Partida Rol por web

El Cisma

Capítulo I: Fragmentos

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25/01/2017, 21:34
Antony Payne

Bien con esto quedan las instrucciones guardas, ya a esperar el partido del lunes. guardo el móvil al llegar a al piso que buscaba y me encuentro con una puerta. Unos instantges después sale una mujer que al parecer me reconoce y me saluda de forma efusiva. Este día es cada vez más raro. - ahh, gracias. digo un poco desorientado ante el recibimiento. Me invita a pasar y la casa no es diferente del resto de la ciudad. joder con razón salgo poco que depresión estos colores.

Llego hasta una sala y en ese momento mi anfitriona se va a abrir la puerta. Sigo desorientado hasta que noto que hay mas personas en la sala. Por lo que veo uno es un hombre bien vestido o mejor formal y el otro no lo es, sin contar que tiene el pelo verde.

Al darme la bienvenida es cuando ya no creo soportarlo más. - Bien, ignoro quienes sean ustedes, pero vine buscando respuesta y el hecho que sepan mi nombre solo me genera más interrogantes.- Entonces escucho su último comentario de esperar por las presentaciones. Me siento de mala gana en una silla. Genial ahora además de todo estoy invitado a una fiesta de té o lo que sea mierda esta cosa.

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01/02/2017, 03:47
Aiden Becher

Mis ojos buscaron la puerta cuando el timbre sonó y contemplé al chico que pasaba al salón con curiosidad. Parece algo perdido y eso me hace empatizar rápidamente con él. Joder, yo debía tener esa misma pinta hace apenas unos minutos. Así que levanté una mano para saludarlo con un gesto amistoso y tan informal como formal parecía el otro tipo.

—¿Qué hay? —pregunté entonces y sonreí con famliaridad cuando dijo a qué venía—. Yo soy Aiden y he venido también buscando respuestas, pero me parece que hasta que no llegue todo el mundo no van a darnos demasiadas.

Entonces hice una pausa y mis ojos curiosos volvieron a mirarlo. ¿Él también sería...? Antes de que la idea terminase de tomar forma en mi mente, mi lengua ya estaba poniéndola en voz alta.

—¿A ti también te ha llegado la carta de Hogwarts? —pregunté con cierta gracia, dedicando un vistazo de soslayo al estirado con el chiste, para ver si le molestaba que ignorase su corrección de antes.

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01/02/2017, 19:15
Oliver Gibbs

¿De verdad? ¿Y con quién tengo el placer de hablar?

Oliver mantuvo bajo su perfil, hasta que no tuviera más datos sobre aquella situación. Gente avisada... o tenían algún dispositivo para observar cómodamente o estaban con el ojo pegado a la mirilla. Observó atentamente a la mujer mientras procuraba que nada se desprendiera de su propia figura, más que la sencillez de un señor calvo y en silla de ruedas.

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01/02/2017, 19:16
Narración

Aquella sala-comedor tiene un aspecto amplio y llamativo. Los muebles parecen poseer una antigüedad similar al que tendría un mobiliario heredado por una o dos generaciones. Sobre las paredes no hay grandes cuadros vistosos y elegantes, sino pequeños retratos con grabados de animales en piezas de color cobre. El olor predominante es el del té, que a pesar de estar confinado a una tetera y una taza, parece inundar el espacio de perfumes frutales, y tus sentidos se deleitan en las fragancias que simplemente flotan en el aire.

Hay dos puertas de cara a la mesa. Una que da a la cocina y que está, como no, separada por otra cortina de abalorios y desde la que puedes ver a la anfitriona tomando el auricular del intercomunicador, y otra sólida, con dos piezas de vidrio, que da a un pequeño balcón que arroja cierta iluminación y que tiene una vista de la calle. La cocina al fondo tiene una iluminación más tenue. El refrigerador es de dos compartimentos, grande y de un color verdoso, con incontables figurillas magnéticas sobre él. Los cajones de la alacena tienen un color blanco y puedes ver algunos platos junto a un lavamanos.

