Partida Rol por web

Le dedica una sonrisa mientras parece dudar unos instantes. ¿Edad? Hmm. No sabe bien que responder, por que la verdad ni él mismo lo tiene demasiado claro. Lo mejor será ser totalmente sincero, piensa mientras andaba por al patio sin demasiada preocupación. Para moverse un poco.

-Pues... Cosa de cuatrocientos y muchos años. Heh. Es difícil de decir pues la gran mayoría estuve dormido, pero vivir supongo que fueron unos sesenta o así... No sabría decirte, lo siento. Eso es lo que me dijeron, vaya. Quizás me equivoco. -Intenta ser lo más agradable y normal posible, no quiere asustarla con las tonterías que parece que le dice.- ¡No te preocupes! No podría tenértelo en cuenta ni aunque quisiera. ¡Jajaja!- A su sonrisa la acompaña una suave risa bastante feliz.

Schet se preparo para luchar alejándose de los barriles, puso una posición defensiva, sabia que en ofensiva perdería contra él. Una rodadera de polvo se cruzo en el camino y parecía que iba a tener lugar una batalla épica por los barriles de cerveza. Schet se movía en su posición de guardia mientras movía los dedos.

-Vamos hombrecillo, no esperemos todo el día para darle fin a la matanza -dijo totalmente seria.

Astrid simplemente se limitó a asentir, la verdad era que la edad de las personas poco le importaba al fin y al cabo. En los últimos días se había encontrado con muchos "jovenes" que no lo eran, así que en ese sentido estaba curada de espantos. Le hizo algo de gracia la torpeza con la que intentaba contestarle, dada su situación no debía de ser una pregunta fácil. Cuando le habló finalmente tras dejarle terminar el rubor de sus mejillas se había esfumado, así como su mirada volvía a ser la gélida de siempre, pero no se trataba de que le tuviese desprecio o le mostrase indiferencia, ese era el "aspecto" normal de sus ojos.

- Bueno, sea como sea me ganas. -Dijo sonriendo un poco.- Yo solo tengo veinte. Por curiosidad...¿Quién te dijo que habías dormido tanto tiempo? ¿Un amigo? ¿Una novia?...

La curiosidad era real, le interesaba saber eso, después de todo fuera quién fuese debía de ser igual o más antiguo que el. Astrid miró al cielo cubriendose los ojos para que los rayos del sol no la molestasen demasiado.

- Bueno, al menos no pareces ser un vampiro, así que en cierto modo me alivia. ¿Quieres algo de beber?- Preguntó mientras le hacía una seña a unos sirvientes que pasaban por allí.

JAJAJAJAJA  haya vamos- Gritaba mientras comenzaba correr hacia ella, cuando estaba lo suficiente mente cerca di un salto hacia adelante con los brazos abriendo  de par en par para intentar agarrarla. 

Schet aprovecho su agilidad comparada a la habilidad de Balgala para pasar por debajo de uno de sus brazos y darle una en el culo. Al parecer la señorita se lo estaba tomando en serio ¿Quien bromearía teniendo con barriles de cerveza?

-Vamos a tener que pensar más antes de lanzarnos, hombrecillo -dice soltando una carcajada con su voz de bruta del norte.

- Eres ágil, haber que pasa a corta distancia JAJAJA- digo mientras me encaro a ella y me coloco prácticamente nariz con nariz e intento agarrarla con ambos brazos a la altura de la cintura. 

Schet se dejo agarrar de la cintura, no sabia que iba a hacerle, pero no esperaba que la levantara y le hiciera un suplex. 

-Esto es muy atrevido para la primera pelea -dijo soltando una risa mientras no le paraba de mirar a los ojos- ¿Que sera lo siguiente? ¿Eh?

Nada mas terminar la frase intento darle un cabezazo rápido.

