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Relatos de Ferinlir: El alba sangriento.

[Fortaleza] Biblioteca

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29/05/2016, 14:06
Akai
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Akai seguía investigando en la biblioteca cuando Cervantes entró como siempre con bastante energía a prestarle su ayuda. Aunque fuera a serle de ayuda, Akai no pudo evitar arquear una ceja al escuchar su saludo pero le saludo y le hizo un gesto para que viniera a mirar los libros que había encontrado sobre la bestia en cuestión aunque no le negaba el ir a buscar por su cuenta.

Le preguntó si creía que podrían acabar la misión con éxito a lo que Akai respondió algo dubitativo. -Creo que nuestro grupo es capaz de lograr completar la misión pero... es un monstruo de elite y la información que he encontrado, aunque me quita bastantes incógnitas, no llega a hablar sobre algunas cosas en concreto. Tengo un plan de ataque pensado pero...

En ese momento Cervantes volvió a divagar sobre si había conocido a una chica en el poblado donde se dirigían y había tenido un romance con ella y lo mejor fue cuando le dijo que dejara de interrumpirle lo que hizo que Akai se riera un poco antes de desviar de nuevo la mirada a el libro.

-Pero a que ha venido eso... Si no le he interrumpido...- Pensó mientras seguía leyendo.

Al rato Cervantes parecía haber encontrado un libro de lo mas interesante en una de las estanterías donde Akai no había mirado todavía. -Déjame ver...- Dijo mientras tomaba el libro y comenzaba a leerlo. Después de un rato Akai volvió su mirada de nuevo hacía Cervantes. -Este libro ha resuelto bastantes incógnitas sobre el Leshen. Creo que estamos preparados para comenzar la misión y gracias por tu ayuda Cervantes. -Dijo Akai esbozando una pequeña sonrisa.

-Es hora de que vayamos al carro. Creo que Heins y Balgala ya habrán recogido la comida como les pedí. Cervantes también necesito que busques por aquí 5 brújulas. Cuando llegues al carro explicare el plan de ataque por si tenéis alguna objeción.

Y tras soltar todo eso dejo los libros en sus estanterías y se marchó camino del carro pero antes de salir le dijo una última cosa a Cervantes.

-Por cierto, creo que podríamos tomar el nombre que propusiste para el carro. "El Bardo Errante" no suena tan mal después de todo.