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01/02/2017, 19:16
Narración

La referencia a Harry Potter arranca una sonrisa espontánea al hombre en traje, quien devuelve a Aiden la mirada rápidamente, con un brillo de humor en sus ojos. Luego recupera la neutralidad de su expresión, cargada de una seriedad tan formal como su apariencia, y habla.

-Bienvenido Antony- dice con impecable pronunciación. -Toma asiento en donde prefieras. En un momento Madeleine volverá y nos complaceré responder todas vuestras preguntas- añade con un claro acento galés, mientras se expresa con una rítmica medida, marcada y casi monótona. -Oh... y creo que te has equivocado. Aiden no conocía tu nombre de antemano. Ese era un privilegio que sólo Madeleine y yo teníamos hasta hace unos instantes- añade con una sonrisa algo superficial, pero aparentemente cortés.

Notas de juego

Mientras llega Madeleine, podéis charlar con mayor libertad. Esto significa que de aquí al próximo miércoles, podéis responder al menos una vez, pero si os decantáis por hacer más posts cortos para intervenciones de diálogo, sois libres de hacerlo. Yo intervendré de ser necesario :).

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01/02/2017, 19:37
Madeleine

La mujer sonrío. -Soy Madeleine, es un verdadero placer- dice la mujer, y antes de que puedas reaccionar, se inclina con rapidez para plantarte dos rápidos besos, uno en cada mejilla. -Pero por favor, no te quedes allí afuera, pasa, pasa. Los demás ya están aquí. Te estábamos esperando- dice con una sonrisa gentil mientras sale del apartamento para hacerse a tu lado, y darte espacio suficiente para que puedas entrar en la silla de ruedas. Su acento está fuertemente marcado, latino o griego quizás, sus consonantes son pronunciadas con un énfasis exótico, pero su dicción es clara y virtualmente impecable.

Del apartamento se desprende un agradable olor a agua tibia y a esencias herbales, te recuerda al aroma que tiene el té recién servido al destapar la tetera. La luz que proviene de dentro es débil, aunque suficiente para iluminar el tono azul-verdoso de las paredes del interior que apenas alcanzas a ver. No puedes ver mucho, salvo un perchero de varios brazos que descansa al comienzo del pasillo sosteniendo un sombrero de hongo de color negro, una americana abombada y otra que reconoces como la que tenía el joven de lentes que encontraste en la entrada del edificio.

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01/02/2017, 20:14
Oliver Gibbs
Sólo para el director

Suspiró. Olfateo el aire. Observó con atención, todo ello mientras fingía tener mínimos problemas para sacarse la chaqueta sin antes deshacerse del terminal móvil.

Encantado, querida.

Todo estaba limpio. Eso estaba bien. Los gérmenes anidaban doquiera que hubiera una mínima mota de polvo. Pasó moviendo la silla con precaución. Entregó la chaqueta a Madeleine con naturalidad, para que la colgara en el perchero, dado que él no llegaría tan alto.

Notas de juego

Pues hasta la cocina, como suele decirse :)

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07/02/2017, 04:29
Antony Payne

lo relajado en la forma de hablar del tio de pelo verde y como se dirigía mi con tanta familiaridad me saca de mis pensamientos.

Sí eso parece. contestaba a eso de esperar por respuestas. Pero su siguiente pregunta me deja con los ojos como platos. ¿Acaso todo ese episodio psicótico no fue un sueño? - esto... no sé que fue lo que vi por eso estoy en este lugar.- magia... Solo me faltaba eso.

El otro sujeto me da la bienvenida explicando un poco como va a funcionar esta reunión. Me masajeo la sien entendiendo que este circo va para largo y las preguntas solo aumentan. Me da dolor de cabeza solo pensarlo.

- Santo cielo, ni una maldita cosa tiene sentido desde hace tiempo. Si esperar a esa señora me puede aclarar el panorama la esperaré un poco más.-

Luego miro el tio de verde, - Me llamo Antony Payne y no sé nada de cartas, l siento.- Pero más siento tener que estar sentado en este lugar.

