos soñadores y voz aterciopelada. Cautivado por Annya, se deslizaba bajo su ventana para requebrarla con canciones:

Me haces sentir
Tan dichoso, sé que al fin
Encontré lo que tanto buscaba
En el arduo camino.

Aún sigo en pie
Al anochecer
De los besos que diste
Aún bebo el agua blanca
Que recogiste.

Annya observaba tras las cortinas de seda a aquel cantor, sintiendo una emoción indescriptible en su pecho, hipnotizada por sus declamaciones. Su piel se estremecía bajo las olas de un afecto tan desbordante como efímero que aquel duende le profesaba. Comprendió entonces la debilidad de Safne, que volvía locos a sus amantes, por aquel manjar: podía seguir dejándose amar por siempre, sin más, transformarse en un vórtice que engullera todo cuanto aquel sujeto de pasión quisiera ofrecerle, lo cual era todo, todo cuanto poseía, su mundo… No había límites en su ofrecimiento, el cosmos entero se ponía a su disposición en aquella entrega, se le rendía como ofrenda por boca de aquel espíritu en frenesí, víctima de deliciosa tortura. La desesperación del amor se derramaba por sus labios como hidromiel, ambrosía.

Pero Annya estaba tocada por el vicio más asesino en que podía incurrir el amado: la distracción, la veleidad, la inconstancia, la volubilidad de carácter, la ligereza, la frivolidad, el antojo, el capricho… Ningún amante podía capturar su atención por todos esos instantes que conformaban para el amor una eternidad. El día previo a la finalización del torneo, Annya recibió la noticia: Deante se había suicidado, arrojándose a los rápidos. Habían encontrado su cuerpo, quebrado, casi irreconocible, kilómetros río abajo. Annya no había derramado una sola lágrima, pero se le formó… como una oquedad… un alvéolo de amargura en el alma… que aún perduraba.

Aún perduraba.

(...)

El cuerpo sufrió un espasmo, la espina dorsal se arqueó con una súbita sacudida, el bloque de hielo comenzó a fracturarse. Una mueca de congoja le inflamó las perfectas facciones, desterrando durante esos breves momentos de emociónla vacuidad perenne. El crujido del hielo repercutió en las cavernas.

Betelgeuse cesó en sus dislates. Rubushka observaba expectante, su lengua asomaba entre las filas irregulares de dientes como una víbora.

Annya iba a despertar.

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01/05/2008, 20:03
Reina Bruja Annya Titania Rhiannon

Entonces, hubo una convulsión, una contracción, una sacudida en las entretelas que hacen de algo un lugar.

El espacio alrededor de Annya y todo cuando éste contenía había latido: sístole para inocular su voluntad en la realidad, diástole para reactivar la mezcla, con un único pulso que implicó a las esencias de Betelgeuse y Rubushka y de todas las criaturas que pululaban en la Corte; aquella Corte que nunca había sido otra cosa que la proyección de los deseos y recuerdos de niñez de Titania. El bloque de hielo que la retuviese se había desvanecido como una pura ilusión.

Sólo que ahora sentía la ambición de un reino propio, un reino de verdad, que la cubriese de gloria y la extrajese del tedio de los siglos. Sólo después de cincuenta años en el exilio, en un paraje muy alejado de su heredad, allá en el sur, pudo concebir un proyecto semejante. Al mero capricho, a la ocurrencia peregrina, debía sumar ahora una cicatriz fresca en su orgullo.

A sus pies, postrados, felices y torturados por su belleza aleve, por su insensible superficialidad, se encontraban dos de sus vasallos: la bruja y el bufón, el bufón y la bruja.

-¿Dónde está… mi asesino? – habló.

Su voz transportaba imágenes consigo, imágenes horrendas, la más puntera de entre las cuales en esta ocasión: la de una niña que, mostrando una alegría demente en los ojos, apuñalaba con saña el rostro de su padre sin dejar de murmurar: “Hay que desenredar el ovillo, hay que desenredarlo.” En cada palabra que la poderosa Rhiannon pronunciaba, resonaban mil y una historias, mil y un lamentos en tinieblas, mil y un gritos de pesadilla, delirios y fiebres de poetas noctámbulos. Rubushka y Betelgeuse sintieron como sus rostros se cuartearon con el súbito descenso de la temperatura, sus cuerpos temblaban sin control.

