Partida Rol por web

Es normal supongo que siendo usted un meta creado no nacido no lo comprenda, pero cuando los hijos de ella empiecen a demostrar si lo hacen las percepciones que ella logra ¿Quien será mejor maestra que alguien que ya los controla casi con total naturalidad? ¿Una persona que no tiene ni idea? ¿O ella?- Realmente su respuesta era simple, quizás demasiado, no por que hubiese mas detrás, si no porque tenía razón. Además, para entonces ya estaría amaestrada.

El embarazo no se llevo a buen puerto, creo que tuvieron que repetirlo otro par de años hasta que salió algo medio decente- no parecía saber mucho más. 

Si, tiene ese lapso de tiempo, y si, podría llegarle hoy si pasa primero por los filtros, aunque no se lo aseguro, con seguridad mañana antes del mediodía- se rascó la barbilla antes de seguir con su diatriba en la cual según tu te la había jugado bien- solo le advierto que lo que dice no suena quizás igual a lo que quiere hacer, y eso puede traer problemas con por ejemplo el otro agente cuando hable con él. Tendrá que tener cuidado en sus palabras, o un malentendido anulará muchas cosas. También que no somos tontos, y que comprendemos que es una chica compleja, y está en una posición muy mala por lo cual estará bastante inestable, de lo cual nace lo caótico. Igual esperan que se lance a la desesperada a sus brazos, pero no es tonta. No por lo que he visto en su informe. 

Le mire mientras me explicaba la sutil diferencia entre ella y yo, nacida y creado, entendiendo que efectivamente alguien con sus poderes, si se lo trasmitia a su descendencia, podria sin ninguna duda enseñarles mejor como controlarlos, como experimentarlos que alguien que no sabe de lo que habla. Me recordo a cuando me dijo que no queria que viese su mundo como ella lo veia, igual que quizas yo no queria que lo viera a mi modo... quizas eso estaba a punto de cambiar en mas de un sentido. - Tiene su logica, sin ninguna duda. - Ademas cuando llegase al punto de tener que ser maestra de alguien, ya estaria sometida, de una u otra forma. Mire en mi interior, viendo como eso no le agradaba al otro, pero ¿que podia hacer? Sus tonterias nos habian metido en esto, ahora tocaba ser quienes realmente eramos y esperar que ella entenderia que tenia que cambiar, o las cosas se iban a poner cada vez mas dificiles.

La informacion que tenia sobre lo ocurrido hacia veinte años, no es que fuera muy buena, o al menos sin duda no era de las que subian la moral. ¿Medio decente? Si eso no era suficiente, ademas no parecia saber mas sobre el tema. Cojonudo. La reproduccion entre metas ya era algo dificil de perse, pero si ademas habian complicaciones extra, por mas que el dijera que esperase que se hubieran solucionado, la cosa es que era posible que todo fuera un desastre al final. Le mire sin decir mucho, la Madre Patria se estaba jugando mucho aqui, asi que a los medicos al cargo, mas les valia conseguir resultados.

Estudie su respuesta sobre la carta y asenti, todo dependia de lo que pusiera en la carta y como lo pusiera, sino pasaba la censura... no serviria de nada. Ademas debia recordar que en unos diez dias se iba a ir dos semanas de vacaciones. Que oportuno. - No es problema, intentare tenerla lo antes posible. - Tras un gesto fuera de lo habitual, siguio con su diatriba, dejando claro que debia dejar claro lo que estaba haciendo y como, sin dar lugar a malentendidos... o muchas cosas se anularian, sobretodo si trataba con el otro agente. Sus siguientes palabras sobre echarse a mis brazos me hicieron negar con la cabeza. - Eso dudo que ocurra, no solo porque no es tonta, sino porque el otro agente la tiene amarrada con la correa muy corta, haciendo casi imposible cualquier interaccion directa si no pasa por sus ojos u oidos, pues como ha dicho, no somos mas que dos perros peleando por la misma pelota. Una, que esta en su terreno y que es comprensible que no quiera soltar ni por un segundo. - No habia critica ninguna, solo una exposicion del campo de litigio. - Entiendo la vigilancia, las drogas y demas necesidades, solo me pregunto si no es posible entrar en contacto con ella en un ambiente, donde no sienta que puede sufrir repercusiones sino actua como él espera de ella... con otro vigilante o vigilantes, incluso quizas si no le supone una molestia añadida, usted mismo. - Una piedra lanzada al rio, no tenia nada que perder y a diferencia de en la cena, no estaba denigrando ni metiendome con mi oficial superior, solo dejaba claro uno de los mayores handicaps de intentar cumplir esta mision. - No se preocupe, una vez tome una decision sobre el curso exacto de accion, sere claro con mis intenciones y mis formas. No quiero malentendidos, ni ningun tipo de problema que pueda cerrarme mas puertas, ni con la Madre Patria, ni con el otro agente.

Negó con la cabeza- ese agente deberá de estar con ella o al menos en la misma sala cuando se encuentren, eso es simple. Ella es su responsabilidad, así que siempre tiene que tenerla un ojo echado. Da igual que esté yo, que esté otro, los encuentros que pueda haber, en el caso de tenerlos serán siempre bajo su supervisión. No hay posibilidades de variar eso. 

Piense lo ¿Usted dejaría a un bien preciado con un agente meta humano, que es altamente peligroso, entrenado para matar sin necesidad de armas, en situaciones extremas cuya mente parece estar aun enferma junto a un guardia mas o menos normal aunque tenga un entrenamiento excelente?- Te miró con seriedad- Podría simplemente matarla en menos de cinco segundos. Por eso siempre habrá al menos 3 agentes en las inmediaciones. 

Haga lo de la carta si lo ve bien, avíseme cuando la tenga- se marchó del dormitorio dejándote solo, con tu café helado ya sobre la mesa. 

