Partida Rol por web

[HLdCN] - Subastas Millonarias

11. The Grim Grotto (Día)

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24/09/2018, 12:57
Entorno

A pesar de que el fenómeno de recolección, que es el que ocurre cuando el agua se acumula en un solo lugar a fin de evaporarse de nuevo y volver a empezar todo ese tedioso proceso, es probablemente el fenómeno más aburrido en el ciclo del agua, sería mucho mejor que te levantaras y fueras directamente a la biblioteca más cercana a pasar largas jornadas aburriéndote leyendo cada aburrido detalle que se pueda encontrar acerca de la recolección, porque el fenómeno de lo que le sucederá a uno de los Millonarios a lo largo de estas páginas es el fenómeno más terrible que puedo imaginar, y vaya que puedo pensar en varios más.

El ciclo del agua podrá ser un conjunto de fenómenos aburridos, pero la historia de los Millonarios es algo completamente diferente, y esta es una excelente oportunidad para leer algo completamente aburrido en vez de ver que es lo que sucedió con los Millonarios en las turbulentas aguas de la Corriente Afligida que los llevó lejos de las montañas.

—Estoy segura de que Quigley ha salido del agua — dijo Adolf, aunque no estaba del todo seguro—. Sólo quiero saber a dónde se supone que iba a ir. Nos dijo que lo esperaramos en un lugar, pero la cascada lo interrumpió.

—Hemos descifrado el mensaje que habla acerca de una importante reunión de V.F.D. que se efectuará el jueves —dijo Anya—, y sabemos que la reunión es en el Hotel Denouement. Quizás ahí es donde Quigley quiere encontrarse con nosotros... en el último lugar seguro.

—Pero no sabemos dónde está —señaló Dennise—. ¿Cómo podemos encontrar a alguien en un lugar desconocido?

Los Millonarios suspiraron, y por unos momentos los ricos se sentaron en silencio en los deslizadores que no se habían hundido y ahora estaban atados entre ellos por las correas de cuero y escucharon el gorgoteo de la corriente. Hay algunas personas a las que les gusta ver una corriente durante horas, mirando el agua brillante, pensando en los misterios del mundo. Pero las aguas de la Corriente Afligida eran demasiado sucias para brillar, y todos los misterios que los Millonarios estaban tratando de resolver los llevaban a nuevos misterios, e incluso los misterios contenían otros misterios, así que cuando meditaron sobre estos misterios se sintieron más abrumados en vez de reflexivos.

Sabían que V.F.D. había sido una organización secreta, pero no lograban saber mucho acerca de lo que había hecho la organización, o por qué esto les concernía a los Millonarios. Sabían que el Conde Olaf  estaba ansioso de poner sus sucias manos en el Azucarero, pero no tenían idea de por qué el Azucarero era tan importante, ni dónde estaba. Sabían que había gente en el mundo que estaría dispuesta a ayudarlos, pero alguna de estas personas —hospedadores, amigos, banqueros, cuervos— no habían sido de gran ayuda, o habían desaparecido de las vidas de los Millonarios en el momento que más los necesitaban.

También sabían que había personas en el mundo que no les ayudarían: personas malvadas, cuyo número parecía crecer rápidamente, propagando el mal y la maldad sobre toda la tierra, como un terrible circulo de desdicha y desgracia; y lo peor aún había alguno que otro entre ellos bajo disfraces de bondad. Pero en ese momento el misterio más grande era saber qué es lo que tenían que hacer, los Millonarios se acurrucaron juntos en el ondulante deslizador, no podían pensar en otra cosa.

—Si nos quedamos en él deslizador —dijo El Patrón finalmente—, ¿A dónde crees que lleguemos?

A los pies de la montaña —dijo Adolf—. El agua corre cuesta abajo. La Corriente Afligida probablemente nos lleve a algún cabo de las Montañas Mortmain o al hinterlands, y eventualmente a algún río más grande o un  lago o incluso al océano. A partir de ahí, el agua se evapora en nubes, cae como lluvia y nieve, y así sucesivamente.

—Tedioso —dijo Reginald.

—El ciclo del agua es bastante aburrido —agregó René—, pero podría ser el camino más fácil para escapar del Conde Olaf.

Eso es verdad —dijo Saimon—. Olaf dijo que estaría detrás de nosotros.

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24/09/2018, 13:14
Entorno

Los Millonarios estaban tan ocupados, inquietos y pensativos, que cuando el deslizador rodeo uno de los cabos, a un lado de los picos de las montañas, tomaron un momento o dos antes de darse cuenta del paisaje que se encontraba a sus pies. Sólo cuando unos trozos de periódico volaron delante de sus caras, los Millonarios miraron hacia abajo y emitieron un grito ahogado ante lo que vieron.

