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London by Night: Crimson Nights

[Prólogo] Closed Eyes (Constance Gallagher)

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11/10/2019, 18:26
Jackson Moore

Sonreí ligeramente cuando el doctor permitió que Constance se cogiera el alta, lo cual estaba claro que era lo que ella quería, pero la sonrisa se truncó cuando ví el gesto que éste ponía al ver mi herida. 

Había sobrevivido a cosas peores, así lo demostraban varias cicatrices que recorrían mi cuerpo y una leve cojera permanente que me acompaña de manera silenciosa, pero hacía tiempo que aprendí que una herida, por leve que sea, es un enemigo mortal si se infecta. 

Me mantuve callado, y por dentro deseé que fuera una nueva broma. Mi gesto de incertidumbre apenas cambió cuando el médico comenzó a reir demostrando una vez más su extrovertido humor, pero sí enarqué una ceja al no entender dicha necesidad. Al menos respiré aliviado, pues sólo debía esperar una semana. 

- Gracias doctor -Respondí entonces, con un tono inusualmente seco. No me había gustado su broma. Quizá estuviera perdiendo el humor, o sólo era que estaba tan cansado que ni siquiera tenía ganas de chanzas. 

El resto de la conversación la pasé en silencio. Dolorido por el estado de Maggie, una vez Gull terminó decidí preguntar. 

- Doctor, ¿Cuándo podremos verla? -Aguardé silencio un breve instante al darme cuenta de mi estado, y chasqueé la lengua. Mi tono continuaba siendo igual de seco-. Empiezo de nuevo. ¿Puedo ya levantarme, o mejor esperar unos días? De no haber inconveniente, ¿Podremos verla pronto?

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11/10/2019, 22:02
Maggie Smith
Sólo para el director

Enola se revolvía en la cama, inquieta por aquel perturbador sueño que parecía tan real. Se aferraba a las sabanas mientras su yo racional luchaba contra la opresión que sentía. No, era real. Repetía una y otra vez, aún así se sentía real. Ella no se había escondido bajo la cama, solo una niña haría eso y ella era una mujer. Una inteligente y capaz de valerse por si misma.

Dolor, ira, soledad, todo a la vez en una vorágine que la hace gritar pero nada sale se escucha, la sonrisas demenciales ensordecen.

“Te las arreglarás muy bien por tu cuenta, ¿verdad Enola?”

¿Ragostin? No podía ser ella era él y él era ella. ¿Maggie? Ella era Maggie y Maggie era ella. ¿Qué estaba sucediendo? La confusión iba en aumento en aquella sucesión de imágenes sin sentido y representaciones inexactas que amenazaban con volverla loca. ¿Sería eso estaría perdiendo la razón?

El corazón de la joven latía desbocado, golpeando su pecho con intenso dolor como tras una carrera desesperada. Pronto la percepción cambia, el pecho arde, el desazón se extiende. Un profundo terror recorre por cada una de las venas de Enola, clamando en una desesperación que no había sentido en la vida que huya. Que corra lejos. Que se esconda. Así no darán con ella.

Las lagrimas corren por sus mejillas cuando aquella presencia aferra su cabello forzándola a estirar su cuello entre sollozos. No comprende las palabras, solo la reacción de su cuerpo ante ellas. No puede moverse, esta completamente paralizada.

Abre los ojos, todo ha pasado. Su mirada recorrer agitada cara rincón, vuelve a estar en la habitación del hospital, aislada pero no a salvo. Se lleva la mano a la frente cuestionando su cordura, antes de desplomarse de nuevo sobre la almohada con un gesto de dolor al mover la pierna mal herida. Claramente estaba perdiendo la cabeza, quizá Vane pudiera darle sentido a lo que le había sucedido, aunque su mente ahora “lucida” lo achacaba todo a la medicación y restos de la sedación. Pero...había algo familiar en todo aquello, algo que dejaba un regusto amargo e inexplicable, además de un hormigueo en la parte de atrás de la cabeza, como si algo pasara inadvertido y no fuera capaz de verlo a simple vista.

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12/10/2019, 21:58
Constance Gallagher

A medida que el doctor explicaba el alcance de las heridas de Maggie, las piernas de Constance flaqueaban más y más, teniendo que sentarse al borde de su cama. Sentía pena, mucha pena, por la pobre chica. Además de lidiar con un dolor insufrible, ¿qué le aguardaba en un futuro? En parte dependía de la zona y gravedad de las quemaduras. Esperaba que ninguna de ellas quedase expuesta a miradas envidiosas y lenguas afiladas, porque entonces sería difícil que sus heridas dejasen de escocer. Estaba segura de que los dos caballeros que la acompañaban serían amables con ella y en especial el doctor Vane podría ayudarla a superar lo que con bastante probabilidad, debió ser el peor episodio de su vida.

