Nada que deba de preocuparte realmente...- le miré con tranquilidad- es cierto que es un chico raro, y que tiene sus cosas, pero no lo consideraría peligroso- ya habíamos hablado de que nunca diría nada que viese de otra gente a no ser que se me pidiera expresamente, y no lo había hecho. Porque supongo que me lo preguntaría por mi noche. No mencionó nada mas de aquello y la respuesta que tenía que ver con Anastasia se quedó un poco en los aires- bueno no se, igual no solo fisicamente es bonita, si no que como dices es inteligente igual...bueno, no se...igual podría llamarte algo.- no tenia mucho mas que añadir. Consideraba que era normal que la gente se fijase en ella y aunque Bucky era especial, era una persona como otra al final. Una vez quitado el raciocinio, solo éramos animales. Lo que me resultaba raro es que yo pareciese percatarme mas que él.
Solo- tuve que decirlo- solo no dejes que entre en casa...-porque eso si me preocupaba, mucho- es de los dos, no de nadie más- bajé la ventanilla para que entrase un poco de brisa- solo eso.- Tomé un poco de aire y pasé a otro tema- ¿sigues con hambre? No hemos comido postre, podríamos pasar por algún restaurante con buenos pasteles y comprar uno...-una sonrisa, que borraba todo lo demás- ahora que aun no hemos salido de la zona de ciudad- rebusqué en el móvil- oh vaya...pasamos hace cinco minutos por una...-fruncí el ceño con una idea simple en la mente- oye...¿y si nos vamos nosotros dos a algún sitio a tomarnos algo? Sin necesidad de mentir a nadie...o si quieres...puedes avisar a alguno de tus amigos...por si quiere venir
Vale, esto cada vez era mas raro, de eso no habia duda. No solo ya apenas comentaba el hecho de realmente haber aparecido por casa de Chris, sino todo lo demas. Habia ido a casa de un extraño, al que como mucho conocia de una vez en persona, dos veces y lo encontraba normal. No tenia claro, donde me dejaba eso exactamente porque hasta donde sabia ella mantenia una distancia obvia entre la gente y ella... ¿Que hacia tan especial al chico? No lo sabia pero empezaba a llamar mi curiosidad, sobretodo por si habia llamado la de su noche. Recordaba que debia ser explicito a la hora de hablar de su noche, pero habia sido claro de que si habia algo que deberia saber, pero ella parecia pensar que no. Eran sus amigos, no los mios, asi que no me meteria mas. Quedo claro que tu respuesta no me satisfizo, ni por asomo y aun asi mi cuerpo no parecia reaccionar de la forma habitual, o como tu creias que deberia hacerlo, si habia tension, una que parecia desaparecer pero no estaba del todo claro, que eso sucediera.
Volvimos al tema de Anastasia y aunque no entendia su curiosidad en el tema cuando ya lo habia dejado claro. Ella seguia ahi. Su ultimo comentario sin embargo dolio, ese si hizo reaccionar a mi corazon y mi respiracion, provocando que en cuanto hubo un hueco a un lado de la calle, parase, colocando los intermitentes y apagando el motor. Me detuve y me quede mirando al frente, dejando pasar los segundos, mientras escuchabas mi corazon retumbar de una forma que no parecia a cuando estabas tu encima o pegada, y mis manos se cerraban sobre el cuerpo del volante, donde casi podias sentir la queja del amterial por la presion. Los segundos se convirtieron en un minuto y despues en dos. Te mire, y lo viste, simple, puro, franco y por completo rebosante... dolor. Desvie la mirada y tras unos pocos segundo mas, arranque de nuevo el motor.
Se hizo a un lado de la carretera al poco de yo mencionar lo de la casa, el hogar y Anastasia. Había notado su reacción pero no sabía que era tan acuciante hasta que nos encontrabamos parados a un lado de la calle, con el motor apagado. Miró al frente mientras yo intentaba dilucidar que era lo que había pasado, porque estaba...así.
Quería preguntar pero no sabía si debía, hasta que al pasar casi dos minutos donde solo podía mirarlo el me miró, y vi el dolor ¿Dolor? ¿Por qué?- ¿que ocurre? ¿Es...es por lo que he dicho de la casa? Yo, no, no se- estaba desubicada- no quería que, solo que, bueno si, si...-no sabía ni como decirlo- es algo nuestro, ¿es eso? ¿Quieres que sea de alguien...más?- casi sonó a roto ese más. - ¿Es por lo de Chris? ¿Es porque yo he ido a su casa? - Iba tirando por donde creía, pero no estaba segura de nada y eso se le notaba. Volví al tema que le hizo saltar- No te digo que la lleves, no, quiero decir que, yo, y tu, bueno, dios no se que te pasa Bucky dame alguna maldita pista, solo intento ser amable, abierta, con la gente.- Miré al frente- pero la gente siempre estará un paso por detrás nuestras, tras la linea, la de casa...