—¿Qué es eso? —dijo Saimon.

—No lo sé —dijo René—. Es difícil de decir desde tan alto.

Disneyland —dijo Reginald, y el decía la verdad. Desde ese lado de las Montañas Mortmain, los Millonarios habían esperado ver el hinterlands, una vasta extensión de paisaje llano, lugar donde habían pasado bastante tiempo. En su lugar, parecía que el mundo se había convertido en un mar oscuro, muy oscuro. Por lo que alcanzaba la vista había remolinos de color gris y negro, moviéndose como extrañas anguilas en el agua oscura. De vez en cuando alguno de los remolinos lanzaba algún objeto pequeño y frágil que flotan hacia los Millonarios como una pluma. Algunos de estos objetos eran pedazos de periódico. Otros parecían ser pequeños trozos de tela. Y algunos de ellos eran tan oscuros que eran completamente irreconocibles, una frase que Reginald prefirió expresar con la palabra “Disneyland”.

El Dr. Henry Walton Jones miró a través de sus anteojos y luego se dirigió a los Millonarios con una mirada de desesperación.

—Yo sé lo que es esto —dijo en voz baja—. Son los restos de un incendio.

Los Millonarios miraron hacia abajo y vieron que el Dr. Henry Walton Joens estaba en lo cierto. Desde tal altura, les llevo darse cuenta a los Millonarios, por un momento, de que había un gran incendio arrasando el hinterlands, dejando sólo restos de ceniza.

—Por supuesto —dijo El Patrón—. Es extraño que no lo reconociera antes. ¿Pero quién sería el pendejo que le prendería fuego al hinterlands?

— Fuimos nosotros —dijo Dennise.

—Caligari —dijo Anya, recordando a los presentes de un terrible carnaval en el que los Millonarios habían pasado algún tiempo encubiertos. Lamentablemente, como parte de su disfraz, había sido necesario ayudar al Conde Olaf a quemar el carnaval, y ahora podían ver los frutos de su trabajo, una frase que aquí significa “los terribles resultados de lo que hicieron, a pesar de que no querían hacerlo”.

—Esté incendio no es nuestra culpa —dijo Adolf—. No del todo. Tuvimos que ayudar a Olaf, de lo contrario habría descubierto los disfraces.

—Descubrió los disfraces de todos modos —señaló Saimon.

No es nuestra culpa —dijo René.

—René tiene razón —dijo Reginald—. Nosotros no planeamos esto... Olaf sí.

—Nosotros no se lo impedimos, después de todo — señaló El Patrón—. Y un montón de pelotudos cree que somos enteramente responsables. Estos pedazos de periódico son probablemente de El Diario Punctilio, que nos ha culpado de todo tipo de crímenes terribles. Pinches pendejos...

Tienes razón —dijo el Dr. Henry Walton Jones con un suspiro, aunque desde entonces he descubierto que El Patrón estaba equivocado, y que los restos del periódico que volaron alrededor de los Millonarios pertenecían a otra publicación que les hubiera sido de gran ayuda si se hubieran detenido a recoger las piezas—. Tal vez deberíamos permanecer pasivos por un
tiempo. La actividad física no nos ha ayudado mucho.

—En cualquier caso —dijo Dennise—, debemos mantenernos en el deslizador. El fuego no puede hacernos
daño si flotamos sobre la corriente.

—Parece que no tenemos opción —dijo Anya—. ¡Mira! —los Millonarios vieron que el deslizador se acercaba una especie de intersección, donde otro afluente de la  Corriente Afligida se acercaba a ellos. La corriente era ahora mucho más amplia, y el agua incluso más violenta, por lo que los Millonarios tuvieron que sostenerse con fuerza para no ser arrojados a las aguas profundas.

—Debemos estar acercándonos a un cuerpo de agua más grande —dijo Adolf—. Estamos más avanzados en el
ciclo del agua de lo que pensaba.

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24/09/2018, 13:28
Entorno

Justo en ese momento, sin embargo, vieron un ojo aparecer del agua oscura intermitente que surgió de la corriente, justo en frente de los Millonarios. Al principio parecía que eran los ojos de un terrible monstruo de mar, de los que se encuentran sólo en los libros de la mitología y en las piscinas de algunos balnearios. Pero cuando el deslizador acercó más a los Millonarios pudieron ver que el ojo estaba hecho de metal, se encontraba encima de una barra de metal larga y curvada en la parte superior, por lo que el ojo podía ver mejor a los Millonarios.