-Murusures… -cantineó, tintineó como cristales de hielo.

Nadie respondió. Advirtió que el bufón estaba malherido.

-Aaaay, Vite, Vite… -se lamentó con exagerada afectación. Lo llamó a su lado y el bufón acudió estremecido de pies a cabeza. -¿Qué te ocurrió, mi delectación? Ven, ven que te vea. – Hizo que se sentase a sus pies y le acarició maternalmente la cabeza plagada de excrecencias. Sin mirar hacia la bruja, dijo con un tono estricto que demandaba una explicación: -¿Rubushka?

- Los… los sharqiyyín, mi reina. Fueron ellos. Están horadando la roca por debajo de estos salones y Betelgeuse cayó por accidente en una de sus galerías.

-Ajá. –Annya le acariciaba la cabeza al bufón.

-Y esos eshu de la desidia sólo pudieron llegar hasta aquí atraídos por… atraídos por…

-Eres astuta, Rubushka. No se te escapa ni una –Annya enarcó una ceja y esbozó una sonrisa de suficiencia. –En efecto, me temo que es así. Esa bastarda se las arregló para penetrar en mi reino. – La reina bostezó.

Rubusha se alteró:

-Pero hay que detenerlos. Los hicimos huir por el momento pero… ¡puede que haya centenares escarbando ahí debajo! ¡Nos harán pedazos!

-Ay, Rubushka… ¡Astuta y cobarde! Hada cobardica… -gimió como una cría decepcionada por un juguete. Los cambios de humor de Annya se sucedían a una velocidad de vértigo, sin transición. Se levantó de improviso del trono y Betelgeuse reculó alarmado. La piel azulada se encendió como una aurora boreal. Un pico cubierto de nieves imperecederas se estremeció en el exterior, a muchos kilómetros de allí. –Los siento bajo el pozo de la esfinge. Gusanos –masculló y levantó una mano frente a su rostro. Cerró lentamente el puño: –Clausuremos esos vasos comunicantes.

Hubo un rumor de piedras cayendo, de túneles desplomándose. Todo volvió a quedar en silencio tras breves instantes. Annya volvió a sentarse en el trono, con aire de aburrimiento.

-¿Ya? –se atrevió a preguntar Rubushka. -¿Ya cesó la amenaza?

-Bueeeno… Queda una cosa por hacer. Seguidme –se irguió de nuevo como una exhalación y cruzó el salón. Sus pies de jengibre apenas tocaban el suelo.

Los condujo por una ruta insospechada hasta una cámara muy profunda. Rubushka y Betelgeuse habían podido adivinar durante todo el trayecto siluetas menudas que se escabullían por los rincones y a la vuelta de cada recodo. Aunque ellos bullían de curiosidad y recelos, la reina simplemente ignoraba el hecho.

La cámara estaba semi-inundada y atestada de objetos ruinosos, antiguallas sin ningún valor, artefactos inútiles...

Betelgeuse se lanzó a curiosear de aquí para allá, desarmándolo todo, alborotando a pesar de sus heridas. Se cayó de cabeza a un charco y Annya se estuvo riendo un buen rato. Rubushka hubiera rematado a aquel insensato de buena gana, pero aguardó con los puños crispados, enterrando sus uñas en la carne, a que se le pasase el ataque a la reina.

-¿Y bien? ¿Qué queda por hacer? –preguntó muy tensa.

-Mira todo esto, Rubushka. Es un botín sentimental, ¿lo ves? Lo trajeron muchas de las pequeñas hadas que se exiliaron con nosotras, a través del portal mágico. Hay lienzos con representaciones de hadas célebres, algún pergamino con versos… -Se dirigió a Betelgeuse con urgencia, como si acabara de ocurrírsele una idea espléndida: -Debes memorizar esos versos de ahí, ¿eh, Vite? Sí, esos que tienes en la mano. Quiero oírtelos declamar –Betelgeuse desplegó el pergamino del revés, lo miró sin tino y a continuación lo atravesó con la cabeza. Rubushka tuvo que esperar otro rato hasta que Annya dejara de reírse y de palmotear como una pánfila. Al fin, la reina dio un par de vueltas hasta que encontró lo que buscaba: -¡Aquí está!

