Partida Rol por web

son las 9:31 am...

al acercarse al armario todos vieron una pierna de la mujer, la cual sobresalia por debajo del mismo.

el armario no parecia pesado, y de seguro Jill y Tim podrian moverlo sin demasiado esfuerzo

- Roberto? estas ahi? Roberto mi amor, porfavor sacame de aca!

el chico parecia algo aturdido, o quizas solo era miedo. lo cierto es que se aferro a la pierna de Jill, y casi no la dejaba caminar

Tras ver el estrado en el que se encontraba el muchacho, Tim no esperó más y se dispuso a liberar a la madre con la ayuda de Jill mientras le explicaba como salir de allí.

- Cuando esté libre, tenemos que buscar algunos chalecos salvavidas por los camarotes. Unos metros más adelante por este pasillo hay un hueco por el que entra agua. Se puede salir por ahí. Algunos ya lo han conseguido. No estaría de más llevar algún madero o algo a parte del chaleco para mantenernos a flote. Aunque, seguramente, haya muchos trozos de barco flotando. Quizás, con suerte, haya botes salvavidas cerca o sea de día y hayan llegado equipos de rescate. - Tim ya había perdido un poco la noción del tiempo con todo lo que había pasado.

son las 9:33 am...

Gracias a la ayuda conjunta de Jill y Tim, logran liberar a la mujer, la cual tine una pierna muy lastimada.
Pero justo en el momento que apartan el placard, el piso se rompe bajo la cama, y esta no solo cae, sino que del hueco brota agua... agua de un oceano hambriento...

Jill mira como su Tim se dispone a rescatar a la señora y rapidamente se une a su causa... Cuando logran liberarla, inmediatamente pregunta... Esta bien señora? Le duele algo? Puede caminar?... Espera por unos segundos su respuesta, pero en ese momento el piso se rompe y su corazón comienza a latir fuerte... Otra vez este barco... Tiene algo... Esta embrujado o cosas asi... Pero a va a terminar todo esto, y estaremos felices Tim... Lo prometo...

Al ver el agua que brota del piso Jill se aferra fuertemente al brazo del niño que acaban de rescatar como intentarlo tranquilizando, a la vez que clava la mirada en los ojos de su amado...

son las 9:34 am...

Mientras Jill se aferra al chico, el suelo cruje y comienza a caerse a pedazos...

La puerta esta a unos 5 metros desde donde estan ustedes.

Tras ver como el suelo se hunde y el agua comienza a irrumpir en el camarote, Tim siente como han gastado más tiempo del que tenían en ayudar a aquella gente. Con mirada seria hace un gesto a Jill para salga rápido del camarote mientras él pasa el brazo de la mujer por encima de su hombro. - ¡Rápido!, ¡no hay tiempo que perder! ¡Coge al niño y corre hacia la derecha!, unos metros más alante hay un hueco por el casco que se puede salir. Solo mirad al frente, ¡rápido! -

Mientras Tim se movió con cuidado pero sin perder ni un segundo, ayudando a la mujer a seguir el camino indicado. - Espero que ninguno repare en... el cuerpo... -

Por cada camarote que pasaba, Tim echaba un rápido vistazo tratando de encontrar más chalecos salvavidas. Seguramente los necesitarían.

Gracias a la ayuda del valiente Tim, Marcela pudo salir de la habitacion con su pierna lastimada.

pero fue Pedrito, su hijo, el que encontro a su padre muerto fuera de la habitacion.

- Papa!! levantate Papa!!!

El chico intentaba levantar a su padre muerto sin exito, el cual casi estaba cubierto de agua.

son las 9:35 am...

mientras el agua subia rapidamente, la mujer se echo a llorar sobre le cuerpo de su difunto esposo

son las 9:37 am...

el agua comenzo a subir rapidamente, tapando el cuerpo de aquel hombre que hasta hace poco hacia de cabeza de familia.

pero la cosa se puso mucho peor ... el barco comenzo a inclinarse a estribor, como si este se fuese a voltear nuevamente...

son las 9:37 am...

el nivel del agua subia rapidamente, trepando por el el suelo roto de algunos camarotes, y por el enorme hueco que horas antes habia dejado el motor del barco al atravesar el mismo de forma vertical hasta el fondo del oceano

Jill ve como la señora que acaban de rescatar con su amado yace sobre el cuerpo de su esposo, quien ya no respira... Ella llevaba al pequeño en brazos, quien escapa rapidamente ante el dolor que sufre al caer en la realidad... Pobre niño, debe ser atroz esta situacion...