El mayordomo, sin embargo, estaba fuera de peligro y esto causó un gran alivio a Constance, que no pudo evitar sonreír. ¡Podía ir a visitarle! ¿Qué le diría? Quería hablar un poco con él y expresarle lo feliz que estaba de verle bien. ¡Desde luego este hombre tenía ganas de vivir! Sin embargo tenía dudas respecto a comentarle algo más. ¿Era momento de decirle que aquellos impresentables habían ido a su casa? ¿Que la habían amenazado y comprometido a su padre? No quería alterar sus nervios, pero estaba convencida de que el peligroso actuar de los mozos se extendería también a él.

El doctor ofreció contestar cualquier otra pregunta, momento que Constance aprovechó para acercarse a él.

-Quería agradecerle infinitamente el habernos atendido al mayordomo y a mi, -se giró y miró a los otros dos pacientes- y a mis compañeros, claro -rió espontáneamente-. Quisiera disculparme además por mi actuar de la pasada noche, estaba muy nerviosa por los acontecimientos, espero lo comprenda -dijo mordiéndose el labio y poniendo cara de circunstancias. Había bajado un poco el tono de voz porque le daba apuro reconocer delante de todos que había desobedecido al doctor.

-También tengo curiosidad por saber cómo fue su llegada al lugar de la explosión. Cuando abrí los ojos le vi allí y me pregunto si se dirigía a la recepción de la Reina y nos encontró en el camino, si escuchó la explosión y decidió desviarse o si le avisaron de que había heridos y vino expresamente a socorrernos -sonrió y en su gesto podía leerse una inocente curiosidad. Era algo a lo que había estado dando vueltas y no sabría decir, aunque imaginaba una de las primeras opciones-. ¿Pasé mucho tiempo inconsciente? -creía que no, pero de todos modos no podía confiar en su percepción temporal. Por lo poco serían varios minutos, el tiempo que tardó el doctor en llegar. -Nunca me ha sucedido algo tan extraordinario y quisiera conocer estos detalles -sonrió. Aunque ahora debía permanecer guardada, era ésta una historia para contar. A futuros hijos y nietos, esperaba, si la vida le concedía esa dicha.

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13/10/2019, 14:38
Mortimer Vane

La respuesta del doctor Gull dejó a Mortimer sumido en un silencio algo meditabundo. Estirado y flemático como era se le notaba preocupado por la joven con la que había llegado al hospital y el alcance de sus heridas. Siguió rumiando en su interior, escuchando sólo a medias la conversación que mantenía ahora el médico con la señorita Gallagher, al menos hasta que la joven habló de una explosión.

Un brillo de curiosidad asomó a la mirada del doctor Vane entonces. Y de no ser por la presencia del otro médico aún en la habitación sin duda habría preguntado más detalles a Constance. Pero siendo la situación la que era, se guardó las preguntas para después y simplemente esperó con paciencia hasta que el hombre que le desagradaba terminase allí y se marchase.

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16/10/2019, 13:09
Dr. William Whitney Gull

Cuando Jackson le hace la pregunta sobre Maggie, este levanta las cejas, claramente preocupado, su gesto no augura una respuesta que agrade a nadie.

-Una quincena, quizá más. Es difícil precisarlo. Pero como mínimo estará quince días en observación. -A tu otra pregunta se ríe, porque ya te había contestado. -Una semana de reposo, será lo mínimo, a partir de ahí será cosa suya. Yo le pediría un mes de baja, pero sé cómo está la situación. -Muestra las palmas de la manos, encogiéndose de hombros.

Gull sonríe al ver acercarse a la joven, aunque esperaba alguna pregunta más, tampoco incide en ello, dispuesto a marcharse en el momento en el que atienda a la señorita Gallagher. Las preguntas de la joven le extrañan en un primer momento, aunque al ver el gesto inocente de la joven y comprobar que para ella todo esto ha sido una aventura, no puede reprimir una carcajada, aunque tapada con la mano. Termina asintiendo y relatando lo que recuerda de aquel momento. 

