Partida Rol por web

Rifts 20: Rifts Warriors Legacy.

Viaje a Tolkeen (1 de 4).

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05/12/2016, 20:30
RIFTS.

VIAJE A TOLKEEN (1 DE 4):

Notas de juego

- Escena narrativa para la primera Viñeta del viaje desde DarkGate a Tolkeen.

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13/12/2016, 18:52
RIFTS.

VIAJE A TOLKEEN (1/4):

Miércoles, diecisiete de enero de 105 PA.

POR LA MAÑANA:

Tras unos pocos días ultimando los preparativos, los Rift Warriors, tanto nuevos como antiguos y miembros a prueba, salen de DarkGate. La gente no sale a las calles para despedirles o vitorearles. Tampoco salen para abuchearles. El día parece ser gris y anodino, con un cierto cariz sombrío en el horizonte.

A algunos les queda el consuelo de que dejan pertenencias o seres queridos en buenas manos. Santa Fe tendrá un mecánico gracias al acuerdo que Muxu hizo con Mek… y Vicky, aunque nerviosa, respira aliviada por haber dejado en buenas manos a Black Thunder. El caballo estará bien cuidado y quizá un día en el futuro la justiciera pueda enviar a buscarlo. Halberd y Jack Tanreack se han despedido la noche anterior de su amigo Mek tomando cervezas en el Saloon.

En la mañana de la partida algunos de los miembros del Consejo Regente sí que están presentes, seguramente para asegurarse y comprobar que los héroes no dejan a nadie atrás. El mercenario ogro Battun también está presente, con los brazos cruzados, apoyado en su hover-moto y limitándose a mirar cómo el convoy comienza su partida.

Antes de que los Rift Warriors partan, la figura de Marie Chatelle aparece entre las calles y saluda con la mano a modo de despedida, en un claro gesto desafiante y desaprobador respecto a la decisión del Consejo. El mecánico Mek está junto a la dueña del Salón. Tiene las manos entretenidas en limpiar de grasa una especie de cachivache, pero asiente en silencio en dirección al convoy que parte.

El convoy se adentra en el desierto e inicia un viaje que se prevee que dure días. Si todo marcha según lo planeado llegarán a Fort el Dorado a media tarde, puede que antes del anochecer. Podrán descansar, hacer noche y reabastecerse para proseguir su viaje, cuyo destino final es Tolkeen.

Tras poco más de media hora de marcha, habiendo cruzado un oasis, unas ruinas hace tiempo abandonadas, y el casi desierto pueblo – si es que puede llamarse así a un grupo de cuatro casuchas prácticamente abandonadas – de Santo Tomás Aquino, el grupo llega al pequeño pueblo de Pedro Tomeo, al Este de Santa Fe. El convoy apenas se detiene. Los pocos habitantes del poblado casi ni salen de sus casas, aunque de tanto en tanto los héroes exiliados pueden ver una sonrisa amistosa en alguna de las ventanas.

Apenas han sobrepasado la primera hora de marcha, divisan las afueras del pueblo de Angstville. Ésa será su última parada en un lugar civilizado de lo que resta del día. El paisaje ha cambiado. En algún punto el paraje ha pasado de ser desértico a tener cada vez mayor verdor. Plantas y árboles recorren el camino y la carretera se extiende en el horizonte, siempre con verde a los lados. El grupo se prepara, tras Angstville el camino hacia Fort el Dorado será largo y más peligroso. Es una ruta segura en cuanto a que evitarán territorios de la Coalición, como Lone Star, pero hay grupos de forajidos, bandidos y bestias salvajes por lo que deberían ir con cuidado.

En Angstville alguno de los miembros del grupo aprovechan la pequeña parada para tomar algo, charlar con los habitantes de la zona y en general tratar de ver cómo están los ánimos. Enseguida comprueban que las noticias de su exilio han llegado muy rápido hasta tan lejos. La gente no les rehúye pero procuran no intimar demasiado con ellos. Son reconocidos como los antaño héroes, los Rift Warriors, pero ahora se les mira con una mezcla de miedo y respeto.

James T. Shidi recibe un chivatazo de que si siguen avanzando en dirección Este, tal y como planean, se adentrarán en los territorios de una banda de forajidos liderada por un Cazarrecompensas – una especie de ciborg llamado Trek - que posiblemente esté interesado en los propios Rift Warriors. Mientras se muevan dentro de la zona de Pecos Empire estarán en peligro, aunque son un grupo numeroso y la banda de forajidos no dispone de muchos efectivos.

Tras el aviso, James se dedica a hacer varias salidas con el Sky King en vuelos de reconocimiento durante el resto del trayecto hasta la hora de comer. El ex-Commando hace una buena labor de vigilancia y evita en un par de ocasiones que el convoy se vea asaltado por sorpresa por pequeños grupos de rapiñadores, aunque realmente no habrían tenido opción contra un grupo tan numeroso y bien armado como los Rift Warriors. Los rapiñadores se ven sorprendidos por James T. Shidi y huyen antes de que haya opción a un combate real.

PARADA TÉCNICA PARA COMER:

El grupo detiene su marcha alrededor de las 14:00 h. Acampan en un desfiladero entre montañas, poco antes de llegar a Fuerte Worth. Aunque las noticias de su exilio de Darkgate hayan llegado hasta allí, nadie sabe la ruta que realmente tomarían los Rift Warriors ni su destino, por lo que no esperan ataques planificados, aunque podría haber emboscadas de forajidos.

El paso entre las montañas que da hasta Fuerte Worth es el camino más directo pero está vigilado por torres. Mientras el grupo descansa, Raxus busca en los alrededores y encuentra caza y plantas comestibles para preparar una comida y no tener que tirar de provisiones.

James, por su parte, en uno de sus vuelos de reconocimiento descubre humo en una de las torres y regresa a informar. Preparados, los Rift Warrios acuden al lugar y se topan con un grupo de rapiñadores que, de algún modo, han conseguido tomar la torre y exterminar a sus ocupantes.