Cerré los ojos con fuerza- No debí haberte dicho que no podías hacer algo, lo siento.
La mano sobre el contacto, la llave a punto de encender el motor que no sabria a donde nos llevaria y entonces ella hablo, sin descanso, pregunta tras pregunta, palabra tras palabras... una detras de otra mezclando lo de Chris con lo de Anastasia. Las dos manos en el volante, mi cabeza entre los brazos mirando al suelo. - No dire que me haya gustado enterarme de lo de Chris, porque seria mentir... pero ¿Anastasia? - Notaste el dolor, si, casi podias masticarlo en mi tono. Las manos se cerraron con mas fuerza sobre el volante. - Hace menos de dos dias te pregunte si querias ser mi novia... mi novia... yo no entiendo que significa en este mundo, pero en el mio, es algo que solo se dice cuando significa algo, cuando es algo, cuando somos algo. ¿De verdad crees que meteria a Anastasia en nuestra casa? ¿Que dejaria a alguien compartir los mismos lugares donde solo has estado tu? ¿Que alguien diferente a ti, iba a tocarme? - Esa ultima salio hasta con algo de rabia. - Eso duele, eso duele de verdad. Que creas que soy capaz de decirte eso a ti, de pedirte eso a ti... y luego irme con otra cualquiera... al dia siguiente.
Respire hondo, respire hondo mientras mis manos se iban soltando del volante. - El ser mi novia, el estar conmigo... significa algo... mucho. Esa casa es nuestra, la compartimos, como compartimos muchisimas mas cosas... pero... pero si mi manera de ver nuestra relacion es anticuada, o no es la que tu quieres, necesito saberlo tambien... porque te lo dije, soy tuyo Kara. Tuyo. No quiero a nadie mas tocandome, o besandome... o nada...
No le había gustado lo de Chris, pero...¿que otra cosa quería? Sin embargo las cosas se fueron poniendo peor según el iba hablando y yo ya solo podía mirar al frente, tensa por completo. Hace dos días que me lo dijo, que me preguntó si quería ser su novia y claro que dije que si, porque no había nadie mas que realmente pudiese tener eso de mi. Eso lo sabía, y aunque pensé que podría sentarle mal lo de Anastasia solo estaba preguntando, solo quería dejarle claro que si...pues que si algo, con ella o con quien sea que de cierta forma podía ser. Yo era muy especial, en el mal sentido de la palabra y creía que el lo tenía claro.
¿De verdad crees que meteria a Anastasia en nuestra casa? No, pero quería dejar patente que no la quería en ella. ¿Que dejaria a alguien compartir los mismos lugares donde solo has estado tu? El poco acercamiento que había entre nosotros fue cortado,apartándome muy ligeramente de su lado, tirando más hacia la ventana mientras seguía mirando al frente. ¿Que alguien diferente a ti, iba a tocarme? Rabia. Trague saliva.
Todos estábamos tensos, de eso no había duda, no tras lo ocurrido en el pub. Escuché, porque no vi como respiraba hondo, para calmarse y vi por el rabillo del ojo, apenas formas de sus manos deslizandose del volante. - Me ha quedado claro, no tienes de que preocuparte, no volveré a hablar de eso. ¿Vamos a casa?
No es que hablase mucho, no es que contestara ninguna de mis preguntas, ni siquiera comento lo que habia dicho sobre Chris. No dijo nada, de nada, ni sobre la relacion, ni sobre que era suyo, solo silencio absoluto mientras se apartaba de mi. De reojo vi como miraba por la ventana mientras yo dejaba salir, de todo un poco. La rabia seguia burbujeando en cierta forma, y si todo lo ocurrido en el pub no la habia hecho estallar, sus comentarios si. El silencio llego, la calma despues de una tempestad a la que ni yo mismo le encontraba sentido... ¿realmente se le habia ocurrido? Si, se le habia ocurrido, aunque fuera en un solo 1% lo habia hecho porque no queria a esa mujer en casa, era asi de simple.
Arranque el coche, el motor ronroneo y pronto estuvimos de vuelta en el trafico de la ciudad, mientras Moscu quedaba atras poco a poco, y nosotros nos sumergiamos en el silencio. No era uno agradable, pero tampoco desagradable, solo... tenso. Como si tirase de nuestros cuerpos, en direcciones opuestas... hasta que el coche simplemente se detuvo delante de casa. El motoro se apago de nuevo y el silencio se hizo aun mas obvio. Queria golpear algo, pero no lo hice, sali del coche y si tu no habias salido aun, di la vuelta y te abri la puerta. Estaba serio, tenso, pero no molesto, mi ritmo cardiaco y mi respiracion volvian a ser normales... si mirabas, aun podias ver el brillo de ese dolor en mis ojos, aunque mas suave, que antes.