Es muy raro ver un ojo de metal subir por las turbulentas aguas de una corriente, y, sin embargo, los ojos se trataban de algo que los Millonarios habían visto muchas veces, desde su primer encuentro con un tatuaje de ojo en el tobillo izquierdo del Conde Olaf. El ojo era una insignia, y cuando se veía de cierta forma también se veían tres letras misteriosas.

¡V.F.D.! —gritó Dennise, cuando el deslizador los acercó más.

—¿Qué es esto? —Anya preguntó.

¡Es un periscopio! —dijo El Patrón—. ¡Los submarinos los usan para ver las cosas por encima del agua!

¿Eso significa —exclamó Saimon—, que hay un submarino debajo de nosotros?

El Patrón no pudo contestar porque el ojo se elevó más del agua y los Millonarios lograron ver que el extremo inferior se adjuntaba a unas hojas grandes planas de metal, la mayoría de las cuales se encontraban bajo el agua. El deslizador se acercó tanto que casi llegaban al periscopio, y luego se detuvo, como lo que sucede cuando una balsa golpea una gran roca.

—¡Miren! —Reginald gritó mientras la corriente se precipitaba a su alrededor. Señaló a una escotilla justo en la parte inferior del periscopio—. Hay que tocar, tal vez nos puedan escuchar.

—Pero no tenemos idea de quién está dentro —dijo Adolf.

Sobre el rugido de la corriente, los Millonarios oyeron un sonido muy tenue que venía del otro lado de la escotilla. El sonido era una voz humana, a mucha profundidad y con eco, como si viniera desde el fondo de un pozo.

—¿Amigos o enemigos? —preguntó.

Los Millonarios se miraron entre sí. Ellos sabían, como estoy seguro que ustedes saben, que “amigo o enemigo” es un tradicional saludo dirigido a los visitantes que se acercan a un lugar importante, como un palacio real o una tienda de zapatos fuertemente custodiada, y deben identificarse, ya sean en él interior un amigo o enemigo, con la gente de dentro. Pero los hermanos no sabían si eran amigos o enemigos por la sencilla razón de que no tenían idea de quién estaba hablando.

¿Qué decimos? —René preguntó, bajando la voz—. El ojo puede significar que el submarino es del Conde Olaf,
en cuyo caso somos enemigos.

—El ojo puede significar que se trata de un submarino de V.F.D. —dijo Henry—, en cuyo caso, somos amigos.

Hubo una pausa, y la voz con eco volvió a hablar. —La contraseña, por favor —dijo.

Los Millonarios se miraron de nuevo. Una contraseña, por supuesto, es una determinada palabra o frase que uno pronuncia con el fin de recibir información o entrar en un lugar secreto, y los Millonarios, por supuesto, no tenían ni idea de la contraseña que se debe decir para entrar en un submarino. Por un momento ninguno de los ricos dijo nada, simplemente intentaron pensar, aunque hubiesen deseado que el entorno estuviese más tranquilo para poder pensar sin las distracciones de los sonidos del murmullo del agua y la tos de los peces. Ellos querían, en lugar de estar atrapados en un deslizador en medio de la Corriente Afligida, encontrarse en algún sitio tranquilo, como la biblioteca o una playa apacible, donde hubieran podido sentarse en silencio y leer sobre que contraseña podría ser la correcta.

Notas de juego

No hay zonas nuevas hasta que adivinéis la contraseña.

Tenéis hasta el 25 a las 00:00, si no dais con ella, GAME OVER.

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24/09/2018, 14:21
El Patrón 2R

El Patron pensó en lo más simple... Alibaba!!!

Ábrete Sésamo

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24/09/2018, 14:35
Entorno

Un trozo de la Sede del V.F.D. sale despedido del agua y golpea en el rostro a El Patrón, todo para continuar su camino por la Corriente Afligida. Más que una señal que pudiera significar algo concreto, era una mera casualidad que un trozo de madera haya golpeado a alguien con serrín en la cabeza al decir semejante "contraseña", pues era incorrecta.

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24/09/2018, 15:15
20-M Reginald Coleson 4R

El mundo está tranquilo aquí. - Dijo Reginald refiriéndose a que tampoco se estaba tan mal en lo alto del deslizador ahora que había frenado gracias al submarino y a nada más que eso.

Miro al resto extrañado y luego añadió a modo de disculpa.

Perdonen, no me di cuenta de que esta era una triste ocasión. - Nuevamente, su frase no pudo deberse más que al azar y a la total inconsciencia.

