Partida Rol por web

Sali practicamente al mismo tiempo que el abuelo, de una manera bien diferente. Apoye mi mano sobre el marco, asegurandome de que no hubiera cristales y salte en un movimiento horizontal, para caer directamente sobre el helado suelo con las dos botas por delante. En cuanto toque el suelo, no perdi el tiempo, simplemente corri en la misma direccion que el abuelo, esa boca de lobo negra que parecia estar esperandonos. El abuelo dejo espacio y yo salte dentro justo detras de él, cerrando la puerta, si nadie lo hizo. - Vamonos... - A saber donde...

Y aunque no eras capaz de escucharlas, casi era como si las notaras. Stvo si notó como el metal ardiendo por la endiablada velocidad y el empuje en espiral de los cañones rompía el aire, mientras ambos corrían directos hacia la puerta de la furgoneta abierta. 

Una rozó a Stvo, causando mas una quemadura y un roto en la ropa que otra cosa. No se dio cuenta de ello, por ahora. 

Bucky en cambio si, una bala que parecía ir destinada a acabar con la vida de Kara, que paró con un giro un tanto complicado mientras recibía el proyectil directo al omóplato humano, clavándose como una aguja densa y apretada que buscaba avanzar en la piel. 

Ambos llegaron, casi a la vez al vehículo, mientras Stvo cerraba la puerta justo en el momento que veía como desde el cuarto donde estaban, entraba su sombra con una herida en la cabeza y el brazo encogido, apuntó y la bala fue recibida por el blindaje donde antes estaba él. Una ligera marca en el metal, una idea de que hubiese acabado con eso en el pecho. 

Solo había una persona en el interior, tapada hasta arriba con un pasamontañas que no dudó en acercarse a la herida, cogiéndola para dejarla en el suelo mientras el vehículo salía a toda velocidad y los dos caíais golpeando la parte trasera. Quien sea que estuviese encima ahora de ella, a horcajadas, impidió que lo mismo le pasara a ellos, aunque la sangre si se deslizaba por el metal frío del suelo. Sacó un vendaje de color naranja que dividió con dos tirones, aplicándolo de inmediato sobre la piel, y luego, apretando con saña, pinchó el cuello, cerca de la herida mientras la chica estaba ya inconsciente, totalmente pálida. La herida dejó de sangrar pero Stvo sabía que ese no era el mayor problema, si no que ya había perdido demasiado. 

Otro giro brusco a la derecha, otra vez vuestros cuerpos estampados contra ese lado, un frenazo seco, donde casi os coméis el mismo tipo que la estaba abrazando ahora sobre ella, habiendo colocado la cabeza entre su pecho, para que si alguno caía, cayeseis sobre él. No fue hasta la cuarta ostia con un giro a la izquierda cuando visteis que estaba anclado al suelo, con unos ganchos que iban de los pantalones al suelo del vehículo. 

El rimo pareció ralentizarse un poco, por ahora. 

Algo brillante en el rabillo de mi ojo. Calor. Dolor. Una bala clavandose en lo profundo de mi carne a la altura del omoplato... pero Kara estaba viva. En el interior de la furgoneta un hombre enmascarado se hizo cargo de ella, brusco y directo, pero parecia saber lo que hacia. Stvo cerro la puerta y la furgoneta arranco, elevando la velocidad mientras en cada giro, nos hacia volar de un lado a otro por el interior de la puta furgoneta, como si estuvieramos en un pinball. Solo en el ultimo golpe, vi los anclajes del hombre y como la protegia de nuestros bandazos.

Mire a Kara, los vendajes naranjas clavados a su piel, y ese tono palido como la misma muerte. Gruñi por el dolor de mis dos heridas, haciendo caso omiso de él - No se si mi sangre servira, pero si sirve dasela... toda, toda la que necesites. - El tono de mi voz era puro, simple, dispuesto a morir por salvarla a ella.

La puerta se cerro mientras veia a mi sombra apuntar y disparar, el blindaje se comio una bala que debia matarme. El abuelo, un hombre sobre Kara, los neumaticos acelerando y de pronto me vi lanzado por el interior de la furgoneta, chocando con los laterlaes, tal y como el conductor hacia su trabajo... hasta que en el ultimo bandazo quede al lado del abuelo. Mire en direccion a la Rosa y solo entonces escuche la voz del abuelo, le mire incapaz de comprender de donde salia esa necesidad de salvarla... era... ¿amor? No tenia tiempo para pensar en eso, ni para explicar lo de la sangre. - ¿A donde nos llevais y quienes sois?