Incapaces de hacer frente a un grupo experimentado, armado y numeroso como los Rift Warriors, los rapiñadores se desbandan y huyen en múltiples direcciones después de los primeros disparos de advertencia.

Emil se enfrenta ante la decisión de parar e informar en Fuerte Worth del ataque a una de sus torres, o procurar pasar más desapercibidos y continuar su viaje lo más rápido posible.

POR LA TARDE-NOCHE:

El grupo parte de Fuerte Worth y continúa con su viaje. Tras unas horas de marcha el convoy deja al Sur Fuerte Simmons. Emil insiste en no perder tiempo y apretar el paso para llegar a Fort el Dorado antes del anochecer.

El paraje ya se ha vuelto verde a ambos lados de la carretera, y las vistas son mucho más amigables, aunque todos permanecen atentos. La amenaza de un ataque de la Coalición obliga a que los Rift Warriors no bajen la guardia. Desde la carretera alcanzan a ver las dos torres de acceso al Fuerte Simmons, e incluso algún vehículo de vigilancia, pero nadie se les acerca.

Aproximadamente una hora antes de llegar a su destino final, el convoy ralentiza su marcha para cruzar un pequeño puente sobre un río que cruza la carretera que siguen. Emil teme que puedan ser objetivos de una emboscada, y realmente es un sitio ideal para asaltantes de caminos, bandoleros y forajidos, pero afortunadamente nadie parece querer meterse con un grupo tan armado y numeroso. Por seguridad, Quicksilver y James dan un par de vueltas a los alrededores para vigilar.

Antes de que todos los vehículos crucen el puente, Daeron interrumpe la marcha. Con un gesto llama la atención de Alexa y Jack Tanreack para que se acerquen. Desde el puente, los tres parecen discutir brevemente y Daeron señala a los otros dos algo en el horizonte, siguiendo el recorrido del río.

Algo está pasando, un cambio sutil en las Ley Lines que puede implicar muchas cosas… o casi ninguna. El caso es que los arcanos continúan intranquilos y debatiendo el resto del viaje.

Finalmente, poco antes de que comience a oscurecer el convoy divisa a lo lejos las afueras de El Dorado. Su elevado porcentaje de población D-Bee, sobre todo humanoides que suponen como un 15% de la población total, y el también elevado número de Juicers, hacen del lugar un refugio seguro a juicio de los Rift Warrior para descansar una noche antes de proseguir su viaje.

Pero sólo eso, una noche. Más tiempo podría suponer un problema.

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16/12/2016, 23:41
Raxus.

VIÑETA I DE IV, VIAJE A TOLKEEN "EN BUSCA DE UN NUEVO HOGAR"

Miércoles, diecisiete de enero de 105 PA.

POR LA MAÑANA:

 


 

Enfundado en su nueva armadura, Raxus salía de la ciudad con buen ánimo. Al contrario que otros Rift Warriors más veteranos, él no tenía lazo alguno que le uniera a la comunidad de DarkGate. No obstante se cuidaba de exteriorizar la alegría que sentía, ya que no quería importunar a sus nuevos compañeros de viaje. Le ayudaba el estar probando el sistema medioambiental de la armadura, algo que sólo había usado hasta ahora en algunos entrenamientos de su formación como Juicer.

Iba situado en la parte de atrás del coche fúnebre del Difunto Cuchillo Rojo. No pudo evitar un suspiro de pesar al pensar en el malogrado Crazy. Sacó medio cuerpo por el orificio del vehículo, para grabar en su mente el aspecto de las murallas de DarkGate, esa ciudad que tanto había aportado al grupo, pero que cuando las cosas se habían puesto duras de verdad, había optado por exiliarlos antes que seguir cobijándolos en sus murallas bajo el escrutinio de una potencia como la Coalición. Malditos fueran mil y una veces, ambos dos.

Durante el viaje, Raxus se dedica a ayudar en lo que puede. Conduce el hovercoche fúnebre, turnándose con el “Equilibrium” para que pueda estar descansado. No lo hace a menudo, sólo cuando el Crazy se lo pide. La verdad es que está muy contento de no tener que fastidiarse los pies pateando el camino y comienzo polvo. Charla (si bien no demasiado) con cualquier otro ocupante del vehículo, manteniendo momentos de mutismo mezclados con ronquidos.

Las relaciones con el resto del grupo son algo sobre lo que sólo hay que puntualizar un par de cosas. Raxus tiene un ojo echado a Noa Luna. La joven parece enternecerle de alguna manera, y peca un poco de sobreprotector con ella. Aún no se explica cómo llegó esta linda jovencita a ser parte de los Rift Warriors, pero espera que todo se irá explicando con el tiempo. La otra cosa de la que se preocupa Raxus es de no juntarse mucho a los Magos del grupo. Cree tenerlos identificados, el hombre de amplios ropajes y extraña mirada, el tal Daeron, la alcaldesa Muxu, y la extraña mujer, Alexa. Atiende sus palabras, y les contesta de ser preguntado, pero procura no estar cerca de ellos físicamente, y no acepta nada de comida o bebida que haya pasado por sus manos. De vez en cuando hace un gesto extraño con la mano, y sólo Halberd sabe que es un gesto Enano para alejar el mar fario. Eso y escupir al suelo, claro.

Pedirá así mismo a los “manitas” del grupo alguna idea brillante en orden de que el agujero del hovercoche pueda ser cubierto por algo de quita y pon, para que si hay una tormenta de cualquier clase, el interior siga siendo razonablemente confortable. El propio Raxus se ofrece a servir como ayudante en cualquier tarea de mecánica básica. El enorme Enano parece saber lo suficiente para resultar un ayudante medianamente competente.