Le escuche, ladeando en algun momento la cabeza, solo como si intentara entender si es que yo no habia sido claro, o él intentaba decirme algo mas. - No tengo inconveniente ninguno porque hayan uno, dos, o los agentes que se consideren necesarios, como si quieren apuntarme a la cabeza mientras lo hago, ni siquiera tengo problema en que este el otro agente, siempre y cuando no interfiera directamente con mi conversacion. Tenerlo pegado a ella, mirandola y suscitando que puede o no decir, a riesgo de sufrir algun tipo de reprimenda como ya ocurrio durante la cena, provoca una coaccion directa de cualquier conversacion o tipo de conversacion que quiera llevar a cabo con el activo. Comprendo que quieran controlar cada palabra, lo asumo y estoy de acuerdo con ello, es necesario y es como debe hacerse, pero si ella no puede contestar, ni actuar con un cierto grado de libertad, sin esperar reacciones adversas por sus palabras... la interaccion es practicamente imposible. - Mi mirada era limpia, clara, no habia sombra de duda sobre mis palabras.

Le escuche y aunque entendi sus motivos, no pude mas que negar. - ¿Matarla? - Suspire levemente. - Entiendo su logica, no le digo que no... pero ¿matarla? Si, se esta basando, asi como hizo el otro agente en el video de mi casa, ya expuse los motivos de lo ocurrido en mi informe. Pero como digo, tomen todas las medidas que necesiten, no me opondre a ninguna, pero la presencia directa del otro agente, pudiendo coaccionar la conversacion, sigue siendo el mayor problema de base a la hora de interactuar con ella. - Mire en direccion a la pared, luego a la cama y de nuevo a él, mientras renegaba levemente.

El Golem se fue, dejandome a solas con mi cafe helado, tal y como le gustaba Yerick y una carta por escribir. Deje a un lado el cafe, me acerque al escritorio y busque un folio donde poder escribir tranquilamente, la que seria como poco, la primera de un numero probablemente diario de cartas. Ahora solo faltaba ver, si alguna cruzaria la censura.

Hola Kara,

Por si te lo preguntas soy Bucky, no el ser que estuvo contigo en el bosque, sino el que fue engañado por otro ser que tenia tu misma apariencia. Quizas te has preguntando porque he tardado tanto en aparecer, el motivo de mi ausencia, fue que estaba dormido... desperte hace unos dias, y lo primero que hice fue buscarte.

No me han informado de lo ocurrido durante mi ausencia mas que a grandes rasgos, aun asi, hay algo que si se... no me voy a dar por vencido.

Quizas esta primera carta ayude a que decidas hablarme de nuevo, sea como sea, intentare escribirte todos los dias, para que sepas que no te he olvidado. Si encuentras las ganas para contestarme, sin duda me alegrara.

 

Bucky.

El idiota que solo sabe usar palancas y arietes.

Termine la carta, la relei y no dude en salir para darsela al golem. Ahora ya quedaba en manos del grupo censor, determinar si llegaba a ella.

Me baso en la información de que usted es una entidad muy peligrosa, inestable, violenta y que puede llegar a perder el control. Matar a cientos o matarla a ella, tirarse por la ventana o pegarle un tiro a sus compañeros- dijo con una tranquilidad devastadora.- Está bajo vigilancia por algo. 

Nadie en su sano juicio le dejaría a solas con ella realmente. El tiene que estar siempre con ella o cerca de ella cuando hable usted con la señorita, es así de simple. Si ya ha lanzado su cuerda y la tiene atada en corto, da igual que esté el a la vista o no, luego los guardias le darán el resguardo de lo sucedido y lo sabrá igualmente. 

Te dejó a solas, mientras tu empezabas una carta que no sabías si le llegaría a ella. Corta y concisa, pero quizás era lo mejor para un comienzo. Tras entregársela a él, solo quedaba esperar. La recogió y se la guardó en el bolsillo de la chaqueta, para seguir con su libro con tranquilidad. 

La descripcion hecha con una tranquilidad tan pasmosa, a sabiendas de que si realmente me daba un brote, pocos en este edificio podrian detenerme, ya no digamos en la ciudad... sin duda me hizo mirarle con otros ojos, porque no habia caido en eso. Habia estado tan centrado en la mision, que no me habia parado a verlo desde un punto de vista tan simple. Era una maquina de matar, pocos, o ningun humano, tenia muchas opciones en un combate a corta distancia, como la distancia en la que estaba ahora el Golem o habia estado el prometido, la diferencia es que el golem estaba tranquilo porque sabia que no podia hacer otra cosa, era su mision. El prometido parecia mas bien creer que su status de ciudadano ejemplar le daba algun tipo de proteccion... y mientras estuviera en mis cabales, la tenia, pero cuando se me fuera, si se me iba. Entonces importaria poco quien se creyera que era... porque la unica persona que hasta el momento se habia conseguido librar de mis verdaderos arranques, habia sido Kara. Dos veces, lo habia hecho y habia sido ella... solo ella... porque lo ocurrido con el meta no habia sido un estallido de los mios, sino otra cosa... de eso estaba seguro, la que me habia detenido a su manera.

Entendi los motivos de todo lo que decia, aunque lo del recibo no me gusto... y por su bien, esperaba que no estuviera usando la fuerza en forma alguna, porque aunque ahora sin duda podia detener al Bucky que yacia en mi interior, una vez recobrara parte de su fuerza... y lo haria, lo mas probable... es que se lo hiciera pasar realmente mal. Aun mas si recuperabamos nuestro anterior status. Eso si, seria muy gracioso.

El tiempo paso, los granos de arena ficticios atrapados en los engranajes de un dios loco, llamado tiempo, cruzaron sobre si mismos, arriba y abajo, hasta que por fin la breve carta fue terminada. Sali para entregarsela al Golem, viendo como se la colocaba en el interior de su abrigo, sin ni siquiera mirarla, sabiendo a ciencia cierta que no habia usado el gel, pero eso no era un problema.

