Partida Rol por web

Dhaeva 2: El Caballero de las Tinieblas.

Transilvania: 1) Alba Iulia: Castillo de Balgrad. - Salón Principal.

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16/09/2012, 03:11
Tiberiu Radomir Szantovich.
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En un lugar del salón arropado por su madre y su caballero, y no muy lejos de su tía, Tiberiu fue testigo de lo que ocurrió comprendiendo cada vez menos a medida que la situación se magnificaba. Empezó sin entender por qué Veronika dijo que no cuando era tan fácil decir que “sí”. Imitando a su madre él mismo lo había hecho días atrás sin concederle mayor importancia. Decir “lo juro” y arrodillarse era una tarea la mar de sencilla y no era más que eso si eso se quería. Como un juego. Pero la niña no lo vio así y de ahí vendrían las consecuencias de las que hizo mención Dubieta.

Escuchar y callar. Ese había sido uno de los consejos que le había dado su madre y en ese momento decidió ponerlo en práctica. Todos, de un modo u otro, parecían nerviosos, tensos o irritados. Y todo por ese “no” que se había pronunciado. Una palabra. Dos letras. Una manzana dorada arrojada en la sala y en la que se leía “para la más bella”.

Allí estaban los que se la disputaban. Los que por el capricho de una niña ignorante movilizaban palabras así como los griegos movilizaban flotas. Y Tiberiu mientras seguía observando, pensando y escapándosele buena parte del significado.

Boquiabierto presenció la bofetada y se escuchó así mismo diciendo- ¡¡No le pegues!!- Un grito que seguramente se perdió entre las muchas palabras que se vertieron, porque en aquel juego la gente se jugaba algo más que una mejilla amoratada.

Presa de una intuición se vio aferrado a la mano de su madre en el momento preciso en el que las espadas se desenvainaban. Y entonces Tiberiu se sintió impotente, insignificante, incapaz de hacer nada... Como un niño pequeño.

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16/09/2012, 03:17
Capitán Ferenk Zarak.
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Basta eso, unas palabras y luego un sonido. Era ridículo solo pensar que alguien podía llegar a amenazar al duque, pero tan pronto como se desenvainan las espadas, el capitán da dos pasos colocándose de forma que cualquiera que quisiera acercarse al duque pasara en primer lugar junto a él

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16/09/2012, 05:30
Durius Tremere de Slobozia.
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-¡Basta! -la voz de Durius resonó en el salón de la corte sobre cualquier otra voz, sobre cualquier murmullo, sobre el sonido del filo de las espadas desenvainadas en su roce con la vaina. No había alzado la voz, no había gritado y aún así su única palabra había sido claramente escuchada por todos. Se adelantó desde su posición hasta la altura de los pequeños Basarab y su verde mirada, fría y dura, se cruzó con la del senescal-. No pongas en boca del señor Duque lo que no ha mencionado ni interpretes su silencio, y no achaques a un infante sino lo que es responsabilidad tuya y de otros. Con Teleki nada de todo esto hubiera ocurrido -pareció escupir con absoluto desprecio ante su rostro, al tiempo que dirigía una mirada de soslayo al mayordomo Otto-. En cuanto a vos, Georgina Basarab, que la prudencia guíe vuestros pasos. Acero se paga con acero. Nadie amenaza a su señor en la casa en la que se es un invitado, máxime cuando sus actos pueden repercutir en terceros. Envainad vuestra espada y vuestro orgullo y solicitad con humildad el perdón que salvará vuestra vida y mantendrá a salvo el apellido Basarab de la ignominia, cuando no de su destrucción. Vuestros protegidos no han de pagar por vuestra vehemencia y aún menos por vuestra imprudencia. Debéis pleitesía a Blaatu Basarab, patriarca de vuestra casa, quien prestó juramento al Duque Gyula Kadar, su señor feudal. Así pues, reculad, guardad vuestra espada y clavaos de hinojos para demandar la gracia de conservar vuestra vida para así proteger la de aquellos que os fueron encomendados -el secretario del Duque miraba fijamente a la guerrera. No había temor en su mirada ni prepotencia. Estaba jugando la única baza con la que contaba. Apelar a la inteligencia de la mujer para que reaccionara adecuada y rápidamente antes de que esta fuera ejecutada sin mediar palabra-. Vikos Basarab, vuestras palabras carecen de oportunidad, al igual que la bofetada de nuestro senescal -la voz de Durius volvía a ser cadenciosa. No parecía criticar, tan solo comentar un hecho-. ¿Acaso sois ciego al dolor de vuestra madre que ahora yace inconsciente? Veronika Basarab, ¿en vuestra inocencia infantil percibís lo que habéis desencadenado con vuestra ingenua negativa? Mirad a las damas Svitlana y Giorgina. ¿Es lo que ansiabais para ellas? -Durius se acercó hasta la muchacha a la que tomó en brazos-. Vikos Basarab -reclamó tendiéndole una mano que el joven debía aceptar por su bien y el de otros-, acompañadme. Deseo hablar con vosotros en privado. En mi nombre y el de vuestro abuelo. Por vuestro bien, el de vuestra familia y el de vuestra casa.

