Partida Rol por web

son las 8:57am...
la tuberia metalica es algo angosta aunque lisa sin ninguna protuberancia
a medida que vas bajando la luz desaparece, para quedar completamente a oscuras..

tu vida pende de una soga de sabanas..
lentamente vas bajando...hasta que una de las paredes comienza a curvarse...

bajas un poco mas y pisas un colchon de sabanas

la luz en esa parte es escasisima, ya que solo esta iluminada por tu encendedor que sostiene george

el tunel de metal era vertical, pero en un momento este se fue curvando, hasta quedar de forma horizontal.
la escasa altura del mismo impide que puedan ponerse en pie

a duras penas logras ver a george con el encendedor, a zdmutt con su arma en la mano, philip, los doctores hibbert, crown y samantha

la poca luz te deja ver mas

son las 8:58am...

oyen unos golpes arriba de la cañeria y un grito de mujer que viene cayendo hacia ustedes....

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH......

Pronto me percaté que era físicamente imposible ponerse en pie... seguíamos en el oscuro tunel no en una nueva habitación. Mi ojos castaños observaron a los presentes en la penumbra... no conseguía ver a todos aunque sí a mis hombres... quizás el resto se había aventurado con la maquinita del muchacho de la camiseta verde por el resto del angosto pasadizo.

Avancé hacia ellos dejando libre el improvisado colchón de sábanas... Cy vendría detrás mío. No podía desembarazarme del nudo que se había formado en la garganta allí arriba... un mal presentimiento alentado por el malherido brazo. -. Esperaremos a que llegue, luego nos informarás de la situación George...- En tono autoritario. -. ¿Quién tiene mi navaja?.- Quería recuperarla lo antes posible... había sido un regalo de ella.

En eso, repentínamente, mi mundo se detuvo por el temor despertado por aquel grito... sin latidos... sin aliento... me giré sobre mi mismo con la pupilas dilatadas por el terror.

Y experimenté entonces una sensación nueva en mí tras muchos años de haber bailado con la mismísima muerte, el miedo... el espantoso miedo a perderla.

En cuanto estemos abajo….

Le vi desaparecer por aquella tubería con la sonrisa en los labios… y yo mantuve la mía firme… decidida… Mantuve el brillo de los ojos orgullosos a pesar del dolor… quizás obligada por él… y por el amor que sentía…

Lázaro…

Oí como descendía por la cuerda... ágil y fuerte cómo siempre fue… y yo me mordía el labio mientras me sujetaba el brazo… mientras sentía el vacío de su ausencia… el mordisco de la herida… Tomé aire… Era mi turno…

Me encaramé a aquella tubería para enredar una de mis piernas en aquellas sábanas… para sujetarme firme con unos brazos que sentía demasiado débiles.. y aún así no había marcha atrás… Lázaro me esperaba…

Nada ni nadie….

Dolía… y apretaba los dientes mientras con esfuerzo me dejaba caer por aquellas telas, con la sal de mar y sudor recorriéndome… Y fue entonces cuando todo se detuvo, cuando el sonido de resquebrajar de ropa inundó aquel conducto… y me sentí caer…

Sentí como el brazo se me enredaba en aquella sábana para acompañarla en su desgarrar… retorciéndose en un ángulo imposible… cediendo a él con el estallar terrible del hueso bajo la carne… y sentí el dolor inmenso…. y el grito irreprimible en los labios…

Un ruido desgarrador acompañó la caída libre de una voz que conocía perfectamente ... era Cy ... Cy había caído y en una posición la cual no presagiaba nada bueno para su brazo derecho ...

Su rostro expresaba exactamente lo mismo que lo que habíamos pensado todos ...

-Cy ... conseguí tan solo murmurar aún con el encendedor y la navaja de Lazaro en mi mano dispuesto a devolvérselo ...

Me acerqué cautelosamente hacía ella ... temiendo descubrir algo que nadie quería ver ...

-Cy ... ¿estás bien?

Mi mirada se dirigió hacía su maltrecho brazo ... realmente mi pregunta era estúpida porque la posición en la que estaba su brazo derecho respondía a mi pregunta negativamente ...

-Dios mio Cy ... dije al verla en ese estado y mi rostro se convulsiono por completo ... -¡Lazaro! ¡Necesita ayuda!