Él mismo se dedica a ayudar en lo posible, ayudando a mover cosas pesadas, bultos o equipo diverso. Así mismo, dedica algunas horas todos los días a intentar encontrar recursos en forma de bayas, frutos, raíces, animales o plantas comestibles, algo que se le va dando cada vez mejor. Eso y permitirse algunos pensamientos agradables en las horas de sueño. El Enano dormía con su armadura puesta (si fuera posible y no fatigoso) en orden de estar preparado para cualquier posible peligro. Con sus armas siempre a mano, Raxus soñaba.

Raxus divagaba bastante de hecho. Qué apropiado sería un encuentro con un destacamento enviado por la odiada Coalición, quizás un grupo diplomático (armado hasta los dientes, que es como entiende la diplomacia la Coalición) destinado a investigar si DarkGate cobijaba en su seno a su enemigo jurado, los Rift Warriors. Sería una tremenda ironía que nos encontráramos en el camino. Lo único a tener en cuenta sería dejar alguno con vida, para que pudiera llevar la noticia a sus amos de que los Rift Warriors corren libres, y aplastarán a cualquier coalicionista que encuentren.

Los kilómetros se sucedían, mientras el polvoriento camino parecía amenazar con engullirlos en su interminable serpenteo…

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17/12/2016, 16:19
[RIP] Quick Silver.

VIAJE A TOLKEEN (1/4):

Miércoles, diecisiete de enero de 105 PA.

POR LA MAÑANA:


Después de algunos días de practicar con el camión por si tenía que sustituir a Emil en algún momento y de desaparecer para despedirse de este o aquel o cerrar no se sabe qué negocios. Aquella mañana el humor de Quick estaba tan gris como el cielo.

Los juguetes le aburrían rápido, y había jugado con aquella ciudad hasta la extenuación, hasta decir en repetidas ocasiones que no aguantaba un segundo más allí, sin embargo, odiaba que le quitasen sus juguetes.

Se emocionó levemente al despedirse de Maríe, aquella mujer le había dado cobijo y comida en ocasiones incontables, iba a echarla de menos.- Algún día dentro de muchos años,  me verás entrar por tu puerta. No digas nada, dame un plato de comida caliente, una cerveza y un beso.- Le dijo con un susurro quedo y le pagó aquella comida futura, como signo de que volverían a verse.

Recomendó al mercenario pétreo desayunar fibra cuando ya se alejaban de su alcance, y volvió a suspirar cuando DarkGatese cerró a sus espaldas, quizá para siempre.

Su humor fue mejorando con la marcha y la charla, dentro del camión su voz se escuchaba incesante como un martillo pilón, recordó anécdotas, interrogó a los ocupantes sobre cosas, cosas vergonzosas y personales, habló del cielo de la forma de la piedras y de la vegetación.

Se unió con entusiasmo a cualquier expedición y casi lamentó que aquellos tipos De la Torre huyesen. Al terminar la mañana Darkgate se le había olvidado por completo, el mundo nuevo que se habría ante él le tenía aún más excitado qued e costumbre y los compañeros se le iban turnando para evitar el dolor de cabeza.

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18/12/2016, 12:28
Briaeros Hekatonkiros.

VIÑETA I DE IV, VIAJE A TOLKEEN "EN BUSCA DE UN NUEVO HOGAR"

Miércoles, diecisiete de enero de 105 PA.

POR LA MAÑANA:

Y, al fin, abandonaron aquel pueblo desagradecido que les daba la patada después de haber luchado por ellos. Briaeros no podía decir que se sintiese especialmente triste, su historia con Darkgate había sido breve, y aunque comenzó de manera prometedora, cuando aquella misión se resolvió de modo tan desastroso, y luego el Consejo les comunicó su decisión, quedó claro que allí no había nada para ellos. 

Al menos parecía que un par de habitantes sí estaban dispuestos a despedirse de ellos, reconociendo lo que aquel grupo había significado para la región en el pasado. Briaeros, aún siendo muy nuevo, procuró responder amistosamente a la despedida de Marie, aunque sin mucho éxito. 

El viaje fue bastante tranquilo en aquel primer tramo, sin ningún amago de ataque, aunque Shidi voló varias veces para explorar, y seguramente disuadir, a cualquier posible objetivo. Parecía que, aún con todo, constituían un grupo temible, al menos para los despojos que se habían cruzado por el momento. Sin embargo, el borg no se engañaba. Sabía que aquello no duraría para siempre, y que tarde o temprano se encontrarían con enemigos lo bastante poderosos, confiados o desesperados como para intentar acabar con ellos.

Mientras tanto, se centró en conducir el vehículo que tenía asignado, aunque lamentablemente para aquel que fuera su copiloto, seguía sin estar de un humor aceptable para dar demasiada conversación, limitado en parte además por el idioma. De vez en cuando gruñía por lo bajo alguna maldición en alemán cuando uno de sus sistemas se atascaba o tardaba en responder más de lo que debía, pero aparte de eso, pocas palabras salieron de los emisores del alemán. 

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18/12/2016, 13:13
James T. Shidi.

VIÑETA I DE IV, VIAJE A TOLKEEN "EN BUSCA DE UN NUEVO HOGAR"

Miércoles, diecisiete de enero de 105 PA. En el Sky King con Halberd.

-¡ Uoooooooooooooo!- Los músculos de los antebrazos de Shidi se tensaron al tirar con fuerza de los mandos del Sky King para remontar el vuelo y lograr estabilizarlo. A pesar de ello su rostro ni se inmutaba y su pulso se mantenía constante y en calma.

- Haz un giro suave y haz otra aproximación. Segundo intento.- Jame miró a Halber, quien se sentaba en el asiento del copiloto de la aeronave, con una mirada que no auguraba nada bueno. Sin embargo, había sido el ex-coalicionista el que había pedido al tecnomago que lo acompañase y no sería de buena educación ahora soltarle una bordería. Sabía perfectamente qué tenía que hacer y, si había tenido que abortar la maniobra de aterrizaje, era sólo porque estaba un poco oxidado, no porque no supiera manejar aquel trasto. Aún así un incómodo calor le revolvió por dentro ante la idea de que los demás hubieran visto su torpeza.

