Partida Rol por web

El precio de la milla

Entrenamiento en el Puerto de Grouxvignon

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25/03/2021, 19:40
Miliciano del 34º

Una vez terminaron los eventos ocurridos en aquella condenada noche de festividad, las órdenes se distribuyeron rápidamente, llegando a aquellos que no habían tenido ocasión de recibirlas de primera mano: con carácter inmediato se realizarían una serie de entrenamientos especiales, cuyo objetivo era un nuevo plan de ataque pergeñado por el Lord General Hephaestus. Con la salvedad de los nativos de Lantan, los penales y los del 13º de Asedio, que debían realizar entrenamientos por separado, el resto de fuerzas fueron guiadas a primera hora hacia el puerto de Grouxvignon, donde ya había gente esperando.

Por un lado, unos cuantos sargentos de instrucción que llevaban uniformes selicanos pero de un tipo distinto al que la mayoría de extramundanos habían visto hasta la fecha, aunque los nativos reconocieron como de marina. Por otro, unas cuantas escuadras de milicianos a los que parecían haber colgado todo el hierro que habían retirado de la vía pública. Con complexiones más parecidas a bueyes que a personas, cargaban con recias armaduras de acero, así como fusiles de aspecto pesado, cuando no directamente ametralladoras o lanzamisiles. Una nueva hornada de milicianos, a juzgar por las enseñas, el 34º, que lucía el apropiado símbolo de un buey tirando de un arado.

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25/03/2021, 19:57
El Dios Emperador de la Humanidad

La noche anterior, te llegaron nuevas órdenes: debías entrenar aquí, pero tu despliegue sería otro distinto. Habría un despliegue aéreo, momento en el que se te infiltraría entre los hombres a desplegar, de cara a tu inserción tras líneas enemigas.

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31/03/2021, 11:53
Malek Yatha - Acechadunas

El día de ayer había terminado al fin, y empezaba uno nuevo. Malek se hubo marchado en el mayor y absoluto silencio cuando le permitieron irse, por lo que fue a descansar.

Tras su rezo matutino, el tirador fue directo hacia donde habían indicado para esas maniobras. Se presentó con su unidad mientras observaba a las enormes bestias de tiro que iban llevando todo ese equipo pesado. En su mundo natal no había animales dóciles tan grandes, por lo que se quedó boquiabierto mirandolas mientras esperaba las instrucciones. Agradeció a ala que por fin tuviera algo de vida militar normal.

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31/03/2021, 20:06
Korlo Gibran- Especialista Acechadunas

Korlo se presentó junto a los demás con ganas de averiguar que tipo de entrenamiento sería. ¿Complementaría sus aptitudes de tirador? Lo más seguro es que no fuera así, la mayoría de las veces eran unas instrucciones sobre el uso de nuevo material y en el peor de los casos aprendizaje para una misión suicida. El caso es que por ahora los acechadunas habían esquivado ese tipo de balas.

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31/03/2021, 22:59
Paul Van Horst - 303º de Fezzorn

Paul podría haber dormido una semana, pero como solía pasar en la Guardia el final de una misión sólo conducía al principio de otra. Tras despertar y realizar una breve carrera de calentamiento, su sargento le detalló las nuevas órdenes. Poco se sabía pero al alcanzar los muelles se vio sorprendido por el nivel de actividad y el aspecto de los recién llegados. Entrenamiento de infantes de marina e infantería pesada. Aquello olía a desembarco en posición fuertemente defendida...

No podía hacer mucho por ahora, así que se limitó a conversar con otros fezzornitas agrupados cerca de varias cajas de munición, por si podía enterarse de algo más.

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31/03/2021, 23:08
Ahmed Assir

Ahmed había dormido mal. Tras todo lo sucedido en los últimos días y semanas estaba reventado. Por las noches no pegaba ojo, y cuando lo hacía no conciliaba el sueño en condiciones. O no descansaba.