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16/09/2012, 11:55
Maserrak de Flambeau.
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No podía creer lo que estaba viendo y, desde luego, no era el único a juzgar por las caras de sorpresa de los presentes. Alguien había cometido un error, en algún punto de aquel rutinario proceso se había perdido una pieza que estaba a punto de echar por tierra meses de negociación. Seguramente algunos de los presentes no evaluavaban correctamente el alcance de aquella afrenta, la mayoría sólo temían la reacción del Duque. Pero lo verdaderamente importante de aquello era que la vida de aquellos dos niños garantizaba la paz con los Basarab, si no había rehenes de por medio no había trabas para la lucha, habría guerra y morirían muchos más.

Todo ocurrió muy rápido, demasiado. Algunos trataron de cubrir lo que aquella niña había dicho, pero su negativa no resultaba fácil de esconder, sobre todo cuando el hermano había apoyado sus palabras.

"¿Quién les habrá metido esas ideas en la cabeza? - pensé.- Desde luego quién lo haya hecho no se preocupa por la vida de estos dos muchachos..."

Por suerte Durius fue rápido e intercedió para calmar la situación, el Duque Gyula poco habría dudado en enviar a sus perros ávidos de sangre, esos bárbaros a medio camino entre el hombre y la bestia. Sin duda lo que Durius pretendía es lo que había que hacer, hablar a solas con aquellos niños para que supieran lo que tenían que hacer, no era adecuado derramar sangre inocente de aquel modo, y menos aún en presencia de tantas personas, incluidos algunos niños.

- Mi señor, dejad que me ocupe de la mujer - me apresuré a decirle a Durius.- Se ha desmayado por la impresión, sólo necesita un poco de aire... será mejor que la recostemos sobre un banco... aún así la examinaré por si hubiera algo más.

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16/09/2012, 16:37
[RIP] Caballero Zuyla Dravescu.
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Zuyla permanecía en silencio, el mentó apretado por la tensión. Había visto el gesto de su padre, Zort, acercando su mano a la empuñadura de su daga. Por ventura nadie más pareció percatarse de la encrucijada moral en que el anciano se hallaba, sometido por su juramento de lealtad al Duque al mismo tiempo que se veía incapaz de permitir que ajusticiaran a dos niño inocentes.

La misma encrucijada en la que el propio caballero Dravescu se hallaba.

Cuando la mujer BAsarab intentó desenvainar su hoja, empero, pareció sellar su destino. El caballero de los Cárpatos avanzaría sin duda sobre ella, como el fiel ejecutor de lasórdenes de su amo que era. Por su parte, el capitán de la guadia se apresuró a situarse ante el Duque, de modo que nadie pudiera alzarse contra él.

Zuyla conocía su deber para con aquel hombre, y aunque esperaba que finalmente la guerrara Basarab reculara y se sometiera, el mero hecho de desnudar el acero ante su anfitrión, ponía las cosas muy difíciles. Encrucijadas. ¿Dejar que el caballero de los Cárpatos acabara con la vida de la mujer sería lo que un hombre de honor haría? Evidentemente, no.