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24/09/2018, 15:20
Capitán Widersmish

Hubo una pausa y, con un fuerte metálico chirrido, la compuerta se abrió y Millonarios se asomaron en el oscuro agujero, tenía una escalera de un lado para bajar. Se estremecieron, y no sólo por los helados vientos de la montaña y las turbulentas aguas oscuras de la Corriente Afligida. Se estremecieron porque no sabían a dónde iban, o que podría suceder si bajaban en el agujero. En lugar de entrar, los Millonarios querían gritar, decir otra cosa por la escotilla, las mismas palabras que les habían dirigido a ellos. “¿Amigos o enemigos?” que quería decir “¿Amigos o enemigos?” ¿Sería más seguro entrar en el submarino o arriesgar su vida en el exterior, en las turbulentas aguas de la Corriente Afligida?

—Entren, Millonarios —dijo la voz, y ya sea si pertenecía a un amigo o enemigo, los Millonarios decidieron entrar.
 

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24/09/2018, 15:22
Capitán Widersmish

—¡Por aquí! —dijo la resonante voz, mientras los Millonarios comenzaron el descenso—. ¡Oi! ¡Tengan cuidado con la escalera! ¡Cierren la puerta! ¡No corran! ¡No... tómense su tiempo! ¡No se dejen engañar! ¡Cuidado con sus pasos! ¡Oi! ¡No se tropiecen! ¡No hagan ruido! ¡No tengan miedo! ¡No miren hacia abajo! ¡No... miren a donde van! ¡No lleven líquidos inflamables! ¡Los ojos de...! ¡Oi! ¡No hay ojos atrás! ¡Ninguna lengua en el ojo ...! ¡Ningún ojo ... el ojo! ¡Oi!

—¡Oi! —Repitió la voz—. ¡Mantenga los ojos bien abiertos! ¡Miren hacia abajo! ¡Miren para arriba! ¡Cuidado con los espías! ¡Tenga cuidado de todos! ¡Cuidado! ¡Oi! ¡Atentos! ¡Cuidado! ¡Tómense un descanso! ¡No... vayan! ¡Despierten! ¡Cálmense! ¡Anímense! ¡Siguán subiendo! ¡Conserven su camisa! ¡Oi!

Tan desesperadamente como su situación, los Millonarios se vieron casi a punto de reír. La voz gritaba tantas instrucciones y tan pocas de ellas tenían sentido que era imposible que los ricos las siguieran, y la voz era muy alegre y un poco dispersa, como si al que estaba hablando no le importa si sus instrucciones eran seguidas y probablemente ya las había olvidado.

—¡Aférrense a la barandilla! —la voz continuó, los Millonarios vieron una luz al final del túnel—. ¡Oi! ¡Aférrense a ustedes! ¡No se aferren a sus sombreros! ¡No se aferren a sus manos! ¡Esperen un minuto! ¡Esperen un segundo! ¡No esperen más! ¡Detengan la guerra! ¡Detengan la injusticia! ¡Rompan las cajas! ¡Dejen de molestarme! ¡Oi!

Anya fue la primera en pasar por el túnel, por lo tanto fue la primera en llegar al fondo, y con cuidado se sentó en una pequeña habitación oscura, con un techo muy bajo. De pie, al centro de la habitación, había un gran hombre vestido con un traje brillante resbaladizo, hecho del mismo material tenía unas botas resbaladizas en los pies. El frente del uniforme tenía un retrato de un hombre con barba, aunque el hombre del traje no tenía barba, sólo un par de largos bigotes rizados parecidos a un paréntesis.

¡Uno de ustedes es un bebé! —exclamó, cuando Henry y Saimon llegaron al fin del túnel y se reunieron con Anya—. ¡Oi! ¡No... ustedes dos son bebés! ¡No... que son tres!... ¡Ninguno de ustedes es un bebe! ¡Bueno, uno de ustedes es una especie de bebé! ¡Bienvenidos! ¡Oi! ¡Hola! ¡Buenas tardes! ¿Cómo están? ¡Agito mi mano! ¡Oi!

Los Millonarios, los cuales ya todos habían logrado llegar a ese lugar, se apresuraron a estrechar la mano del hombre, que estaba cubierto de un guante hecho del mismo material resbaladizo.

—¡Millonarios! —interrumpió el hombre—. ¡Ya lo sé! ¡No soy estúpido! ¡Oi! ¡Y tú eres René y Dennise! ¡Ustedes son los Millonarios! ¡Los Millonarios de la Subasta! ¡Oi! ¡El Diario Punctilio los acusa de todos los crímenes que se les ocurra, pero en realidad son inocentes, sin embargo, están metidos en un mar de problemas! ¡Por supuesto! ¡Encantado de conocerte! ¡En persona! ¡Por así decirlo! ¡Vamos! ¡Sígueme! ¡Oi!