Parecía que más que a la guerra hubieran venido a vivir sus más terribles pesadillas, pero al menos había puesto cara - o algo parecido -  a algunos de los horrores enemigos del Emperador. Sabía parte de por lo que luchaban. Y estaba más convencido en sus creencias. Daría su vida por el Emperador. Todos los soldados allí presentes lo harían. Y esas serían sus minúsculas aportaciones en una guerra por salvar el futuro de la humanidad. Pero cada aportación valía.

Por eso cuando se dispuso junto al resto de su regimiento dispuesto a comenzar con ese nuevo entrenamiento, Ahmed estaba animado. No se le veía sonreír tras el pañuelo que le cubría gran parte del rostro, pero el Acechadunas estaba mentalmente preparado para casi cualquier cosa.

Saludó con la cabeza a los compañeros más cercanos a los que vio, en especial a Korlo con quien había compartido bastantes de las últimas horas previas a acabar el día anterior, y se cargó el rifle al hombro a la espera de órdenes.

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01/04/2021, 23:18
Moham Ed Khalbi

Moham acudió puntual al entrenamiento de aquella mañana, como de costumbre. Le había costado conciliar el sueño, tenía la extraña impresión de que desaparecería durante la noche, sin dejar rastro alguno. Gracias al Emperador pudo recibir un nuevo día y le prometió dar lo mejor de sí mismo por y para él.

Rápidamente se reunió con los Acechadunas que restaban y los saludó, dando gracias una vez más por poder volver a luchar a su lado. Al parecer los lantanitas y los Enviudadores no acudirían. Tenía una ligera idea de dónde podrían ser empleados, pero tratar de entender los planes del Alto Mando siempre era una pérdida de tiempo y energía. Y había otras muchas cosas que era mejor no saber. Bendita ignorancia.

Después de los túneles parece que se preparaban para una operación marítima. Moham se preguntó si alguna vez les asignarían una misión que explotara los puntos fuertes de su Regimiento, pero como en otros escenarios adversos, sabía que desempeñarían con la mayor diligencia y estoicidad cualquier misión que les fuese encomendada.

Al ver al Hermano Vorgen se cuadró ante aquella imponente máquina de guerra humana, sinceramente no esperaba volverlo a ver y en cierta forma le dio esperanza el simple hecho de verlo allí, su presencia le hacía sentirse de algún modo más cerca del Emperador. No en vano eran sus Ángeles de Muerte.

 

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01/04/2021, 23:42
Miliciano del 34º

Los enormes tipos acorazados se quedaron boquiabiertos ante la visión del marine, incluso alguno se retiró el casco para comprobar si le fallaban sus ojos. Como resultaba demasiado común en aquel planeta, bajo aquellos uniformes y acero había hombres a los que casi sería más apropiado llamar niños... Aunque había que reconocer que esta panda era grandecita. Casi como si algún genio se hubiera dedicado a juntar soldados grandes con algún propósito absurdo. Lo que, viendo como les había ido hasta el momento, podría ser una apuesta horriblemente acertada. 

-Eh... S-señor... Y señores-dijo, con un asentimiento humilde hacia los lanceros presentes-y amigos, claro... Creo... Que tienen que hablar con los sargentos de instrucción de allí-señaló uno de ellos, con un cabeceo. Pero la presencia de los nuevos, en especial del astartes, tampoco había pasado desapercibida para los de marina, que se acercaron a paso rápido y saludaron antes de tomar la palabra.

-Bienvenidos al puerto. No sé como será ahí arriba-dijo, señalando al cielo, aunque era evidente que no se refería a la atmósfera-pero parece que les ha tocado en suerte embarcar y trabajar en el mar. ¿Tienen alguna experiencia con ello? Nos han facilitado una serie de... Ejercicios y prácticas para ustedes. Va a haber un desembarco, aunque no sabemos cuando. Llevamos haciendo labores de dragaminas casi desde que llegaron ustedes, así que creo que su general... Quiero decir, el Lord General, tiene alguna idea. Por ahora, no les podemos decir más. 