Zuyla dio un par de pasos al frente, sin llegar a rebasar la posición del capitán Zarak, de modo que éste no presumiera que Zuyla avanzaba contra el duque. no tenía nada contra aquel soldado, y no quería origniar más caos. EL caballero se arrodilló entonces ante el Duque, esperando no acrecentar la cólera de éste aún más.

Mi señor, como vuestro vasallo es mi deber hablar por una vez.  comenzó a hablar con la cabeza gacha Os ruego que tengais clemencia con la dama Giorgina Barasab. Es evidente que el ver a sus sobrinos en peligro ha trastocado su sentido común, y sin duda alguna comprenderá que sus acciones son merecedoras de un castigo. Pero continuó intentando poner paz mientras Durius de Slobozia sacaba de allí a los niños aún estais a tiempo de solucionar todo este entuerto sin necesidad de sangre. Imponedle un castigo menor, y os ganareis el agradecimiento, al fin, de su casa, tal vez su lealtad. Ejecutadla, y probablemente jamás logreis tal cosa. Meditadlo mi señor, pues una vez su cabeza se separe de sus hombros no habrá vuelta atrás.

Ya estaba dicho. Aquello era todo lo que podía hacer por la mujer sin incurrir él en el desagrado de aquel hombre, aquel peligroso hombre.

 

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16/09/2012, 16:57
[RIP] Mayordomo Valru de Bistritz.
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Valru presenció, como un testigo mudo, todos aquellos acontecimientos. Sin duda, no debía intervenir en ningún momento. Era decisión del Duque que hacer con aquellos rebeldes invitados. 

Sin embargo, cuando Durius avanzó, se permitió relajarse un poco. Quizá su señor podría evitar el baño de sangre que estaba a punto de desatarse. Inspiró aire, intentando relajarse a si mismo, pues todo aquel revuelo había desatado fuertes emociones en todos ellos. 

Hizo un amago de seguir a su señor fuera, pero se contuvo. Seguramente querría hablar totalmente a solas con los niños, además, así tendría un testigo de lo que sucedía dentro del salón mientras él estaba fuera. 

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16/09/2012, 17:02
[OUT] Veronika Basarab.
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Veronika no se esperaba que el caballero que los miraba tanto en su castillo ahora tuviese el...lo que sea de cogerla como si fuera su padre. Pero viendo como su madre se había desmayado las palabras de dicho hombre tuvieron cierto sentido, por lo menos a la hora de hablar de las mujeres. Veronika se dejó coger, y se dejaría llevar, pero antes deslizó la mirada por su madre y luego Giorgina. Desde luego algo andaba muy mal, y ellos parecían haber sido los culpables de todo ello. Con cara infinita de arrepentimiento al ver a su madre desmayada miró a su hermano para que fuese con ellos...y por último al duque, con el gesto desolado de una niña que sentía miedo, miedo por su familia, no hacía el.

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16/09/2012, 18:31
[...] Dubieta Szantovich.
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Dubieta observó la escena con temor por su hijo, lo rodeó con los brazos y aferró al muchacho a su falda. Miró al caballero Schaar que estaría dispuesto a defenderlos si era necesario.

Se temía lo peor, solo esperaba que ellos no saliesen mal parados de esa situación, su mente se debatía en las acciones que debía tomar, ya que si salía del salón podía suponer una deshonra hacia el duque o una traición por huir del lugar cuando se defendía su honor como señor de Transilvania. Justo en ese momento de incertidumbre, el señor Durius Tremere de Slobozia, tan sombrío como siempre, hizo notar su presencia y terminó ligeramente con la disputa llevándose a la pequeña muchacha causante de la situación.

Se quedó quieta, sin soltar a su hijo en ningún momento. Con gesto cariñoso besó suavemente la cabeza del muchacho, al menos estaban todos bien y solo quedaba esperar la siguiente acción del duque o el regreso de Durius.