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08/02/2017, 04:19
Aiden Becher

Me sorprendió ver que el estirado tenía sentido del humor y hasta sonreí de medio lado al descubrirlo. En el fondo no era más que otra confirmación de que todo su porte inglés era una pose, una que no lograba ocultar su acento, por otra parte. 

Y después me sentí algo mejor al ver que el recién llegado estaba igual de perdido o más que yo. Hice un gesto con la mano, tamborileando en el borde de la mesa, y sacudí la cabeza, quitándole importancia al asunto.

—Bah, sólo era un chiste, tío —dije señalando después hacia la tetera haciendo las veces de anfitrión con naturalidad—. ¿Quieres té indio? Está cojonudo. —Y sin darle tiempo a responder, le miré con más atención y lancé una pregunta más—. ¿Y desde cuándo estás en este rollo? —Arrugué un poco la nariz y miré de reojo al amigo de Madeleine. No había forma buena de referirse a esa locura—. Hace un par de días que mi mundo se puso del revés. 

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08/02/2017, 19:37
Narración

-Oh, pero puedes llamarme Maddie- dice ella mientras recibe tu chaqueta y entra detrás de ti. Parece dudar un instante sobre si ofrecerte una mano, pero al final con su mismo gesto amable señala hacia el fondo del corredor principal. -Vamos al comedor, allí están todos- y cuelga la prenda, para caminar lentamente detrás de ti. Hacia el fondo puedes escuchar las voces de quienes asumes son los otros invitados.

El pasillo principal del apartamento es largo. A tu derecha puedes ver dos entradas: La primera tiene una puerta de abalorios en la que cada tira tiene un color diferente, y cada cuenta es de diferente tamaños, semi-transparentes. Las trenzas de la puerta se mueven a medida que pasas, como si se tratase del oleaje del mar. Puedes entrever en medio de la habitación a oscuras una cama y una biblioteca. Más adelante hay una segunda puerta sólida de color marrón oscura que se encuentra firmemente cerrada. A tu derecha hay otras dos puertas casi hacia el final, una blanca, cerrada y una hacia el final levemente entreabierta que asumes debería ser el inodoro. El final del pasillo está marcado por otra puerta de abalorios, dejando ver el principio de una mesa redonda. 

-Hace un par de días que mi mundo se puso del revés- escuchas una voz masculina desde el fondo.

-Me llamo Antony Payne y no sé nada de cartas, lo siento.- replica otra.

El comedor es un lugar amplio con una ventana que da al exterior. Está más iluminado que el resto de la casa. Hacia el fondo hay dos grandes sofás azules y una mesita en medio con porcelanas interesantes. Más cerca a ti hay una mesa redonda de caoba, con seis puestos. Sobre la mesa hay dispuestas 6 tazas blancas sobre un plato, sólo cuatro de ellas boca-arriba, y todas con una cucharilla. En el medio, sobre un delicado individual tejido en grandes hilos blancos, hay una tetera mediana de color blanco, con grabados verdes en forma de plantas, y una bandeja con galletas. Y en la silla que da la espalda a la ventana del fondo hay un hombre, y opuesto a él hay dos más.

El primero está vestido bastante formalmente. Usa una camisa de un blanco resplandeciente difícil de ignorar, una corbata azul turquesa con un prendedor dorado. No es particularmente atractivo, aunque sus rasgos eran inusuales. Su rostro exhibía una mezclas de tonalidades rollizas y unas facciones que parecían querer ser abombadas, pero que estaban aparentemente disminuidas por la ganancia de una rápida delgadez. Sus ojos verdes fulguraban con cierta inteligencia inquietante. Su cabello, de un color marrón muy oscuro, en medio de una alopecia que se extendía lenta y notablemente a pesar de lo que parecían intentos por cubrir los espacios de su cabeza.