El colchón de sábanas amortiguó su ominosa caída... pero no lo suficiente como para evitar que su brazo cediese, con un sonoro crujido, al peso de su cuerpo... su desgarrador grito azotó mi paralizado cuerpo... su terrible dolor es sentido como propio...

Sin aliento... sin latidos... el peligroso pánico golpea mi cordura...

George reacciona con rapidez, pasando al lado de mi insensible cuerpo como un fantasma iluminado por la tenue luz del zippo... un fantasma al que no pude sentir; pues todo aquello cuanto amaba yacía retorciéndose de dolor ante mis impotentes ojos. ¿Acaso no supe protegerla?... había sido incapaz de hacerlo... una y otra vez mi acelerada mente repasaba, atormentándome, los errores que nos habían conducido a esta desesperada situación... empezando por el Cairo. El brillo de mis ojos comienza a arder... impotente... irritado... combativo... culpable. Esto no puede acabar así... nada ni nadie... nada ni nadie...

Mi mano se dirigió rauda, firme, amenazante a la culata de la pistola resguardada en mi espalda, sostenida bajo la tela de mis vaqueros. A la vez que me giró a mi espalda, en donde se hallan estupefactos los civiles... encañonándolos con el arma... con la mirada brillante encendida y el rostro transformado. -. Se acabaron las concesiones. No quiero oír que es imposible... no quiero ni que sea insinuado una sola vez.- El fuego de mi mirada acorralando a los asustados galenos. -.... porque si realmente lo creéis no me servís absolutamente de nada y os volaré la cabeza ahora mismo.- Mi voz, antaño conciliadora y amable, se había convertido en un aullido amenazante. -. Quiero que le quitéis el dolor ya... quiero que le estabilicéis la fractura ya... quiero recuperar a mi hombre... me da igual con qué lo hagáis pero hacerlo ahora mismo... vuestra vida depende de ello.- Me daba igual que aquellos civiles se measen encima... me daba igual que suplicasen... me daba igual que se cagasen... me daba igual que el miedo les atenazasen, el mío en estos momentos era mucho peor.

Había estallado... cualquier problema sería respondido en su justa medida...

Observé la situación como si ocurriera en algún lugar lejano, semejante a visionar una película, deleitándose con las aventuras que transcurren en el film y que afectan a los personajes, pero que uno puede mirar tranquilamente sentado en una mullida butaca, a sabiendas de que, en realidad, ninguno de los sucesos puede afectarte lo más mínimo.

Y así me sentía en aquel momento, excepto porque allí no había ningún lugar cómodo donde sentarse y tambien porque aquel cañón metálico auguraba una muerte segura para quien decidiese contradecir a Lázaro, que ahora había perdido completamente los papeles, provocando que me cuestionase si había decidido bien a quién me unía.

Hasta ese momento consideraba que era el grupo fuerte, pero su lider ahora se venía abajo, mostrando una debilidad mayor que la de cualquiera de los supervivientes que había conocido hasta el momento.
Incluso aquel hombre, que tenía el brazo destrozado, y su mujer habían reunido los suficientes ánimos para alejarse de los terroristas y buscar una salida por su propio camino.....o quizá la muerte, pero esta vendría provocada por un accidente y no por una mano armada.

¿Debería irme yo tambien? Puede que sí, pero no era este el momento indicado, pues recibiría un disparo por la espalda con toda seguridad.
Tampoco serviría intentar calmarle, ni decirle que, por como había sonado, aquel brazo tenía poco arreglo, al menos en aquel lugar.

Pero decidí callar, intentar pasar inadvertido y dejar que la tormenta pasase.

aterrado escuchaba las palabras del lider de los terroristas, y como siempre desde que tengo 8 años, me da un ataque de risa nerviosa cuando algo tragico sucede...

no no.. porfavor ahora no... aho.... ejeje.. ejeje...jeje....

una vez mas oi la estupida risa de mi colega...
dios.. a este lo matan...
fingi una tos para intentar inutilmente su risa, mientras le pegaba con le dorso de la mano en su estomago

COOOFFF COFFF... COFFF....

y este hijo de puta ensima se rie???

pistola en mano me acerque hasta el medico de color y le abri la boca para meterle el cañon de mi arma

REITE AHORA HIJO DE PUTAAAAA!!!!!

mi nervioso dedo acariciaba el dulce sabor de la sangre y la gloria...