El hombre dio media vuelta y salió de la habitación, dejando perplejos a los Millonarios que lo siguieron a lo largo de un pasillo. El pasillo estaba cubierto de tubos de metal que corrían a lo largo de las paredes, piso y techo, por lo que a veces los Millonarios tuvieron que agacharse o dar un salto para continuar su camino. De vez en cuando por uno de los tubos caían gotas de agua que terminaban en sus cabezas, pero ya estaban tan mojados por la Corriente Afligida que apenas se dieron cuenta. Además, estaban demasiado ocupados escuchando lo que el hombre les decía como para pensar en otra cosa.

—¡Vamos a ver! ¡Ahora vamos a trabajar de inmediato! ¡Oi! ¡No... primero les daré un recorrido! ¡No... mejor les doy un almuerzo! ¡No... Les presento a mi equipo! ¡No... Los dejo para que descansen! ¡No... mejor les doy uniformes! ¡Oi! Es importante que todo el mundo a bordo lleve un uniforme impermeable en caso de que el submarino se hunda  y terminemos bajo el agua. ¡Por supuesto, en ese caso tendremos que bucear! ¡Excepto alguno porque no hay suficiente uniformes! ¡Supongo que se ahogará! ¡Oi! ¡Recordad que los cascos tienen una pequeña puerta en el cuello! ¡Oi! ¡Creo que hemos terminado! ¡He visto muchas cosas con el tiempo!

El hombre se dio la vuelta para hacer frente a los Millonarios y puso las manos sobre su cabeza.

—¿Qué? —rugió—. ¿No sabes quién soy yo? ¡Nunca había sido tan insultado en mi vida! ¡No...pero si, muchas veces, de hecho! ¡Oi! ¡Recuerdo cuando el Conde Olaf se volvió hacia mí y dijo, con su horrible voz...! No, no importa. Te diré. Yo soy el Capitán Widdershins. Se deletrea WI-DDERSHINS, hacia atrás es SNIHSR... bueno, no importa. ¡Nadie lo explica hacia atrás! ¡Salvo las personas que no tienen respeto por la gramática! ¡Y ellos no están aquí! ¿O sí?.

—¿Qué? —Gritó el capitán—. ¿No sabeis de quién eseste submarino? ¡Claro que este es mi submarino! ¡Lo ha sido por años! ¡Oi! ¿Nunca has oído hablar del capitán Widdershins del Queequeg? ¿Nunca has oído hablar del submarino Q y de su tripulación de dos personas? ¡Es un pequeño apodo que le hice! ¡Con un poco de ayuda! ¡Oi! ¡Creí que Josephine os había hablado acerca del Queequeg! ¡Después de todo, he patrullado el Lago Lacrimógeno por años! ¡Pobre Josephine! ¡No hay un día que no piense en ella! ¡Oi! ¡A excepción de algunos días en los que olvido todo!

 

Notas de juego

Os presento a mi personaje preferido de la serie.

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24/09/2018, 16:04
El Patrón 2R

El Patrón con un jaleo y un creciente dolor de cabeza por la verborrea de aquel hombre, y más con la inteción de que se callase que de otra cosa:

Gracias Capitán por su hsopitalidad al socorrernos en alta mar, es usted todo un lobo de mar y un caballero...

Miró de reojo a Reginald y le susurro...

Jodio aborto de Mickey, casi mejor q no la hubieras adivinado pendejo...

Luego dirigiendose otra vez al individuo que nos ayudaba y con una voz, esta vez audible por él y una amplia sonrisa... dijo:

Disculpe Capitán, no habrá salvado/visto a un muchacho que venia con nosotros por casualidad y que se ha extraviado?

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24/09/2018, 16:12
Capitán Widersmish

—¡Oi! —Repitió la voz—. ¡Mantenga los ojos bien abiertos! ¡Lo he visto todo! ¡No he visto nada! ¡Un chaval! ¡Dos chavales! ¡Un Calamar Gigante! ¡No era tan grande! ¡Oi! ¡No vino nadie más! ¡Oi! ¡Un hombre trajeado chocó contra el cristal! ¡Oi! ¡Estaba vivo! ¡Estaba muy muerto! ¡Oi!.

—¿Cómo es que alguien sabe algo acerca de nada? —respondió el capitán—. ¡He leído esto, por supuesto! ¡Oi! ¡He leído todos los Voluntario Fáctico Despacho (Volunteer Factual Dispatch) que he recibido! ¡Aunque últimamente no he recibido ninguno! ¡Oi! ¡Por eso me alegro de que hayan venido! ¡Oi! ¡Pensé que me desmayaría cuando los vi por el periscopio y vi sus húmedas caritas mirándome! ¡Oi! ¡Estaba seguro de que eran ustedes, pero no dude en pedir la contraseña! ¡Oi! ¡Yo nunca dudo! ¡Oi! ¡Esa es mi filosofía personal!

