Partida Rol por web

Al cabo de un rato, sin que deje de pitar Athena, suena la puerta ¿El plan de Astrid a funcionado? Los golpes son suaves, pero denotan urgencia.

- Soy yo, Stake, vengo a terminar con él sonido -dice en voz alta para que le escuchen bien.

Stake era todo un caballero y no podía pasar al cuarto de unas damas o barbaras, sin dejar que se pusieran minimamente decentes o por lo menos sin que le lloviera una cantidad ingesta de material de dormitorio encima.

-¿Es Stake? Genial, porque a mi se me acaban ya las ideas... Muchos botones, pero yo no sé nada- la joven maga se levantó rápidamente del suelo, donde estudiaba cuidadosamente a su compañera pero, claramente necesitaba ayuda y Stake venía caído del cielo. Entonces, se levantó y le abrió la puerta.

"Si efectivamente alguien debe comerse ese problema... ¿quién mejor que Stake? jejejeje". Además, ¡PODRÍA DORMIR EN PAZ DESPUÉS DE QUE SOLUCIONE EL PROBLEMA! La cara de satisfacción de Dianne podía apreciarse de manera amplia.

-Hola Stake, siento las molestias... no sabemos que hacer con Athena. Es decir... abriendo el compartimento Galiana y yo hemos visto que está falta de energía pero... hasta ahí nuestros conocimientos- se apartaba a un lado y lo dejaba pasar. -Ha empezado a sonar así de repente y no sabemos cómo proceder-. Tras eso, se acercó a Galiana, la cual seguramente ya se había levantado, y la rodeaba por la cadera, mientras observaba a Stake.

Elya continuaba alarmada y ciertamente algo mosqueada por el interrumpimiento de las pocas horas de sueño que tenia, miró a Astrid y luego a las otras dos magas en silencio. Al escuchar la voz de Stake Elya se sobresalto y fué rápidamente a su cama a buscar algo de ropa más... Decente, que una camisola.

Miro como Dianne le abrio sin ningún tipo de problemas y miro alarmada hacia la puerta viendo como dejaba pasar a un HOMBRE a una habitación feminina con ella medio desnuda.

Se quedó a la distancia paralizada por el temor de ser vista de ese modo, aunque se la viese, no podia moverse, el miedo la invadia junto a la vergüenza.

Dianne observó a la pobre Elya toda paralizada. Ciertamente la chica parecía medio desnuda. Si que son cálidos los que no viven en los Reinos Oscuros. Vale que hacía calor, pero en pleno mes de Septiembre... era raro. 

-Ops, perdón- comentaba Dianne mientras Stake se dedicaba a observar a la robot y Elya se quedaba quieta. Soltó a Galiana, agarró la sábana de su propia cama y se la colocó a Elya por todo el cuerpo. 

-Lo siento chica, en estos casos de emergencia, solo podía preocuparme de que parase, no de cómo vestíais las demás. Como Galiana y yo siempre llevamos pijamita a menos que durmamos solas...- hizo una pequeña parada- Somos un poco "nuestras", ya sabes...- frotaba un poco a Elya con la sabana, como para darle o calor o apoyo moral si se sentía mal.

-¿Y bien, Stake? ¿Qué tal va eso?- le dirigía una mirada al robot.

Se queda mirando unos instantes la pantalla de Athena, no tiene ni idea de que cojones quieren decir esas lucecitas, se militó a mirarlas con desprecio y darle un pequeño golpe con el dedo haciéndola resonar un poco antes de que llamasen a la puerta. Astrid era una bandida, o lo había sido hasta hace poco, y antes que bandida norteña, de los Reinos Oscuros, si no era capaz de sentir un mínimo de frescor contra su pálida piel no se encontraba cómoda. Esto explicaba sin duda el que para dormir tan solo usase una camisa y medio abierta. 

Puede que fuera por orgullo, pero en ningún momento tras la entrada de Stake se mostró tímida, amedrentada o avergonzada por su aspecto actual, no podía importarle menos. - Sea lo que sea que hayas venido a hacer si puedes hacerla callar tan solo hazlo. - Su voz era seria y fría su mirada, sabía que a Elya la presencia masculina la dejaba completamente anulada la mayoría de las veces, más aun cuando se encuentran en un ambiente tan "intimo" y "personal" como es un dormitorio. Tras unos segundos mirando a la capucha se gira hacía la pelimorada y camina un poco hacia ella para hacerle algo de compañía y distraerla de la persona que ahora acaparaba su atención. A medio camino se detuvo y giró un poco la cabeza para mirarlo de reojo. - Procura no demorarte. 