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02/04/2021, 09:45
Ahmed Assir

¿Un desembarco? ¿Trabajar en el mar? Ahmed no daba crédito. ¿De qué servía una unidad experta en infiltración y francotiradores en medio del mar? Comprendía que en su siguiente destino pudieran ser necesarios para asaltar algún lugar, aunque dudaba que el único medio de transporte hasta dicho lugar fuera marítimo. Desde que habían llegado a la guerra de Sélica IV tenía la sensación de que los Acechadunas habían sido desperdiciados en cada combate.

Miró al Sargento Ed Khalbi y negó con la cabeza para confirmárselo. Él no tenía absolutamente ninguna experiencia en el mar, ni en nadar o algo parecido. Se habían criado en un planeta desértico y habían participado en multitud de misiones, aunque en su mayoría con el propósito de derribar objetivos concretos enemigos. Les marcaban su objetivo y ellos no paraban hasta que caía.

En alguna ocasión, como en Sélica, se habían visto inmersos en mitad de una contienda... una guerra tal cual, sin cuartel. Pero llegar al extremo del absurdo de usar a los francotiradores en el mar... No, eso no lo había visto todavía. Pero el Emperador había decidido que era hora de que lo vieran así que... ¿quién era él para contradecir sus designios?

No dijo nada y se dispuso a esperar las indicaciones de su sargento. Les iba a tocar entrenar, y mucho.

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06/04/2021, 18:26
Thaddeus Manius

Katrin se sorprendió al ver lo rápido que eran despachados tras informar, y en el buen sentido del término. Aquella fue la primera noche que logró dormir del tirón en mucho tiempo, y al día siguiente se despertó todo lo descansada que le era físicamente posible, dada la situación. La primera sorpresa de la mañana fue ver que su siguiente acción iba a tener lugar allí mismo, en Grouxvignon, y para más extrañeza, en su puerto, donde acudió junto al resto de soldados, echando en falta a integrantes de varios de los regimientos desplegados en Sélica. Y la segunda sorpresa, ver que el Astartes estaba allí con ellos, algo que agradeció y que la preocupó a partes iguales.

Vio que una unidad nuevecita de nativos les esperaba, unos mini-ogretes cargados con armaduras y armas pesadas, aunque con igual pinta de verdes que el resto de regimientos de la milicia selicana. Los otros nuevos conocidos llevaban un uniforme parecido al que ya habían visto con anterioridad, pero con ciertas diferencias, aunque no tardaron en identificarse como pertenecientes a la marina de guerra selicana. No pudo evitar preguntarse para qué iba a querer un planeta mantener una flota naval, cuando los enemigos del Emperador venían del espacio.

Desde hace generaciones, no hay mares en nuestro planeta — respondió al de los de la marina que salieron al paso, refiriéndose a los integrantes del regimiento fezzornita. El vil ataque de los lantanitas había convertido un fructífero vergel en un eterno desierto de ceniza, en el que la única agua que tenían provenía de pozos y de plantas recicladoras que se encargaban de procesar cada gota de líquido del planeta, incluso de los que producía el ser humano, para convertirla en potable, una y otra vez — Tendrán que enseñarnos de cero. De modo que, pongámonos a ello cuanto antes, ¿Quieren? — se guardó su opinión respecto a aquella nueva operación. Si venía de tan arriba como del Lord General, lo único que podían hacer era prepararse a conciencia para cuando llegara, que con toda probabilidad, sería antes de que estuvieran realmente preparados para llevarla a cabo.

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06/04/2021, 19:43
Malek Yatha - Acechadunas

Mar, barcos, oleaje, vaivén. Malek compartió una angustiada mirada con los de su regimiento, acostumbrados a mares de dunas y desiertos de sal, no a esa locura de navegar sobre un liquido que los podría ahogar a la mínima torpeza demostrada en cubierta. Aquello no le gustó nada al tirador, y pocas opciones tenía. 