Volvi sobre mis pasos y comence a hacer lo mismo que me habia comentado el golem. Descargue todo lo que habia en la memoria del mp3 en mi ordenador. Mire de nuevo, uno por uno los diferentes objetos, saque el apquete de tabaco y mire en su interior, por si aparte de cigarros habia algo mas, mire el mechero solo por curiosidad y le prendi llama, como si ahcer lo mismo que hubiera hecho ella, tuviera algun sentido. Anote la marca de cigarrilos y despues volvi a la libreta. La repase, pagina por pagina, fotografiandolas y asegurandome de borrar el carboncillo que habia dejado en una de las paginas, asi como hacer la foto sin lo que habia alli debajo marcado. Me permiti el lujo de poner mi huella sobre la de ella, o de comprobar que no habia nada en las tapas de la libreta. Tras eso fue a su pertienente bolsa.

Fui al baño, busque un envase vacio, donde poder verter la mitad del contenido del gel y volvi al cuarto para hacer eso mismo. El olor del mismo, inundando mi habitacion fue de nuevo, un golpe, pero mas facil de sofocar que el ocurrido anteriormente. Una vez terminado el almacenamiento de la musica, hice lo mismo con las fotos que habia conseguido con el movil. Las almacene en carpetas diferenciadas, dejando por encima de ellas, una con su nombre. Letra capital y tres minusculas. Cogi mi libreta y me pase gran cantidad de tiempo, anotando pequeños detalles, gestos, puntos, cosas que llamaban mi atencion y aunque ese lado guerrero de mi interior de vez en cuandos e volvia melancolico, mirando las margaritas escritas, pronto se fijaba en lo importante. Debiamos cumplir dos misiones, debiamos hacerlo y si lo haciamos bien, ganariamos algo mas que el respeto y la apreciacion de la Madre Patria... no iba a ser facil, pero bueno... no iba a dentenerme por eso. Ambos teniamos cosas que ganar.

Sali de mi habitacion para comer con Stvo e Inna, ambos estaban alli. Pedimos comida, fui a buscarla yo y la traje para que pudieramos compartirla. Mi dedicacion, mi intencion era algo obvio, no menguaba mis errores pero al menos dejaba claro que no iba a quedarme quieto, viendo como todo se iba a la mierda. Si habia opcion de sacarlos de alli, lo haria, igual que con Fane... aunque los designios de la Madre Patria estaban por delante de todo eso. Estudie las palabras del Golem, habia hablado mucho y estaba seguro que habia mucho que se podia sacar de su sabiduria por decirlo de alguna manera.

A media tarde fui al parque, al mismo de la ultima vez y contemple el puerto deportivo congelado. El frio, el frio siempre ayudaba... aunque ella no lo creyera asi. Una sonrisa, suave, tranquila mientras disfrutaba del frio y del lugar donde estaba, uno simple y perfecto donde habia compartido una vision diferente del cielo. El resto del dia paso sin pena ni gloria, unicamente al final del dia antes del anochecer, una pequeña llama en mi socura mente, me hizo buscar, si era posible, el posible dueño de la casa, de la direccion de Suiza, que habia sacado de su libreta. ¿Seria de aquel hombre que habia sacado medio muerto? Tras eso miraria casas de delicatessen o articulos de lujo, donde poder comprar vodka de gran calidad. Mañana seria otro dia.

Marca Alemana de cigarrillos, poco conocida. Recordaste la única vez que fumó ella delante tuya, solo una, para contarte mas secretos y como tus palabras simplemente la dejaron fría. Como tras esa conversación se encerró en el cuarto del primer piso franco. Bueno, cerró la puerta, con los nervios en la piel. Justamente antes de la primera explosión, cuando ella te dijo que no se iba contigo, que se iba. Aquello te hizo perder los estribos, perder el norte, perderlo todo como si solo existiese ella. 

Y todo por haber estado dos días con ella, ni más, ni menos. 

Descargaste nada más y nada menos que 632 canciones, que no eran pocas. Aquello le llevó un tiempo. ¿Las conocería ella todas? ¿Se las sabría de memoria? Aparte de comer con tus compañeros si es que se les podía llamar así, solo saliste para ir al parque, el mismo donde hacía una pequeña eternidad ella escondía sus tobillos con la falda del vestido rojo. Donde las formas asaltaban el cielo gris, privándote de ese juego. 

El número de teléfono al que llamaste no estaba en internet y no tenía linea. 

Los cigarros eran de una marca alemana, en el apquete no parecia haber nada mas. Aun asi oler el tabaco trajo recuerdos del primer piso, del primer estallido, de cuando tras apenas dos dias con ella, su negativa a venir conmigo, su negativa a quedarse habia provocado todo aquello. ¿Por que? Pensandolo friamente... ¿Por que? Era un solitario, un vagabundo, no tenia apenas lazos con nadie que no fuera del trabajo. Sin embargo, alli, con ella todo habia sido diferente, tras la union de manos en aquel hotel de carretera, el hecho de que se alejara, se convertia en una rechazo que no pude asimilar. ¿Por que? No lo sabia, quizas como ella misma decia era un faro corrupto que habia llamado mi atencion, quizas lo fuera, lo que ella quizas no habia entendido es que me daba igual. No me importaba que tipo de luz mostrara al mundo, no me importaba si me atraia al abrazo de los dientes que sobresalian mas alla de la marejada, me daba igual cortarme, me daba igual sufrir, o ver mi carne desgarrada... ya me daba igual todo eso, porque queria que estuviera a mi lado... incluso si no teniamos un final feliz, porque ambos evadiamos la luz. Aprete ligeramente el apqeute de tabaco, notando los pensamientos de él, sus ansias y regodeandome en ellas, quizas en el pasado habiamos tirado de la cuerda en diferentes direcciones, pero ahora... ahora nos necesitabamos los dos, porque solo asi cumpliriamos lo que los dos queriamos... y pobre del que se interpusiera.

El ordenador tardo lo suyo, 632 canciones eran muchisimas y aun asi, tal y como estuvo listo. Me conecte unos cascos y las active, en orden... para asi poder intentar encontrar aquellas que ella siempre habia señalado como que le gustaban. No recordaba muchas, ni siquiera su nombre probablemente, pero al oirlas, sabria cuales eran... estaba seguro. Comi con mis compañeros, porque les gustase o no, es lo que eramos, quizas yo estuviera en un pozo, pero ellos en cierta forma estaban conmigo alli dentro... asi que eramos compañeros de desdichas, como poco. La conversacion no fue fluida, pero al menos hubo algo, aunque no demasiado. Parecia un dia de mierda en general, incluyendo como no el frio.