Si había aprendido una cosa a lo largo del tiempo que pasé en algunos lugares era que ante un peligro, una amenaza, lo mejor era evitar mirarla, decirle nada que la enfadase, y si me encontraba como ahora en un momento de indefensión solo esperar a llegar a algún sitio para poder evitar cualquier percance. Bucky era violento, yo ya lo sabía, pero las formas, en ese momento, en aquel lugar tras lo sucedido solo me hizo tenerle aun más miedo. ¿llegaría a ponerme la mano encima? Si, si yo me lo buscaba. Eso no era nuevo. Así que lo mejor era simplemente seguirle el compás, ser buena, dejar que pasara el tiempo y mañana sería un día nuevo.
Condujo por las calles, mientras se iba tranquilizando. La idea de comprar algún dulce de camino se quedó en la nada. No quería molestarlo, era lo último que buscaba. Estar en la mente de ella era confuso, y desde luego habían cosas que fallaban desde hacía tiempo. Un hombre como Bucky, daba seguridad, alguien capaz de matar a gente, y de ser un caballero era una buena baza, el problema, era que como todo ser, tiene una parte que no sabe reaccionar ante estímulos. Unos se deprimen, otros lloran, beben, salen, gritan, y otros, golpeaban cosas. Mi novio era de esos últimos principalmente, eso y unos gestos de lo menos agradables del mundo que podían hundir la vida de cualquier persona y atarla a él por siempre.
Su mirada de decepción logró la primera puntada hacía no demasiado. El creer que yo había hecho algo malo, pero no preguntar, no interesarse dio rienda suelta a un dolor que no se iba, y que iba abriéndose cuando pensaba que teníamos algo ya. Y a la noche le gustaba ese dolor, porque nos lo causaba a ambos. El momento de la verdad, cuando más débil estaba, cuando mas me había abierto, trajo la posterior puñalada una que me hizo sentir aun peor, un objeto, un juguete, un puzzle sin algunas piezas que nadie iba a querer, salvo él, por supuesto. El siempre querría un muñeco roto. A punto estuve de lograr escaparme de allí, de sus manos, de su mente que me atraía como el fuego a una polilla. Pero no a la estación, el vino, yo acepté, el me mostró y yo viendo que en el fondo me quería me quedé a su lado. Como una verdadera imbécil asustada del mundo. Por que ¿quien mas me iba a querer ahora? Me encerré en mi propia jaula.
Al final había caído exactamente en alguien como Marcus, con la única diferencia, de que al menos este se portaba mejor y no era un sádico. Había cambiado esa parte por algo violento, no estaba mal. Mis peores pensamientos se iban haciendo realidad mientras yo misma ataba la soga al cuello y deslizaba la cuerda por la piel, cercando esta. Una parte de mi, decía que simplemente era así, que nunca pasaría nada, que no debía de temerle. La otra recordaba demasiado bien los daños y las heridas que supuraban mientras las iba enterrando profundamente con tal de poder tenerle cerca.
Si hubiese pensando que el no era violento, no le hubiese pedido los pestillos, no haría falta. Era mas una salvaguarda de él que no serviría de nada. Y aun con eso, empezaba a preferir dormir con el mismo que alimentaba mi propio sufrimiento, antes que volver a estar sola en una cama fría aun en pleno verano. Me dolían los dedos de apretar las yemas bajo el jersey que estaba en mi regazo, en el coche. Me volvía en la carroza a casa, a la cárcel con un pobre carcelero que no estaba del todo bien, con costumbres de otra época, de otro tiempo, que estaba destinado a morir pronto y que tomaba lo que podía de este tiempo. ¿se habría dado él cuenta de que sin los papeles...sin mis papeles de verdad no me podía mover? Me ataba en corto, siempre, aunque no se diese cuenta. Los momentos en los que mas quería irme siempre estaban jodidos y me era imposible.
Las calles de la ciudad se fueron oscureciendo, mientras la zona iba siendo cada vez mas y más alejada de la ciudad. Me resignaría, porque había nacido para eso, por mas que me negase a pensarlo. Nunca jamás podría estar con alguien como Max, que aun con sus cosas, era un chico normal. Donde yo iba, atraía el dolor y la violencia. No solo porque fuese sí, si no porque tenía que serlo por obligación.