Era un espejo de cuerpo entero, de marco dorado. Estaba apoyado sobre una cómoda deslavazada. En el borde superior había una inscripción mágica: Apathía. Rubushka retrocedió espantada.

-¡Es de ella!

Titania también había tenido el cuidado de eludir su superficie reflectante.

-Como bien sabes, mi progenitor, el rey Talniesín, sentía debilidad por las hembras humanas. Aquella doncella bobalicona de bucles dorados lo maravilló especialmente y fue que ella concibió de él a aquella medio-elfa. Apathía la llamaron quienes la maldijeron; su nombre original nadie lo recuerda. Desde bien cría se intuía que traía mala suerte. No hablaba una sola palabra y siempre mantenía el rostro oculto bajo las greñas azabaches. Una niña insípida que, sin embargo… abocaba a la inacción y arrebataba el ánimo de vivir. Nada podía oponerse a su no-voluntad. Era una presencia sin retorno, una permanencia del desaliento; se limitaba a estar ahí como quien está muerto. Era una niña maldita y nadie podía acercarse a ella con voluntad de acabar con ella, con “voluntad de algo”, en definitiva. Su nacimiento tuvo lugar en los decenios previos a la invasión. Muchos adujeron que el señor de la Marca Sdersath fue otra de sus maldiciones.

Cuando cumplió siete años, la situación se volvió insostenible. Un ejército de Bocas de Desidia estuvo a punto de asolar el reino, atraídos como moscas a la miel por la astenia que abrumaba a los súbditos. Y la reina Safne urdió un plan: sólo un ser ajeno a la indolencia y sin nada en la sesera podría arrimarse a la niña y realizar su cometido antes de verse influido por su poder… -Ambas hadas volvieron la cabeza hacia Betelgeuse, que aquellos momentos fingía ser un sapo sobre una roca que sobresalía del agua. –Así es. Nuestro bufón sólo tuvo que llegar hasta a ella y enredarla en la seda disipadora. Pero le costó caro, no creas. Puede que ni siquiera lo recuerde… -Annya movió la cabeza con tristeza y prosiguió: -Los poderes de Apathía estaban anulados. Sus jueces le machacaron cuidadosamente las articulaciones de manera que pudiese ser introducida en un cofre, como una marioneta. El cofre contendría su poder cuando la seda se deteriorase. Y el cofre fue confinado a su vez en un lugar secreto, custodiado por basiliscos.

Este espejo… Frente a él solía pasar Apathía las horas. Debió impregnarse de su nefanda energía. Lo descubrí ¿hace unos días, semanas, meses…? ¿Qué importa? Me contemplé en él y me subyugó. Pero me pregunto: ¿Quién querría traerlo con nosotros?

Rubushka se había quedado sin palabras. Annya llamó a Betelgeuse.

-Destroza este espejo, Vite –le ordenó. Y sin esperar, comenzó a retornar hasta el salón del trono.

Rubushka estuvo a punto de impedírselo. Se le ocurrió que aquel objeto podría emplearse como un arma ante posibles enemigos. Aunque, pensándolo mejor, se trataba de un arma del todo incontrolable. Finalmente, siguió a la reina.

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01/05/2008, 20:55
Murusures

Mucho tiempo habia pasado desde que Murusures viera a su amada Reina frente a el,alta, majestuosamente bella y temible a la vez.
Mucho tiempo habia recorrido los tuneles en busca de sabios y eruditos para la nueva Corte que la Reina queria crear.
Semanas, quiza meses, desde que vagara por la oscuridad, desde que no encontrara mas que hostilidad en aquellos niñatos que odiaban a su Ama.
Deambulo la criatura, sus pequeñas garras chocaban con la piedra de los frios y agradables tuneles en los cuales, habia pasado los ¿años? desde que lo exiliaran y la antigua Reina muriera a manos del Señor del Otoño.
La piel de Murusures, brillante en tan envolvente oscuridad sentia el desagradable calor que se colaba por alguna de las entradas de los tuneles
-Debo informar a la Reina de que esos perros no han querido colaborar con nosotros y tengo que hacerlo rapido-penso la criatura, mientras mantenia un trote constante, en direccion a la sala del trono en donde, seguramente, le esperara su Ama, sentada en el gran trono, tan majestuosa como lo habia esta do madre anteriormente
El verano se alzaba como estacion cuando Murusures, cansado de buscar apoyo, fuera en busca de los deseos de su Señora, simplemente por complacerla, lo cual ansiaba el pequeño y feo troll.