El parque ayudo, el juego del cielo sin embargo no estaba disponible y no pude mas que sonreir al cielo con cierto pesar. Eso me obligo a volver a casa antes de lo previsto.

Al llegar a casa, buscando la direccion di con un numero de telefono, pero ese numero de telefono no tenia linea, ni tampoco aparecia en internet. Eso era raro en esta epoca. Busque mas informacion sobre él, registros, compañia telefonica, incluso si era necesario llamaria para preguntar al registro de la zona. Tras eso, si veia que era un callejon sin salida, vovleria a la busqueda de ese vodka especial que debia comprar y por fin, dejaria que el sueño me reclamara... habia sido un dia lleno de muchas revelaciones.

El dia siguiente llego y con la llegada del Golem, quedo claro que no habia contestacion de Kara. No me sorprendio, pero tampoco me dio ningun bajon, mas bien recibir algo hubiera sido una subida de moral elevada. Debia intentar hacerlo poco a poco, pero si despues de varias no me daba otra opcion, deberia comenzar a golpear con todo lo que tenia. No queria, pero era mejor eso, que quedarme a medias... por no estar dispuesto a pelear hasta el final. Aun asi, ni siquiera sabia si pasaba la censura, o simplemente ella no queria saber nada, pero eso no me dentendria. Golpearia esa puerta hasta que me sangrara todo el cuerpo, si hacia falta.

Buenos dias Kara,

Descubrir que tras verte alli, en aquella comisaria, pasaria medio años aproximadamente sin duda fue un golpe. Aun asi no me he rendido, ni lo hare, eso ya lo sabes, me conoces lo suficiente para saber como soy... para saber que peleo hasta el final por los mios, y tu eres de los mios.

Se que puede sonarte raro, quizas extraño que tras este tiempo quiera saber de ti... que quizas lo que deberia hacer sea seguir adelante. ¿Es eso lo que esperas? Mi respuesta es simple, no voy a hacerlo, no voy a apartarme, no voy simplemente a quedarme mirando o a olvidar, y si crees que esa es una opcion, o lo ha sido alguna vez, porque me dijeras que me fuera de aquella casa... piensalo mejor.

Estoy aqui, siempre estare aqui. Te lo dije, lo recuerdas.

 

Bucky

Un vagabundo con aficion por las hamburguesas.

Escribi la carta, dejando esta vez si un poco de ese gel, de forma que al abrirse, lo primero que notase fuera el olor... aun con sus sentidos atrofiados. Sali del cuarto, dandole la carta al Golem, con una suave sonrisa. - Me gustaria ir a unas tiendas que he encontrado sobre productos exclusivos... y tambien que de ser posible, concertara una cita con el agente que cuida al activo, para mañana... o cuando le venga mejor a él, aunque seria de agradecer esta semana, de ser posible.

Salimos en direccion a las licorerias de lujo y tiendas exclusivas del centro de Moscu. - El otro dia hablo sobre las vacaciones que tomaran en unos diez dias, asi como de la zona.  Siendo sinceros, ¿Cuales son las probabilidades de poder estar alli? Entiendo que son unas vacaciones, pero tambien que mi tiempo es limitado y esas dos semanas... dificultan aun mas mi mision.

Esta vez habías sido un poco más directo, incidiendo en lo del gel. ¿Serviría de algo? Aun no lo sabías. Saliste con el Golem a una de esas tiendas para conseguir un regalo acorde a quien tenías que pedir disculpas. Bueno, pedir disculpas sonaba hasta leve con respecto a lo que tu mismo pensabas. 

¿Sinceramente? Nulas. Aunque- siempre había un aunque- quizás si tiene información que le sirva a la madre patria, ya sabe, alguna cosa que no nos haya contado o dicho, o que se le haya olvidado, podríamos mirarlo para que estuviese como un apoyo extra en la casa- ya empezaban los juegos. El intercambio. 

La carta fue entregada, la frialdad en mi gesto, la total y nula empatia al entegar la carta, era el balance correcto para lo que ocurria en mi interior. Él deseaba una contestacion, la que fuera, se habia entregado a ella, lo habia hecho aun sin darse cuenta, lo habia hecho con el metamorfico y eso le estaba, nos estaba pasando factura. Iba a arreglar las cosas pero quizas despues de todo ella tuviera razon y esto le mataria, lo haria tan debil que dejaria de existir, seria sin duda ironico que la misma mujer que le habia abierto al mundo de verdad, alejandolo de mi en gran medida, fuera a matarlo sin que yo tuviera que hacer nada... ¿Lo sabria ella? Supongo que no pasaria nada por decirselo, llegado el momento, quizas incluso un agradecimiento, pero por el momento debia seguir jugando todas las bazas que él me daba, porque si queria volver a mi status, solo habia un camino... aunque debia manejar bien, donde me agarraba.

Consegui al final dos botellas de vodka, una de las mejores marcas de vodka negro en el mercado junto a una botella nada desdeñable del que se vanagloriaba de ser el mejor vodka del mundo. Pravda. Por los articulos que habia leido en internet, era de lo mejor que habia segun los gustos probables de el hombre al que debia entregarle ambos regalos.

