Partida Rol por web

¿A dónde habrá ido ese viejo chiflado?

Estoy indignada. ¿Qué demonios puede impulsarle a salir sigilosamente de la estancia sin decir ni mu?

Señor Calvincott, no se separe de nosotros.

-No, no me separo.. ¡Voy detrás de ustedes! -Y eso hago, no pensaba quedarme solo por nada del mundo, visto lo visto.

Al salir los tres en tropel al pasillo, encontráis al cura entrando en la despensa. Os hace un gesto con la mano para que guardéis silencio y calma, y susurra unas palabras.

He escuchado un ruido procedente del sótano. Se accede por la despensa. Vengan detrás de mí. Creo que hemos cazado a nuestro asesino con las manos en la masa.

Dicho esto, mientras os acercáis sigilosamente a la despensa, el hombre entra en la estancia. Al entrar en la despensa, veis que está comenzando a bajar los escalones con mucho tiento. Os disponéis a bajar detrás con mucha calma y sigilo.

Al cabo de unos instantes se escucha un grito espantoso de la boca de Hawthorne:

-¡Aaaaaaaaaaaahhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!

Y el ruido de un cuerpo cayendo por las escaleras, rodando hacia la oscura estancia del sótano, en donde permanece inmóvil.

Se me encoge el corazón al escuchar el grito. Pienso entonces en la siguiente estrofa de la canción...

"Un arenque rojo"

Mi conocimiento de idiomas me recuerda que en inglés Arenque Rojo se dice REd Herring, que también significa trampa o anzuelo. Hemos caido en una trampa como idiotas. ¡Maldito cura loco!

Me dispongo a bajar con calma. No sé qué es lo que le ha hecho caer, pero pretedo averiguarlo.

¡Dios Santo! ¡Hay un cordel fino amarrado de punta a punta del escalón que Myst está a punto de pisar! ¡Eso es lo que ha hecho caer a Hawthorne!

-¡Cuidado! -dije, agarrándola por un hombro e intentando que retrocediese sin tropezar, como había hecho Hawthorne- ¡Hay un hilo puesto para tropezar!

Me quedo parada como un estandarte de bandera, quieta como una estatua.

¿Que hay qué? ¿Dónde?

Espero a que el señor Calvincott me indique el lugar, ya que yo no lo veo. Ahora sabemos cómo se lastimó Hawthorne, el cual parece haber quedado inconsciente, ya que nada parece decirnos.

Imdíquemelo para que podamos bajar sin tropezar. Y gracias por su indicación. Ojalá Hawthorne hubiese podido oírla antes de bajar él.

-¡Hay un cordel fino amarrado de punta a punta del escalón que ha estado a punto de pisar! Mírelo ahí mismo, brilla con la luz, pero Hawthorne no se fijó, en su carrera, ¡y usted también iba a seguirle!Sáltelo con cuidado -dije, señalándolo, y tratando de vislumbrar al caído Hawthorne en la oscuridad.

Los tres pasáis con sumo cuidado el escalón que ha señalado Calvincott. Sin más percances llegáis al sótano.

Desde la inmensa despensa del piso inferior habéis accedido al sótano, tras haber bajado por una escalera ruinosa. En el sótano se encuentra la carbonera. Según se baja, se ve el inmenso hueco del sótano, y en frente de la escalera, un hueco de puerta (sin puerta) que conduce a la carbonera.

Carbonera

By camember at 2010-12-17

Poco hay que decir. Hueco oscuro, sin iluminación natural ni ventilación. Paredes y suelo vírgenes. Sucísimo. Sólo hay una montaña de carbón y una pala. Nada más.

Sótano

By camember at 2010-12-17

El resto del sótano es una estancia lúgubre, también sin iluminación natural, como el hueco que hay en el sótano para la carbonera. Está sucísimo, y sólo hay cajas viejas llenas de trastos inútiles, posiblemente pertenencias de los anteriores dueños de la casa.

La estancia está oscura como la boca del lobo. Justo al pie de las escaleras se encuentra el cuerpo del cura. Hawthorne yace inmóvil en el polvoriento suelo de cemento.

De una de las cajas ves sobresalir lo que parece el culo de una linterna. Puede que funcione o puede que no, pero hace falta algo de luz para poder ver algo en aquella tétrica estancia en la que no parece haber rastro alguno de interruptor que encienda algún tipo de iluminación artificial.

Al fondo de la estancia hay un gran bulto que parecen restos de ropas apiladas de cualquier manera. Si tan solo hubiese algo de iluminación artificial... Pero no se veía interruptor alguno, y la estancia estaba en completa penumbra. De hecho, el cuerpo de Hawthorne se veía gracias a la luz que procedía de la despensa de la que habíais bajado, pero sin la luz de esta estancia, no había lumbre posible que iluminase aquella oscurísima sala fría y húmeda.
 

-¡¡Hawthorne!! -le llamo, bajando con cuidado y sin precìpitarme, por si pudiese haber otra trampa.

A pesar de la oscuridad, al bajar, de una de las cajas veo sobresalir lo que parece el culo de una linterna. Puede que funcione o puede que no, pero hace falta algo de luz para poder ver algo en aquella tétrica estancia en la que no parece haber rastro alguno de interruptor que encienda algún tipo de iluminación artificial.

-Creo distinguir una linterna, voy a por ella y probaré si funciona, ustedes atiendan a Hawthorne.

Me acerco a cogerla y pruebo su funcionamieto. Le doy unos golpecitos, a ver.