- Hace mucho que no manejo uno de estos. - La verdad es que no era muy ducho en horas de práctica con aeronaves y ya hacía mucho tiempo desde que recibiera las clases teóricas. Pero James ya se conocía bastante bien y sabía que podía hacerse con cualquier vehículo en mucho menos tiempo de lo que cualquiera pudiera llegar a soñar.- No me di cuenta que al reducir a velocidad de aproximación tenía que activar los flaps. Con las Power Armor es diferente, por supuesto.- Aquello era necesario cuando se adquirían velocidades inferiores para las cuales las alas de la aronave no estaban diseñadas, como en el despegue o aterrizaje.- Ya verás como ahora aterrizo más suave que una hoja mecida por la brisa del viento.- Y así fue. Con una mano en los mandos levantó la otra para accionarlas palancas que activaban los flaps.- 10º,15º... - El Sky King aterrizó con suavidad sin más incidencia.

- Creo que puedo hacerlo perfectamente ya solo. Salir a hacer vuelos de reconocimiento nos evitará desagradables sorpresas. Gracias por acompañarme en esta prueba, Halberd. De todas formas, si alguna vez quieres acompañarme, no me vendrá mal tu compañía.

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20/12/2016, 14:15
Halberd Hammerstaff.

VIÑETA I DE IV, VIAJE A TOLKEEN "EN BUSCA DE UN NUEVO HOGAR"

Miércoles, diecisiete de enero de 105 PA.

Al partir de DarkGate las sensaciones de impotencia e injusticia aún pesaban sobre Halberd. Había dejado que otro Rifts Warrior condujese su mercedes mientras él viajaba de copiloto en el hovercamión de Jack Tanreak para hablar de ciertos proyectos que les rondaban la cabeza. Le costó encontrar ánimo para empezar a hablar, pero cuando entraron al trapo se quedó absorbido por las ideas que aportaba Tanreak al proyecto. A la hora de comer el ánimo de Halberd había cambiado por completo. Era un curioso incorregible y la nueva etapa con los Rifts Warriors, en el hovertaller de Jack prometía un sin fín de proyectos y desafíos.

El único tiempo que dejó de pensar en proyectos fué al acompar a Shidi a dar una vuelta en el Sky King. Aunque se asustó ante la petición del antiguo comando, no pudo negarse puesto que en el Saloon se había ofrecido a pilotarlo. Así que le acompañó con gesto severo y le fué preguntando en cada momento qué creía que debía hacer.

- Vamos a ver, James, vamos a ir muy despacio. ¿Cuál crees que debe ser la secuencia de encendido y el tiempo de espera para que se caliente el motor antes de comenzar a volar?.

James contestaba y gracias a su empatía mecánica, Halberd sabía si era correcto o no.

Cuando se separaron del suelo Halberd estaba más nervioso que James. Al fín y al cabo, era la primera vez que volaba en uno de esos. Tras un vuelo sin incidencias, al tomar tierra y bajar del Sky King, Halberd estiró su brazó todo lo alto que pudo para dar unas palmadas en el hombro a Shidi. - No está mal para ser la primera vez James, pero la próxima vez tienes que reducir velocidad de forma más gradual mientras activas los flaps.

Y se alejó sin mostrar su júbilo. Al fin y al cabo era un Enano y los Enanos se guardan de mostrar sus emociones. Al acercarse a Raxus para examinar el hovercoche fúnebre, le hizo un gesto para indicar que Shidi lo había hecho todo lo bien que podía llegar hacer las cosas alguien que no era Enano.

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20/12/2016, 21:26
Emil el Corsario.

VIÑETA I DE IV, VIAJE A TOLKEEN "EN BUSCA DE UN NUEVO HOGAR"

Miércoles, diecisiete de enero de 105 PA.

POR LA MAÑANA:


A Emil no le gustaban las mañanas, no le gustaba el sol, ni el amanecer, y el abandonar "su" ciudad a esa hora hizo poco, muy poco, por mejorar su ánimo. A pesar de su intento de mantener el buen humor, de asumir la situación como un buen jugador, esa expulsión, injusta, abominable, le escocía en el alma.

El que pudiera comprender, a la perfección, los motivos del Consejo de Magos, no hacía que el trago fuera ni siquiera un ápice menos amargo.

¿Cuantas veces hemos estado con ellos? ¿cuantas veces nos hemos jugado la vida? Y ahora... ahora nos tratan así. Nadie en las calles.

Sin embargo fue cortés, hasta agradable, con el enviado del consejo que le entregó el dinero, y que él repartió conforme habían quedado, abonando una cantidad a un ganadero local, guardando la mayor parte, y dando a cada uno de los miembros de los Rift Warriors (y no a los que estaban a prueba) la parte que le correspondía: los 25.000 Créditos.

¿Y luego? Luego se había subido a su camión, había sonreído a Noa, dándole las llaves.

- A esta hora soy un muerto viviente. ¿Empiezas conduciendo tú, querida? ¿me podrías hacer ese favor?

Forzó una sonrisa, y se echó atrás en el asiento del copiloto. Hubiera querido no mirar, pero no pudo evitar fijarse en las calles vacías mientras, a cada metro, la bilis le crecía por la garganta. Sin embargo, una sonrisa apareció en sus labios, y tuvo que tragarse un saludo galante al ver a Marie. Era obvio que los gestos de aprecio estaban poco menos que prohibidos, con lo que agradecer vehementemente a la posadera su presencia, sólo hubiera servido para señalarla para mal. Pero Emil llevaba toda la vida haciendo gestos, y no pudo, ni quiso, evitar bajar la ventanilla y lanzar un beso a Marie mientras se inclinaba un instante, con una sonrisa burlona en los labios.