¿Pero no era invierno cuando mi Ama me encomendo la mision?

Preocupado, Murusures, corrio con todas sus fuerzas, las cuales, a pesar de tener encorvada la espalda y que sus brazos terminados en garras rozaran casi el suelo mientras caminaba, aun a pesar de ello, corria a gran velocidad cuando se le motivaba lo suficiente.

Casi sin resuello, pero con una sonrisa en su fea cara por ver de nuevo a su Reina...pero de repente, una idea que haria temblar al guerrero mas bravo le cruzo por la mente, puesto que la Reina era caprichosa y su humor cambiaba como el dia y la noche, como el clima, sin previo aviso.
Con una reverencia de sumision, Murusures entro al salon del trono, arrodillado y con su gran y ganchuda nariz tocando el suelo, mientras se deshacia en suplicas ante su Señora.

-Mi Reina..Mi Señora..Mi Ama..-dijo el pequeño sirviente con voz apesumbrada y nerviosa-Me disculpo por no aparecer durante tanto tiempo, y por volver con las manos vacias, os ruego disculpeis a este pobre diablo, que no ha hecho mas que fallar y esconderse por tanto tiempo

Reuniendo todo el valor que pudo encontrar, Murusures alzo el rostro de la piedra, contemplando a aquel ser majestuoso, enfundando en un bello vestido y por el cual daria su vida sin pensarlo, pero al cual habia fallado y por lo tanto seria castigado sin piedad.
Sin mas, la patetica criatura, volvio su rostro al suelo, esperando la respuesta de su anfitriona.

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01/05/2008, 21:50
Reina Bruja Annya Titania Rhiannon

Annya observó con una mueca de disgusto a la humillada criatura. No se dignó tan siquiera a dirigirle la palabra. Se entretuvo mirándose las delicadas manos y murmurando por lo bajo.

Rubushka estaba al pie de los breves escalones de hielo que conducían al trono. La bruja de río hacía muchísimo tiempo que no veía al horrible Murusures. Espero prudentemente por si la reina rompía su hosco silencio y le habló con severidad:

-La reina Titania está muy disgustada, Despojado. Hemos corrido peligro en la Corte y no estabas aquí para defendernos. Dinos, ¿dónde has estado metido?

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01/05/2008, 21:53
Murusures

-Mi Señora..Mi Reina..Mi Ama, yo..yo..-dijo Murusures de forma entrecortada preso de la pena y la culpa por no proteger a su amada Reina- Yo solo buscaba cumplir con la mision que me encomendasteis, camine y camine en busca de alguien que quisiera serviros como yo lo hago, pero..pero...- Murusures paro un momento su discurso para recordar y un atisbo de furia se reflejo en la piedra, puesto que su cabeza aun seguida agachada,pues no era digno de mirar ni siquiera las piedras por donde su Reina caminaba.
-Piedras, eso fue lo que encontre y lo que esos niñatos me dieron a cambio de la peticion. Piedras mi Reina, con eso me pagaron esos perros asustadizos, esos que no quieren serviros, esos que huyeron cuando vuestra madre....-la voz del feo troll sonaba llena de furia, encendida de rabia,mientras hablaba, pero rapidamente se calmo.

-Mi Reina, os ruego que me disculpeis y aceptare el castigo que querais imponerme, ya que he fallado tanto como siervo, como protector

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02/05/2008, 00:00
T28: INTERIOR DEL REINO SUBTERRANEO

- De una pared de piedra negra emerge un extraño ser. Se trata de Zeglu el Sluagh. Ha dormido durante más de cuarenta años, y como siempre que tiene un sueño prolongado, le cuesta sobremanera recordar las circunstancias de su vida anterior.

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02/05/2008, 00:11
T28: SALIDA DEL REINO SUBTERRANEO

- Zagrul, el poderoso ogro de las nieves errante, lleva días caminando por el Paso de Tihuta. Ha vivido toda su vida en las montañas nevadas de la Cordillera de los Cárpatos Orientales. Sin embargo, recientemente ha escuchado en el viento que una nueva Reina Bruja se ha alzado, como líder indiscutible de las hadas invernales transilvanas. La curiosidad y el aburrimiento le ha llevado a viajar para comprobar si eso es cierto.