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16/09/2012, 20:11
Lindor de Slobozia.
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La corte nocturna ha comenzado y como es mi deber, me mantengo en el lugar más apropiado para que los Pajes hagamos nuestro trabajo. Me quedo mirando a los protagonistas de esta sesión: Los Basarab, recién llegados y aun no avasallados por el Duque. Permanezco tranquilo y atento aunque es lógico que no habrá ningún problema. Es solo una ceremonia de juramento, por lo que nada sucederá, ya que jurarán como es debido y se unirán a la Corte. Es lo obvio, pues negarse... no sería inteligente.

Llega el momento del juramento y me mantengo en mi posición para estar presente sin interferir. El Duque Kadar exige las palabras que atarán a aquellas personas a su mandato de por vida. Pero algo inaudito ocurre: La niña se niega rotundamente a pronunciar el juramento. No conforme con ello, su hermano habla elocuentemente (Mucho para su edad) acerca de los motivos para no someterse a ese hombre. Me quedo paralizado del asombro ante aquella situación.

Luego comienzan las respuestas, las miradas severas, el desmayo de la mujer Basarab, las actuaciones intimidantes del Caballero de los Cárpatos, una bofetada del Senescal y el sonido de las espadas desenvainando. La situación se tornó tan peligrosa como asombrosamente absurda. No entiendo la lógica de aquel proceder:

"¿Porqué habrían de venir a la Corte del Duque Kadar y someterse a sus fuerzas para negarse a jurar y condenarse al castigo? Lo lógico habría sido hacerlo lejos para tener alguna oportunidad de sobrevivir. Si no fuesen menores que yo ya estarían muertos y es probable que alguien entre su comitiva pague por su insensatez."

Me mantengo al margen, observando el curso de las cosas, mientras Durius intenta calmar los ánimos y el Maestro Maserrak de Flambeau intenta socorrer a la mujer Basarab que se desmayó. Aun no sé cuales serán las reprimendas que se aplicarán, pero lo seguro es que este escándalo no quedará impune. El Duque Gyula Kadar no es conocido por ser un soberano clemente, pues a pesar de ser más piadoso desde que se convirtió al Cristianismo, antes ya ostentaba una crueldad digna de los oscuros dioses paganos de antaño.

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17/09/2012, 00:22
21 - El Mundo.
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- Los latidos del corazón de cada uno de los presentes parecen sonar retumbantes, pero tremendamente lentos...

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17/09/2012, 01:27
[RIP] Caballero Iacobus Radoslav de los Cárpatos.
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Los ojos del caballero de los Cárpatos se posaron en los del Duque. La comunicación que acaeció, más que muda, pareció ser a los gritos, ¿o acaso no fue que todos en la sala entendieron las miradas tanto como si fuesen palabras? La madre Basarab colgaba aún de sus brazos como si se tratara de una visión, tan frágil, tan dormida, sumida en su lecho de metal. Iacobus fue a dar el paso adelante, sin prisa alguna, pero primero acaeció un grito infantil que lo frenó. No por decoro, no por sorpresa, ni por piedad, sino por diversión. El hijo de Radu, ni más ni menos. Y lo que siguió fue más divertido todavía, tanto más, y se reflejó tenuemente en los ojos oscuros del caballero, mientras desfilaban sobre la piedra y sobre la cuerda floja todas aquellas personalidades, colores, estupideces e imbéciles.

¿Por qué se empeñan tanto en salvar a quien no va a ser tocado? ¿Es que acaso no se dan cuenta?

Acabó por mover la cabeza, la sonrisa irónica grabada en sus labios, mientras Durius elevaba al rango estelar su pantomima, e intervenía el tutor pidiendo piedad a la sangre, y luego el otro caballero pidiendo piedad a la sensatez. Joder, ¿pero qué sucedía con ellos? ¿Es que acaso, en verdad, no sabían leer el libreto de esa obra? Era gracioso que fuera justo él, Iacobus, quien percibiera mejor que ellos el hilo tras el devenir de los acontecimientos. O quizás fuera que todos se daban cuenta, pero por cuestiones de moralidad decidieran oponerse a que sucediesen. En cuyo caso, idiotas por no comprender que la moral era un lindo juego de palabras para momentos de paz.

En una competencia de absurdo, evidentemente todos estos se llevan la palma. Joder, qué ridículo.

