Partida Rol por web

Era Lunes por la tarde casi noche, Elya había pasado todo el día paseando por la fortaleza intentando habituarse a esta, pero sin mucho éxito, siempre acaba perdida y tenia que pedir indicaciones a las mujeres que pudiesen haber cerca, ni pensar de acercarse a un hombre a preguntar, quita, quita...

Entonces vio unas escaleras más que conducían hacia un piso más alto, "¿a donde llevarán?", pensó la joven muchacha y comenzó a caminar con curiosidad escaleras arriba, sin duda llevarán a algún sucio desván de la fortaleza, o eso pensaba Elya, entonces al llegar, abrió la puerta con suavidad haciéndola crujir asomando suavemente la cabeza a medida que abría la puerta. 

Su cara al ver el lugar que había encontrado no daba crédito a sus ojos, no pudo evitar abrir la puerta del todo y asomarse a contemplar el anochecer desde aquel lugar maravillada por las vistas, le recordaba mucho al templo y no podía evitar sentir algo de nostalgia a la par que apoyaba sus palmas en las ventanas. 

- Que hermoso paisaje... ¿Por qué estará tan escondido este lugar...? - Pensó en voz baja Elya mientras contemplaba los exteriores de la fortaleza si se pudiesen ver y el horizonte en silencio durante un buen rato.

Adelina pasaba por la zona y vio como Elya se introducia en la habitacion. Ella se quedo en la puerta mirandola durante un tiempo. De cierta forma era la mejor vista que podía verse en toda la fortaleza. Todo el campo y montañas de alrededor se veía con especial detalle, era como ver el mundo desde el cielo. Se podian ver algunos animales paseando por la llanura y también algunos pájaros en bandadas intentando cruzar la montaña.

-¿Te gusta la azotea de Stake? -le dijo apoyado en la puerta.

Adelina no parecía enfadada por la intromisión de Elya en el edificio de los altos cargos. Se mantuvo un momento en silencio mientras miraba al horizonte.

-¿Te gusta el mundo que estas viendo?

 Elya se vio interrumpida en su momento de paz y tranquilidad dando un bote al escuchar a Adelina. - ¿¡De Stake!? - Dijo alarmada llevándose las manos a la boca avergonzada. - ¡Lo-lo siento no tenia ni idea de que esto era parte de...! - Se contuvo un poco y dejo caer sus manos al verla.

- No puedo decir que no me gusta la azotea... Todo se ve de maravilla desde aquí... - Dijo mirando de nuevo hacia los ventanales. - Siento haberme colado aquí... Me he perdido por quinta vez y no sabia donde iban esas escaleras... - Se frotaba el brazo dando una explicación acertada a Adelina, tampoco sabia que estaba por la zona de los altos cargos.

- ¿El mundo que estoy viendo desde la ventana o el que he visto en aquella horrible ciudad...? - Dijo mirando a Adelina. - Se que el mundo no esta bien... Lo sé. Por algo estamos aquí, ¿no...? - Sonrio suavemente a Adelina de manera amable y cortés.

- ¿Puedo preguntarte algo...? - Dijo mirando a la ventana por pura vergüenza. - Desde que os vi de esa forma en la ciudad... No he podido sentir curiosidad por muchas cosas, me gustaría... Esto... ¿Podrías explicarme exactamente que es lo que sois...? - Miro de nuevo a Adelina con cierta decisión en su único ojo visible a causa de su flequillo.

- Todo lo que visto y has podido llegar a ver es el mundo. Como veras tiene sus facetas malas y sus facetas buenas -dijo seria sin parar de mirar al horizonte- Y no pasa nada por venir, a Stake nunca le importaba que nadie entrara, simplemente que la próxima vez que subas, y haya vuelto, lo encuentres aquí.

Adelina se dirigió al reloj descalibrado y le toco la carcasa. Elya hizo una pregunta interesante y se notaba que nunca había leído cuentos o visto nada fuera del templo.

- ¿Esa pregunta viene por mi Arcano o por la organización? -dice mirándola de perfil- Somos gente preparada para acabar con cualquier amenaza, pero no creo que sea eso a lo que te refieras.