El capitán se detuvo en medio del pasillo, y señaló a un rectángulo de metal que estaba fijo a la pared. Era una placa conmemorativa, un término que aquí significa “rectángulo de metal con palabras grabadas en el, generalmente para indicar que algo importante ha sucedido en el lugar donde se encuentra fijo el rectángulo”. En la placa había un gran  V.F.D. con un ojo grabado en la parte superior, además tenía la frase “LA FILOSOFÍA PERSONAL DEL CAPITÁN” grabada en grandes caracteres, pero los Millonarios tuvieron que acercarse para ver lo que estaba impreso debajo de ella.

¡Aquel que dude está perdido! —exclamó el capitán, señalando cada palabra con un gran dedo enguantado— ¡O aquella!.

—Mi hijastra agregó eso —dijo el capitán Widdershins—. ¡Y tiene razón! ¡O aquella! ¡Un día yo estaba caminando por el pasillo y me di cuenta de que cualquier persona se puede perder si tiene dudas! ¡Puede ser que un día un pulpo gigante te persiga, y si decides parar por un momento y atar tus zapatos, ¿qué pasaría? todo estaría perdido, eso es lo que pasaría! ¡Oi! ¡Es por eso que es mi filosofía personal! ¡Nunca dudes! ¡Nunca! ¡Oi! ¡Bueno, a veces lo hago! ¡Pero trato de no hacerlo! ¡Porque Aquel o aquella que dude está perdido! ¡Vamos!

Sin dudarlo un momento más en la placa, el Capitán Widdershins se dio la vuelta y condujo a los Millonarios aún más por el pasillo, que resonaba con el extraño sonido de sus botas contra el agua cada vez que daba un paso.

—¡Tal vez si yo no hubiera dudado —continuó el capitán—, ahora el Queequeg estaría reparado! ¡Oi! ¡El submarino Q y su tripulación de dos no están en su mejor forma, tengo miedo! ¡Oi! ¡Fuimos atacados por bandidos y sanguijuelas, por tiburones y agentes de bienes raíces, por piratas y por novias, por torpedos y un salmón enojado! ¡Oi! —se detuvo delante de una puerta gruesa de metal, se dirigió a los Millonarios, y suspiro—. ¡Nada funciona, desde los mecanismos de radar hasta mi despertador! ¡Oi!.

El capitán Widdershins gritó y abrió la puerta. Los Millonarios lo siguieron dentro de en una enorme y cavernosa sala que hacía eco cuando el capitán hablaba. Había tubos en el techo, tuberías en el piso, y tuberías que salían de las paredes en todos los ángulos. Entre los tubos había una asombrosa variedad de paneles con botones, palancas, y pantallas pequeñas, así como pequeñas señales que decían cosas como: ¡PELIGRO! ¡ADVERTENCIA! ¡Los o las que dudan están perdidos! Aquí y allá había un poco de luz verde, y en el otro extremo estaba una enorme mesa de madera llena de libros, mapas, y platos sucios, justo debajo de un enorme ojo de buey, un término que aquí significa “la ventana redonda a través de la cual los Millonarios podían ver las sucias aguas de la Corriente Afligida”.

—¡Este es el vientre de la bestia! —dijo el capitán—. ¡Oi! ¡Es el centro de todas las operaciones a bordo del Queequeg! ¡Aquí es donde controlamos al submarino, donde comemos, revisamos nuestras misiones, y donde jugamos juegos de mesa cuando estamos cansados de trabajar!

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24/09/2018, 17:03
El Patrón 2R

El Patron temiendose lo peor viendo el estado del submarino... y pensando en lo patán que era Regi por meterlos en un cascaron en el que seguramente terminarian ahogados porque hacia aguas por todas partes...

Capitán, estamos aquí para ayudar, diganos que podemos hacer para reparar o ayudar con la nave!!! y nos cuenta más (espero que alguien lo traduzca) sobre que ha pasado, no dudaremos en ayudarle!!!

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24/09/2018, 22:11
Capitán Widersmish

El capitán se acercó y agachó la cabeza por debajo de un panel—. ¡Fiona! —gritó—. ¡Sal de ahí!

Hubo un ligero ruido, y los niños vieron algo moviéndose rápido por debajo del panel que se deslizó por el suelo. En la tenue luz verde les tomó un tiempo darse cuenta de que era una niña, apenas un poco más baja que Adolf, que yacía boca arriba sobre una pequeña plataforma con ruedas. Llevaba un traje como el del capitán Widdershins, con el mismo retrato del hombre de la barba en la parte delantera, y tenía una linterna en una mano y un par de pinzas en la otra. Sonriendo, le entregó las pinzas a su padrastro, quien la ayudó a levantarse de la plataforma, y se puso un par de anteojos con marcos triangulares.