- Que se jodan- dijo en un susurro audible para todos los que estuvieran en el camión- Ahora cuando lleguen los enemigos, a ver como se las arreglan para defenderse. Lo único que echaré de menos son sus mujeres. Había algunas preciosas de verdad.

Había rabia, en abundancia, en la frase. Pero como si esa rabia hubiera agotado a Emil, tardó mucho tiempo en decir nada más.

El corsario había estado ocupado. El camión titán, y en parte, el Battleringer, estaban llenos hasta los topes de material, en concreto, de carne vacuna congelada, empaquetada para durar, y tratada, y de material eléctrico. Y en cada punto en el que pararon, a veces dedicándole más tiempo, a veces menos, el corsario habló con comerciantes locales, buscando cerrar acuerdos beneficiosos. En cada parada, igualmente, hablaba con tanto Rift Warriors como pudiera, interesándose por como se encontraban, y preguntándoles opiniones, dudas... lo que fuera.

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21/12/2016, 04:34
Equilibrium.

VIÑETA I DE IV, VIAJE A TOLKEEN "EN BUSCA DE UN NUEVO HOGAR"

Miércoles, diecisiete de enero de 105 PA.

POR LA MAÑANA:

Un par de movimientos simples en los controles del hovercoche fúnebre lo ponen en marcha y sobre él, Raxus y yo nos alejamos de la ciudad de DarkGate de una forma que no había imaginado cuando atravesé esos muros para entrar. Pensé que saldría acompañado de quienes lo hago, pero jamás se me pasó por la cabeza que sería como un exiliado y que las personas de la ciudad nos verían irnos como si fuésemos leprosos en marcha a morir lejos para no contagiarles.

Pero yo no había estado nunca es DarkGate y no tengo ningún lazo que me una a esta gente y que me brinde tanto pesar por partir. Claramente no me gusta ser exiliado y tener prohibido el acceso a una ciudad. Quiero ser amado por la mayor cantidad de gente posible, pero las cosas son así y creo que el Consejo se arrepentirá de su cobardía.

Me da mucho gusto cuando veo a Marie desafiar a la autoridad y despedirse de nosotros. Eso habla de que es un buena amiga del grupo, alguien en quien se puede confiar y a quienes muchos de los nuestros extrañarán. Mi vista se nubla por la pena de dejarla atrás y las lágrimas me caen a mares mientras intento evitar que mis mocos caigan sobre el tapiz del vehículo.

"La extrañaré demasiado. Ni siquiera sé su apellido pero extrañaré a esa mujer. ¡Oh Dios, como duele!"

Pero el viaje continúa y, después de unos minutos y unos cuantos papeles para limpiar mi nariz, la pena se queda atrás. La visión del desierto y el ruido de los motores de toda la caravana me ayudan a concentrarme y luchar contra la desolación interior:

"Soy un hombre fuerte y lo superaré con el tiempo..."

 - "Listo."

Miro el perplejo rostro del enano mientras le sonrío con amplitud, pero no lo culpo por no entenderme pues su cerebro es un poco básico. Es un buen tipo con el que he forjado una buena amistad, junto con Xavier, pero entiendo que tenemos ciertas limitaciones a la hora de comunicarnos:

"Mi buen amigo solo tiene siete palabras en su cabeza: Comer, beber, eruptar, matar, seguir comiendo, caca. No entiende las vicisitudes de un alma sensible."

Pero sé que puedo contar con él y con todos. Es algo que no todos los grupos de mercenarios pueden decir pero los Rifts Warriors son aventureros y héroes con verdaderos valores morales, por lo que no es lo mismo. Claramente hay un código en este grupo y por eso nos cuidamos mutuamente.

El viaje será cálido.

UNAS HORAS DESPUÉS:

Veo el Sky King sobrevolando y su visión es inspiradora, tan inspiradora que no puedo refrenar mi impulso. Miro a Raxus y le doy indicaciones:

 - "¡Vamos, levanta la mano, apúntalo y di: "El avióóóóóóónnnnnn"! ¡Vamos, dilo con ese tono!"

Pero no, la verdad es que con un enano tan grande ya no es divertido. Vuelvo la vista al camino, decepcionado de cuanta gracia ha perdido Raxus con su transformación en Juicer.

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22/12/2016, 13:57
[RIP] Jack Tanreack.

VIÑETA I DE IV, VIAJE A TOLKEEN "EN BUSCA DE UN NUEVO HOGAR"

Como era costumbre, Jack se pasó horas antes de partir revisando todo su taller móvil. Era simple rutina, algo que hacía siempre, y que no dejaría de hacer jamás.

Le daba igual que Halberd fuese con él, ya había tenido copilotos, algunos de ellos tipos tan aburridos que merecían ser empujados por la puerta del camión.

Al menos con Hablberd podía hablar de cosas de interés comúm para ambos. Que si los brazaletes de Raxus por aquí, que si los compresores hidráulicos GH78-ZJ por allá...

...En definitiva, buena charla para un viaje muy largo.

Pero al fin y al cabo, siempre sobrevenía el silencio en algún punto del trayecto, bien por el cansancio o bien por cualquier cosa. Entonces a Jack se le ocurrió algo.

-Bueno, Halberd, este chisme tiene un buen sistema de radio-

Comenzó a enredar en las distintas bandas de frecuencia.

-Veamos si cazamos algo interesante-

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22/12/2016, 15:56
Xavier Callahan.

VIÑETA I DE IV, VIAJE A TOLKEEN "EN BUSCA DE UN NUEVO HOGAR"

Miércoles, diecisiete de enero de 105 PA.