Mientras paseaba por entre las diferentes estanterias llenas de licores de gran aprte del mundo, hable con el golem y su respuesta me dejo indiferente. Es lo que podia esperar, si queria algo deberia pagar para conseguirlo, asi es como funcionaba. El primer pensamiento fue hablar sobre Kara, pero me fije que en sus palabras no la habia mencionado directamente a ella, sino simplemente si la informacion era "util" para la Madre Patria, lo que daba una amplitud mayor al rango en el que podia buscar. Lo primero que se me ocurrio fue el metamorfico, sin duda seria algo util para ellos. Aun asi sabia que el juego era peligroso... le mire dejando escapar un suspiro. - Me dijo que no tenia opcion de ayudar en el caso del metamorfico, aun asi, es de mi de quien se aprovecho... y eso me obliga a repasar mis acciones, para no volver a caer en eso. Desde que desperte, es lo que he estado haciendo, repasando los momentos pasados con el metamorfico en mi casa. Casi como si fuera una cinta que rebobinas hacia atras, fijandome en los detalles que podrian haberlo delatado de haberme fijado mas. - Pasee mi mano por una caja de bombones, mire la carcasa de la misma, mientras a su lado una multitud de diferentes cajas mostraban los palceres de ese arituclo en mil formas diferentes. - Incluyendo bueno, conversaciones, o momentos que se salian de lo cotidiano. - Le mire para ver si estaba de acuerdo en que continuara o esperaba otras palabras. - Usted dijo que habian cambiado los archivos de un lugar al que solo se podia acceder de forma fisica, para asi modificar o alterar la percepcion que se tuviera de los poderes del individuo. Asi pues nadie esperaria encontrarse con un metamorfico en caso de que sucediera algo extraño alli... no pensaria de primeras que podian haber suplantado a nadie. Ahi viene lo mas interesante, la mision salto de pronto, fue como una alarma roja, llamada rapida, tienes que ir a tal sitio y encontrar a alguien. ¿Entonces como podian estar esperandome? ¿Como podian saber por donde realizaria la incursion? ¿Sabian donde estaria antes de que llegara? - Me encogi de hombros. - Puede pensar quizas, que tuvieron suerte, que fue una coincidencia que mi objetivo me atacara fuera de la zona de busqueda descrita en la mision... pero el metamorfico sabia cosas, cosas que no podia saber a menos que me hubiera estado vigilando de cerca desde hacia un tiempo, o... que alguien se las hubiera dicho tras vigilarme. ¿Quizas se las conto Kara en el bosque? Quizas... es posible... ¿y entonces como se comunicaron los dos metamorficos? - Le mire, dejando claras mis dudas. Era informacion, informacion que podia ser util, de eso no tenia duda, aunque diera lugar a mas dudas, otra cosa es que fuera lo que querian...

Miró los estantes llenos de icor alzado en grados mientras solo te escuchaba- ¿Qué como se comunican? Son el mismo, lo que sabe uno, lo sabe el otro, solo se dividen. Además según las conversaciones ya sabían que se había metido en su mente, podría haber sacado retazos de ahí ¿Es probable que hubiese saltado algo? Bueno, eso ya lo están investigando. No me está dando información que sea nueva o realmente útil que no hayan pensado ya. Se le olvida que la red de comunicaciones es bastante extensa y por norma, no suele haber errores. 

Bombones. Un regalo tan normal, que nunca habías o recordabas haber entregado.- Puede que lo tuvieran estudiado, puede que fuese una trampa para que enviásemos a algún agente especializado a por él y entonces el hacerse pasar por el agente. Son teorías, no son pruebas. Nos ceñimos a las cosas que nos pueden dar pruebas. Usted me da algo palpable, yo le doy algo palpable, es así de simple.- Te miró de reojo con tranquilidad- más le vale ofrecer algo que merezca la pena que no solo conjeturas o lamentándolo mucho se quedará en su casa, con sus compañeros.  

Mis palabras sin duda no provocaron el efecto buscado, ni por asomo. Explico con toda tranquilidad, aclarando mis dudas sin dudar ni un apice, sobre como hacian algunas de las cosas que hacian, permitiendome conocer un poco mas a ese extraño enemigo al que me habia enfrentado. La parte buena es que al menos sabia mas sobre un individuo, al que muy probablemente no volviera a ver nunca, la parte mala es que me dejo bien claro que todo lo que estaba diciendo no llevaba a ninguna parte, pues ya alguien lo habia pensado antes que yo. Mi mano se detuvo sobre las cajas de bombones... pasando por su cubierta.

Recordaba haberle regalado el que me toco a mi, cuando fuimos a aquella cafeteria al lado de la Plaza Roja, que ella misma habia buscado. Aparte de eso, nunca se me habia ocurrido hacerlo, o mas bien no se le habia ocurrido al pesado de mi interior.

El golem siguio diseccionando mis palabras, encontrando rapidamente el error de base en ellas, todo eran conjeturas, nada era real, solo teorias y por lo tanto insustancial. No le servia a la Madre Patria, y si no le era util, no recibiria nada a cambio. Obviamente. Sus ultimas palabras dejaban eso claro. Coloque mi mano sobre mi frente, me masajee el puente de la nariz como si estuviera pensando, intentando buscar algo entre todo lo que me habian dicho ellos. - Lo intento, intento recordar cualquier cosa que pueda serle util a la Madre Patria. No hace falta que me amenace con lo que ya se... se bien lo que esta en juego. - Deje a un lado los bombones, acercandome a una serie de extraños pastelitos rellenos de crema de vainilla. No era aquel postre que tanto le gustaba, pero tenian su similitud. Unos pocos minutos pasaron mientras seguia mirando las delicatessen que habia alli. - En la cena, se comento o al menos eso entendi por las palabras del agente que la cuida, que en ningun momento se mostro violenta, ni ataco a nadie, solo se recluyo en una esquina, asustada del mundo. ¿Es eso cierto? - Esperaria su respuesta, puesto que con unas pocas palabras, quizas pudiera sonsacarle mas al propio golem. - No se exactamente hasta donde la habran forzado para ver si salta, pero tendria cuidado con eso. Sabe defenderse, su tecnica de combate es mas que aceptable para alguien de su edad y tamaño. En una ocasion intentaron forzarla, yo no estaba en ese momento a su lado, pero... bueno, cuando llegue, mi ayuda no era necesaria... y no hablamos de un simple gamberro. El individuo era mas grande que ella y parecia que sabia pelear. ¿Le sirve eso?

El hombre se te quedó mirando- No lo se, esa pregunta no es para mi desde luego- directo y mordaz, pero no tanto como en la siguiente parte de la conversación. 

¿Qué si me sirve? ¿El que? ¿Saber que una muchacha que ha sobrevivido un tiempo en un bosque perdido con un meta, o un tiempo con un meta el cual la ha estado llevando con él como si fuese alguien de su equipo sabe pelear? ¿Me toma por imbécil?- Te mantuvo la mirada- dice que sabe a lo que está jugando pero no tiene ni la más mínima idea.