-Yo estaba sentado en el carruaje de camino a la recepción. -Comenta cruzándose de brazos. -Iba un poco tarde, pues había estado asistiendo al Conde de Jersey. Que aunque no lo reconozca, vive más aquí, en Londres, que en la isla. -Asiente con la cabeza, añadiendo un tono de crítica graciosa a la última frase. -Al escuchar la explosión, le pedí al cochero que me acercase al lugar, estábamos relativamente cerca y quería saber de primera mano si había heridos, una mano a tiempo puede suponer la perdida, o no, de una vida. Pero reconozco que nos costó llegar. -Gesticula con una mano mientras continúa con su relato. -No podría precisar el tiempo que llevaba inconsciente cuando llegué, pero dudo que estuviera más de un par de horas. -Vuelve a cruzarse de brazos mirándote a los ojos. -Cuando llegué comprobé que, a parte de un mal golpe, estaba bien, así que me preocupé por el señor Burrows, el mayordomo. Pues tenía un fuerte traumatismo en la cabeza y se encontraba muy cerca de la explosión. Cuando por fin pude centrarme en usted, tras haber avisado al servicio sanitario, prácticamente se despertó. -Vuelve a sonreír. -El resto de la historia ya la conoce.

Una vez termina el relato, suelta el aire por la nariz y mira al resto. Se lleva la mano al bolsillo sacando su reloj y le echa un vistazo, elevando las cejas con cierto grado de sorpresa. Vuelve a guardarlo con gesto sobradamente entrenado y la mira a los ojos, de nuevo, forzando una sonrisa.

-Ahora discúlpeme. Aún tengo mucho trabajo por delante. -Mira a tus compañeros de cuarto. -Descansen señores. No es poco la herida que han sufrido ambos. Me volveré a pasar en unos días, a menos que me llamen por alguna razón. Adiós. 

Se despide y se marcha de la habitación dejándoos unos segundos para hablar. 

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16/10/2019, 20:53
Mortimer Vane

Quince días en observación. El doctor Vane apretó los labios al escuchar el pronóstico que tenía Gull para la señorita Smith. Era consciente de la gravedad de sus heridas, pero eso no hacía que estuviese menos preocupado por ella y por las secuelas que podía arrastrar después de aquel incidente. 

Mientras el doctor hablaba y hablaba los dedos de Mortimer tamborilearon sobre la sábana de la camilla, escapándose ese gesto de su porte rígido y delatando que estaba más inquieto en su interior de lo que aparentaba su expresión neutra. 

Cuando el hombre por fin decidió marcharse, sus ojos lo siguieron hasta la puerta y esperó hasta que hubo salido antes de que su mirada buscase a Constance. 

Señorita Gallagher, va a tener que contarme todo eso de la explosión —dijo, alzando una ceja con cierto asombro al haber descubierto cómo había llegado la joven al hospital—. No voy a permanecer más tiempo en este lugar. Pero me gustaría pedirle que me permitiese acompañarla en el carruaje que la saque de aquí. Puede contarme la historia por el camino y dejarme en mi casa, si no le supone mucho inconveniente. Allí tengo todo lo que necesito para encargarme yo mismo de mis heridas y sin duda la señorita Greenwell debe estar inquieta por mi ausencia.  

Parecía dispuesto a levantarse y salir de allí en ese mismo momento, pero si era necesario esperaría a que Constance se despidiese de ese mayordomo del que había hablado. 

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17/10/2019, 19:38
Jackson Moore

Si cuando el médico dijo una quincena de reposo para Maggie en mi rostro pudo reflejarse cierta aflicción, cuando aconsejó que yo estuviera un mes de baja mis ojos se abrieron y pudo notarse cierto abatimiento. 

Pese a que era algo que me esperaba, después de todo no todos los días agujerean tu pecho con una estaca de madera, siempre suena mejor en tu cabeza que cuando te lo dicen de forma directa. 

Suspiré, y asentí con la cabeza, agradecido por la sinceridad del doctor.

Me mantuve en silencio el resto de la conversación. En mi mente estaba dándole vueltas a mi situación actual, sumado a la sensación de culpabilidad que me acompaña desde que vi aparecer a Mortimer por el portón del hospital.

- Perdone la indiscrección, Señorita Gallagher. ¿Fue su casa la que explotó? -Pregunté cuando el médico abandonó la sala-. Quise preguntar justo cuando despertó el doctor Vane, pero entonces no quise importunar. Después de todo... No estoy de servicio en estos momentos pese a que las preguntas se agolpan en mi cabeza.

Entonces, de nuevo, mi rostro me jugó una mala pasada. Verme solo en el hospital, dada la disposición de mis dos acompañantes por abandonar el lugar, hizo que sintiera cierta tristeza y esta se reflejó en mi semblante cariacontecido, pero intenté sonreír. En verdad, me alegraba por ellos. 

