Partida Rol por web

prisa...no voy a dormir esta noche, mañana os olvidáis de mi, os lo aviso- buffé ya cansado- avisadme con lo que sea, nos vemos, y cuidaos.

Motel de carretera el norte de Herne 23:45 

Saliste a revisar los dos coches, por si acaso alguno tenía algún rastreador mas hubo algo que llamó tu atención al dar dos pasos. Una furgoneta blanca que no parecía mas que una de estas putas furgonetas de helado que iban dando vueltas por los parques y los lagos en verano. Por la fecha correspondía pero...¿a esas horas? ¿aparcada en el parquin de un motel de carretera? No estaba antes, así que tenía que haber llegado entre las 22:30 y ahora. 

Sali de la puerta, cerre con tranquilidad y apenas habia dados dos pasos en direccion a los coches cuando algo llamo mi atencion. Una furgoneta de helado aparcada ahi, justo delante y estaba completamente seguro de que antes no estaba, por lo que habia llegado hacia poco. Ladee la cabeza como si me curjiera algo mientras desviaba mi direccion, para asi poder observar el interior, apenas di dos pasos cuando me di cuenta de que no habia nadie en la frontal del vehiculo asi que simplemente emepce a andar como si me alejase del motel y emepzaba a autocachearme como si buscara un paquete de tabaco, nada especial, use el telefono, ocultandolo con la mano para hacer como que lo habia enocntrado mientras dejaba mi mano dominante lista para desenfundar.

Mierda de tiempo... en serio asi no hay quien pueda salir a fumar. - Deje que el suspiro se alargase.

Todo estaba tranquilo, increíblemente tranquilo...especialmente tranquilo. La zona estaba en total silencio, apenas tu susurro alteró esa paz. No había movimiento de ningún tipo y casi todas las luces de las ventanas del motel estaban ya apagadas. De fondo, el sonido de los grillos. 

No se escuchaba nada, no se oia nada. Asi que una vez al lado, guarde el movil y saque el arma contranquilidad, dejandola epgada a mi cuerpo y asegurandome de que el silenciador estaba en su sitio. Pasee al lado dela furgoneta esperando por si oia algo dentro de la misma, acercandome con cuidado a la parte trasera y asegurandome de que nadie abriese por la fuerza y me diera en todos los morros. Esto era... muy raro.

Luces apagadas, sin ningún tipo de decoración mas que los helados de vinilo pegados a la chapa del vehículo...todo muy impersonal. Al par de segundos escuchaste una ventana romperse que parecía venir de la zona de vuestra habitación pero no viste que estuviese rota, eso si, la luz estaba apagada. Y luego...el silencio en mitad de la noche. 

Estaba vigilandolo todo, dandome cuenta de lo que fuera la jodida furgoneta no parecia ser un peligro de inicio. Suspire mas cuando estaba a punto de guardar el arma, el estallido de unos cristales me hizo darme la vuelta, percatandome de que la luz de la habitacion estaba cerrada. Frunci el ceño, el unico motivo por el que el abuelo apagaria las luces es por la existencia del tirador... y si alguien ha disparado... es porque tenia un blanco. ¡Rosa!

Corri hacia el cuarto, me apoye en un lateral y abri la puerta con la mano en el arma. Me asome apenas un segundo, mire, em quede con los detalles que pude y volvi a esconderme a la espera de ver si habia opcion de entrar. No veia al abuelo por ningun lado, ni se le escuchaba, que era sin duda buena noticia...

Abriste la puerta y te asomaste apenas una fracción de segundo, lo justo para poder ver o parecerte ver como la ventana del dormitorio era ahora la que se rompía y notar el dolor lacerante y explosivo que te atravesó el tobillo izquierdo al traspasarte una bala el mismo, anclándose sanguinolenta en el cemento del pavimento que daba a las habitaciones. 

No podías apoyar el pie bajo ninguna circunstancia sin perder el equilibrio, mientras un pequeño charco se iba formando en el interior de tu calzado.