Donde para el en el coche el silencio solo era tenso, no en exceso, yo me estaba muriendo de miedo, por saber lo que pasaría al llegar a casa. Nunca debí de abrir la boca, solo, dejar que el hiciese lo que bien quisiera. Cuando llegamos a casa, aun el quería golpear algo, lo notaba en su tensión. Solo esperaba, que no fuese yo, aunque me lo hubiese merecido quizás. Lo miré de reojo y esperé a que el saliera primero para luego salir yo, con el móvil y el jersey en los brazos.
Me mantuve en silencio y esperé a que fuese el el que eligiese si quería entrar o no en casa. Yo no tenía llaves.
Reuniones con Inna
Primera reunion
Quedamos en un restaurante, uno centrico pero intimo en cierta forma. Ella gustaba de ese tipo de ambientes un poco mas elitistas y ademas eso nos permitiria algo de privacidad. Estaba nervioso, siempre lo estaba porque sabia perfectamente que mis palabras podian ser usadas en mi contra, pero a lo largo de estos dos años, le habia contado sueños o pesadillas y nunca habia recibido indicaciones de que nadie del grupo, ni de mas arriba supiera nada. Quizas era su manera de acercarse mas, no lo sabia, pero al igual que el resto del equipo confiaba en ellos, quizas en ella mas puesto que habia tratado con ella muy a menudo al inicio de esta locura que habia sido salir de Hydra... sobretodo por su cercania a mi persona.
Me sente a esperar, siempre llegaba primero o lo intentaba, era casi como un requisito que ella imponia en estos casos. Sabia que estaria mirando que ella estaria vigilando mientras esperaba. Era algo raro, lo sabia pero me decia que al menos conmigo que podia hacerlo asi lo preferia. Paso el tiempo y por fin se persono. Yo estaba nervioso, se me notaba en general, me peinaba el pelo a menudo. Empezamos con una charla banal, hasta que poco a poco ella fue dirigiendo la conversacion a lo que realmente me importaba.
Le hable de bueno, la forma en que me habia empezado a abrir a ciertas cosas, relaciones sociales, personas en estas ultimas semanas y los problemas que tenia con ello. Cerraba los ojos a menudos, lanzando suspiros y abriendo y cerrando las manos. De que me habia dado cuenta de que era incapaz de procesar ciertas cosas. Que cuando esta epoca choca directamente con mi concepcion de mi vida en la otra epoca, en comportamientos, formas de ser y cosas similares, mi reaccion viene determinada por estallidos de rabia... bruscos, temperamentales y que suele ser mastante cortos, pero sin duda muy explosivos. Eso me provoco mirar al suelo, mientras recordaba el ultimo, y mi cabeza negaba. Le dije que sabia que no estaba bien, que me habia quedado claro pero que no sabia como reducirlo, como evitar esos estallidos... o como adaptarme a esta sociedad para que no fueran tan violentos... que no queria estallar asi.
hablamos un poco mas, no se me notaba comodo, parecia rememorar cada cierto tiempo algo, como puntos que me habian llevado como miguitas de pan a este momento. El principal problema es que mis estallidos de rabia viene siempre definidos por la violencia. Gritos, gestos bruscos y cosas similares, por el momento he sido capaz de no herir fisicamente a nadie, pero me da miedo que eso pueda llegar a suceder y que yo... hiera o mate a alguien importante para mi, como alguno de vosotros. Ademas de que no soy capaz de verlo venir, hay golpes que crean pequeñas roturas que se van extendiendo con el tiempo y me permiten adaptarme a lo que viene o eso creo, por lo que no suelen provocar estallidos, otras son mazazos y con esas mis reacciones son totalmente volubles... y por ultimo esta la acumulacion de los mismos.
Ella escuchara e ira dando sus impresiones, recordandole siempre que no es una verdadera terapeuta. Le recordara sus sesiones para habituarlo a este mundo y le dira que necesita mas, sobretodo en como manejar las relaciones sociales con la gente y mas aun, con alguien que sea importante. Yo desviare todo comentario sobre que haya alguien... pero ella tampoco incidira con esa sonrisa suya que sabe, que hay mas en ese sentido. Aun asi si añadire que desde que se ha vuelto mas "sociable" esos ataques ocurren con mas frecuencia porque... choca mas habitualmente con el mundo de su alrededor. Eso le provocara un breve estallido, una tension calra y obvia tanto en su cuerpo como en su mano, la de metal. Respirara hondo e intentara tranquilizarse, antes de seguir.
Tambien le dira que entiende que ante ciertas personas esos estallidos, esos gritos y gestos puedan hacerles daño... pero que no entiende bien como, ni como identificarlo o arreglarlo. Que intenta ser mas humano en muchas formas pero le cuesta y realmente quiere... adaptarse a una vida mas normal. ¿Como hacerlo? ¿Como saber cuando algo hace daño? ¿Como remediarlo?