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19/10/2019, 00:36
Dr. William Whitney Gull

Pasan unos minutos angustiosos que te mantienen pensando en aquel extraño sueño. La sensación de que es ya habías soñado esto con anterioridad no te abandona en todo momento. Las risas es quizá el peor detalle de aquel sin sentido. Eran tan estridentes que se mantenían en tus oídos una vez habías abierto los ojos, desaparecía, como una voz en la lejanía, a medida que te ubicabas en la habitación. Por suerte, la entrada de una de las enfermeras con la cena pudo romper ese recuerdo, ganándose tu atención. No había nada especial en aquella señora de mediana edad, vestida de blanco impoluto, con un delantal, también blanco, excesivamente ceñido, al haber sido atado con un doble nudo a la espalda. La cofia tapaba un cabello oscuro y rizado, atado en moño en el cogote, sujetado con varias horquillas puestas sin ninguna gracia, respondiendo simplemente a la necesidad de mantenerlo recogido, sus labios, pintados de un excesivo rojo te muestran una sonrisa cálida, y los ojos de sorpresa te indican que no esperaba verte despierta.

-Por fin ha despertado, señorita. -Comenta con un tono de voz bajo. Entra junto con el carro de la comida en el que lleva un par de platos tapados para evitar que se enfriara y una manzana de postre. Al acercarse a ti sirve un poco de agua en un vaso de cristal, preparando el carro, dejándolo accesible. -Voy a avisar al doctor. Enseguida está con usted. -De la misma forma que ha venido, sale del cuarto.

El olor de las verduras asadas, restalla en tu nariz, es un olor familiar, reconoces el de la alubia verde, y sin llegar a probarlas ya sabes que están sosas. También reconoces el olor del atún a la plancha, quizá acompañado por una jacked potato cubierta de guisantes. Giras la cabeza para ver aquellos platos cubiertos que ya pocos secretos guardan para ti. La puerta de tu cuarto vuelve a abrirse. Esta vez en el doctor Gull, que se queda apoyado en la puerta tras cerrarla sobre sí. Te observa con curiosidad clínica antes de dar un paso en tu dirección, quedándose apoyado en el resposapies de tu cama. 

-Imagino que tendrá alguna pregunta que hacerme. -Comenta, balanceando el peso de su cuerpo de una pierna a otra. -Y es normal, por otra parte, aunque le ruego que me permita explicarle la situación antes de atender a sus preguntas. -Asiente con la cabeza, manteniendo un gesto neutro, entrenado, que no te permite descubrir si lo que va a decir es bueno o malo. -El tejido muscular no ha sido dañado, pero sí que ha sufrido las secuelas de estar expuesto al excesivo calor. -Comienza a explicarse con un tono explicativo bastante cordial. -Sin embargo, sí que el fuego ha destruido varias capas de piel, que van a necesitar de cuidados intensivos durante una temporada. -Toma aire, hinchando el pecho, y se cruza de brazos. -El hollín había infectado la herida, pero tras limpiarla... la hemos podido desinfectar. -Te mira preocupado, con el ceño fruncido. -No es algo que solamos hacer, para evitar males mayores hemos amputado los miembros quemados para evitar la gangrena. -Suelta el aire por la boca antes de poder continuar con su discurso. -Pero hemos recibido instrucciones precisas de hacer todo lo posible para evitar mutilarla. Yo considero que es bastante peligroso, dada la situación, pero... -Se encoge de hombros devolviéndote la mirada. -La desinfección no ha sido, para nada, ortodoxa. Es posible que empiece a sentir un dolor intenso en un futuro cercano. Para combatirlo le vamos a traer unas pastillas que la van a mantener sedada y relajada. -Levanta las cejas, temiendo dar una mala noticia. -Será un proceso largo. Todos los días será visitada por la enfermera. Para cambiar las vendas y limpiar la herida, si es fuera necesario. Calculo que, en el mejor de los casos, se tirará quince días en observación, y después podrá ser pasada a una habitación acompañada. -Tuerce los labios, tras dar la noticia. -En fin, ¿Tiene alguna pregunta?

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20/10/2019, 06:40
Constance Gallagher

¡Lo sabía! -celebró para sí, cuando el doctor explicó que en el momento de la explosión se hallaba en el carruaje camino a la recepción. La joven lo había imaginado así, aunque no a tanta distancia. Le produjo un gran asombro saber que había estado inconsciente cerca de dos horas. ¡Era mucho tiempo! Ahora comprendía mejor al doctor y su insistencia en dejarla bajo vigilancia durante toda la noche.

Sonrió al escuchar el apellido del mayordomo, pues hasta ahora lo desconocía. Con que... así se llamaba el estirado señor al que esperaba, ahora, un poco menos disgustado en su presencia. Se despidió del doctor agradeciéndole de nuevo su valiosa ayuda. Cuando éste salió de la habitación, Constance se giró hacia el señor Vane, que acababa de pronunciar su nombre. Le miró un tanto sorprendida por su voluntad de irse a casa.