- Sin embargo, no lo ha hecho en la mejor época, pues el verano es anatema para los de su especie. El calor del sol parece aplastarle con su peso cotra el árido suelo, pero él persevera, tan fuerte como las rocas nevades que le vieron crecer.

- Finalmente encuentra una entrada a una gruta subterránea, una gruta oculta a los sentidos humanos, que solamente alguien como él puede ver con facilidad.

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02/05/2008, 13:55
Zagrul, el Ogro de las Nieves.

Zagrul se queda mirando la entrada de forma pensativa, pero, despues de mucho meditar y pensar, decide entrar cuidadosamente.

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02/05/2008, 15:36
Director

RESULTADOS DE LA ESTACION DEL VERANO:

- Reina Bruja Annya Titania Rhiannon: Se sobrepone a su letargo.

- Bruja Rubushka y Betelgeuse el Bufón: Salvan el reino de los eshu voraces.

- Betelgeuse: Entrena Trato con Animales y Esquivar.

- Murusures: Retorna de su fracasada misión de reclutamiento.

- Zagrul el Ogro de las Nieves: Llega al Reino Subterráneo del Diamante Negro procedente de los Cárpatos Orientales.

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02/05/2008, 15:42
TEMPUS FUGIT

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA.

ESTACION DE OTOÑO.

MESES DE OCTUBRE, NOVIEMBRE Y DICIEMBRE.

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02/05/2008, 19:53
Betelgeuse el Bufón Macabro.

Despues de apalear a un pajarraco que casi se come a su araña el bufon continuo su camino entre los riscos buscando y buscando
Este tipo de tareas no las hubiera aceptado de no ser por que fue la misma reina quien insinuo que podrian conformar de nuevo un ejercito

gru gru gru... donde estas , por que te vas???
que tipo de bestia seras , monstruo , quimera ó una perra???

Sus palabras enonaron un frio acorde , no habia dejo de su cruel gracia anterior las heridas de su pie le escocian a cada paso pero fue gracias a eso que en un tropezon encontro el rastro de una criatura entre los escarpados caminos , las huellas eran mas grandes que las de el , mas esto no parecia importarle

Gru gru gru... arañita ve esto , patas en el suelo , al suelo no le a de gustar

Sigio las huellas hasta ver que se dirijian a una de las entradas de la cueva , dando saltos de alegria sobre sus manos , puesto que no podia con us pies , se encamino hacia la caverna
Facil , facil , el va donde quiero que valla , el va donde mi reina esta
No le cuesta encontrar a la mole caminando en el interior

GRU GRU GRU , VOS SOIS ESCLAVO DE MI REINA Ó SIRVIENTE SUYO????
Tu aspecto es horrible jajajajajaja
gru gru , ven ven a la reina yo te llevare

Con una seña invita al Ogro de las nieves a seguirlo sus dedos se contorcionan en una vaga señal de invitacion, mas su aspecto no es nada agradable con esas heridas pustlantes y una araña recorriendo su cara

Notas de juego

Acciones;
Conducir al ogro ante la reina
contar chistes tontos todo el camino

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02/05/2008, 23:19
Zagrul, el Ogro de las Nieves.

Zagrul mira a Betelgeuse extrañadamente y le da un empujoncillo en el hombro.

-¿Quien te crees que eres? ¿Sabes con quien estas hablando? ¿porque debería dejarme arrastrar por un estúpido bufón decrépito como tu? ¡¡¡¡GGRRROOOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAGH!!!!

El rugido de Zagrul resonó en toda la cueva, donde hizo que se calleran pedazos del techo y desprendimientos de nieve en el exterior.

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03/05/2008, 02:47
Betelgeuse el Bufón Macabro.

El bufon se sorprendio bastante ante la reaccion del Ogro de las nieves , mas su sonrisa se dibujo de nuevo en su cara al ver la negativa , empezo a danzar al tiempo que jugaba con su araña , fue entonses que su risa gutural se unio a un horrible cantico al tiempo que se adentraba en la obscuridad

Gro gro gro... que pobre y desafortunado soy
por no poder llevar a cabo mi mision
la reina me va a mandar
a volar el dia de hoy
gro gro gro...
si quieres ver a la reina tu tendras
que seguir la cuerda que dejo atras
gro gro gro...