Elya escucho con atención a Adelina y agacho suavemente la cabeza, "osea que si subo aquí cuando este él, tendré que dar media vuelta... Lástima, son unas buenas vistas perdidas..." Suspiró suavemente y al escucharla asintió suavemente.

- Es sobre los arcanos, por lo que estoy interesada... Llevo días dandole vueltas y sigo sin explicarme mucho... Se que hay monstruos, vampiros, muchos y distintos tipos de razas, pero... Nunca he sentido saciar mi curiosidad por ello hasta que bueno... Vi lo que era un Arcano... - Dijo cogiéndose un mechón de su pelo y lo movia entre sus dedos con nerviosismo mientras hablaba.

Adelina sonrió y se abrió de brazos inspirando aire fuertemente y de ella salio un cuerpo angelical de blanco.

Era casi divino, era espectacular, era una presencia que imponía y tranquilizaba al mismo tiempo. Era un Arcano de Luz, de los últimos que quedaba. El Arcano abrio los ojos al salir de Adelina y miro a Elya.

- ¿Quien mejor para responder tus dudas que yo, joven Doncella? -dice en un tono tranquilo sin alejarse de Adelina.

Adelina se queda al lado bastante tranquila, no parece molestarle sacar a su Arcano.

Se quedó perpleja mirando el espectáculo de luces tan hermoso, la luz de aquel ser embriagaba y apaciguaba a Elya, era una sensación extraña casi reconocible, pero no sabia encajar bien.

- Yo... Esto... No sé por donde empezar... - Hablaba boquiabierta, no daba crédito aún a lo que estaba viendo. - En mi vida... He visto algo tan hermoso... - Dijo mirando al Arcano de Adelina engatusada. 

- ¿Puedo preguntarte... Lo que sea... De verdad...? - Elya se estremeció un poco, muchas preguntas y poco tiempo para que las respondiera. - Me llamo Elya y... - Se frotó el brazo con cierta vergüenza, no sabia como dirigirse a ella.

- Me estado preguntando desde que os vi a vos y a vuestro compañero... ¿Qué sois exactamente...? ¿Sois simplemente guardianes o...? ¿Quedan más de los vuestros por el mundo...? Siento preguntarte tanto y tan de golpe... -

La Arcana no se alejaba del todo de Adelina, pero se mantenia observando a Elya. Esta parecia complacida por las preguntas.

-No hacen falta halagos para referirse a los nuestros -dice en un tono totalmente tranquilo- Somos los enviados por los Guardianes, los Arcanos. Lamentablemente nosotros nos revelamos a su control y permanecimos en este mundo para proteger a la humanidad para que no caiga en más en las riendas de la esclavitud. No quedan tantos como antaño, los Arcanos no podemos reproducirnos y algunos han muerto o reducido a la "Potencia", quedamos solamente 200 o 300 Arcanos de Luz, los cuales tienen contratos con Guardias. 

La Arcana se mantiene pasiva, no responde de más a sus preguntas, pero si intenta explicarlas lo mejor posible.

Elya escuchó lo que decía el arcano, algo impresionada, "¿doscientos, trescientos? Es mucha cantidad, aunque poca si comparamos el número de habitantes en el mundo." Se quedó pensativa durante un momento y recordó algo que le vino a la mente.

- Por cierto... Me podrías decir... ¿Qué es esto? - Busco bajo sus ropajes y alzo un colgante.

- Lo he llevado casi toda mi vida conmigo y no se ni tan se lo que es... Me lo entrego un anciano cuando me dejo con mi madre... Quiero decir, con mi maestra del templo... Cuando íbamos a partir en barco hasta el templo. Hasta ahora nadie a sabido decirme que es y ni tan siquiera puedo quitármelo, es... Extraño. Quizás tu tengas una respuesta... No sé, me estoy precipitando mucho... - Elya mantenía el colgante entre sus manos, su piedra cambiaba de entre un color rosado a un morado, dependía de la luz que se le diese.