El segundo, más cerca a ti, está vestido de manera más casual. Es bastante más joven que el primero y su cabello está tinturado de un azul verdoso, más alto y más delgado, su postura se opone por completo a la del primero, mezclando cierta prevención con soltura. Frente a ambos hay tazas con un líquido color miel humeante. Le recuerdas perfectamente de la entrada.

El tercero, que parece más bien abatido y mal sentado sobre la otra silla, es el joven de lentes con el que entraste, cuyo gesto parece expresar intranquilidad y confusión.

Aquella sala-comedor tiene un aspecto amplio y llamativo. Los muebles parecen poseer una antigüedad similar al que tendría un mobiliario heredado por una o dos generaciones. Sobre las paredes no hay grandes cuadros vistosos y elegantes, sino pequeños retratos con grabados de animales en piezas de color cobre. El olor predominante es el del té, que a pesar de estar confinado a una tetera y una taza, parece inundar el espacio de perfumes frutales, y tus sentidos se deleitan en las fragancias que simplemente flotan en el aire.

Hay dos puertas de cara a la mesa. Una que da a la cocina y que está, como no, separada por otra cortina de abalorios y desde la que puedes ver a la anfitriona tomando el auricular del intercomunicador, y otra sólida, con dos piezas de vidrio, que da a un pequeño balcón que arroja cierta iluminación y que tiene una vista de la calle. La cocina al fondo tiene una iluminación más tenue. El refrigerador es de dos compartimentos, grande y de un color verdoso, con incontables figurillas magnéticas sobre él. Los cajones de la alacena tienen un color blanco y puedes ver algunos platos junto a un lavamanos.

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08/02/2017, 19:37
Madeleine

La conversación se ve interrumpida cuando un hombre en silla de ruedas, el mismo hombre con sobrepeso y varios abrigos que Aiden y Antony habían visto afuera del edificio, aparece seguido por Madeleine, sonriente y amable como siempre. -Toma asiento por favor...- comienza a decir la anfitriona para Oliver, pero se corta a la mitad. -Quiero decir, puedes acomodarte aquí- dice mientras retira con prisa y algo de vergüenza visible una de las sillas del comedor frente a una de las tazas. Permitiendo que el minusválido se acomode.

-Oh, creo que debo hacer las presentaciones, ya que están todos aquí, ¿no es verdad?- dice mientras notáis una sonrisa nerviosa en Madeleine mientras intenta decidir con quien comenzar. -Eh... Oliver, quiero presentarte a Aiden- dice señalando al joven de cabello verde -y a Antony- dice refiriéndose al de lentes. -Y él es Arcadius- dice señalando al más formal de los tres. -Antony, Aiden, él es Oliver, nuestro último invitado. Creo que...- dice mientras observa hacia el centro de la mesa y da dos pasos largos. -¿Os provoca algo de té, Antony, Oliver? Es un Assam Mangalam indio, tiene un sabor increíble. ¿Lo has probado Aiden?- dice. Además de Arcadius, sólo Aiden tiene una taza de té humeante frente a él. La anfitriona espera atentamente vuestras decisiones.

-Oh Archie, ¿podrías comenzar tú?, después de todo...- dice, pero el hombre hace un gesto y ella guarda silencio con una sonrisa cómplice.

Notas de juego

Marcaos a todos. Maddie os servirá el té a los que digan que sí.

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08/02/2017, 19:56
Arcadius

El hombre aclara su garganta antes de hablar. -Primero que todo, creo que debo señalar que es un buen augurio que vosotros - dice mirando a Antony y a Oliver -hayáis descifrado mi mensaje. Y Maddie, de nuevo te agradezco por permitirme citarles en tu casa.- dice Arcadius con una inclinación, y Maddie tan sólo sonríe y asiente satisfecha.

-Y no es menos sorprendente que hayas llegado aquí, Aiden- añade mirando ahora al de pelo verde. -Pero antes de responder a vuestras dudas, quiero saber primero. ¿Sospecháis por qué estáis aquí, hoy, con nosotros?- dice atento a quien quiera responder.