Su voz desaparecio entre las sombras y la piedra , lo unico que quedo fue un pequeño hilo plateado dejado por su araña el eco de risa resonaba distante y espectral , pero sus ultimas palabras las repetia como una letania

Si quieres ver a la reina tu tendras
que seguir la cuerda que dejo atras
gro gro gro......

Notas de juego

Acciones;
Conducir al ogro ante la reina
contar chistes tontos todo el camino

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03/05/2008, 14:29
Zagrul, el Ogro de las Nieves.

Zagrul se queda un momento pensativo...

-Este bufón me da mala espina, y tiene una pinta de loco... pero tengo curiosidad por saber quien es esa reina de la que tanto habla... JEJEJE...

Zagrul sigue cuidadosamente, atento a cualquier cosa, el rastro de cuerda que deja el misterioso bufón.

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03/05/2008, 21:21
Zeglu el Sluagh, el Terror de las Sombras.

- AAAArrrrrgggggggggggggggggggggg grito mientras me desperezo

"Cuarenta largaos años han pasado desde la última vez que vi el mundo, ¿qué habrá cambiado? mejor dicho ¿el mundo cambia? nunca me acuerdo"

Miro a mi alredor buscando algo que hecharme a la boca

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03/05/2008, 23:35
Reina Bruja Annya Titania Rhiannon

El verano, la estación que reduce a las hadas oscuras a guiñapos de costuras herrumbrosas, sacos de légamo apelmazado, estaba a punto de finalizar. Y nada mejor para celebrarlo que organizar un corro de hadas, se le ocurrió a la reina Titania. Una de las dos fechas más mágicas del año se aproximaba 1: la noche que marcaba la sepultura del sol en los huecos húmidos, la mayor brevedad de los días, la soberanía de la noche y de Muma Pâdurii, la aviesa Madre de los Bosques. El entusiasmo ante el proyecto y su propio carácter veleidoso le habían hecho desestimar el imponer un castigo a Murusures. En vez de eso, había hablado de esta forma a sus tres vasallos:

- A todos nosotros nos gusta danzar la Hora y entonar las baladas del príncipe Fât-Frumos y de la princesa Ileana Cosânzeana. ¡Sea! Organizaré una fiesta como jamás se ha visto por estos parajes. Será una oportunidad para conquistar los corazones de esas tibias jovenzuelas que medran al amparo de mi sombra; cada una vale poco por sí misma, pero el conjunto –opino que unas treinta- no es nada desdeñable. Ellas aún perciben en mí la figura de mi madre malhadada y, por tanto, la causa del triste exilio que les ha tocado vivir.

Pero entonces no podrán faltar cârnati 2 ni piftie 3 ni tochiturâ 4, y para todo esto el hombre es el ingrediente básico. ¡Ea, Murusures y Rubushka, mis dos astutos caníbales, ya tengo tarea para vosotros! Tú, Murusures, vigilarás los caminos del Oeste y todo viajero incauto que atrapes –mejor vivo que muerto, que torturar también reporta deleite- dará prueba de esa lealtad para conmigo que declamas. Tú, Rubushka, saca provecho de tus artimañas en tus predios acuáticos, consigue niños perdidos, niños jugosos que conformen el insuperable reclamo para nuestro evento.

Ah, y Vite, mi bufón descarnado, no menos importante será tu cometido: prepara el mayor espectáculo imaginable, el entretenimiento más cimero, que quede prendido en el recuerdo de las criaturas cuya memoria es una sima sin fondo.

Yo, por mi parte, me encargaré de preparar la ceremonia, de encauzar las vetas mágicas, de arracimar a las trece damas del Covent. Nos aguarda un trabajo ingente y acaso infructuoso, queridas mías, pero que no cunda el desánimo: extrañas nuevas se aproximan, desconocidos invitados se acercan. ¡Andaos con cuidado!

Notas de juego

1. Samhain, la noche del 31 de Octubre.
2. Salchichas largas.
3. Un tipo de jalea hecha pies, cabeza y orejas.
4. Un tipo de guiso.