- Si no lo sabe... No pasa nada... - Agacho la cabeza observando el colgante.

La Arcana reconoció el colgante de inmediato y parecía bastante interesada en él, lamentablemente es algo que estaba fuera del alcance de Adelina y de la Arcana.

-Es un cristal separador de alma... -dijo poniéndose seria- Se uso para la ultima usuaria de Hexed como protector para evitar que pudiera usar su poder, lamentablemente esta en paradero desconocido desde hace 432 años, al igual que su marido. Según lo que veo, se ha reforjado con la Luz de un Arcano y técnicas que no existen en estas tierras. Ten cuidado con eso, Elya, puede ser tu perdición si conserva su antiguo poder.

Parecía que estaba preocupada ¿Cuanto poder tenia ese artefacto? ¿Acaso estaba impidiendo algo o simplemente Elya sea también una usuaria de Hexed? Extrañamente no había dado indicios de ser una usuaria de magia, pero eso era exactamente lo que pasaba con los Hexed.

- ¿Hexed? ¿De qué hablas...? No sé ni lo que es... - Agarró el colgante cerrandolo en su puño con los labios fruncidos. - ¿Llevo algo peligroso en el cuello, me estas hablando en serio...? - Guardó rápidamente el colgante bajo su ropa de nuevo, mientras mantenia la cabeza agachada. "Más misterios en mi vida... Como si no tuviese suficiente..."

Elya suspiró y miro al Arcano. - ¿No sabrías decirme que Arcano hizo esto...? Quizás si lo encuentro pueda... Quitármelo. No quiero pensar que pueda ser peligroso...- Elya sonaba bastante preocupada. Era una antigualla y encima peligrosa... ¿Por que el anciano le regalaría algo así... 

La Arcana intento tranquilizar la situacion, realmente no sabia el grado de conocimientos de la chica.

-No es peligroso, simplemente es una joya antigua que permite controlar ciertas... "Cosas" -dice dudosa- Puede ser tu alma o tu aspecto, pero el artefacto esta atado a ti -se mantuvo pasiva y continuo sus respuestas- Los Arcanos no podemos forjar ese tipo de artefactos, pero si ayudar a crearlos, posiblemente el joyero que lo hizo tenia un contrato con un Arcano. Sobre el Hexed, es la magia primigenia, mas primigenia que la Luz y la Oscuridad. Se trata de la unión de ambas para crear algo superior, es peligrosa por que no entiende de limites y es algo que no puede controlarse con facilidad, pero no parece haberse manifestado en ti, por lo menos aun.

Escucho al Arcano algo intranquila aún. - ¿No se me puede quitar...? - Frunció los labios, no sabia realmente lo que esa piedra podría estar haciéndole. 

- De todas formas, le agradezco su ayuda a la hora de responder mis preguntas... Espero que pueda responderme a más en otra ocasión... No me gustaría cansar a la señorita Adelina... - Miró a Adelina mientras sostenía la joya bajo sus ropajes. - Gracias por su ayuda. - Hizo una reverencia exagerada hacia el Arcano y Adelina.

Adelina elevo la mano y la movió para quitarle importancia.

-Mientras se mantenga pasiva, no es ningún problema exteriorizarla -dice intentando quitarle importancia.

-Por mi parte, simplemente puedo recetarte precaución joven -dice la Arcana en su tranquilidad- Posiblemente haya alguien que sepa sobre tu pendiente, debería preguntarle al señor Stake, el tendrá una mejor respuesta sobre el mundo terrenal.

La Arcana no se introduce de nuevo en Adelina, al parecer esta disfrutando de su momento de exteriorizacion. Debe de ser duro estar eternamente encerrado en el cuerpo de otra persona.

Asintió suavemente, "Precaución... Es obvio, ni se lo que es...". Elya frunció los labios suavemente y miro al Arcano. 