POR LA MAÑANA

DarkGate había resultado ser una mierda y a una mierda solo pueden ocurrirle dos cosas. Que la pisen o la recojan con una pala. A aquel villorrio que buscaba no enemistarse con la Coalición y que expulsaba a los únicos que hubieran podido liberarla de su destino había firmado su sentencia. La pisarían y después la arrojarían con una pala a una esquina donde su hedor no molestara en exceso. Un escupitajo a un lado fue toda su despedida hacia aquellos miembros del Consejo que se acercaron a comprobar que abandonaban aquel estercolero.

Y sin una sola mirada atrás, negándose a recibir la suerte de la mujer de Lot, montó junto a Briareos en su vehículo. Cuanto había venido a buscar lo tenía. El resto, se la soplaba. Su copiloto había demostrado ser hombre de pocas palabras hasta aquel momento. Hombre o lo que fuera. El resto del viaje, en sus respectivos turnos, se prolongaron aquellos largos silencios en una especie de viaje hacia el interior solapado con el viaje sobre la superficie del continente demostrando que el hombre de lata tenía también su lengua soldada a algún punto de su armadura.

Un viaje tranquilo, sin sobresaltos, con una pequeña parada en Angstville. Paseo, charla con los lugareños, una cerveza... Pequeños momentos de relax y de darle a una sinhueso oxidada.

Reinicio del silencio y de kilómetros engullidos sin grandes novedades más allá de las conversaciones privadas de los magos.

Se acerca la noche. Hora de dormir. ¿Dónde hacerlo? ¿A la intemperie o bajo las luces cálidas de un prometedor poblacho habitado por facinerosos?

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22/12/2016, 23:37
Muxu Meidall.

Estimado don Alberto.

Tal y como temía cuando aquel mercenario llegó al pueblo, la marcha para Jack, para Halberd y para mí era definitiva. No sé si sabrá ya las razones, supongo que sí, después de todo las noticias vuelan, pero todos aquellos que en algún momento pertenecimos al grupo que más tarde se hizo conocer como los "Rift Warriors" hemos sido desterrados de DarkGate. Así pues me temo que muy a mi pesar regresar es imposible. Además después de conocer las razones que llevaron al destierro y que está relacionado con la Coalición preferiría no regresar aun pudiendo hacerlo por temor a poner en peligro a todo el pueblo.

Siento no haberle escrito antes, don Alberto. Podría poner la excusa de no haber dispuesto de suficiente tiempo, pero si hay algo que sobra durante el viaje es tiempo. Desde que salimos de DarkGate tengo la impresión de que las horas se me hacen eternas sin mayor distracción que el paisaje que se ve a través de la ventanilla, un paisaje que a cada instante se me hace más extraño. La confirmación de que cada vez estoy más lejos de mi casa, de Santa Fe, y que no va a ser posible el regreso.

Como le estaba diciendo antes de irme por las ramas, si no le he escrito antes ha sido porque no sabía qué escribir. No sabía qué decirle. Bueno, sí sabía qué decir, pero temía cómo decirlo. Algo estúpido por mi parte, lo sé, pero no sé por qué me sentía en la obligación de edulcorarle la realidad. Yo, una jovenzuela arrogante mostrando una actitud tan paternalista con usted. Absurdo, ¿verdad?

En cualquier caso la realidad es que Jack murió en el trayecto a DarkGate. La noticia sé que será un duro golpe. Por suerte no sufrió, y murió recordando a su hijo, con el que sin duda estará en estos momentos. Un reencuentro que ojalá se hubiera producido en otras circunstancias. Qué le vamos a hacer... En sus manos queda si decirlo o no, y cómo hacerlo. Pero si por mi fuera me gustaría que se celebrara un memorial en su honor. De hacerlo sé que alumnos y padres lo llorarán tanto como lo hemos llorado nosotros. Porque todos le queríamos. He conocido pocas personas más humanas que él. Más honradas. Más sabias. Pero la vida sigue y su recuerdo, así como sus enseñanzas, seguirán vivas en todos nosotros.

En otro orden de cosas, durante el poco tiempo que tuve antes de nuestra marcha de DarkGate tuve la ocasión de ver a Mek. Supongo que lo conocerá, pero si no decir que es un muy reputado mecánico de la ciudad. El mejor probablemente. Tras una conversación con él conseguí que enviase a uno de sus chicos a Santa Fe para sustituir a Halberd como mecánico. A lo mejor cuando le llegue la carta el sustituto ya está allí y él mismo es el que se lo ha dicho. Si es allí llego tarde, como a tantas otras cosas. En cualquier caso con él allí no debería haber ningún problema con la próxima cosecha.

A la cuestión de la alcaldía me temo que aun no le he puesto solución, o quizá sí, porque cuando me marché dejé esta en manos de la persona más capaz que allí había, yo incluida. Un tal don Alberto. Así pues fíese de su criterio porque no hay nadie mejor para ejercer ese puesto.

No tardaremos en continuar nuestro viaje así que se me ha acabado el tiempo para escribir. De momento, porque espero poder volver a escribirle pronto. Solo me queda decir que siempre le llevaré a usted y a Santa Fe en mi corazón.

Con mis mejores deseos:

Muxu Meidall.

PD: Puede disponer de las escasas pertenencias que dejé allí como considere oportuno. Solo le pido una cosa, por favor, dele al pequeño de los Wilson, a Percival, el colmillo de Tiranosaurio que hay sobre mi escritorio. Siempre le gustó.

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24/12/2016, 00:14
[RIP] Noa Luna.

Todo estaba oscuro.

El silencio la rodeaba y solo su respiración, pesada y acelerada, la hacía consciente de que en mitad de la nada, en mitad de ningún sitio, solo estaba ella.

Levantó su mano hacia adelante, frente a sus ojos. La sentía allí. Pero la oscuridad era tan profunda que ni siquiera era posible distinguir los contornos de sus dedos.