Mientras el movimiento continuaba, el caballero de los Cárpatos, que había permanecido quieto observando como si se divirtiera con todo lo ocurrido, por fin se movió. Llevando el cuerpo desvanecido de Svitlana Basarab en sus brazos, caminó hasta donde se encontraban Tiberiu y Dubieta, acompañados de Radovina. Clavó sus ojos oscuros en los de la dama Szantovich, luego en los del niño Radomir, y se agachó. No necesitó tirar el cuerpo de Svitlana al piso: la forma en la que lo dejó a los pies de los Szantovich hizo todas las veces de golpe, humillación y desgracia. Lo dejó allí, roto como una muñeca, y soltó la vaina de su espada.

Esto no tiene retorno, pero eso ya lo sabe todo el mundo.

La hoja destelló en la penumbra. Iacobus volvió al punto muerto, miró a Giorgina, y sonrió.

Piedad tendrán tus sobrinos con tu muerte, y lo peor es, que tú lo sabes bien. Hubiese preferido otra cosa.

Aunque, quizás todavía pueda...

Acto seguido, se lanzó hacia adelante en ataque. La espada como arco, el metal como único escudo.

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17/09/2012, 04:37
[OUT] Vikos Basarab.
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Apenas termine de hablar fue como si una tormenta se hubiese desatado, las miradas de los presentes y las palabras que comenzaron a intercambiar, algunas audibles, otras no y luego un golpe.

Un golpe tremendo en mi mejilla que movió todos mis pensamientos, mi primera reacción fue mirar con odio a los ojos del Senescal , tomarme mi mejilla y procurar patear su tobillo.

Pero Durius, aquel ser de ojos verdes y una extraña mirada elevo su voz y hasta me asuste.

En ese momento entendí la situación y comprendí que mi familia estaba en peligro y yo también, fue quizás la mirada de mi hermana la que me hizo preocupar realmente y luego la mano de Durius pidiéndome que lo acompañase.

Así lo hice, tomándolo de la mano sin decir nada y hasta bajando la cabeza... 

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17/09/2012, 12:44
SANGRE.
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SANGRE.

- Un destello metálico, apenas visible.

- El sonido del corte se escucha cuando este ya se ha producido, momentos antes.

- El ojo humano desnudo no puede seguir el movimiento, si es que este se ha producido.

- Una tenue nube de sangre espolvoreada en el aire lo impregna todo.

- Un corte ha aparecido en el costado de la guerrera Basarab, que despacio, como una mosca en la miel, termina por caer al suelo, donde cae agonizante y tosiendo aun más sangre.

- La espada desenvainada del Caballero de los Cárpatos está manchada de sangre hasta la empuñadura.

- La espada de Giorgina Basarab cae al suelo de baldosas de piedra, con estrépito. Está limpia de sangre.

 

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17/09/2012, 13:22
[RIP] Zort Dravescu el Emisario.
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Zort observó a la poderosa Basarab caer ccomo si nada. El Caballero de los Cárpatos debía ser un guerrero formidable. Cerró sus ojos para quitar la imagen de su cabeza.

Con su sacrificio los niños vivirán... al menos por un tiempo...

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17/09/2012, 15:50
T01: Giorgina Basarab de Polonia.
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La guerrera Basarab está en el suelo, agonizando y tosiendo sangre.

Su cota de mallas ha sido limpiamente cortada en un costado, como si tuviera la misma consistencia que el lino o la seda.

La mancha de sangre es enorme, y el charco sobre las baldosas abundante. Una sangre extrañamente oscura y de una tonalidad viva y brillante, más brillante de lo normal.

La herida en el costado de Giorgina Basarab debería de haberla matado al instante. Una herida así es mortal de necesidad en cualquier ser humano. Sin embargo, ella todavía vive.

Parece que las historias sobre la increíble fortaleza de los nobles de pura sangre Basarab son ciertas. Se dice de ellos no sólo que son fieros y bravos, sino que pueden sobrevivir a heridas que matarían a cualquiera, si se les da tiempo a recuperarse.

Débilmente, Giorgina se estremece como si quisiera levantarse, moviendo la mano como si quisiera tomar su espada, que ha caído al suelo, lejos de su alcance.

