Partida Rol por web

Al oeste del Castillo de Hogwarts hay un bosque grande y oscuro. Este bosque está estrictamente fuera de los límites de los estudiantes de Hogwarts
 

El bosque es espeso con diferentes tipos de árboles: hayas, robles, pinos, sicómoros, y tejos, así como maleza y espinas pero hay caminos, arroyos, y claros. Fuera del camino, es casi intransitable.

El bosque prohibido es un surtidor ancho y extraño de criaturas.

Hay áreas alrededor de los bordes del bosque que son parte de los terrenos de Hogwarts pero que están fuera de vista del castillo.

Todo el suelo estaba cubierto por la nieve del crudo invierno que estaba aún por llegar.

Diana llegó al lugar acordado sola, vestía su túnica más oscura y en la mochila llevaba todo lo que había podido recoger. En la izquierda portaba una lámpara para iluminarse el camino, mientras que en su diestra sostenía su varita.

Hacía muchísimo frío y no era un lugar agradable, pero no estaba dispuesta a echarse atrás. Así que se mantuvo en la linde del bosque esperando a los demás, para entrar y seguir con el plan.

Oliver llegó al bosque poco después, jadeante por la carrera que se había dado. Llevaba colgada su mochila,en la que había metido algo de carne durante la cena. También vestía de oscuro pero, a diferencia de Diana, el no llevaba ninguna lámpara para alumbrar su camino. La luz de la luna le había guiado hasta allí sin problemas.

Cuando vio a Diana sonrió, acercándose a ella, alzando una mano: Menos mal, pensaba que llegaba tarde... ¿Donde están los demás? - le dijo a la chica, amable, ladeando esa sonrisa finalmente- Que ganas tengo de entrar... ¿Tu crees que encontraremos algo? - preguntó, lleno de curiosidad.

Uff que frío hace aquí - dije en voz suave.

Espero que nos salga bien al jugada - pensé.

¿Cassius?, ¿estás por aquí?, es que no logro verte.

- Hola Oliver, pensé que ya no veníais... Espero que los demás no tarden mucho, me gustaría estar de regreso sin que sea demasiado tarde, mañana tenemos clase... Vaya ¿tu también has venido? Hola Morpo- sonrió a los dos chicos

Gwendolin llegó al bosque y saludó a los que se encontraban allí.

-Vaya Morpho, no te esperaba a tí aquí... espero que los demás no tarden en llegar, hace frío.

-¡Hola Morpho!¡Hola Gwen!- de repente era como si se le hubiera olvidado el rifirrafe que tuve hace un rato con la pelirroja, contento como estaba- Cassius no ha llegado aun, no creo que tarde... ¡Y no te preocupes por mañana, Diana! ¡No hay clase, es domingo! - le recordó. Y era una de las cosas que le alegraba, que se podria dormir sin remordimientos.

-Espero que no tarden mucho... Hace un frio que pela...

Envuelto en su capa negra y con el gorro calado hasta las cejas, Mircea se aproximó al grupo. Era difícil no verles, con las luces y el alboroto que andaban haciendo. He ahí, los profesionales que domarán a la bestia.

La luna estaba ya en lo alto y no le resultó difícil reconocer a Morpho y a todos los demás que habían llegado. Realmente esperaba que ninguna de las chicas Huffies apareciera.

Centró toda su atención en Cassius mientras daba las últimas instrucciones. Si estaban todos allí era por culpa de aquella serpiente. Si pasaba algo, sería por culpa suya. Y tuya también, pensó enojado. Había dejado que todo llegara demasiado lejos, pero no había forma de detenerlo. Terminemos con esto, dijo antes de que todos empezaran a prepararse.

Mircea dejó que Cassius fuera solo a dejar la carne a la linde del bosque. Él por su parte se dirigió a las rocas y dejó sus dos trozos de carne casi cruda en el suelo, a mano por si debía lanzarlos.

Se quitó el guante derecho y se lo guardó en uno de los bolsillos interiores de la capa. Mientras aferraba la varita, recordó otros conjuros que quizás pudieran ser útiles, aunque dudaba que con su poca fuerza fuera a servir de algo. Agotattem y Ammanssus.

-¿Veis? Ahi esta... - dijo Oliver, cuando Cassius hizo aparición en la escena. Y, acto seguido alzó una mano, a modo de saludo. Escuchó atentamente su explicación y, cuando llegó al final de esta, unió la carne que había conseguido en la cena a la del resto, para que Cassius o quien fuera pudiera dejarla como cebo. Se colgó la mochila y cogió aire. La verdad es que, ahora que estaban allí, tenía un gusanillo en el estómago. Era inevitable. Sin embargo, cuando cogio la varita, en sus labios había una sonrisa.

Seguía sin dominar el Flámmatte, pero al menos Mircea había intentado enseñarle como se hacía y el Disttendio era algo que sí que llevaba bastante bien, asi que esperaba no tener ningun tipo de problema.

-Vamos allá... - susurró ocultándose en el lugar que Cassius había indicado, varita en mano, preparado para atacar en cuanto fuera necesario. Aquello era tan emocionante...

Diana se apresuró a hacer lo que Casdius sugirió tenía mucha curiosidad por comprobar si efectivamente conseguirían atraer al hombre lobo, aunque fuese a uno pequeñito. De manera que tras dejar la carne, se apresuró a quitarse de enmedio y se puso al lado de Mircea.