... solo esperaba una minima señal de lazaro para abrir fuego...

NOO NO PORFAVOR!! YO SOY DOCTORA!! YO PUEDO ATENDERLA.!! PORFAVOR NO MAS MUERTES!!!

Mis inquietantes palabras habían calado en los atemorizados galenos... el mensaje había sido recibido y el arma de fuego que los encañona se aseguraría de que así se cumpliría.

Sus constantes lloriqueos, su risa nerviosa se entremezclaban con la dolorosa y agitada respiración de mi amada que podía contener a duras penas el acuciante dolor que irradia su brazo fracturado. A muchos hombres he visto perder el conocimiento por menos de eso... pero ella era distinta a todos ellos.

Aguanta Cy... aguanta mi amor... nada ni nadie... nada ni nadie. Me repetía continuamente en mi cabeza para mantenerla despejada del creciente miedo que se había apoderado de mi cuerpo... miedo que jamás había sentido ni por mí mismo. Mis ojos castaños, inquietos, tendían a buscarla con miedo... sin embargo, los obligué a permanecer con aquellos hombres que sabrían mejor que yo como aliviarla... y no me cabía la mínima duda de que lo harían lo mejor que supiesen. -. No veo que vuestros lloriqueos ni lamentos estén sirviendo de ayuda a mi hombre... así que más os vale que empecéis a ejercer de una vez antes de que me canse de verdad.- Rotundo... sin vacilar... el fuego en mis ojos... el miedo en el alma.

-. Camarada, baja el arma... ya me hago yo cargo... te necesito para otra labor.- Ordeno a Zdmutt que evidentemente estaba disfrutando de esto. Los valores de la causa se habían diluido tristemente con cada generación. -. Camarada George, déjales espacio para que puedan trabajar... y mantén lo mejor iluminada posible la zona.- Mi cabeza funciona rápidamente... instintivamente, intentando adaptarme al nuevo escenario... ocupando mi desesperada mente. -. Necesito además que me pongas al tanto lo antes posible de la situación, en cuanto esté lista continuaremos.- Mantenerme firme, transmitir fuerza y entereza. Ser un férreo pilar, sin dejarme arrastrar por el miedo a perderla y, en vez de eso, sostenerla con todas mis fuerzas. Eso era lo que ambos necesitábamos en este momento... eso era lo que haría.

Nada ni nadie princesa... nada ni nadie.

Bajé la amenazante arma para que los galenos ganasen algo de seguridad y aplomo. -. Nada debéis temer si cumplís de la mejor manera con vuestro cometido... como ya lo habéis demostrado otras tantas veces, tenéis mi palabra.- Les transmití mi buena disposición sin contradecir en absoluto mi anterior advertencia. Ahora era indispensable que sacasen lo mejor de sí mismos, por su propio bien... por el de Cy... por el mío.

CATASTROFE DE LAS 9:00 EN PUNTO!!!!

al barco ya casi no le queda oxigeno... y comienzan a sentirse cansados y mareados.... muy muy debiles....

una vez mas lazaro me detuvo... casi siempre lo hacia...

retire lentamente el arma de la boca del medico y lo mire a los ojos

la proxima vez no tendras tanta suerte....

un leve mareo me hizo cerrar los ojos...

la doctora se encontraba a solo 1 metro de cy, y se arrastro como pudo para examinarle el brazo

porfavor luz aca, para poder diagnosticarla

samantha puso mala cara al ver el maltrecho brazo, y llamo a sus colegas para comunicarles en voz baja lo que habia visto

la doctrora parecia tener dificultad para respirar

el doctor hibbert casi casi se hace en los pantalones tras la amenaza del terrorista

trago saliva y escucho el diagnostico de la doctora weller

je...emm.... miro hacia todos lados... contengamos la hemorragia y curemosle el otro brazo entonces...

el doctor hizo unas vendas con las sabanas del suelo, para aplicarselas a la terrorista

bien, es todo lo que podemos hacer de momento....
le dije a lazaro algo temeroso, pero seguro de lo que decia