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07/04/2021, 23:49
Paul Van Horst - 303º de Fezzorn

No hubo que esperar demasiado para que las sospechas de Paul se viesen confirmadas. Aquello iba ser extraño para los fezzornitas, más acostumbrados a cruzar los desiertos de ceniza que a cualquier otro tipo de travesía. La sargento Schenkopp lo había resumido perfectamente.

-En fin, la sabiduría del Emperador es infinita aunque la explicación más probable es que algún cerebrito del Monitorum haya plantado unas cuantas chinchetas equivocadas en el mapa del puerto de Grouxvignon- concluyó el especialista antes de mirar alrededor. Sólo esperaba que no los lanzasen al agua y esperasen que nadasen con el equipo de combate completo. 

Notas de juego

Sabía que me había puesto esos avances en atletismo por algo.

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08/04/2021, 15:27
Hermano Vorgen

El marine había permanecido en silencio observando a los milicianos que tenía delante. Eran grandes, pero eran muy jóvenes, una hornada nueva seguro dispuestos a probar su acero. Al parecer el mando le quería allí y no terminaba de ver muy bien como. Se acercó cuando los milicianos y los sargentos de instrucción comenzaron con los saludos.

He estudiado las doctrinas de un desembarco pero nunca he participado en uno. - se limitó a decir Vorgen. - Será un placer colaborar en los ejercicios y prácticas aportando lo que pueda para conseguir llevar a buen puerto la misión. - ¿Era una broma? Su voz no había variado de tono así que era difícil asegurarlo. - Con tiempo, podría echar un vistazo a las embarcaciones y hacer parapetos para hacerlos más seguros evitar bajas innecesarias durante la aproximación a la playa. - dijo ofreciendo toda la ayuda posible para sacar adelante aquel desembarco. 

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08/04/2021, 15:48
Marcus Severus

El puerto de Grouxvignon es un lugar al que no había planeado llegar. El mar, el agua, no es un lugar en el que me maneje especialmente bien y no es porque no sepa nadar o me den miedo las olas, sino por el simple y obvio hecho de que tanto mi armadura como mis armamentos me vuelven mucho más parecido a un ancla que a un hombre. Sonrío con poco humor ante la idea de hundirme rápidamente hasta el fondo apenas toque el agua.

"Supongo que el adjetivo de "pesado" para mi designación debía tener inconvenientes."

Cuando nos presentamos frente a los sargentos de instrucción, la Sargento Schenkopp responde que necesitaremos instrucción desde cero, lo que me parece la forma perfecta de manifestarle que no tengo ni idea de qué podría hacer en una batalla naval, aparte de disparar desde la relativa firmeza de un barco.

"Y supongo que el rango efectivo de las armas de mano las vuelve inútiles en esos casos."

La verdad es que estoy confundido y agradezco llevar el casco puesto para que no se note el humo que siento sale de mis orejas mientras pienso como podría ser efectivo en aquel tipo de escenario. De momento y sin tener eso claro, permanezco ahí de pie, en posición de firme, esperando a que la instrucción comience y ellos vean el bólter pesado que llama la atención entre mis indumentarias.

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08/04/2021, 23:26
El Martillo del Emperador

Los de marina chasquearon algo la lengua, viéndose que no iban a tener la suerte de que estuvieran instruidos en moverse en agua. Y, a juzgar por la breve mirada que dedicaron a los nuevos milicianos, no iba a ser algo solamente suyo.

-En fin... Cuanto antes nos pongamos, antes estarán preparados. Todo lo que puedan estar, claro-replicó el instructor.

-Usted, señor astarte, supongo que tendrá alguna idea de esto... Disculpe la pregunta pero, ¿puede flotar con esa armadura? El primer paso es enseñar a los recién llegados a llevar adecuadamente los chalecos y a nadar con el equipo, pero no sé si en su caso eso será posible-preguntó, con una breve, y quizás algo nerviosa, sonrisa de disculpa. 