Ella  me asesto un duro golpe en la cabeza que me hizo dar un paso ataras, pero eso no sería suficiente para tirarme, solté una carcajada y comencé a apretar con los brazos mientras giraba - haber que tal sete da el combate aéreo JAJAJAJA- dije ,después de unas vueltas la solté tirándola  por los aires. Cuanto la solté  hice lo posible para recomponerme y volver a encararla de forma para correr nuevo hacia ella, esto por las cervezas que me tome me costó un poco pero no mucho.   

Parece ponerle feliz y contento el hecho de que no lo vea como un bicho raro. En este sitio son todos muy tolerantes parece, seguramente el resto lo vea más normal que el mismo, que piensa que efectivamente es raro tener tantos años.-Veinte, suena una buena cifra para una mujer como tú. En la flor de la vida. ¡O eso dicen!- Acompaña las últimas palabras con otra suave carcajada, mientras asiente al ofrecimiento.

-Beberé lo que bebas tú. Que yo la verdad no conozco muchas bebidas. Y agua suena algo mediocre para una situación así. ¡Así que dime! ¿Qué te trae a este sitio? A mi me trajo Adelina, que fue la que me dijo lo de la edad. Al parecer era y soy un Guardia Lumínico.- Comenta acercándose a los sirvientes que ella señaló.

Astrid rió un poco con los comentarios de Félix sobre estar en la flor de la vida, la verdad es que así era y la risotada resultó algo contagiosa. Sonrió e hizo un gesto tranquilizador con la mano.

-No te preocupes, yo pediré entonces. Es muy temprano para estar intoxicados por el alcohol, así que será algo más adecuado. -Pasó por al lado de el y se dirigió a los sirvientes pidiendoles dos jarras de zumo.- Pues me han traido practicamente a la fuerza, no es que tuviese otro sitio al que ir, perdí a mis hombres en el ataque de un vampiro y ahora estoy sola otra vez...bueno, lo estaba. -Su voz se fue apagando y uno de sus puños crispando con algo de sutileza pues pretendía que no fuese algo evidente, desde el momento que mencionó lo que era. -Así que...un guardia de los Reinos Iluminados...

Intentaba por todos los medios controlar tantos sus movimientos como su voz. No era miedo lo que sentía, ni respeto, sino algo que se podría llamar odio irracional. Llevaba todas su vida con el sueño, el deseo de provocar y participar en una guerra entre los Reinos Iluminados y los Reinos Oscuros y sus planes se fueron al infierno en tan poco tiempo...un plan tan perfectamente estudiado y preparado, justo a las puertas de la capital. Tras un tiempo que le pareció una eternidad pudo serenarse.

- A mi me trajo Zerstörer, y no te voy a mentir, era la jefa de un grupo de bandidos y pretendíamos arrasar la ciudad de Estigia, pero aquel maldito chupasangres los mató a todos y me arrebató mi venganza. Juro que los encontraré a todos y acabaré con ellos, de eso puedes estar seguro, Felix. -Sus ojos frios como el hielo miraban directamente a los del chico que tenía ante ella, hasta que algo llamó su atención y volvió a una actitud más parecida a la de antes de empezar a hablar. - Oh, ahí traen las bebidas.- Dijo acercandose al sirviente y tomando ambas jarras tendiendole una a Félix conteniendo las ganas de verter su contenido directamente al suelo, pero ella no era así...del todo.

Félix en ningún momento parece molesto o enfadado por la actitud de Astrid hacia él. Al contrario, el le sonríe como si no pasara nada, quizás en su voz solo denota algo de preocupación por ella. Preocupación de verdad. -¿Estigia? Ya veo... Es la ciudad de la Luz o algo así... ¿No? Pero eso no es lo importante Astrid... La verdad es que lo siento muhchísimo por tus compañeros, y entiendo que puedas buscar venganza... Pero, ¿Sabes? Me alegro que te parasen. No por que tenga nada en contra, sino por que así estás a salvo tanto tú como las personas inocentes de la ciudad. Me alegro que estés bien. -Hace una pausa, tomando la bebida y empezando a darle varios buches.