De repente, hubo algo más. Una presencia, un roce, un susurro, una ráfaga casi inexistente de viento que le rozó la nuca… Dejó de respirar, de moverse, de pensar, mientras un frio intenso la invadía y paralizaba todos sus músculos…

Algo le golpeó fuerte en la frente…

……

Abrió de repente los ojos y la luz hizo que los cerrara de nuevo fuertemente para evitar el dolor que le causaba mirar aquella luz tan blanca. Su mano voló hacia su frente, acariciando la piel e intentando calmar el dolor que, al abrir de nuevo los ojos, vio que había sido provocado por el cristal de la ventanilla del camión en el que viajaba sobre el que había golpeado su frente al no poder esquivar Emil un bache profundo en el camino.

Un suspiro de alivio enorme salió de sus labios cuando reconoció donde estaba y quienes eran los dos hombres que mantenían una animada charla junto a ella.

Lo había hecho otras veces, no era la primera, no tenía miedo, aunque sí un poco de tristeza al dejar atrás lo poco que había conseguido en el templo, que aún así era muchísimo para ella. ¡Significaba tanto! Así que eliminó de su mente el recuerdo de su pesadilla, lo guardó bien profundo y decidió que debía intentar ser feliz de nuevo, encontrar su camino de nuevo, vivir de nuevo. Y si aquella nueva etapa de su vida era un camión, lo disfrutaría hasta que la muerte la encontrase y la hiciera ver cara a cara a su Dios y agradecerle todo lo que le había dado en, aquella, su segunda vida.

Se giró en su sillón hasta mirar directamente al conductor que, en aquel momento, detenía la mole que conducía y le ofrecía las llaves. Le sonrió a él, a Emil, y asintió. Le hacía ilusión conducir aquel cacharro, nunca había conducido algo similar antes. Así que le cambió el sitio, volvió a meter las llaves en el contacto y arrancó.

Al devolver la mirada a la carretera, uno de los vehículos de la caravana los adelantó. La figura del imponente enano se perfiló en la ventana. Le devolvió la sonrisa y lo saludó al pasar. Comprobó que el siguiente vehículo le dejaba paso y aceleró, la pesadilla ya olvidada.

-¿Queda mucho para la siguiente ciudad, Emil? ¿Crees que llegaremos para pasar la noche? Si no nos da tiempo, tengo que ir pensando que cocinar con nuestras provisiones. Aunque ya tengo algo pensado. Hay unas latas de alubias que vendrían bien para hoy, porque ayer comimos esos conejos que cazaron y hoy unas alubias vendrían bien. Y no, sin comentarios sobre que producen ventosidades. Es lo que hay-Se adelantó al comentario de Quick, al que miró por el retrovisor. Rió.

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24/12/2016, 20:48
Vicky Morrisona.

VIÑETA I DE IV, VIAJE A TOLKEEN "EN BUSCA DE UN NUEVO HOGAR"

Miércoles, diecisiete de enero de 105 PA.

POR LA MAÑANA:

Caminé varias horas debajo de un sol radiante. Mis pasos eran lentos y delicados, apenas levantaba tierra del suelo, los tacones de mi bota apenas era perceptibles por los oídos curiosos que en otras oportunidades se hubiera dado una vuelta para saber de donde proveía aquel sonido. Caminaba a esa velocidad tan lenta a propósito. No quería irme, esa era la cruda verdad, no de ese modo. 

Venía de haberme despedido de Marie, aquella mujer que adoptó un papel de madre en mi vida. Me senté en aquellos taburetes que parecían a la vista tan incómodos, pero que para mí era como si me sentara en un gran colchón de plumas, suaves y confortables. Inmediatamente me sirvió una cerveza tan fría que al tomarla por el vaso, dejé caer un poco de espuma puesto que su helado contacto me atravesó el brazo por unos breves momentos. Tomé una servilleta y limpie el líquido ambarino antes de que pudiera esparcirse. Con un suspiro largo, casi eterno, miré a Marie a los ojos. Tenía tantas cosas que decirle pero a pesar de eso, me costaba abrir los labios para empezar un discurso que había preparado días antes. No me salió, las emociones me inundaban y no permitían que las palabras salieran de forma natural. Sabía que en algún momento regresaría, pero no sabía cuando y en que condiciones, por lo que guardé en mi recuerdo aquella imagen que tenía; si figura, su rostro, su cabello, hasta su indumentaria. Aproveché de poner mi palma de la mano encima de la de ella, puesto que la tenía encima del mesón.

"-¿Cuidarás a mi caballo, verdad?"

Fue la única frase que le dije, la última de quizás cuanto tiempo más. Tomé la cerveza casi al seco no importándome si podía ahogarme. Me levanté del asiento y le di un adiós suave.

Mis lentos pasos ya me habían llevado a mi destino, el rancho en donde me esperaba mi compañero de aventuras. Todo se había decidido en aquella conversación con el resto de los Rifts Warriors. Abrí la verja de madera e ingresé al lugar en donde lo guardaba. Los pocos rayos de sol que rebotaban en el lugar eran mágicos. El pelaje de aquella bestia era algo que podía admirar por mucho tiempo. Cuando me pedían que describiera a Black Thunder, no podía decidirme por un solo color de pelo, siempre decía que era un negro azulado con pequeños destellos plateados, él brillaba. Apenas entré dejó de comer la paja que todo los días le daba. Levantó la cabeza y me miró directamente a los ojos, me acerqué a él y puse mi manos en uno de sus muslos, eran fuertes y musculosos gracias a varias carreras que habíamos compartido. Lentamente llegué hasta colocarme frente a Black Thunder y le acaricié las orejas, eran muy suaves. Le hablé al oído esperando que me entendiera, algún día pediría que regresara a mi lado para que camináramos juntos hacia lugares desconocidos. Este no era un adiós definitivo y ambos lo sabíamos.

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26/12/2016, 12:08
Daeron Drognan.

VIÑETA I DE IV, VIAJE A TOLKEEN "EN BUSCA DE UN NUEVO HOGAR"

Miércoles, diecisiete de enero de 105 PA.