-Claro... puede venir conmigo, si está decidido a irse -sabía que él no tenía duda, pero necesitaba darle la oportunidad de volverlo a meditar-. No es inconveniente en absoluto, al contrario, será un placer que me acompañe -sonrió con amabilidad.

El señor Vane deseaba saber más de lo sucedido y sugirió hablarlo en el carruaje, a lo que Constance asintió. Por su parte, pensaba adelantarse llegado el momento de conversar y preguntarle acerca del motivo de su disgusto para con el doctor Gull. Se había percatado de la tensión existente entre los doctores y se preguntaba si sería ésta, en gran medida, la que le impulsaba a abandonar el hospital.

-Pensaba visitarla mañana -declaró al mencionar a la señorita Greenwell-, para hacerle compañía y ponerla al corriente de su estado de salud -sonrió-. Pero lo pospondré unos días, para cuando usted esté recuperado -decidió, pensando que era lo oportuno. Después indicó al doctor Vane que podía prepararse con tranquilidad, pues antes de su partida, deseaba despedirse del señor Burrows.

Miró entonces al señor Moore, que finalmente quedaría solo, pues la señorita Smith se recuperaba en otra habitación. -Se le hará a usted más corto de lo que imagina -intentó animarle-. Tomando la pastilla del descanso sobre las diez de la noche y despertando de su efecto entre las cinco y seis de la tarde, apenas estará despierto durante un suspiro -bromeó, esbozando una suave sonrisa.

El agente preguntó si era su casa la que explotó y Constance quedó visiblemente sorprendida. No esperaba esta pregunta, que por otra parte, era absolutamente lógica, y le pareció de lo más amable. Se acercó y tomó asiento en el borde de su propia cama. -No... no fue mi casa. Fue la mansión de Lord Bane -se giró un momento y miró divertida al doctor, cuyo apellido se diferenciaba del otro tan solo por una letra-. Ronald Francis Bane, propietario de una importante naviera, fallecido por causas naturales -explicó regresando su atención al señor Moore. Tal vez con estos datos supiese de quién hablaba. Dejó pasar algunos segundos antes de continuar, dejando que el policía disfrutase haciendo sus propias conjeturas, y cuando siguió, lo hizo anticipando lo que creyó sería su siguiente pregunta. -Soy fotógrafa -explicó-, Lord Bane tenía contratados nuestros servicios.

Suspiró y se levantó.

-A mí también me intriga su caso -miró a ambos-. El libro desaparecido. Sir Arthur Conan Doyle. Leí “Estudio en escarlata” estas Navidades. ¡Me pareció magnífico! -exclamó-. ¿Y el olor salino? -se le ocurrían varias ideas pero decidió solo apuntar a una de ellas-. Si se tratase de algún químico, en el hospital deben trabajar con muchos, ya sea como uso médico o desinfectante. Tal vez haya alguno con esta característica. -El doctor Gull o las enfermeras seguro tenían a bien ayudar al agente, pensó. Ya fuese para encontrar o descartar opciones, no tenía nada que perder con preguntarles.

Parpadeó un par de veces, dándose cuenta de que nadie le había pedido opinión al respecto. -Disculpen, estaba pensando en voz alta -se excusó, llevándose la mano a la nuca, un poco sonrojada.

Notas de juego

Primera edición de 1887

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20/10/2019, 09:59
Jackson Moore

Me sentía en parte como un extraño, pero a la vez gratamente sorprendido. Desde que le vi en la comisaría supe que Mortimer sería algún tipo de celebridad dentro de su campo, el cual aún no tenía muy claro a decir verdad, pero lo que realmente me sorprendía de él es que con cada persona que nos encontrábamos él ya había tenido una primera toma de contacto con anterioridad: Abberline, Maggie, Constance, la tal señorita Greenwell que también Constance conocía. En resumen, el Dr. Vane sería sin duda alguna todo un activo para cualquier agente de policía que se preciase de serlo, y sin duda ya era una pieza irreemplazable dentro de nuestra pequeña, a la par que accidentada, empresa.

Por otro lado, Constance resultó ser fotógrafa. Para mi ese arte era algo prácticamente desconocido. La capacidad de plasmar una escena real en papel de forma permanente con el uso de luces y fogonazos me parecía algo sencillamente sensacional, pero me quedaba casi tan lejos como el ser capaz de realizar una operación a corazón abierto. 

No obstante, mentiría si no dijera que acercar esa técnica a nuestra capacidad de investigación pudiera sernos de gran ayuda. Poder repetir las escenas más allá del uso de nuestra capacidad de recordar o las fotografías de archivo, seguramente nos sería de mucha utilidad en la investigación.

Por ello, tras ver como Constance divagaba entusiasmada sobre el caso, no dudé en preguntar.