El hombre simplemente negó. Se elevó un poco para ver a la herida, tomó el pulso y miró a Stvo dándose cuenta de algo

-Quitese la ropa, toda y lance la por la puerta, YA!-

El hombre, o medico o lo que fuera me miro, sus palabras eran ordenes y no dude. Sabia lo que hacia. Me la quite toda hasta quedar desnudo, hice una pelota, abri la puerta, la lance y despues la volvi a cerrar. - ¿Seguimiento? - Joder...

Las ordenes del hombre me sorprendieron y estuve a tento a los movimientos de Stvo por si necesita un apoyo hasta algun movimiento inesperado de nuestro conductor.

El hombre, aunque no estabais seguros por la voz esperó el momento justo tras que el cerrase de nuevo la puerta con la ropa quitada para mirar a Bucky- su brazo, deme su brazo- señaló el normal, sabiendo que lo daría sin pensar por lo fijado que estaba en la chica, le clavó in inyector que lo dejó dormido en menos de un segundo. Luego miró a Stvo. 

Si no quieres lo mismo, te vas a sentar y te vas a quedar calladito. Vigila que no se golpee la cabeza, ya tiene creo dos balazos, hay que tratarle. La chica necesita ayuda médica urgente, pero al menos he parado la hemorragia, con mucha suerte seguirá viva- se desenganchó el pantalón del vehículo, siendo ahora el cuerpo de cara atado a esos enganches por corras que la mantenían asegurada. Le recolocó la manta un poco tras comprobar que debajo estaba desnuda. 

En cuanto el chasquido de la puerta indico que estaba cerrada, el hombre me señalo el brazo normal, pidiendome que se lo diera. Supuse que seria para la transfusion y se lo mostre, un pinchazo rapido que ni vi llegar... y todo se volvio oscuridad.

Me gire tras cerrar la puerta, vi al abuelo dandole el abrazo, frunci el entrecejo justo para verle caer completamente ko. ¿Que cojones se necesitaba para hacer eso? Queria uno. El hombre fue claro y yo asenti. No pensaba dar problemas, señalo al abuelo y solo entonces note el balazo en su pierna. El del omoplato lo habia visto justo antes de entrar en la furgoneta. Habia puesto su cuerpo para salvar a la Rosa. Tan dispuesto para unas cosas, tan inutil para otras, pero algo estaba claro... la queria a su manera. Tome el cuerpo del jefe, pesado como una losa de piedra, e intente que no se diera mas golpes... su sangre corria tambien por el suelo del vehiculo, mezclandose con la de ella. ¿Sobreviviria? Por la cordura del abuelo asi lo esperaba.

Desnudos, los tres, aunque la única que tenía algo cubierta era justamente la única mujer de la zona. Con unas tenazas sacadas de un botiquín enrollado que deslizó por el suelo pero que también tenía anclado a la cintura le sacó la bala del gemelo, mientras aquel vehículo se movía a veces con unos giros bastante desagradables. 

El del omóplato lo dejó como imposible, al menos por ahora. 

Un par de minutos después, el vendaje naranja estaba por completo rojo y la sangre manó de nuevo. Escuchaste maldecir y repitió la operación de antes, aunque esta vez acabó por maldecir por lo bajo. No había conseguido parar la hemorragia.- Se va...- tapó de nuevo la herida, le tomó las constantes y negó con la cabeza.

Las puertas se abrieron y te sacaron a la fuerza, entre tres personas si hicieron falta que te llevaron hasta lo que parecía ser...¿estabais en un helipuerto? Una bolsa de tela oscura en la cabeza, unos cascos para inutilizar tus sentidos, y el traqueteo de subirte a algún lado. Perdiste todo contacto con nada que no fuese tu respiración. Acabaste dormido, o inconsciente, porque el agobio de estar allí era tan patente que empezaste a sofocarte en poco tiempo, mientras alguien te colocaba dentro de una bolsa, o un saco, que emanaba aun mas calor. 

Trato al abuelo, le saco la bala del gemelo mientras la furgoneta seguia haciendo unos movimientos de lo mas agonicos. Era dificil quedarse en el sitio sobretodo con la mole que era el jodido viejo. Apenas unos minutos despues, algo ocurria con la Rosa, su vendaje estaba empapado. El hombre repitio la operacion pero parecia que era demasiado tarde. Sus palabras y esa negacion no auguraban nada bueno, tenia toda la pinta de que hasta aqui llegaba la Rosa... y eso dolio, aunque apenas la conocia, dolio, mientras una pregunta, persisitia... ¿Que ocurriria con el abuelo cuando se enterara? No queria ni imaginarlo... ni queria estar cerca.

Parados. ¿Un helipuerto? Una capucha y unos cascos para inutilizar mis sentidos. Una extraccion de objetivos prioritarios. Dudaba serlo. Calor, mucho calor y despues, la noche reclamandome... hasta que perdi la consciencia dentro de un saco.