POR LA MAÑANA:

Sintió con la yema de sus dedos el relieve de los nombres inscritos en aquella estela: Sanakin, Erzebeth, Lara, Sir Geoffrey, María, Striker, Balwin... Dedicó unos instantes a recordar a Arik, Mune y Rolando, a pesar de que sus nombres no estaban ahí, si no en una placa conmemorativa en Tolkeen. Parpadeó volviendo su atención a la realidad y observó donde su dedo se entretenía, acariciando el último nombre de la estela: Indira.

Agachó la cabeza y contempló la hierba, intensamente verde, y entre ella asomando tímidamente una florecilla violeta: un lirio. Creciendo en aquel lugar del cementerio de una ciudad seca y agreste. Vida en la muerte.

Vuestra partida no ha sido en vano. Traísteis vida y esperanza para muchas personas. El miedo no borrará vuestra memoria. No mientras el valor o la justicia existan como algo más que palabras utópicas y fantasiosas. Nos veremos amigos, se despidió. Hasta pronto amor mío. Se paciente. Pronto nos reuniremos, dedicó a su esposa sus últimos pensamientos en aquel lugar.

Se reincorporó y caminó fuera del tranquilo y solitario camposanto, alzando la vista y observando el encapotado, triste y gris cielo. Muy apropiado.

Caminó por las calles de la ciudad, deshaciendo el camino de ida, en dirección a la plaza principal, donde ya todos le esperarían. La concurrencia en ellas le hizo pensar que aun no había abandonado el cementerio. Repentinamente algo llamó su atención caminando a la altura de la Comunidad élfica. En el dintel de su puerta abierta una mujer, la dama Alyse, lo observaba con una niña en brazos: Elsaliath. La pequeña alzó su manita tímidamente, saludándolo, sin duda desconocedora de su partida.

El magus quedó hierático por unos momentos, ante una visión que no espera ver, y observó a ambas detenidamente, mientras algo parecido a la emoción pareció querer aflorar en él. Dedicó una sonrisa a la niña y una mirada y un asentimiento de agradecimiento a la mujer. Esta correspondió con otro cabeceo de cabeza. Tras ello, el joven continuó su marcha. Pero, si el amanecer le había resultado duro, triste y amargo, ahora cierto calor de satisfacción se alojaba en su pecho.

Llegó el último y observó las miradas de los presentes en la plaza principal, donde los vehículos con los motores encendidos parecían increpar al magus por su tardanza. Como si quisieran largarse de ese lugar de una vez por todas.

Asintió con gratitud ante Marie y Mek por su detalle de despedida. Echaría de menos a aquella mujer, su fachada de tipa dura, sus cómodas y limpias habitaciones donde el arcano vivió durante meses, y sus estupendos guisos.

Después observó a los consejeros presentes, testigos y deseosos de su pronta partida. Abrió la puerta del furgón de Shidi y observó como tenía "desatada" su bota. Apoyó su pie en el escalón y se demoró atando unos cordones imaginarios de una botas largas sin ataduras, mientras mostraba sus posaderas a las "respetables" autoridades, a su espalda. Repitió el acto con su otra bota, demorándose para irritarlos con su tardanza y pose. Finalmente ascendió al vehículo y asintió a Shidi.

- Creo que nos miran a "caraperro", amigo. Me siento mejor. Hora de partir - dijo con tono sardónico.

Mientras el vehículo salía de la ciudad bamboleando y levantando polvo, como si deseara dejar eso como despedida, el joven magus echó el sillón hacia atrás y se recostó, acomodándose. El viaje iba a ser largo.

Pensó en qué les depararía el futuro, en si el nuevo grupo estaría a la altura de las circunstancias. Pero también pensó que, a diferencia de muchos otros Rift Warriors, si algún día Darkgate necesitara desesperadamente ayuda, él acudiría. Si tan solo la ciudad tuviera un puñado de personas que mereciera ser salvado, él acudiría. Y para Daeron Drognan, en aquella ingrata ciudad, los había.

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30/12/2016, 11:34
Alexa.

A pesar de que sé que el viaje será largo, me subo en la montura biónica. No me apetece encerrarme en ningún vehículo con nadie. Me envuelvo en mi sobretodo y me tapo el rostro con la capucha. Sólo la muevo brevemente ante la presencia de Marie y Mek. Un guiño furtivo es toda mi despedida en público. 

Le he dejado las llaves de mi casita a Jeremy y Marie. Los recuerdos más valiosos viajan conmigo. No obstante el mobiliario lo dejo.

Jeremy, puedes usarla o alquilarla. Cuídala bien. Algún día regresaré, te lo prometo- me despido de mi buen compañero y amante con un suave beso en los labios que ambos cortamos antes de que vaya a más. Nunca pensé que, pese a todo, me costaría tanto arrancarme este cordón umbilical en que se ha convertido DarkGate en los últimos meses para mí. 

Cuando salgo a la calle, sin embargo, empiezo a respirar. Jeremy me ayuda a montar y me acompaña hasta el punto en el que hemos quedado para iniciar el viaje. Un último apretón de manos y ya no miro más atrás. Ni siquiera a mis compañeros. Me envuelvo en un mutismo que me acompañará durante todo el trayecto. Tengo mucho que pensar y no me apetece hablar con nadie.

Sin embargo, Daeron me obliga a volver a la realidad cuando me insta a ver algo que ha descubierto. No lo sé hasta entonces, pero necesitaba espabilarme o mis negros pensamientos me terminarían absorbiendo. Ahora ya tengo un objetivo claro sobre el que meditar. 

No obstante, el verde paisaje me distrae. Me fijo en que no es un sólo tono de verde como pensaba, sino que las hojas varían su tonalidad en función de la luz que reciben. Cuando paramos, no dudo en tirarme sobre la hierba y dormitar para relajar mis músculos tras horas de cabalgata en mi ciber montura. Esta noche dormiré como una marmota, sin pensar... ni recordar.