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08/02/2017, 20:09
Oliver Gibbs

El señor gordo de la silla parecía molesto porque, al pasar por aquellos umbrales cruzados con abalorios, algunos se habían posado en su persona y, al hacer avanzar la silla, le habían ido acompañando en el camino, por así decir. No hubo avanzado un metro cuando se deshizo de ellos con delicadeza.

Espero, paciente, a que retiraran aquella silla inútil, dado que traía la suya propia. Avanzó con un Weeeeee mecánico, manejando un pequeño mando en el brazo derecho y se situó con precisión en su lugar.

Antes de hablar, puso con cuidado el faldón del mantel sobre sus rodillas, como para darse calor.

Encantado, se limitó a decir cuando se hicieron las presentaciones, joven... eso iba dirigido a Payne, con quien ya había cruzado alguna palabra en el portal. Y aceptó una taza de te con un: muchas gracias, querida.

Aquello del "augurio" lo recibió con cara de pocker, sin un gesto. Y a la pregunta, replicó:

Ha sido un bonito juego. Para luego encogerse de hombros, como descartando cualquier especulación por su parte con respecto al motivo por el que estaba en esta sala.

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15/02/2017, 03:22
Aiden Becher

Hice un gesto con la mano cuando Madeleine me nombró, acompañándolo de un —Ey, ¿qué pasa, tío?— como saludo hacia el recién llegado. Y después asentí a la pregunta de la mujer. 

—Sí, está cojonudo. —Miré a los otros dos—. Deberíais probarlo. 

Estaba a punto de decirle algo al tipo de la silla de ruedas, algo que llevaba rondándome algunos minutos, cuando la mujer le pasó la pelota al estirado y entonces me mordí suavemente la punta de la lengua para escucharle. Me encogí de hombros cuando habló de mi llegada. Joder, tampoco había hecho nada especial, ¿no? Sólo había caminado un rato y llamado a un timbre. ¿Los otros habrían tenido que resolver acertijos o alguna mierda así? Los miré con curiosidad renovada. Cuanto más sabía, más raro me parecía todo. 

—Sé por qué estoy yo aquí —respondí cuando el otro terminó—. Por la mierda esa de los «despertados» o como quieras llamarlos. Merodach me dijo que aquí podría encontrar las respuestas que buscaba, que le contase las movidas raras que me habían pasado a Madeleine y que ella podría enseñarme. —La miré a ella con estas palabras e hice un gesto abriendo la palma de una de mis manos sobre la mesa—. Y aquí estoy.

Sin embargo, antes de que nadie pudiera intervenir, me revolví en mi silla para mirar al último en llegar.

—Eh, Oliver. Siento no haberte esperado abajo para entrar al portal. No suelo ser tan borde, pero no sabía que venías aquí y me entró una paranoia chunga que no veas... Merodach me ha comido el coco con la gente que nos vigila y no sé qué mierdas. 

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15/02/2017, 16:11
Oliver Gibbs

Oliver observó a Aiden e hizo una mueca que quitó importancia al asunto. Olfateó el te con delicadeza. Sin azúcar, querida, gracias. Esperó a ver qué respondía Payne.

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15/02/2017, 16:55
Antony Payne

Estaba impactado por decir lo menos, todo este asunto me parecía extraño a rabiar pero después de todo yo opté por venir a este lugar. Yo acepté esta cita o creo haberlo hecho.

-Sí señora por favor.- Le digo a la anfitriona sobre el té. - Yo no sé de que están hablando.- contesto a eso de despertados. - De alguna forma ustedes.- señalo a los anfitriones. - Se metieron en mis asuntos de forma que no logro  explicar. Lo que habéis hecho merece una unidades de cómputo superior que no veo en este lugar lo que implica que no fue desde aquí que me hakearon.-

Tomo un sorbo del te. - No confío en los desconocidos.- Le digo al tio gordo, me da igual si venia para este lugar igual no lo iba a ayudar. 