- Señorita Gallagher, ¿Quiere unirse a nuestra investigación? -Me miré el pecho, y seguidamente miré hacia Mortimer. Mi cara, en un principio cargada de determinación, perdió fuerza rápidamente. Quizá me precipité al preguntar dado nuestro estado, pero el arrebato de Constance me pudo-. Como ya ha podido comprobar, no está exento de peligros, mortales a decir verdad, y tampoco puedo asegurar una cuantiosa paga, pero sin duda sería bien recibida en nuestro pequeño grupo de investigación... -Aguante un momento en silencio, y luego añadí, para finalizar-. No se sienta obligada a responder ahora. Después de todo, ya sabe dónde puede encontrarme... Encontrarnos, mejor dicho.

Sonreí hacía Constance, y después le hice un gesto afirmativo con la cabeza a Mortimer. Era tanto un saludo como una despedida, y también un gesto de aprobación. 

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21/10/2019, 22:55
Maggie Smith
Sólo para el director

La lógica le dice que debe comer para ayudar a su recuperación, que lo último que necesita es ayunar, pero la angustia y el mal estar provocado por aquella vivida pesadilla le han cerrado el estomago por completo. No dice nada, ni tan siquiera se mueve, solo sigue a la enfermera con la mirada hasta que la vuelve a dejar sola. Le gustaría ser capaz de levantarse, salir del hospital, alejarse y no mirar atrás, cualquier cosa con tal de alejarse de esa extraña sensación que la embargaba.

El procesar lo que le Doctor Gull le esta contando le lleva un par de minutos observándolo con perplejidad, ni tan siquiera pestañeo en lo que se debatía entre resignarse o rebelarse pero ¿de que serviría?

-Ninguna...- respondió cabizbaja, volvió a mirar la nota que había comenzado a escribir antes de caer en el profundo sueño de pesadillas que había vivido, contemplo lo escrito y se la tendió al hombre – necesito que hagan llegar esta nota al Detective Frederick Abberline, por favor

No tenía fuerzas para decir nada más, ni tan siquiera para querer admitir que le debía a Mycroft el conservar su integridad física, claro que tampoco estaba seguro que lo hiciera por ella si no por el apellido. Las apariencias.

Luego estaba el asunto de la sedación, dejo escapar un largo suspiro tratando de aceptar el camino que le tocaría recorrer para su recuperación y rezar para que su cuerpo respondiera al tratamiento, con la mínima esperanza de poder acortar esos quince días de encierro que el Doctor Gull le anunciaba como una condena. Mycroft estaría contento, no podría entrometerse en su investigación ya que ni tan siquiera podría seguir con la suya.

-Doctor Gull...disculpe - se atrevió a alzar de nuevo la voz en algo más que un susurró para tener su atención, aunque no la hubiera perdido aún - Podría si es tan amable decirme ¿como se encuentra el Doctor Vane? Llego conmigo, el también había sufrido los efectos del fuego y de veras me gustaria saber cuál es su estado y si se encuentra aún en el hospital

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22/10/2019, 00:17
Mortimer Vane

La aceptación de su compañía cuando abandonase el hospital hizo que las comisuras de los labios de Mortimer se estirasen en una sonrisa comedida. Asintió con la cabeza en un gesto de agradecimiento y se recostó, abandonando la rigidez de su postura para esperar a que la joven estuviese lista para partir. 

Puede ir a visitarla mañana si quiere —intercaló al hablar de la señorita Greenwell—. Debo hacer reposo, pero me agradará saludarla igualmente. —«Si es que estoy despierto cuando venga», agregó en su mente, aún impresionado por la cantidad de horas que había dormido aquel día. 

Luego escuchó la nueva información sobre esa explosión de que habían hablado antes y se quedó pensativo mientras la joven daba vueltas a su propia investigación. Salió de sus pensamientos cuando el agente la invitó a formar parte y cruzó la mirada con él.

Por un momento había temido que Moore quisiera disolver aquella pequeña asociación después de los accidentes que habían sufrido. Lo habría comprendido, claro está, pero a esas alturas debía reconocer que habría seguido investigando por su cuenta. Una vez su curiosidad había sido acicateada no podía apagarla como quien sopla una vela. Y tener su intelecto funcionando a toda máquina era satisfactorio, aún a pesar de que el asunto era más arriesgado de lo que había podido imaginar en un inicio. 

Asintió levemente, confirmando así que le parecía buena idea que la señorita Gallagher se sumase a ellos. No sólo era útil por su profesión, sino que tenía una mente despierta y curiosa, algo que sería sin duda positivo, si es que llegaba a aceptar. La miró a ella y un brillo curioso pasó por su mirada en un rostro, por lo demás, flemático. Se preguntaba si Constance sería tan temeraria de aceptar aquella oferta después de ver que habían terminado todos en el hospital en su primer día. En el fondo, esperaba que lo hiciese, pues eso la convertiría en una persona más interesante a sus ojos.