—Millonarios —dijo el capitán—, se trata de Fiona, mi hijastra. Fiona, se trata de Adolf, Reginald, Anya, Rene, Dennise, Saimon, Henry y El Patrón.

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24/09/2018, 22:13
Fiona Widdershins

—Encantada —dijo ella, extendiendo su mano enguantada primero a Asolf, después a Reginald, después a Anya, después a René, después a Dennise, después a Saimon, después a Henry y finalmente a El Patrón.—. Disculpen si no fui arriba para conocerlos. He estado tratando de reparar este telégrafo, pero la reparación eléctrica, no es mi especialidad.

—¡Oi! —dijo el capitán—. ¡Desde hace algún tiempo hemos dejado de recibir telegramas, pero Fiona parece que
no puede hacer funcionar el aparato!

—Vas a tener que perdonar a mi padrastro por la forma en como habla —dijo Fiona, poniendo un brazo alrededor de él—. Puede tomar algún tiempo acostumbrarse.

—¡No tenemos tiempo para acostumbrarnos a nada! — gritó el capitán Widdershins—. ¡Este no es momento de ser pasivos! ¡Aquel que dude está perdido!

—O aquella —lo corrigió Fiona en voz baja—. Vamos, Millonarios, os voy a conseguir un uniforme. Si te preguntas quien es el que está retratado al frente del uniforme, es Herman Melville.

—Quizás ya hayáis oído hablar de él—respondió Fiona—. Cuando la casa de Josephine cayó en el lago, mi padrastro y yo nos las arreglamos para salvar algo de su biblioteca antes de que estuviera demasiado empapado y entre los libros de gramática encontramos uno de Herman Melville.

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24/09/2018, 22:20
Capitán Widersmish

—¡Oi! —gritó el capitán se fue caminando a la mesa y cogió un montón de tarjetas—. Es hora de trabajar. Un taxista me consiguió en secreto estas tablas —dijo—, ¡Pero no puedo descifrarlas! ¡Las tablas son confusas! ¡Las tablas están confundidas! ¡Son conversacionales! ¡No... no quise decir eso!.

—¡Son Tablas de marea! —gritó el capitán—. ¡Tenemos que determinar el curso exacto de las mareas predominantes en el punto donde la Corriente Afligida se encuentra con el mar! ¡Millonario, quiero buscar un uniforme para vosotros para después ponernos a trabajar inmediatamente! ¡Oi!

—Tal vez deberías invitar a comer a los Millonarios antes de nada, se ven hambrientos—dijo Fiona gentilmente.

—¡Por supuesto! —gritó el capitán—. ¡Por supuesto! ¡Nuestro otro tripulante ha estado a cargo de la cocina, pero lo único que sabe hacer son esos terribles guisos húmedos! ¡Estoy harto de ellos! ¡Espero que alguien con habilidades en la cocina puedan mejorar nuestra situación alimenticia!

—¡Bien, estamos en un apuro! —el capitán respondió, acercándose a una puerta que tenía marcada la palabra COCINA—. ¡No podemos esperar que uno de ustedes se convierta en un chef experto antes de ir a trabajar! ¡Aquel o aquella que dude está perdido! —Abrió la puerta y llamó—. ¡Cookie! ¡Ven aquí a conocer a los Millonarios!

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24/09/2018, 22:51
Anya Ivanov 9R

Parece que estamos otra vez a salvo del Conde Olaf, pero por cuánto tiempo. Mientras disfruto de la paz miro a mi alrededor esto es mucho más grande de lo que parece. Y este señor es muy amable espero que no acabe como los demás que nos han ayudado.

-Muchísimas gracias señor, gracias por acogernos.

Entonces el Capitán comentó acerca de que tenía a "Cookie" en la cocina, el corazón me dió un vuelco en el pecho, ilusionada con volverlo a ver nuevamente tras tanto tiempo desde el Hospital Heimlich, en donde tan solo pude sostenerlo momentáneamente antes de que todo se fuera de control, todo para volverlo a perder entre los pasillos en llamas del Hospital.

-Espera ... ¿Que? -Girándome hacia la puerta de la Cocina deseando escuchar como sus pequeñas patitas venían corriendo hasta "Mami", deseando volver a cogerla en brazos y abrazarla, mi pequeñin ha estado tantísimo tiempo solo- ¡Cookie! Ven con mamá, te he echado tanto de menos... Lo siento Capitán, pero Cookie es mio y me lo llevaré.