-De todos modos, y esto va para todos... Vayan a ese cajón que traen mis ayudantes-dijo, señalando una enorme caja de madera que traían con un carrito algunos de los que se habían quedado en segundo plano, y que se apresuraron a abrir. En ellos, había apilados en orden una serie de chalecos de tela áspera de color gris, que recubrían alguna especie de voluminoso interior.

-Deben coger uno de esos chalecos. Sopésenlo, y después, pruébenselo. Van a tener que aprender a nadar con equipo... O nadar, me temo. Esos chalecos les ayudarán a flotar, si se los ponen bien. En el cajón de al lado dejen sus armas, de momento vamos a probar solo con la impedimenta estándar. Si prestan atención al infante LeMer, verán como deben colocarse dicho chaleco...-añadió, cuando todos tuvieron uno, señalando a otro de los ayudantes, que repitió varias veces el proceso.

-Ahora viene lo malo. Hoy el agua está especialmente fría, pero bueno, eso curte el carácter. Tírense por el borde del muelle-ordenó, con las manos cogidas tras la espalda, esperando a que todos se lanzaran al agua.

Notas de juego

Pues una primera tirada de Atletismo +20, a ver qué tal se os da.

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09/04/2021, 12:47
Thaddeus Manius

Atendió las instrucciones de los selicanos, pero no tenía muy claro el cómo iba a salir todo aquello, y no se refería solo al entrenamiento, ya que parecía que ni siquiera los nuevos reclutas estaban muy familiarizados con el agua. DDejó su equipo, sSe puso el chaleco tal y como les había enseñado el tal LeMer, y, no sin cierta inseguridad carcomiéndola por dentro, se acercó al borde del muelle, parándose un momento a observar las aguas oscuras que quizás estaban a punto de tragársela para siempre.

Pero tenía que dar ejemplo a sus hombres, como había hecho Moham, de modo que, tomando una amplia inspiración, saltó hacia adelante. Cayó de pie, con los pies juntos, y se asustó por un momento al sentir el frío contacto del agua y como esta la cubría... pero tan solo durante un instante, ya que el chaleco enseguida hizo lo suyo y la mantuvo a flote. Trató de mirar a su alrededor, pero le picaban los ojos, y la piel, y por primera vez maldijo a quien hubiera diseñado los uniformes fezzornitas y les hubiera puesto aquél faldón, tan estético como farragoso en aquella situación.

No obstante, una vez se acostumbró a las nuevas sensaciones y dejó de patalear sin control para pasar a mantenerse en el sitio, se dio cuenta de que no estaba tan mal. Era algo tan distinto a todo cuanto había vivido hasta ahora... quizás aquél planeta sí podía tener sus cosas buenas, después de todo.

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09/04/2021, 14:35
Moham Ed Khalbi

Podría haber reprimido una risa nerviosa ante la sugerencia de que el Astartes flotara en su armadura, pero la situación pintaba tan absolutamente mal que cualquier atisbo de humor había desaparecido de la actitud de Moham.

Ya habeis oído al instructor - se limitó a los suyos mientras luchaba por borrar de su mente la infinidad de quejas, sugerencias, motivos y razones que le asaltaban en cuanto a por qué estaba mal enfocada esa instrucción y de qué manera sería desaprovechar los recursos Imperiales enviar a estas fuerzas a nado a ninguna parte. En cambió se acercó al cajón dejando su armamento tal y como le habían dicho. Había sido enseñado a dar ejemplo, y aunque estaba seguro de que sus compatriotas compartían plenamente su opinión táctica, esperó que su ejemplo bastara para cumplir las órdenes del mando superior.

Se ajustó el "chaleco" tal y como le indicó el infante designado para ello y se acercó al borde del puerto.

Fría o no, sólo es agua - dijo más para sí mismo que para el resto - hay cosas peores.