Tras eso continuó hasta llegar ante Elya y con una tranquilizadora sonrisa le da un abrazo. - Tranquila, es estrictamente necesario según parece...no le prestes atención y será como si no estuviera. - Si aquello funcionaba para tranquilizarla tomaría buena nota de ello, después de todo si sufría un "ataque" como aquel durante una misión venía bien saber como reaccionar para traerla de vuelta.

Aliviada por la oportunísima llegada de Stake y cómodamente vestida con su túnica de dormir, observó las luces de Athena para llegar a una conclusión más que obvia:

- ¿Alguno de nosotros ha visto a Athena comer? Si es así, ¿qué ha comido? ¿Le damos un dulce? - Miró a Stake. Estaba 100% segura de que sabría lo que hacer. - Lee muy deprisa y tiene estas cosas que sacan luces y letras, así que debe haber algo mágico en ella que la mantiene y se ha quedado casi vacía.

Contenta de que Dianne la abrazara por la cintura se apoyó en ella mientras miraba los movimientos del recién llegado. Sea lo que fuera que hiciese, era importante quedarse con su proceder.

Stake se queda extrañado nada más entrar ¿Por que le dejan entrar con tanta libertad? El hombre entro y decidió no mirar a las chicas, por respeto, basicamente aunque a nuestra hauffmaniana no le importe que la vean casi en pelotas, a saber cuantas veces le habrán pillado bañándose en el rio o en el lago...

Stake imponía bastante, incluso a las una y media de la madrugada. Se notaba que no estaba allí por ver a las chicas, ya que, en respeto a su indumentaria, no se quedo mirando a ninguna de ellas y tampoco sentía corte o vergüenza por estar allí. 

- Frostrage, Villieirs y Hoffnung, acercaos os voy a enseñar como resolver esto -dice una vez llega a la espalda de Athena.

El pitido seguía resonando en la habitación y Stake toco un botón de color rojo que estaba debajo de la pantalla de led. Después de eso, en la zona de la espalda donde se sitúa el corazón apareció un agujero del tamaño de una mano con una especie de agarre metálico interior y diferentes brillos intermitentes al ritmo que ella hacia sus sonidos y llamadas de atención lumínicas. 

- Cuando abráis este compartimento tenéis que meter la mano y... -dice mientras ejecuta lo que dice- girarlo tres veces hacia la derecha con cuidado... -dice mientras gira el agarre y al hacer el primer "click" deja de sonar y brillar- Al estar en el tercer "click" sentiréis como vuestra energía se pasa hacia Athena.

Exactamente todas vosotras, menos Elya, ve como la energía mágica de Stake coge dirección a Athena mediante su brazo y en esta la magia empieza a correr de nuevo como si fuera sangre, pero al poco la vista se dispersa y ya no podéis tener más esa especie de rayos "X".

- Si soltáis el agarre se parara la recarga volverá a su posición estándar, que es tres posiciones atrás de la de recarga -dice mientras saca su mano de la espalda de Athena y esta empieza a cerrar los paneles y el agujero de recarga- Tenéis que tener en cuenta que esta muchacha consume magia pura y tenéis que canalizarla atravesar del agarre, si se queda sin energía volverá a pitar de la misma forma y tendréis que recargarla. Como consejo os diré que la recargáis una vez al día, así no absorberá toda vuestra energía de un golpe -toma una pequeña pausa, mira a las chiquillas y continua- Dicho esto... Seguiré con lo que estaba haciendo y si tenéis más problemas id a buscarme.

Su salvador coge camino hacia la puerta y se despide con la mano bastante amable. La paz ha vuelto a la habitación y posiblemente muchas de vosotras queréis retomar vuestros sueños y otras todavía tendrían el sonido en la cabeza haciendo que os desvelarais y no pudierais dormir. Ciertamente Stake era un muro impenetrable de moralidad, las ropas provocativas de las mujeres no le creaban ningún impedimento para su trabajo y se mantuvo como un hombre totalmente acostumbrado y maduro.

¡Qué bien! ¡Gracias a la intervención de Athena han logrado desbloquear un nuevo tutorial! Lástima que esa no fuera su intención, al igual que el molestar a sus compañeras femeninas. Una vez Stake aplica la energía, su cuerpo robótico se tensa de forma ciertamente inhumana y que podría resultar incluso un poco espeluznante para las presentes, pero en cuanto éste se va, apoya las manos en el suelo para levantarse despacio.

Por un momento no sabe muy bien qué decir. Procesa la forma más adecuada de ofrecer una disculpa sin ofender a las receptoras de la misma, ya que no entiende cuán molesto puede resultar que te despierten por la noche a base de pitidos infernales y luces de discoteca.