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24/09/2018, 23:13
Phil

Los niños oyeron unos pasos desiguales, como si el cocinero tuviera un problema en la pierna, y después un hombre se acercó cojeando de la cocina, vestido con el mismo uniforme del capitán y una amplia sonrisa en su rostro. Por desgracia, o por suerte, depende si eres una persona optimista o no y Phil lo era, que una Rusa se auto-llamara "Mamá" y exigiera al Capitán que fuera entregado a ella, era algo que a Phil no le importaba en absoluto.

—¡Millonarios! —dijo—. ¡Siempre supe que los volvería a ver algún día! —los Millonarios miraron al hombre y luego se miraron atónitos, una palabra que aquí significa “sorprendidos al ver a un hombre que no veían desde su estancia en el Aserradero de la Suerte (Lucky Smells), cuando su bondad hacia ellos fue uno de los pocos aspectos positivos en ese desafortunado capítulo en sus vidas”.

Notas de juego

Dad la bienvenida a Phil, de nuevo.

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24/09/2018, 23:18
Capitán Widersmish

—¡No te lo puedes llevar! ¡Oi! Es el segundo tripulante! —gritó el capitán—. El segundo tripulante original fue la madre de Fiona, pero murió por un accidente con un manatí, hace unos años.

No estoy tan segura de que fuera un accidente —dijo Fiona.

—¡Luego tuvimos a Jacques! —el capitán continuó—. ¡Oi! ¡Después a cómo-se-llame, el hermano de Jacques, y luego a una horrible mujer que resultó ser un espía, y  finalmente a Phil! ¡Aunque me gusta llamarlo Cookie! ¡No sé por qué!

 

Notas de juego

¡Aunque me gusta llamarlo Cookie! ¡No sé por qué!

100% Verídico: Página 44 del Libro.

https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&a...

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24/09/2018, 23:21
Phil

Estaba cansado de trabajar en la industria maderera —dijo Phil—. Estaba seguro de que encontraría un trabajo mejor, y mírenme ahora, cocinando en un submarino en ruinas, se ve que la vida siempre se vuelve mejor y mejor.

—¡No necesitamos un optimista! —dijo el Capitán Widdershins—. ¡Necesitamos un cocinero! ¡Pónganse a trabajar!, ¡Millonarios! ¡Todos ustedes! ¡Oi! ¡No tenemos tiempo que perder! ¡Aquel que dude está perdido!

—O aquella —recordó a Fiona su padrastro—. ¿Y realmente tenemos que empezar ahora?, estoy segura de que los Millonarios están exhaustos de su viaje. Podríamos pasar una velada tranquila y agradable jugando juegos de mesa...

—¿Juegos de mesa? — dijo el capitán con asombro—. ¿Recreo? ¿Fiestas? ¡No tenemos tiempo para esas cosas! ¡Oi! ¡Hoy es sábado, lo que significa que tenemos sólo cinco días para terminar! ¡El Jueves es la reunión de V.F.D., y yo no quiero que nadie en el Hotel Denouement diga que el Queequeg no ha cumplido su misión!

—¡Oi! —dijo el Capitán Widdershins—. ¡No debemos dudar! ¡Tenemos que actuar! ¡Tenemos que darnos prisa! ¡Hay que movernos! ¡Debemos buscar! ¡Debemos investigar! ¡Debemos cazar! ¡Tenemos que seguir! ¡Tenemos que parar de vez en cuando para tomar un breve aperitivo! ¡Tenemos que encontrar el Azucarero antes que el Conde Olaf! ¡Oi!

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25/09/2018, 00:11
Anya Ivanov 9R

Al ver a ese tío me sentí como una imbécil. No era mi perrita.

Lo siento, creía que era mi perra que perdí hace unos días se llama igual. Y me equivoque

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25/09/2018, 00:21
Phil

—No te preocupes por eso—dijo Phil—.Seguro que la encuentras; si tienes tanta ilusión con volverla a ver, solo puede significar una cosa, que la quieres mucho y por tanto que ella también te quiere a ti, y ese tipo de sentimientos pueden mover incluso montañas.

Phil era un optimista, de eso no quepa duda; pero no por querer mucho a alguien significa que se van a reunir pronto, o siquiera que va a lograr darse la vuelta a tiempo antes de ser arrojada al vacío por un hombre cruel y terrible. La vida no funciona así, al menos no más allá de libros o roles donde la gente es feliz y la mayor preocupación es la cantidad de terrones de azúcar que se le echa al té. Aquí esto es distinto, los Millonarios son personas tristes y desdichadas y su principal problema no es el azúcar, y aunque parece que un azucarero tiene mucho que ver, su principal problema tiene un nombre más directo: El Conde Olaf.