Apenas un fraccion de segundo, apenas un momento para determinar la gravedad del asunto, no habia necesitado mas cuando escuche la ventana romperse y al momento un impacto directo a la altura del tobillo. Gire sobrela pierna de apoyo y me quede de espaldas contra la pared. No grite aunque me falto poco, porque maldita la puta que pario a ese cabron. ¿Cuan bueno es el hijo de puta? Dudaba que siquiera hubiera llegado al segundo asomado y el cabron me habia acertado de pleno. Notaba la sangre correr por dentro del calzado y por el dolor, estaba claro que no podria apoyarlo sino queria ver las malditas pelotas del oso polar dando vueltas sobre mi cabeza. Aprete la mandibula... antes de hablar. - ¿Rosa? ¿Estas bien? No te muevas... tu no te meuvas pero... ¿estas bien? - Joder que el cabron no le hubiera dado... que no le hubiera dado.. Pilla a ese malnacido abuelo, pillalo para que le abra en canal.

Tenía que ser bueno o tener mucha potra en el tiro para acertarte justamente en el tobillo. Tras controlar tu grito de dolor y asegurarte de estar medianamente a cubierto le preguntaste a la Rosa si estaba bien. No la habías visto en la habitación quizás estuviese en el baño no te había dado tiempo a mirar. La cuestión es que no hubo respuesta a tus preguntas ni a tus palabras.

A los 20 segundos de tu disparo, te pareció escuchar un grito lejano, apenas pudiste escucharlo, pero ahí estaba y no te resultaba conocido. 

Un grito en la noche, habian pasado unos veinte segundos desde que me habia disparado a mi y el abuelo no daba señales de vida, igual que Kara. No parecia que hubiera mas tiradores asi que solo quedaba rezar, porque necsitaba entrar y ver como coño estaba la chica. Con el arma aun desefundadan, me asome como pude, medio a la apta coja, medio usando la otra mano apra encontrar soporte, al no ver laser brillando entre buscando a Kara, usando las coberturas que pudiera mientras el dolor de la pierna ascendia con ganas con cada movimiento.

Te adentraste de nuevo en la habitación, donde los cristales refractaban la pobre luz que lograba entrar desde a puerta, haciéndolos parecer pequeños diamantes sobre el suelo y las sábanas donde hasta hacía no demasiado dormías. Las luces seguían apagadas pero la puerta del baño estaba abierta, la luz prendida y un pequeño reguero de sangre se iba colando entre las comisuras de las losetas de este, llegando casi a la puerta. 

En la esquina mas alejada de la puerta, donde mayor cobertura podía tener de venir el disparo desde donde realmente venía, estaba Kara sentada en el suelo, con la mirada perdida y la mano en el costado, justo debajo del pecho, ensangrentada mientras miraba al infinito. Por un segundo te pareció que estaba muerta, hasta que volvió a respirar apenas con un silbido. Los cristales estaban por todas partes, incluso en su pelo. Había sangre, no sabías cuanta, la suficiente como para haber logrado ese pequeño reguero, por eso la ropa oscura no es la mejor para estos casos, engañaba mucho y mostraba poco. 

Mierda, mierda... maldita sea. Nada mas acercarme al baño me temi lo peor, los cristales estaban esparcidos por doquier, sobretodo por encima de la cama donde hacia poco estaba durmiendo, pero lo peor fue ver colarse un reguero de sangre a traves de las losetas del suelo del baño. Abri la puerta, en el unico sitio donde aun habia luz para ver el cuerpo inmovil de Kara apoyado en una esquina. Me quede inmovil, mirandola mientras parecia que estaba frente a un cadaver. Mierda chica, no... asi no...  mas entonces respiro apenas un silbido, con su mano justo por debajo del costado. Lo normal es que el abuelo le hubiera dicho que no se moviera... ¿que habia hecho?

Guarde mi arma y me acerque a ella, con mucho dolor, aunque lo peor fue tener que agacharme para poder acercarme a ella. - ¿Kara? Tengo que mirar... ¿Tengo que ver la herida entendido? - Tras eso intente ver, donde le habian dado, si la bala habia salido o no. Dependiendo de la gravedad, gritaria con fuerza, una sola vez. - ¡Abuelo!