El agua que brota a borbotones a su izquierda hace un click en su cabeza... Mierda!... Tenemos que escapar de esta!!! Señora vamos!! Salve a su hijo... Es lo que su marido hubiera deseado en esta situacion... Dice tomandose el cabello, su piel se eriza y sus ojos despiden una leve humedad...

No voy a dejar que los nervios me entierren... Nuestras venas son delgadas... Nuestros rios estan envenenados... Queremos carne dulce... Queremos sangre joven...

Mira a su novio... Los ojos del mismo parecen desorbitados al buscar algo... No busques nada... Esas cosas llegan solas... Solo hay que pensar positivo... Vamos, salvemonos nosotros, es todo lo que necesitamos...

Jill corre hacia donde esta Tim... Toma su mano con fuerza y lo mira fijamente, sus ojos se humedecen cada vez mas... Que fue lo que hicimos mal?... Una lagrima se desprende lentamente... No es momento para estas cosas... El tiempo se va rapido, la adrenalina lo acelera...

son las 9:38 am...

Los camarotes del pasillo blanco se encontraban en la popa del barco.
El grupo miraba hacia la proa, mientras el enorme hueco de 5 metros de diameetro a sus espaldas, dejaba paso al oceano voraz.
Aquel hueco atravesaba el barco desde la sala de maquinas hasta el fondo del oceano.
Horas antes uno de los motores se habia desprendido dejando su huella de muerte en el Neptuno.

Delante se encontraba el camino que Tim habia recorrido desde la enfermeria. aquella que habia explotado a causa de una bomba en la capilla.

El crucero crujio inclinandose aun mas hacia estribor...

La mujer levanto la mirada llorosa, al tiempo que una voz entre cortada intentaba articular palabra

- Pe..ro.. y usted.. que sabe usted? y si fuesa su... marido el que estuviera muerto.. en lugar del mio? que me esta diciendo? esta usted loca? que se cree? el amor de mi vida esta muerto y ninguno de ustedes hizo nada para ayudarlo

Marcela levantaba la cabeza de su difunto esposo, para que no quedara bajo el agua, mientras su hijo lloraba sin parar

Tim corría acelerado buscando los chalecos salvavidas que se antojaban imprescindibles para superar el último escollo antes de la salvación: los metros de agua que los separaban de la superficie. Pero la tarea no era fácil. Evidentemente la gente había salido de los camarotes llevando sus chalecos y, los camarotes que estaban vacíos en el momento del vuelco, ahora eran un completo caos. Aún así, el joven científico consiguió encontrar un chaleco más y se volvió rápidamente a dar la buena noticia.

Pero, para su pesar, se encontró una difícil situación en el pasillo. De nuevo el desánimo hacía mella en el grupo.

Jill:

El joven miró al techo del pasillo, adornado ahora con la moqueta roja que había en todo los pasillos. Se acercó a Jill y puso las manos en sus mejillas, hablándole muy cerca de su cara y en voz baja. Sabía que aquello la tranquilizaba y le hacía sentir segura. - No hemos hecho nada mal. Por eso seguimos vivos y con posibilidades de salir. Porque no hemos hecho NADA mal. Ahora tenemos que ayudar a esta gente y salir TODOS de aquí. Si lo conseguimos, NUNCA podremos decir que hicimos algo mal. ¡Vamos! ¡No me falles! Llévate al chico... por ahí. - Dijo Tim señalando el camino hacia el hueco de salida mientras le daba el chaleco salvavidas a Jill.

Seguidamente se dirigió a la mujer que yacía arrodillada ante el semihundido cadáver.

Marcela:

Se agachó junto a ella y trató de levantarle agarrándola de los brazos y retirándola del cadáver. - Vamos señora. La comprendo, también he perdido gente querida en este barco. Seguramente no tanto como quería usted a su marido, pero también eran buenas personas. Algunas se sacrificaron para que yo pudiese llegar aquí y le juro por Dios que no voy a desaprovechar la oportunidad que me han dado. Cuando entré a su marido no podía hacer ya nada por él... pero le prometí... me rogó... que les salvase a usted y a su hijo. Eso era lo que él quería, fue su última voluntad. Por eso sabía que estaban ahí atrapados... Por eso entré a ayudarles... Voy a cumplir esa promesa, señora... no me lo ponga difícil... - Tim terminó entre sollozos. Se quitó su chaleco salvavidas y se lo ofreció a la mujer. - Su hijo le espera... -