Bartok los seguía pálido como una tumba, nervioso y sudoroso, cuando encontraron a el reverendo se había tranquilizado un poco pero después de que se precipitara escaleras abajo se sentía aún peor, tenía miedo y ganas de salir corriendo por su cuenta, aislarse hasta que llegara el ferry, si es que llegaba algún día, tenía nauseas y todo eso se reflejaba en su cara, hacia tiempo que la compostura se había esfumado...

Se quedó quieto, su cuerpo no reaccionaba, comenzó a moverse despacio hacia la puerta forzándose a reaccionar, pero permaneció callado como una tumba, no sabía que decir, ni si decir nada podría servir de algo, una vida dedicada a las palabras, a los gestos y se había quedado sin ambas...

¿Respira? Atinó a preguntar detrás de Myst sin molestarse en camuflar su ansiedad

Bartok y Myst examinan el puso de Hawthorne. No se siente nada. Una aproximación de la cabeza al torso del cura indica que no se sienten los latidos de su corazón. El sacerdote yace muerto en el sótano de la casa.

La linterna que ha encontrado Calvincott ilumina la estancia tras el pequeño golpecito que el criado le ha dado. El haz de luz no es muy potente, pero al menos es suficiente como para ver parcialmente la estancia. Mientras la adivina y el actor examinan el cuerpo, el criado mueve el haz de luz por toda la estancia. Hat cajas, cajas y más cajas, todas húmedas y sucísimas. La estancia entera muestra porquería por doquier. Talmente parece que nadie jamás se ha molestado en limpiar aquel piso sucio a juzgar por la cantidad de mugre.

Hay un hueco de puerta sin puerta hacia la carbonera. Desde os encontráis no se puede ver bien su interior.

En el escalón de la cuerda hay colocada una figura de negrito entre la cuerda y el escalón, para evitar que se cayese. Una nueva broma macabra de U.N. Owen, sin duda.

¡Maldita sea! No es que me cayese bien, pero... ¡Son demasiados muertos! ¡Vamos a morir todos! ¡Vamos a morir todos! ¡No hay escapatoria! ¡Vamos a morir todos! ¡Vamos a morir todos! ¡Vamos a morir todoooooooooooooos!!!!!!!!!

Soy incapaz de controlarme. El juicio se me nubla momentáneamente, y no puedo pensar en otra cosa que en la sucesión de cadáveres, uno tras otro, uno tras otro, sin descanso desde hacía 24 horas. Y ya no puedo más. ¡No puedo más!

¡Ah! ¡Aaaaaaaah!!!!! ¡AAAAAAAAhhhhhhhh! ¡Que alguien nos ayude, por favor! ¡No puedo máaaaaaaaaaaaas! ¡Vamos a moriiiiiiiiiiiiiir!!!!!!!!!!!!!!

La histeria se ha apoderado de mí, allí en el suelo sentada, junto al cuerpo de Hawthorne.

Al iluminar con la linterna al fondo de la estancia puedes ver una pila de ropa sucia, enrollada. Hay un par de zapatos, y al menos un pantalón y una camisa, y lo que parece un abrigo de caballero.

A la mujer le entra un ataque de histeria incontrolable. ¡Lo que le faltaba a mis nervios! Me interrumpo en mi exploración de la estancia para gritarle un seco

-¡CÁLLESE!

Le hubiera dado un tortazo para que se calmase, pero justo al iluminar con la linterna al fondo de la estancia puedo ver una pila de ropa sucia, enrollada. Hay un par de zapatos, y al menos un pantalón y una camisa, y lo que parece un abrigo de caballero.

-¿Han visto eso? Eso no pertenece a este lugar, está demasiado nuevo. ¡Alguien lo ha escondido aquí! Myst, deje de lloriquear y venga a ver. Quizás sea ropa del asesino.

Myst te sigue, lloriqueando, mientras Bartok se queda junto al cuerpo sin vida de Hawthorne.

Entre los restos de ropa podéis ver un abrigo de caballero, y el traje parece de corte barato. Los zapatos están bastante ajados, como si hubiesen sido utilizados hasta la saciedad. Gracias al haz de luz de la linterna os parece vislumbrar alguna que otra mancha de sangre. Por el color y la textura de la tela del traje, os recuerda al que llevaba ayer el señor Collins, el enterrador de raza negra.

Os parece escuchar ruiditos en el sótano, aunque no sabéis exáctamente dónde, si es en esa estancia o en la carbonera. La ausencia de iluminación natural hace imposible determinar quién o qué está haciendo ese ruido.

Me acerco al batiburrillo de ropa, y se puede distinguir un abrigo de caballero, y el traje parece de corte barato. Los zapatos están bastante ajados, como si hubiesen sido utilizados hasta la saciedad. Gracias al haz de luz de la linterna parece que vislumbro alguna que otra mancha de sangre.

-Myst, fíjese en esta tela.. Por el color y la textura, podría ser la que llevaba ayer el señor Collins, el enterrador de raza negra..-Bartok se había quedado con Hawthorne, pero le hablé también a él.

-Un momento.. ¿no escuchan? -contuve mi respiración para oír mejor. Me parece escuchar ruiditos en el sótano, aunque no sé exáctamente dónde, si es en esa estancia o en la carbonera. La ausencia de iluminación natural hace imposible determinar quién o qué está haciendo ese ruido- ¿Qué será eso? ¡Averigüémoslo!