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22/10/2019, 23:29
Constance Gallagher

Constance permaneció en pie, escuchando con atención la inesperada propuesta del señor Moore. Se le agolpaban en la mente presente, pasado y futuro. Y sobre ello planeando la sombra de una amenaza inminente que no podía ignorar, pues podía quedar en nada o por contra, conducirla a un trágico final.

¿Qué hacer?

Se iba pintando en acuarela un escenario nuevo que jamás habría imaginado. ¿Quería formar parte de la importante investigación de la que le había hablado anteriormente el agente? ¿Un trabajo que aunaba dos de sus pasiones, como lo eran el misterio y la fotografía? ¡Por supuesto! Sin embargo, tenía obligaciones que no podía abandonar sin más, de la noche a la mañana. Y su padre, desbordado de trabajo... ya habían pasado dos días desde que dijo le buscaría un ayudante. Temía por su salud y después de lo acontecido, también por su vida.

Parecía ahora que un vaso de agua se derramaba sobre el lienzo de acuarela, y la joven se preguntaba si habría modo de salvar alguna zona, porque realmente le gustaría participar en esta aventura, tal como el intenso brillo en sus ojos delataba.

-Le estoy muy agradecida, señor Moore -respondió con franqueza-. Me parece una propuesta muy interesante. Quisiera saber, antes de darle respuesta, detalles del modo en que trabajan y qué expectativas tiene usted respecto a mi trabajo.

¿Y si la veían los mozos en compañía de la policía? Suspiró, intentando coger perspectiva y relativizar. Quedaba una semana para que el agente pudiese regresar al trabajo. Constance daría una respuesta antes de finalizar ese tiempo. Tal vez podía incorporarse de forma gradual, de modo que el negocio familiar no se viese dañado o comprometido. O podía encontrar, con suerte y el beneplácito de su padre, otro fotógrafo que se encargase de sus visitas. 

Pensó en aprovechar el viaje en carruaje para preguntar al señor Vane acerca de algunas cuestiones más, como la disponibilidad, aunque creía que tenían pendiente más tiempo de conversación que distancia había hasta su casa, a la que por cierto, acababa de referirse.

-Entonces, con gusto pasaré a visitarles -sonrió. Tenía además un regalo para la señorita Greenwell, que aún inacabado, deseaba entregarle cuanto antes-. Será por la tarde, si a usted le parece bien.

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23/10/2019, 18:36
Narrador

La recomendación era clara, quedarse unos días en observación para poder valorarle bien. Pero la decisión acababa siendo la del doctor que, con un par de muletas para evitar apoyar la pierna, podría abandonar el hospital. No tardaron mucho en traérselas, aunque la enfermera le miraba con gesto de incredulidad y algo ofendida. Al levantarse, la sangre bajó hacia su pierna, haciéndole recordar el cuidado que tenía que tener. El ardor que sentía en la pierna era tan fuerte que casi podía notar la sangre fluir por las venas. Respirando varias veces, y con mucha fuerza de voluntad, es capaz de dar los primeros pasos. 

-¿Está seguro de que quiere abandonar el hospital? -Pregunta la enfermera. -¿Quiere algo para el dolor?

La enfermera seguía con ese gesto de incredulidad en su rostro, que no desaparecía ni al ofrecerle algún tipo de calmante. 

Notas de juego

Creo que Constance va a hablar con el otro herido de su explosión. 

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24/10/2019, 00:43
Dr. William Whitney Gull

Con algo de ceremonia, el doctor coge la nota que le acercas, con un par de dedos, como si de aguja e hilo para cerrar una herida se tratase. Asiente con la cabeza, guardándose la nota en el bolsillo, y terminando de escuchar las preguntas que tienes que hacerle. Cuando le mencionas al doctor Vane, entorna los ojos y sonríe con suficiencia, toma aire y lo deja salir casi soltando un bufido. Te mira, pensativo, con aire dubitativo. 

-El doctor Vane ha tenido mucha más suerte que usted. -Confirma. -Creo que aún sigue en el hospital, pero no creo que aguante mucho más. Le he aconsejado que espere como una semana a recuperarse, pero la verdad es que podría marcharse ahora mientras guarde reposo. No deja de ser médico, y lo sabe de antemano, por lo que... -Te mira a los ojos y niega. -En fin, que no creo hoy duerma en el hospital. ¿Desea que le de algún recado? 

No era su trabajo, pero sí que te haría el favor de comunicarle algo, si es que lo necesitases.