-No quiero sonar molesto. La verdad me da igual qué ciudad asaltases. ¡Eso está mal! Al pararte estás a salvo y me alegro por ello. De lo contrario... ¡No podríamos ser compañeros y amigos como ahora mismo! Te ayudaré si quieres a honrar la muerte de tus compañeros, siempre que no implique matar gente inocente. -El mantiene su sonrisa en todo momento. No parece molesto por que sea una bandida o algo así... Al contrario, se nota su sinceridad cuando dice de ayudarla, pero ayudarla por un camino más correcto.

Schet aprovecho el viaje en el aire. Pudo caer bien, pero su adversario esta vez no le dejaría contraatacar. Rodó a tiempo para esquivar su golpe. Se lleno el pelo de arena, pero no le importo, aun tenia que luchar por su cerveza.

- ¿Vamos en serio o todavía tenemos que seguir jugando a la vaca que ríe? -dice mientras se pone en guardia, esta vez parece que no sera tan fácil hacerle pasar una humillación.

La guardia era claramente de Sambo, un arte marcial muy conocido y bastante bruto, no sabias como una chica como ella sabia esa arte marcial, pero esto prometía.

Astrid escuchó las palabras de Félix y dio un trago a su bebida, estaba hecho con algunas frutas del bosque según el regustillo que dejaba en el paladar. Era evidente que el hombre pensaba lo que decía, pero no era algo que comprendiera. En silencio negaba con la cabeza levemente, no existía aquello que el llamaba "personas inocentes", todos eran culpable de algo. Murmuró para si "A mi padre lo mataron los Reinos Iluminados" No sabía si la había escuchado, pero eso era algo que la traía sin cuidado-Lamento que no estemos de acuerdo en este asunto Félix. Supongo que podremos seguir tranquilamente sin hablar del tema. - Su voz era fría, como si su propio corazón estuviese congelado hasta su núcleo.- 

Dejemoslo en que no entiendo tu postura con respecto a los que son más débiles. En el sitio del que vengo se hacía lo que fuese necesario para sobrevivir. Con respecto a mis compañeros caidos ya quemé sus cuerpos como es debido, así que no hay motivo para seguir recordandolo, pero gracias por el ofrecimiento.

Astrid tenía la sensación de que estaba metiendo la pata por su forma de decir las cosas, pero le daba igual. Ella era así y no se iba a cortar por caerle bien o impresionar a otra persona.

No parecen afectarle sus palabras en el sentido negativo. Quizás solo parece un poco triste cuando habla así en general de su visión del mundo. No obstante, su reacción es agradable.-Mientras haya vida hay esperanza de cambio Astrid. Los débiles necesitan la protección de los fuertes. Jaja. Si no fuera así, todos moriríamos, por que siempre hay alguien más fuerte que tú.- Se ríe un poco. La verdad es que un mundo con solo personas fuertes parece estúpido, nadie querría hacer nada... Aparte de que entonces solo quedaría una persona viva o menos. A saber. La imagen mental que se forma Félix no es muy alentadora.

-Un gran poder conlleva una gran responsabilidad, o eso dicen. Entiendo perfectamente que de dónde vengas sea así, pero, ¿De verdad vale la pena pensar en ello? Ya no estás allí, no hace falta que sigas pensando de esa forma. - Y durante un arranque de amabilidad sincera, toma su mano con las dos suyas y le sonríe mientras dice esas palabras.

Astrid escuchaba hablar a Félix, intentaba comprenderlo, de verdad que si. ¿Qué los débiles necesitan protección? Eso era absurdo. Si los débiles necesitaban protegerse que se hiciesen fuertes para hacerlo, no hacer perder el tiempo a los demás con su protección. Si que era verdad que siempre había alguien más fuerte, eso era lo que la hacía seguir adelante y mejorar y seguir luchando y mejorando. Pero sus palabras, su actitud...no sabía por qué pero no la estaban enfadando tanto como podría haber sido. Observó en silencio como este cogió su mano entre las suyas y lo miró a la cara antes de hablar muy tranquilamente, sin enfado en su voz, peros i un tono de advertencia.