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17/09/2012, 15:58
Schaar Dvy.
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¿Cómo una sola palabra era capaz de matar a alguien? El raciocinio humano, o la falta de él, era capaz de aquello.

La negación de la niña había desencadenado una serie de trágicos acontecimientos que provocaron que sangre caliente bañara aquel frío salón.

Schaar había tomado posición ante Dubieta y Tiberiu, echando mano al pomo de su espada, sin desenvainar, por lo que pudiera acontecer.

Con el movimiento de su cuerpo, obligó a sus protegidos a tomar posición tras él, contra una de las paredes y cercanos a la salida de aquel salón, de manera que tuvieran la oportunidad de huir sin problemas si era necesario.

La sangre corría por sus venas impulsadas por un corazón hipermotivado, lo que se hacía patente en las venas de sus brazos en tensión y su cuello.

¿Cómo acabaría aquello? Schaar intentó localizar a la dama Radovina, por si estaba en su rango de protección, aunque no fuera objetivo prioritario.

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17/09/2012, 16:01
Duque Gyula Kadar.
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El silencio se ha vuelto casi total, roto sólo por los sonidos que hace la caída Giorgina Basarab.

Como en un sueño, el Duque Gyula Kadar se pone en pie y se aleja de su trono, avanzando hacia la guerrera de pura sangre Basarab.

No hace el más mínimo sonido en su desplazamiento, ni siquiera el que pueda notar el oído más fino. Parece que su avance no desplaza el aire, ni sus ropas generan el menor sonido. Sus movimientos son tan suaves que apenas parece que exista realmente movimiento alguno. Más que andar parece que se deslizara sobre las baldosas del suelo, sin llegar a tocarlas, como si flotara.

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17/09/2012, 16:06
SANGRE.
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El Duque llega hasta situarse de pie ante la caída Giorgina, que intenta agarrarle los tobillos con una mano.

Con un fluido y silencioso movimiento, la espada del Duque es desenvainada y envainada de nuevo... en el pecho de la guerrera sangre pura.

Entre el silencio reinante se escucha muy claramente, y se grava en las mentes de muchos de los presentes, el sonido de la punta de la espada al perforar la cota de malla y la carne que hay debajo, hasta clavarse en el suelo de baldosas.

También se escucha el gemido y estertor final de Giorgina Basarab en el momento definitivo de su muerte.

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17/09/2012, 17:15
Durius Tremere de Slobozia.
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Durius sintió la mano del pequeño Basarab, cálida y menuda, tomando la suya. Y vio el fulgor de la espada y la sangre surcando el aire. Con un rápido gesto, atrajo a Vikos contra sí y lo alzó en volandas.

-Apoyad vuestras cabezas contra mi hombro y cerrad los ojos -susurró imperioso, girándose hacia la salida, haciendo caso omiso a la escena, tan solo dirigiendo una última mirada al Caballero de los Cárpatos, fría y desapasionada. ¿En aquello se había transformado? ¿En un ejecutor a nombre de Gyula Kadar? No, su acción no respondía a una mala o bien entendida lealtad. Su comportamiento obedecía a una razón última que desde luego no era el Duque. Pero aquel no era momento de divagaciones y con paso firme, abandonó la estancia con su carga humana, no sin escuchar antes de que las puertas se cerraran tras ellos el fin de Giorgina Basarab.

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17/09/2012, 17:37
[OUT] Veronika Basarab.
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 Para Veronika la orden de Durius llegó demasiado tarde, mientras el hombre cogía a su hermano ella acababa de ver como una nube del color de las amapolas surcaba el aire y se estampaba contra el suelo, vio como la mujer que era de su familia y que momentos antes les miraba con tristeza infinita ahora estaba en el suelo haciendo el mismo sonido que a los cerdos cuando les cortan el cuello para cocinarlos despues. Durius pudo notar como la niña basicamente se anclaba a el con sus pequeñas manos ante el horror de lo que había visto, y si le diera por mirarla vería que estaba al borde del llanto, un llanto mas silencioso que otra cosa, no se atrevía a hablar mas, y no lo volvería a hacer por un tiempo seguramente, no si el hablar había sido lo que había causado esa muerte.