- Flamatte era el de fuego ¿No? algunas veces me lio... menos mal que me he traido los zapatos nuevos, creo que voy a tener que salir corriendo... Que divertido- le susurró a Mircea excitada pir la aventura que estaban a punto de protagonizar.

Gwend se arrepintió de haber ido allí, estaría mucho más cómoda en su dormitorio ¿ En que había esado pensando? se preguntó la niña, pero lo peor es que no había marcha atrás, así que con un gesto de asco hizo lo que sugirió Cassius  se ocultó en el lugar indicado con la varita lista

Mircea miró a Diana de reojo. No, el Flámatte sirve para cegar al adversario. No tiene nada de fuego. No se pueden quemar libros con Flámatte, dice haciendo alusión a lo ocurrido en la Biblioteca tantas semanas atrás. Y tras aquella explicación volvió a mirar al frente, pensando en si sería demasiada casualidad que el hombre lobo saliese de la arboleda y se llevase a Cassius.

Algo molesto por la chachara de la niña, no pudo evitar decir: ¿Zapatos nuevos? Con eso acabarás con rozaduras o con un tobillo roto en el mejor de los casos.

Deje la carne en el suelo, en un monton, Me humedecí los labios, nervioso, mirando hacia el bosque prohibido, retrocediendo un par de pasos: Pero me quedo junto la carne, no vuelvo hasta mis compañeros. Tenia un plan secreto, algo que no le habia contando a nadie mas. Si me quedaba alli, si aparecia el hombre lobo y atacaba, los otros tendrian mas tiempo para correr, para huir.

Y, para rematar como el mas temerario de los gestos, me lleve las manos a la cara, haciendo un megafono con mis propias manos. Cogí aire, con fuerza... ¡AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUH! ¡AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUH! Comiendo a gritar, imitando con mas o menos exactitud el sonido de un lobo, con la esperanza de atraerlo.

El último aullido de Cassius no llegasteis a escucharlo tan de cerca, pues una sombra que pasó a gran velocidad desde el exterior del bosque hacia el interior se llevó a la pequeña serpiente. Aquella sombra se había movido tan rápido que fuisteis incapaces de ver qué era. Pero sin duda, algo malo había pasado, pues Cassius había desaparecido y su último aullido se perdió en el bosque.

Los trozos de carne semicruda seguían allí, y los sonidos del bosque seguían escuchándose exactamente igual. Aquella sombra no había distraído a la oscura naturaleza del lugar por lo que todo seguía igual que antes. La única excepción era que vuestro compañero ya no estaba allí.

Diana se asustó mucho cuando la sombra se llevó a Casius, aquello no estaba bien. La niña estaba medio loca y veía diversión donde cualquier persona en su sano juicio vería peligro. Pero aquello le abía puesto los pelos de punta.

- CASIUSS- gritó alarmada-no deberíamos haber venido, debemos buscar ayuda esto nos sobrepasa... VICKY- llamó a su lechuza que como era abitual se encontraba cerca de la niña, alejada lo máximo que podia del bosque- Trae ayuda, ve a por un profesor Por Longbotton, el irector... quien sea RAPIDO

El ave partió veloz hacia el castillo mientras Diana pensaba con rapidez que hacer...

Gwen miró atónita como la sombra se llevaba a Cassiuss. Había estado loca dejándose llevar por aquel niño y era odvio que no tenían el nivel suficiente para hacer frente a lo que fuera que hubiera en aquel maldito bosque.

Menos mal que la niña de Gryfindor decidió mandar a su lechuza... ¿pero llegaría a tiempo?

- CORRED IDIOTAS- les dijo a todos iniciando su carrera hacia el colegio

Diana quería ayudar a Cassius pero también era consciente de la situación, así que decidió tratar de ayudar y ponerse a salvo al mismo tiempo.

- FLAMATTE- exclamó apuntando al lugar donde había desaparecido Cassius en un intento de dar tiempo al chico- CASS VAMOS A POR AYUDA-dijo corriendo tras Gwen y tirando de Mircea para que lo siguiera.

Oliver abrió los ojos de par en par, en cuanto vio cómo Cassius desaparecía. Su reacción fue casi inmediata -¡Cassius! ¡CASSIUS! ¡CASSIUS CONTESTA!- ahora si que se había acojonado. Y no solo estaba asustado, si le pasaba algo a Cassius por su culpa y por su insistencia, se culparía toda su vida. - ¡CORRED! ¡ID A AVISAR A ALGUIEN!- gritó, escuchando a Gwen gritar de fondo. Y, con los nervios, ni siquiera se había dado cuenta de que Diana había enviado a su lechuza, ni se que sus compañeros se habian echado ya a correr en dirección al colegio.

Por su parte, Oliver se quedó de pie, varita en mano, delante de la entrada del bosque, sin atreverse a dar ni un solo paso en dirección a este. Habían estado locos si habian pensado que podrían con el hombre lobo. Madre mía, si ni siquiera eran capaces de enviar un mensaje pidiendo ayuda. - Cassius, aguanta... Ahora mismo volvemos con alguien. - es lo ultimo que susurró, en dirección al bosque, antes de echar a correr, detrás de sus compañeros, vociferando para ver si algún profesor se da cuenta de su presencia y sale a su encuentro- ¡Ayuda, ayuda!- iba exclamando el Hufflepuff, mientras buscaba a algun adulto.