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15/02/2017, 17:25
Arcadius

-Ejem...- responde Arcadius y esboza una sonrisa tenue en su rostro. -Es como trata de decir Aiden. Estáis aquí porque habéis despertado.- dice y hace una pausa como si fuese suficiente explicación. -Es un término que podría pareceros algo ridículo, pero en realidad es la mejor manera de explicarlo. Antes estabais ajenos al funcionamiento de la realidad y a sus engranajes y hace un par de días habéis empezado a descubrir pequeños fragmentos de una verdad escondida en el mundo desde tiempos inenarrables-  añade con su tono neutro. -La Realidad es un concepto moldeable que podéis manejar a vuestra voluntad. Evidentemente, en la práctica, esto requiere trabajo, introspección y estudio dedicado. Pero sólo las mentes que han despertado son capaces de iniciar en este largo camino- añade seriamente. Toma otros segundos antes de reanudar la conversación.

-En vuestro caso, Antony y Oliver, ha sido vuestro Despertar el que ha llamado mi atención. Normalmente vigilo anomalías informáticas y generasteis suficiente movimiento como para citaros con toda la rapidez del caso. Habéis tenido suerte que estaba yo precisamente en vuestro cuadrante...- dice serio. -... así que tomé el asunto en mis manos. El protocolo dicta que debo ayudaros, pero también debéis probar que tenéis la voluntad para buscar respuestas. Es por eso que envié mi carta...-Hace énfasis en la palabra carta, con un aire algo socarrón- y que estáis hoy aquí- luego se gira para mirar a Aiden -En tu caso, has tenido suerte de que Merodach te encontrase y te enviase con Maddie.  Tú despertar debió haber provocado una anomalía de tipo diferente que no perturbó los sensores electrónicos- explica. 

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15/02/2017, 17:38
Madeleine

-Cuando se trata de la magia, hace muchos años que yo dejé de creer en la suerte, Archie- dice Madeleine dejando el té en medio de la mesa, y poniendo una mano en el hombro de Aiden, con una sonrisa. -Despertar es algo extraordinario.- dice ella con un aire más alegre. -La mayoría de las personas pasan su vida entera sin descubrir el verdadero potencial dentro de ellas. Un despertar, aún en Londres, es raro. Pero tres casi al mismo tiempo...- y se encoje de hombros con cierta emoción difícil de ocultar. -Archie y yo hacemos parte de una sociedad secreta de Despertados, que lleva desde los inicios de la humanidad, ofreciendo un lugar seguro para quienes, como nosotros cinco, deseen aprender... magia.- una mirada reprobatoria de Arcadius hace que Madeleine cambie rápido de tema.

-Merodach ha sido algo escueto cuando me dijo que Aiden vendría. Quiero decir... no me comentó cómo descubrió que estabas despertando- dice Madeleine mirando a los demás y finalmente al peli-verde. -Pero tengo la impresión de que ha sido algo vistoso. ¿No es verdad? ¿Te molestaría contarnos lo que te sucedió, Aiden?- dice ella apretando ligeramente el hombro del chico, a manera maternal, como dándole ánimos.

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15/02/2017, 17:57
Narración

El té tiene un aroma suave y agradable. Herbal, cargado de un aroma exótico, apenas perceptible, pero muy sugestivo, que jamás recuerdas haber sentido antes. La calidez del agua y los vapores eran muy agradables, equivalentes a estar en un cálido día de primavera pudiendo disfrutar de la tranquilidad del prado sin las desagradables consecuencias de bichos, alergias o demás. Era una fragancia casi poética que estimula tu sentido del olfato muy amenamente.

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15/02/2017, 20:50
Oliver Gibbs

Oliver, que estaba tan contento disfrutando de su te, casi soltó todo de golpe provocando una generosa rociada sobre los presentes.

Fue el único momento en el que pareció perder la compostura. Se rehizo rápido. Sonrió comedido y, con un gesto de disculpa, invitó a Madeleine a que siguiera.