- Sabes que le pasó al último que me cogió las manos ¿verdad? -Haciendo referencia a cuando Kiru le tomó una mano y le dio un beso en ella para después acabar con la nariz rota. Con "suavidad" retiró la mano despacio y se separó un poco.- Creo que es mejor que hablemos de otras cosas si no te importa. 

-No... La verdad es que no lo sé. Pero lamento mucho si te he molestado. Supongo que me ha salido solo.- Dicho eso deja que se aparte sin ningún problema, inclinando un poco la cabeza en señal de disculpa. Mantiene su actitud y tono de siempre, desenfadado. El no estuvo presente en lo de Kiru, por mucho que le hubiera gustado-o quizás no- ver como ocurría.

-Claro claro. Podemos hablar de lo que quieras... Aunque aviso que tengo pocos conocimientos en general de todo.- Hace un gesto con el dedo índice, para luego rascarse la mejilla con el.-Podemos de hablar de... No sé.- Realmente parece no saber de qué hablarle a una mujer así. Más cuando los últimos temas tocados han parecido molestarla. ¡Y es lo último que quiere hacer!

-JAJAJAJAJAJA eres toda una guerrera pobre del que este en el bando equivocado, siento no estar a tu altura o mas bien demasiado alto JAJAJAJAJAJA no me malinterpretes pero mi tamaño también se mi impedimenta.- le conteste intentado pensar que hacer si atacar o esperar su movimiento, entonces recordé una extraña postura que hacia máximo cuando se defendía de los osos extraviados que llegaban a la aldea. así que poniendo ambas manos en el suelo con los puños y las piernas preparadas para un fuerte empujón espera a que ella diera el primer paso.

                estuvimos un gran rato savia yo que no tenia posibilidad contra semejante valquiria  valkiria así que cargue - es hora de ir terminado que la cerveza se calienta- levante una gran nube de polvo tras de mi esperando que ya ella me tirara a el suelo .

Esa actitud vacilante de no saber que decir o hacer le pareció más normal a la norteña, cosa que hizo que se relajara un poco además de su actitud. Parecía que ese acercamiento no lo había realizado con segundas intenciones, lo cual la agradó y la hizo sonreir sutilmente.

- Vaya, ¿pocos conocimientos de todo? Que decepción...

La chica se acercó de nuevo a la pared y se apoyó contra ella de espaldas mirando a Félix con los brazos cruzados sobre el pecho.

- Yo que esperaba poder saber más cosas de ti...- Dejó caer la indirecta y que el dijese lo que le apeteciera.

-No sé mucho más que contar. No recuerdo mi vida antes de despertarme hace seis meses. He estado entrenando, y mi cuerpo recuerda algunos movimientos, pero me siento algo torpe. ¡Jajajaja!- Se ríe mientras intenta explicarlo de la forma más natural posible, pues no es sencillo de decir algo así.- Adelina fue la que me despertó, aún no sé bien por qué. Pero le debo el favor para matar vampiros. No suenan como personas agradables.

El se cruza de brazos llevándose una mano al mentón, como pensando lo siguiente a decir.- Así que seguramente eso haga que te tenga que ayudar a ti. Es agradable pensar en ello.- Se mantiene dubitativo, esperando si ella tiene algo que añadir.

Schet sonrió de soslayo y bajo la guardia para dejar que le derribara. Parecía confiada, o quizás al final no le importaban los barriles de cerveza. Al final Balgala tiro a Schet al suelo y se puso encima de ella. La gran mujer elevo las manos y dijo "¡Me rindo!" mientras sonreía.

Sin pensárselo mas se levanto y miro a Balgala.

- Las cervezas son tuyas, disfrútalas -dijo cruzándose de brazos mientras se sentía complacida- Voy a bañarme y ya nos veremos ¿Dha? -dice de manera un poco bruta.

Ciertamente los barriles estaban ya calientes y Balgala los había ganado ¿Era una victoria parcial o simplemente era una prueba? No lo sabrías este día, Schet se marcho cuando pudo con orgullo.