Ni te miró, ni te respondio, no hubo señales por su parte. Te acercaste y te agachaste sintiendo ya como el rojo icor se desbordaba por el calzado para empezar a dejar pisadas carmesíes allá por donde caminases. Alzaste el jersey oscuro, hasta dar con el top que llevaba de ropa interior, pero no había herida. La sangre no venía de ahí aunque ella dejase la mano, que ahora estaba a un lado. Revisaste la zona, pero nada. Moviste un poco el cuerpo y...ahí estaba. La bala había atravesado la pared y dado de golpe en la espalda, cuya hemorragia era intermitente cuando la apartaste de la fría pared, que le había servido de taponador. No se estaba tapando el orificio porque no podía llegar, estaba con la mano puesta donde la presión era más, justo donde de haber pasado limpia, debía de salir. 

Kara ni se movio, ni se inmuto, simplemente se quedo ahi quieta mientras yo movia sus ropas buscando el disparo, la salida del mismo... pero no habia, no habia ni un solo agujero de salida, asi que viendo donde habia puesto ella la mano, aparte ligeramente su cuerpo de la pared, para ver un orificio de bala en la pared y en consecuencia el agujero de entrada en su espalda. Tense la manidbula mientras me daba cuenta de lo jodido que estaba todo, teniamos que apañarnos a nosotros y volver mas adelante, proque estabamos muypero que muy jodidos y aunque el protocolo decia que la dejaramos, sabia que ela buelo no lo haria. Volvi a apoyarla, tal yc omo estaba ella, sali fuera del baño, cerre la puerta de la habitacion y fui a por el botiquin.

No hagais esfuerzos, que este tranquila, que no haga nada... claro que no Yerik, ahora solo le han dado un puto balazo. Mierda, dios que le haga sufrir, que le haga sufrir como ni siquiera imagina y luego venga aqui, porque yo solo no puedo. Lo primero que hice fue limpiar mis heridas, cerrarlas con gasa y desinfectante y hacer un vendaje rapido. Si perdia demasiada sangre no le seria de ninguna ayuda a nadie, menos a ella. Termiando mi apaño, fui a por ella. Limpieza y desinfeccion del orificio de entrada, usaria algo de betadyne o similar si lo veia necesario y era lo optimo para luego asegurarmde taponar la herida para evitar que hubiera hemorragia. Podia intentar moverla, pero seria un desastre, solo quedaba esperar ala buelo y ver que habia hecho...

Volviste con el botiquín y primero limpiaste tu herida, un balazo limpio, que apenas había perforado un centimetro de la piel. Con suerte no te habría tocado un nervio...con mala suerte quizás te esperase una rehabilitación y un par de operaciones, sin contar con otra cicatriz más. Aplicaste una crema coagulante y cicatrizante y un vendaje fuerte. Solo podías esperar a ver como mejoraba e ir a un médico, sin andar mucho con esa pierna. 

Lo de ella fue mas complicado, tenías lo necesario pero iba a ser difícil. Lo primero era taponar la herida y moverla hasta dejarla boca abajo para tener un buen acceso. La herida no había sido ni siquiera cercana a la columna por lo que los problemas que ello podía traer eran lo de menos. La tumbaste en el cuarto de baño, donde aquello empezaba a ser un baño de sangre y levantaste el jersey, tuviste que subir también un poco el top, pero no en exceso, hasta que pudiste ver bien aquella que tanto estaba expulsando. Oteaste la entrada y tras secar reiteradas veces la sangre con las mismas toallas viste a un par de centímetros el brillo de la bala. Había tenido suerte, una potra de la ostia, quizás porque la pared se llevó la mayor parte del impacto, si no, la habría destrozado entera. 

Impregnaste con alcohol las pinzas y aprovechando que tenías el botiquín, le metiste un buen jeringazo de anestesia al menos a la zona, para que si se despertaba, si decidía reaccionar, y dejar de mirar con sus huecos ojos el lugar, seguramente por un estado de shock no la liase parda por el dolor. Un minutos después sostenías la bala de un calibre de rifle entre tus dedos. No parecía tener órganos dañados, pero si tejidos, por lo que introdujiste una gasa esteril y cicatrizante para evitar la hemorragia, tapaste con otra gasa y la dejaste bien apretada con esparadrapo. Había perdido sangre, era cierto, bastante, pero no sería mortal al menos que...le volviesen a disparar, lo que si era de cajón es que ambos necesitaríais un tiempo medio largo de reposo.