- Preguntaré al señor Stake... Aunque, me de miedo... - Se encogió un poco por la idea, ¿hablar con Stake?, no seria mala idea si no fuese un HOMBRE, pero Elya tendría que hacerlo y más si quiere saber sobre el colgante. - ¿Cuanto tiempo puede permanecer físicamente fuera de ti, Adelina...? No te noto cansada y... Bueno, parece que cansa y... Sólo estoy preocupada, no me gustaría molestar más de lo debido... - Se rasco suavemente una mejilla mirando al Arcano, seguía maravillada por su presencia, en la vida había visto algo tan hermoso. 

- Entonces... ¿Sabe que ocurrió en la guerra...? Me hablaron por encima y se que ocurrió hace mucho tiempo, pero... Quizá sabiendo un poco más del pasado... Aclare algo... Siento curiosidad... - Elya hablaba suavemente, parecía avergonzarle molestar a aquel ser, quizás no se lo cuente, vete a saber.

La Arcana mira a Adelina y esta se encoge de hombros. Parecen estar discutiendo algo mentalmente, pero no tardan mucho hasta que contestan a Elya.

-La profesora de historia es ella, Elya, pero una pregunta tan poco especifica es difícil de contestar -dice poniendo una cara de compromiso- Y no te preocupes por nosotras, podemos estar así aproximadamente 3 horas, pero en cuanto nos movamos tengo que volver dentro -dice con una sonrisa.

-Ha habido muchísimas guerras importantes en Ferinlir -dijo pensativa Adelina- Yo solo he vivido y participado en 4, el resto de guerras fueron antes de que yo naciera. Puedes referirte a la 3º Cruzada de los humanos, que fue liderada por Genji Di Or en pos de evitar que el Guardián Oscuro Abraxas consiguiera el control de los seres humanos -dice pensativa- También podrías referirte a la 4º Cruzada de los humanos donde los nigromantes aprovecharon la debilidad de la 3º Cruzada para intentar subyugar el mundo y tenerlo bajo su control. Por otra parte también la Guerra de la Torre que trata de la unión de las naciones de Ferinlir para ayudar al Prefecto Kuvaru Di Fatuo a destruir al Arcano de la Torre o podrías referirte a la ultima guerra conocida que es la Guerra de los Monstruos. Hace 70 años aproximadamente los monstruos empezaron a comportarse de forma extraña y a convertirse en un verdadero peligro para los habitantes de Ferinlir. Atacaron diversas ciudades y casi no se pudo evitar que avanzaran, pero extrañamente un día dejaron de avanzar y se tranquilizaron sin motivo alguno.

Adelina había soltado la charla casi sin respirar, realmente era profesora de historia en los Reinos Iluminados.

Escuchó a Adelina en silencio, asentía varias veces mientras la escuchaba. Se podría imaginar más o menos la escena de guerra con claridad, puesto que por la primera y segunda guerra, no sabia de su existencia o a oído hablar poco de ella, ladeaba de vez en cuando la cabeza pensativa y meditativa.

- Quería saber de la última, pero gracias por explicarme todas...- Sonrío a Adelina tras esta terminaba de hablar, ya que no quería interrumpirla. - Creo que de momento no tengo más preguntas... Gracias a ambas... - Hizo una reverencia cortésmente hacia las dos manteniendo la cabeza gacha.

- Aunque mi pasado sigue siendo un misterio... Al menos habeis esclarecido mis dudas principales... - Sonrío a ambas levantando la cabeza y miró al exterior. - ¿Ya es hora de la cena, no? Deberíamos ir al comedor. - Sonrió a Adelina. - ¿Quieres venir? - Se cogió de sus propias manos mirándola esperando una respuesta.

El Arcano mira a Adelina y ella siente, después mira a Elya.

-Ha sido un placer conocerte en persona, Elya -dijo haciendo un leve cabeceo en forma de reverencia- Espero volver a verla pronto.

La Arcano desaparece poco a poco y Adelina se estira y suspira.

-Bueno, ha sido una buena clase de historia, Elya -dijo mientras se dirigía a la puerta con ella- Seguramente ya habrá alguien en el comedor. Dándote la razón, vamos a cenar antes de que Zerstörer se coma todo el bufet.

Ambas se dirigen al comedor tranquilamente mientras charlan sobre cosas irrelevantes.