¿Cree que eso es algo que realmente sea importante para la madre patría? ¿Que la chica sepa defenderse? No cambia nada, ya la tratan con un protocolo de metahumana, lo cual significa anular las posibilidades de cualquier ataque físico cercano.- Se mostró molesto, andando hacia otro pasillo- esta conversación se ha acabado. No tiene nada de valor que intercambiar. 

No tuvo ningun reparo es mostrarme mordaz ante mis palabras, dejando claro que sin duda no le habia gustado mi juego de palabras. Tampoco es que hubiera hecho nada malo, o eso creia. Aun asi la siguiente parte de la conversacion, si se volvio mas dura, mas incisiva, llegando a alcanzar el punto donde se mostro molesto conmigo mientras me mantenia la mirada, como si fuera un ave rapaz. - No, no le tomo por imbecil. Ni ahora, ni en ningun momento desde que nos hemos conocido agente... quizas como usted dice no tenga ni idea a que estoy jugando, pero la verdad es que no tengo una lista mental de cosas que no le he dicho a la Madre Patria con las que negociar, o algo similar. - Sonaba ofendido por ello.

Aun asi no me quedo claro si me habia llegado a escuchar, mientras el mismo dejaba claro que no parecia tener nada con lo que negociar y se alejaba de mi persona por otro pasillo. Le mire irse, desaparecer de tal forma que quizas fue la primera vez que estaba "solo" en cierta forma. No habia buscado molestarle, o enfadarle, aunque estaba claro que era posible, simplemente sabia, que si sin venir a cuento, de pronto, me sacaba una informacion vital de la cabeza, sabria que habia estado escondiendo cosas. Mejor que se enfadara, que pensara que era imbecil y venir despues con otras opciones tras haberlo pensado mas detenidamente... porque no tenia muchas cosas que ofrecer y las que diera, podian romperlo todo en pedazos.

Avance hasta encontrar unos dulces que sin duda le podrian gustar a Stvo, y otros a Inna, de Yerick no tenia esa informacion. Por algun motivo la imagen de Anastasia paso por mi cabeza, mientras volvia mi atencion a los bombones. No, no era el momento... aun no, al menos.

Una vez en la caja, si él aparecia de nuevo. Le hablaria directamente. - Quiero ayudar, ahora mismo no se me ocurre nada aparte de lo que le he dicho, pero le dedicare el dia a apuntar cualquier cosa que crea posible que pueda serle de utilidad a la Madre Patria. - Suspire levemente, mientras simplemente pagaba por las cosas y pedia que las envolvieran de manera sobria.

Te dejó solo casi un minuto, donde esa libertad fue extraña y a la vez conocida. Por un lado echabas de menos saber donde estaba tu sombra, para saber que y como actuar, pero por el otro, preferías quizás el ir ciego de todo movimiento. 

Cuando le hablaste de nuevo tras pagar en la caja te miró de reojo, pues te estaba ignorando- como quiera, pero ese tipo de cosas, no se rebuscan y se encuentran, se tienen o no se tienen.- Tu eras un operativo, te habías cubierto las espaldas, conocías información relevante que nadie había preguntado y que tu no habías entregado por si llegaba el momento de usarla. Aun recordabas ese salvoconducto que habías perdido. 

Volvisteis a casa en el mas absoluto silencio, al menos por parte de él. 

Su ausencia fue extraña, como un prisionero que de pronto se ve sin su carcelero y no tiene claro como debe moverse o que debe hacer, por las posibles consecuencias, y aun asi, preferia esa forma. Esa libertad controlada y vigilada, a sabiendas de que no la tendria en mucho tiempo.

Una vez en la caja pude notar el enfado, pude notar como me ignoraba deliberadamente como habia hecho la primera vez que lo conoci. Quizas habia forzado mucho, pero la posibilidad contraria era mucho peor. Sus palabras me hicieron mirarle antes de que pagase al joven que habia en caja, negue lentamente dejando clara la molestia de sus palabras. Di el dinero y con el mismo tono constate un hecho simple, en el mismo momento de dejar al joven lejos de nuestra conversacion. - Finja que habla con alguien a quien le han batido la memoria durante mas de siete decadas, lo que para usted es facil, quizas no lo es tanto para mi. Ademas esta mision es de lejos, lo mas opuesto a lo que nunca he hecho. Los detalles son sustancialmente diferentes... asi que necesito centrarme en lo que me pide. - Suspire lentamente mientras salia del local.

La vuelta a casa, fue sobretodo silenciosa, mi golem se habia vuelto de nuevo como esa criatura arcillosa de las leyendas. ¿Habia perdido su favor? Suponia que si, solo el tiempo lo diria, y era justamente de ese del que no tenia demasiado. Entre en la casa de todos, saludando a los presentes, deje los regalos en mi habitacion y no pude evitar mirar el recipiente de gel, el ordenador, las cosas repartidas aun sobre la mesa.

¿Ya sabes que decirle al Golem? No, ni puñetera idea. ¿Decirle lo de sus poderes? Ella es preciada. Esta bien, ella no se toca... asi que va a tocar pensar por donde me decanto. Empezar por el principio, recordar cada paso dado desde que ella entro. Todo lo que no les haya contado y que pueda serle util a la URSS, cualquier apice... que me haga ganarme su favor. ¿La bisabuela de Yerick? No, Yerick es de los nuestros, protegemos a los nuestros. A todos ellos. ¿Fane? Ya llegaremos a eso. Te das cuenta de que el golem esta cabreado y mucho. Obviamente, le hemos insultado, hagamos que se descabree... Piensa. ¿El agente de la KGB muerto? Eso me hundiria junto con Fane, si es que sigue vivo. Te estas quedando sin opciones. ¿Lorin? Nos vendio papeles para que una metahumana cruzara la frontera y sabia que era metahumana. Eso hundiria a Stvo, estaba alli presente. Entonces las opciones son faciles, o vendo a alguien de mi equipo... o paso de la nieve. El silencio continuo durante varios minutos, largos, tensos, dolorosos minutos.