Cogió una cantidad inusitada de aire, reflejando la nula confianza que tenía en aquella extraña tela y, de paso sea dicho, en la instrucción en general, y saltó con los ojos cerrados, esperando en Él que pudiera salir a flote.

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09/04/2021, 15:13
Ahmed Assir

Ahmed escuchó las instrucciones sin inmutar su rostro. Aquello cada vez le daba peores sensaciones... pero no podía negar que no estaba de más que les entrenaran para sobrevivir en cualquier entorno. Incluido uno marítimo, aunque no fuera el predilecto para misiones de francotiradores e infiltración.

Es más, el sargento de los Acechadunas fue el primero en obedecer las órdenes, así que Ahmed se dispuso a hacer lo propio para dar ejemplo de cómo se tenían que hacer las cosas. Se acercó para colocarse el nuevo equipo y dejó todas sus armas en el cajón de al lado tal y como le habían indicado. Aunque no todo... mantuvo el cuchillo envainado en el cinto. Aquello no le iba a estorbar ni el filo del metal se iba a estropear por caer al agua. O eso creía.

Lanzó una mirada al ayudante de turno por si le ponía alguna pega por mantener el cuchillo con él. Se colocó el chaleco gris, y se lanzó al agua tras su sargento. Fue metódico y sin lanzar ninguna exclamación o grito. Para él aquello no era un juego, no era divertido y no estaban en un campamento de críos.

Ahora solo quedaba esperar que nadar no fuera tan complicado como imaginaba. O de lo contrario se ahogaría, o tendrían que sacarle rápidamente de aquellas endiabladas aguas.

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09/04/2021, 15:55
Malek Yatha - Acechadunas

Malek hizo el gesto del aguila varias veces antes de saltar al agua después de escuchar la explicación y que su sargento lo indicara que no era para tanto, no sería para él, prefería morirse de sed que acabar como acabó, luchando por no ahogarse, sintiendo como el agua le entraba por la boca y la nariz, braceando como un perro paralítico, gruñendo de esfuerzo, escupiendo agua cada dos por tres y, a cada segundo que pasaba, el agobio iba creciendo en el tirador, que estaba fuera de su elemento y que se esforzaba por no ahogarse mientras buscaba algo a lo que aferrarse o donde hacer pie. 

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09/04/2021, 17:48
Marcus Severus

Los rostros de los marinos indican con claridad que también están complicados con tener intentar volvernos capaces de realizar una operación en el agua. Siempre he sabido que los miembros de las armadas marinas tienen entrenamiento y capacidades específicas para ese tipo de combate y, el que nosotros seamos buenos en lo que hacemos no garantiza, ni lo más mínimo, que seamos capaces de desenvolvernos en aquel ambiente.

"Pero ya es algo que notaron. Esperemos que sean capaces de conseguir algo."

 Hago caso de sus instrucciones y dejo mis armamentos en el sector designado para ello. Me cuesta dejarlas ahí, supongo que es la costumbre pero apenas termino de soltar la última de mis armas de fuego, mi pistola láser, me siento completamente desnudo. Casi olvido dejar mi cuchillo (el que pobremente considero un arma de guerra) pero lo recuerdo antes de dirigirme al muelle desde el que debo saltar al agua.

Me paro al borde y miro hacia el agua. El frío no es algo que me importe en lo más mínimo pues mi natal Cadia es ligeramente más fría que la mayoría de los mundos habitados por la humanidad.

"Se sentirá como nadar en casa."

Me pongo el chaleco salvavidas y me preocupo de ajustarlo bien pues entiendo que esa prenda de dudosa manufactura podría significar la diferencia entre nadar y hundirme como un ancla junto a mi armadura.

Apenas termino de afirmar las correas, me lanzo al agua sin ninguna demora ni pompa. Esto es un ejercicio más y, ya que de esta clase de competencias dependerá un poco más nuestra supervivencia en el futuro, me planteo aprenderlas como el mejor. Los kasrkin somos élite y debemos seguir siéndola en cualquier circunstancia.

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