Acción estratégica mes de Octubre: Organizar Ceremonia de Samhain.
Acción normal de octubre: Entrenar Grammarye.

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04/05/2008, 00:09
Zagrul, el Ogro de las Nieves.

Mientras Zagrul se adentraba en las entrañas de la caverna, escuchó un grito...

- AAAArrrrrgggggggggggggggggggggg-gritó Zeglu mientras despertaba.

Zagrul tomo una posición agresiva y, tras escuchar el grito, gritó:

¿Quien anda ahí? ¿Eres el bufón? ¡¡¡Dejate ver, criatura de las sombras!!!

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04/05/2008, 03:00
Betelgeuse el Bufón Macabro.

Sera que come demaciado? , se estara empachando? Al hir dejando el hilo para guiar al Ogro de las nieves el bufon se dio cuenta de que su araña estaba mas gorda que de costumbre , mas no pudo terminar de pensar en eso ya que entro justamente el la camara principal donde la reina estaba dando instrucciones de algun tipo de preparativo.
Antes de enterarse bien que pasaba la reina le dio una tarea , con sumo orgullo inflo su pecho dando a entender que estaba orgulloso de servis a su majestad ,mas su cara de no saber que hacia le daban un aspecto de una estatua mal encajada

Cuando la reina termino el torpemente se dirijio a ella y se detuvo a unos pasos e hiso una patetica reverencia

Ho reina , hos traigo a un ogro que vagaba por ahi
gro gro gro... el muy tonto no conose a su majestad
viene siguiendo el hilo de esta humilde araña
muestra a su araña frente a la reina como si fuera un valioso tesoro podia..

Se interrumpio a media frace y dio un salto al escuchar un grito proveniente de alguna parte de las cavernas

Pero por la santa piedra de mi baño , que es eso??? arararar

- Tiradas (1)

Tirada: 3d10
Motivo: M+I
Dificultad: 9+
Resultados: 7, 2, 7
Exitos: 0

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04/05/2008, 11:11
Reina Bruja Annya Titania Rhiannon

Annya palideció ante la palmaria estulticia del bufón. Lo oyó disparatar acerca de aquella araña, de un ogro que lo había seguido hasta allí, lo había visto sacar pecho con fingido orgullo para a continuación dar vueltas sobre sí mismo en una pantomima de desfile, sobresaltarse por un rumor en algún pasaje, y no podía creerlo. Pero el pasmo dejó paso a la furia en cuestión de segundos. Lenguas de rigor azul azotaron la faz del bufón y lo amedrentaron; la reina era una pira de indignación. El trono de hielo se fundió, un témpano se precipitó desde lo alto en mitad de la sala y estalló en añicos de estruendo.

-¡Betelgeuse! –su voz había adquirido las cualidades de cavernas olvidadas, de glaciares sempiternos. – No hay nada que nos enoje tanto como que no se nos escuche. Nuestra palabra es lo único que debe asentarse en tus mientes de ciruela pasa. Ninguna otra cosa habrá de distraerte de nuestro mandato, ni siquiera el mismísimo dragón-mundo Balaur si irrumpiese en este salón. ¿Queda claro, bufón?

Rubushka se reía por lo bajo del bufón. Titania descendió por la escalinata. Adoptó un tono más confidencial:

-Este festival significará la fundación mítica de este nuevo reino Rhiannon, ¿lo entendéis? ¡El invierno de esta región nos pertenecerá este año como nunca! – Lo último lo enunció con majestuosidad, al tiempo que alzaba los brazos y el podio eclosionaba como un gran bloque de hielo, a partir del cual, por arte de magia y a ojos vistas, se vino a tallar un trono más suntuoso que el anterior, minuciosamente recorrido con filigranas de cristal; una maraña de delicados hilos de escarcha surcaron el aire y se engarzaron en el techo y las paredes de la gruta, y luego conectándose entre sí mediante círculos concéntricos, de modo que esta nueva creación del espíritu de Annya logró asemejarse a una inmensa tela de araña.

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04/05/2008, 11:56
Zagrul, el Ogro de las Nieves.

Zagrul, tras no recibir respuesta alguna, deja de seguir el hilo de araña y se acerca cautelosamente al lugar de donde provenía el grito...