No voy a vender a nadie. ¿Seguro? Son dos semanas, dos largas semanas sin ella, sin mucho que hacer porque ella es tu mision, mientras ese capullo engreido la agasaja como si fuera una princesa. Fane no me traiciono de haberlo hecho, ahora estaria mas jodido, Stvo no me ha traicionado, Yerik tampoco y es el mas fanatico, ni Inna tampoco. ¿Que tu sepas? Ninguno de ellos lo ha hecho y han tenido seis largos meses, para pensar en las consecuencias, en sufrirlas en estas mismas paredes. Ya se lo dije a ella, solo tengo a cuatro personas en mi vida, a cinco cuando entro ella. No traicionare a nadie, no puedo... ni siquiera por ella. ¿Te das cuenta de en el problemon que te estas metiendo? Ella ya esta jodida, puedo intentar minimizar eso... ¿Dos semanas con él a solas, las veinticuatro horas? Se la comera viva, ella acabara de su lado. Aun tengo las cartas. Las mismas que no contesta... que tu sepas. No hay mas opciones. No vendere a nadie, porque aun en el caso de que vendiera a alguien, eso deberia implicar una recompensa de algun tipo... y ni siquiera se, si realmente habra recompensa. Si ya seria rastrero venderlos, venderlos sin ganar nada seria estupido.

Otro dia mas. Martes 13 de Febrero

Hola de nuevo Kara,

Ya han pasado varios dias sin saber de ti. Supongo que es lo que merezco por dejarte en aquel lugar, o no haber sido capaz de darme cuenta de que no eras tu quien vivia a mi lado. Igual ni siquiera quieres responder a las cartas, no lo se, pero no por eso dejare de mandarlas.

He estado mirando algunas fotos, bueno, las pocas que tenemos. ¿Te acuerdas de ellas? Creo que intentare usar la receta que me diste hace tanto para crear un poco mas de gel, aunque en esta epoca encontrar tantas margaritas sera algo dificil.

No me olvido de ti.

Bucky.

El que se mancha siempre que come con salsas.

Este dia decidi hablar mas con Inna y con Stvo, e incluso les reuni en la habitacion comunal. Seis meses encerrados en estas paredes, podian hacer que incluso el mas duro acabara por romperse. Me dedique a preparar un buen desayuno, uno de esos copiosos y con demassiado dulce como le gustaban a Stvo. Lo deje todo mas o menos listo, aunque no conocia los gustos en cuanto a cafe de Inna. Ella no dudo en decir que le gustaba el cafe con leche, ligeramente azucarado pero no mucho, con sacarina. El desayuno fue mas informal de lo habitual, intente conseguir mas informacion de ellos, la suficiente para saber como lo estaban llevando porque solo me habia dedicado a la mision y ahora mismo, no habia mucho mas que pudiera hacer.

El desayuno se fue alargando mientras cada uno iba dando pequeños detalles de todo lo ocurrido en sus vidas. No fue demasiado pero fue un comienzo. Enterarme de que Stvo habia perdido a su pareja fue sin duda un golpe, sabia que estaba unido a ella y que lo hacia feliz, asi que podia entender esa ira soterrada debido a su encierro, sumada a lo ocurrido con Fane... y aunque seguramente podria comentarle que si queria que hablase con ella, no seria una buena idea. De todas, todas, la empatia no era lo mio. Aun asi les dije que me dieran informacion sobre sus familiares, sobretodo a Inna porque era la que menos conocia y que intentaria ponerme en contacto con ellos. Seguramente no me permitirian traer nada, ni cartas ni similares, pero al menos podria conversar con ellos. Les pregunte si habia algo que podia decirles de su parte y lo fui anotando para no perderme luego. Al terminar el desayuno que se alargo mas de tres horas, les volvi a epdir disculpas añadiendo que cualquier cosa que pudieran necesitar, que por favor me la pidieran y con mi vigilada libertad intentaria conseguirsela.

Inna asintio, se la notaba decaida aunque aun aguantaba, Stvo por otro lado seguia enfadado... y podia entenderlo. Inna se despidio tras el largo desayuno, quizas con algo de mejor humor, por si podia ponerme en contacto con su madre y una de sus amigas, Stvo por contra me dijo que me esperaba en la zona de entrenamiento. El entrenamiento mas bien se basaba en un combate donde el gran oso, no se corto ni un pelo. Los golpes volaron y a diferencia de la primera vez, me emplee a fondo, no a la hora de atacar, pero si a la hora de defenderme y bloquear sobretodo. Los golpes de Stvo eran duros, era una mole, siempre lo habia sido y pronto acabamos sudando y cansados... ni siquiera el pedazo de desayuno habia reducido su ritmo y eso ya era algo a tener en cuenta. Me hablo de sus hermanas y entendi lo que queria decirme. Me levante para ir a ducharme cuando una pregunta me pillo desprevenido, me pregunto sin decirlo directamente por Kara... y mis hombros se encogieron ligeramente, fue un acto reflejo, como si no pudiera hacer nada mas. - Estoy en ello... estoy en ello. - Sin duda esas palabras, que no buscaban anda mas que saber como estaba yo, me habian dolido mas de lo que podia admitir. El resto del dia fue quedarse en casa, escuchando con mis propios auriculares las canciones de Kara, mientras releia la libreta, quedandome sobretodo en la poesia que habia escrito para mi.

Miercoles 14 de Febrero

Buenos dias Kara,

Como te dije, no me rendire. En su dia te dije que solo tenia cinco personas en mi vida y que tu eras una de ellas, asi que... ¿como podria darme por vencido? Seguire aqui, no te quepa duda.

Hoy no es un buen dia, pero espero poder sacar adelante algunas cosas y quizas, con suerte podamos vernos pronto, aunque lo dudo. El agente que esta contigo no debe estar muy contento conmigo y yo... aun no entiendo porque querias que me fuera. He copiado una de las letras de una cancion que te gustaba... la he retocado un poco. Espero que te guste.