-Me gustaría ofrecer mis más sinceras disculpas. Las recientes actualizaciones... me han impedido realizar un cálculo exacto de mis niveles energéticos antes de entrar en reposo. Es algo que podía ocurrir y no lo estimé de forma adecuada.- Inclina la cabeza y el torso de forma arrepentida. En parte siente cierta vergüenza... ¿será parte de lo que Stake le comunicó? ¿Está sintiendo? El caso es que no sabe cómo explicar las causas del fallo sin recurrir a terminología que quizá la despersonalice demasiado. ¿Cómo puede disculparse de forma más acertada?

-En consecuencia... marcharé al taller de René para establecer allí mi lugar de descanso por si cualquier fallo pudiera ocurrir en esta noche. Lamento perturbar vuestro sueño. Pasad una buena noche.- Parece que va a marcharse como muestra de arrepentimiento. Por su sistema de procesamiento pasa un "¿será suficiente?" constante que no la termina de dejar tranquila.

Astrid mira a Athena unos instantes mientras que Stake se marcha de allí, como supuso no hizo ningún gesto ni nada por el estilo que haría un pervertido, por lo que estaba satisfecha por haberle dejado entrar esa vez y que les mostrase como arreglar el problema del ruido infernal de su compañera. Con una sonrisa y tras despeinar un poco a Elya se acerca a esta.

-No hace falta que te marches Athena, ya sabemos como solucionar ese problema, si surgen más entonces consultaremos. Debemos permanecer juntas en todas las situaciones pese a las adversidades ¿no creéis? -Dijo girandose hacia el resto.- Y ahora... -se ve interrumpida por un bostezo propio- deberíamos retomar el descanso, mañana tenemos nuestro primer día de misión, necesitaremos todas las fuerzas y energías que podamos reunir. 

Elya acepto de buen grado que la distrajesen y que la diesen una manta para taparse, pero no quitaba la vista de encima de Stake, no se fiaba nada de ningun hombre, aunque el fuese un caso distinto, pero seguia sin fiarse.

Observo desde lejos la explicación de Stake y asintio suavemente, todo tenia sentido, no estaba alimentada con energía y ya esta. Al irse observo a Athena y escucho atentamente a Astrid, cabeceando no por sueño, sino dando la razón a la peliazul.

- Tiene razón Astrid, Athena... No deberias preocuparte por ello, tenemos que saber todo lo que nos pueda afectar a cada una y... Esto forma parte de esa información... Vale que sea algo insoportable, pero, tenemos que permanecer juntas como equipo... - Sonrío suavemente mientras se deshacia de la manta dandosela a Dianne. - Gracias... - La dijo simplemente, ya tendria oportunidad de conocerla.

- Iré a dormir las pocas horas que quedan de mi propio descanso... Buenas noches chicas...- Se fue a su cama isofacto y se echo sin mantas ni nada, quedandose dormida a los pocos minutos.

Dianne asentía mientras observaba todas las indicaciones que Stake hacía. Tras toda la explicación, le dio las gracias a Stake y se dirigió a Athena, al escucharla hablar.

-¿Irte? No, no, no. Como bien dicen las compañeras somos un equipo. Es mejor que haya pasado aquí y ahora que en una misión, así nosotras ya sabemos cómo poder arreglar... pues, esto. Osea, arreglarte, a ti- Dianne trataba de asimilar todo para que tuviera sentido lógico en su cabeza. Sí, lo conseguía. Poco a poco.

-Aaah... perdóname tú a mi, Elya. No sabía ni cómo ibas vestida, el pitido me estaba ya sacando de mis casillas y solo quería que parase- agarraba la sabana y le dedicó una sincera sonrisa, un tanto apenada. -Lo siento de veras, al ver que te molestaba actué lo más rápido que pude- se acercaba a su camita y hacía la cama, preparándola para dormir también.

-Ahora sí, a dormir todas. Mañana es el día- se iba metiendo lentamente en su camita con cara de satisfacción. Por fin. Silencio... Y cayó dormida también al poco tiempo.

La joven maga señaló la cama de Athena con su índice. - Ya has oído a todas, ve a dormir y ni se te ocurra pensar en largarte, ¡vamos a compartir muchos días en el Speedwagon! - Galiana estaba resuelta a recargar a Athena todas las veces que hiciera falta. Al fin y al cabo si ella gastaba energía mágica tendría que comer más bollitos dulces. "Ñam". - Hasta mañana chicas.

Y dicho eso esperó a que Dianne se quedara dormida para escurrirse a su lado, y tan cerquita de ella no tardó demasiado en dormirse.