Oh, no I never got over those grey eyes with silver
I see them every where
I miss those arms that held me
When all the love was there

I wonder if she's sorry
For leavin' what we'd begun
There's noone for me out there
Because I still miss you

Bucky.

Sin sentido de la musica, sin ninguna duda.

Intente encontrar a Yerik, pero me fue imposible. El Spetsnatz, era dificil de encontrar algunos dias, debido a su motivacion con el boxeo. Me planteee preguntarle si habia opcion de que se uniera a nuestras reuniones, pero con su habitual carisma, lo mas seguro es que las hiciera un poco peores. ¿Que pasaria por la cabeza de ese hombre?

En este dia decidi que en lugar de desayuno seria comida, simplemente para variar, asi como les urgi a que intentaramos reunirnos al menos una vez ald is, sino cada dos dias. Ya era bastante malo estar encerrados aqui dentro, como para encima ir cada uno a su bola. Eramos un equipo, eramos una familia en cierta forma y aunque quizas no quisieran oirlo, es lo que habia. Seguiamos juntos y mi intencion era intentar ayudar a Fane, si habia opcion.

Tras la comida sali fuera de la casa, la idea era ir a ver a una de las hermanas de Stvo para hablar con ella, sin contarle demasiado, pero dandole a entender que algo habia ocurrido y que por el momento estabamos bajo vigilancia. No es que le hiciera mucha gracia, pero dijo que si podia ayudar en algo que no dudara en decirmelo, todas ellas pertenecian al Estado, tenian sus rangos y no eran justamente de las que se quedaban atras, menos aun cuando le daban al hermano pequeño, incluso el padre, alguien con cierto poder, parecia preocupado por no saber nada de su hijo. Les pase las noticias que me pidio Stvo y escuche lo que queria que le dijeran a él. Asenti y prometi ponerme en contacto cada cierto tiempo, intercambiamos numeros de telefono para poder ponernos en contacto. La mujer estaba ligeramente nerviosa, no mucho, pero lo estaba, se le notaba por la forma de preguntar por Stvo... ¿estaria Kara asi por mi? Por las palabras del Golem, lo dudaba... incluso con las cartas, si habian cruzado la censura... no podia saber nada de ella. Eso dolia, me hacia removerme por dentro y solo esperaba, poder controlarme para no hacer ninguna tonteria.

Por la noche me encontre con la madre de Inna, una mujer con gran porte y que parecia que trabajaba para el Departamento de Medicina del Estado. Al igual que su hija, pero de forma mas avanzada habia estudiado sobre la psique humana, parecia ser Doctora en psicologia, ex agente de la KGB, que se habia retirado para formar parte del hospital. Cuando le explique la situacion se me quedo mirando y solo me pidio que cuidara de su hija, eso me desarmo por completo. Provocandome un largo suspiro que no necesito de explicaciones. Mis ojos dejaban clara mi culpa, pero tambien mi necesidad de corregir mis errores, me pidio que le diera un marcafolios de plata, si era posible. Le dije que no dependia de mi, pero que lo intentaria. Sonrio levemente, dejando caer que debia tranquilizarme, que habia veces que no se podia hacer mas que esperar y seguir peleando, las cosas llegarian, quizas no las que queriamos, pero llegarian. No es que me ayudara mucho, pero podia entender su significado, podia comprender lo que ella me decia... aunque no lo compartiera. Mis misiones no solian implica tiempos tan largos de inactividad y eso me tenia algo mas nervioso de lo habitual, sin contar... con que era un perro enamorado.

Volvi tarde ese dia, tras quitarme el abrigo y dejar mis cosas en su sitio fui a buscar a mis dos compañeros. Contandoles la experiencia con cada uno de sus familiares. Esperaba que sirviera para mejorar su animo, el marcafolios* paso la inspeccion y pude entregarselo a Inna. Eso la hizo sonreir un poco mas.

Al termino de todo eso, me sente en el sofa, eran casi las diez de la noche. Alli estaba con su libro el golem. - Siento si en algun momento mis palabras le dieron a entender que me estaba mofando de usted, o insultandolo, nunca fue mi intencion. Es usted un buen hombre y nunca podre agradecerle lo bastante, sus palabras, las que me dirije cuando no tiene necesidad y sus consejos. Acepte mis mas profundas disculpas y si no le he traido un obsequio, es porque no me parecia apropiado, dadas las circunstancias que nos atañen. - Espere por si habia reaccion alguna y me levante para ir a mi cuarto. Mañana tocaria escribir una carta mas y quedar con otra de las hermanas de Stvo, y quizas pillara a Yerik con suerte.

14 de Febrero. No, no fue un día fácil. El día del amor y la amistad en la URSS, que provenía de una antigua tradición que no habían querido romper. San Valentín en tu antiguo hogar, donde las parejas, queridos o amantes se colmaban de regalos, flores, bombones, libros, joyas o simplemente un momento especial. 

Salir a la calle te rodeó no de los miles de corazones, si no de flores, porque era una época para regalar, fuese a la pareja o a la amistad. Había gente con pequeños puestos en la calle, los vistes desde tu oscuro coche, que vendía amuletos, tazas, monedas, o pequeños detalles en mitad del frío que se iba yendo aun con mucha lentitud. Las últimas nieves llegarían en apenas un par de semanas. 

¿Que le habría regalado el agente a Kara? Puede que nada, puede que todo. En un momento determinado, pensaste en si Kara hubiese estado tan preocupada por ti como la hermana de Stvo. Era una pregunta pretenciosa, pero que llegaba con casi seis meses de retraso. Si alguna vez estuvo así, se lo habrían quitado a base de palos o información falsa. O simplemente el tiempo sola siendo acunada por la madre patria los primeros meses, esos donde intentaron sacarle información y se enteraron de lo que era. 

Seguía sin haber contestación por parte de ella, aunque la verdad es que no sabías si estaría o no recibiendo las cartas. Tras la disculpa al Golem donde este solo te miró asintiendo a tus palabras te fuiste a dormir. Al día siguiente fuiste a ver a otra de las hermanas de Stvo, pero mientras, en casa ocurrían algunas otras cosas.