Notas de juego

¿Qué pone en la nota?

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24/10/2019, 01:50
Mortimer Vane

El doctor Vane había asistido a los cambios en la expresión de la joven con atención, aunque no había intervenido. Cuando le respondió a él, había asentido con la cabeza, conforme con que Constance visitase a Evie cuando mejor le pareciese. La llegada de sus muletas le puso en marcha. Se deslizó fuera de la cama con cuidado y apretó las mandíbulas cuando el dolor comenzó a extenderse por sus piernas. 

Estoy totalmente seguro —masculló, respondiendo a la enfermera con dificultades para mantener su porte tan digno como le habría gustado—. Tengo todo lo que necesito en mi casa y ustedes necesitarán sin duda la cama para otros pacientes. Pero, a decir verdad, no le rechazaré un calmante. 

Tras eso se despidió del agente Moore con la promesa de acudir a visitarlo en cuanto pudiera caminar con normalidad, con las noticias que pudiera reunir del exterior. Informó a la señorita Gallagher de que la esperaría en la entrada mientras ella terminaba de despedirse del mayordomo y se puso en movimiento dando pasos pequeños y ayudándose de la muleta para caminar. 

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24/10/2019, 17:20
Maggie Smith
Sólo para el director

No le agradaban los actos de condescendencia forzados, como le daba la impresión que hacía el Doctor para con ella pero en ese momento estaba demasiado cansada y dolorida para pensar si quiera en molestarse. Le tendió la nota que había escrito para el Detective Frederick Abberline, donde le explicaba la situación de la señorita Alice Meadows y solicitaba su inestimable ayuda una vez más, dándole a conocer su estado de salud sin más florituras de las necesarias.

-Si fuera tan amable, sí. - manifestó con abierto interés por su ayuda, tratando de imaginarse a ese hombre sometiendo la voluntad de Vane. Impensable – podría rogarle al Doctor Vane de mi parte que pase a verme antes de abandonar el hospital. Gracias, Doctor Gull.

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24/10/2019, 19:20
Jackson Moore

¿Modo de trabajo y expectativas? Miré hacia la joven con una sonrisa en el rostro, y parpadeé un par de veces. La pregunta realmente me había pillado desprevenido. Luego miré hacia Mortimer, que parecía decidido a irse y, bueno, mi sonrisa aumentó. 

- Le seré franco, señorita -Me gustaba ir de frente, como siempre me habían enseñado, nada de subterfugios-. Hoy, o ayer -Mis ojos miraron al techo, intentando calcular el tiempo en vano-, en definitiva cuando me ingresaron, fue nuestro primer día de investigación conjunta. Hay muchos flecos que pulir, pero por el momento tratamos simplemente de aunar esfuerzos para dar con el culpable de los asesinatos de Whitechapel en una asociación de final accidentado. 

Aguardé en silencio un momento, pero rápidamente proseguí.

- Sobre mis expectativas, siendo usted fotógrafa y yo un profano en la materia creo que captar imágenes de los escenarios podría darnos la capacidad de estudiar detalles que en un primer momento pasen desapercibidos -Nuevamente sonreí. Estaba siendo completamente sincero, quizá desde la perspectiva de un ignorante-. Repito que soy un verdadero profano, y quizá lo que esté diciendo es pura invención.

Si las preguntas de Constance quedaban respondidas, me mantendría en silencio viendo como mis inesperados compañeros de habitación abandonan el lugar, e intentaré quedarme nuevamente dormido. 
 

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24/10/2019, 22:52
Constance Gallagher

La enfermera llegó con las muletas y una expresión que reflejaba su desaprobación respecto a la decisión del señor Vane. Por un momento, Constance temió que las piernas le fallaran al ponerse en pie, pero el doctor estaba decidido a irse, aunque fuese dando pequeños pasos y arrastrando un intenso dolor, a juzgar por su aceptación de los calmantes.

La joven asintió, conforme con ir a buscarle una vez finalizada la visita al mayordomo y miró seguidamente al agente Moore, que se disponía a responder sus preguntas. 

No habría imaginado que el anterior fuese su primer día, pero intentó que su sorpresa pasara inadvertida. Tuvieron un comienzo peligroso con un terrible desenlace, desde luego, y si éste era el principio, qué no encontrarían más adelante. ¿Pero qué cabía esperar? Iban tras la pista del asesino de Whitechapel, nada menos, y a pesar del peligro que entrañaba, ¿quién no querría participar en una investigación así?

-Es como dice -respondió cuando él habló de las fotografías-. Las personas olvidamos cosas, cambiamos detalles o tan siquiera prestamos atención a algo que pudiera ser determinante. ¿Sabía que hay personas que no recuerdan el color de ojos de su pareja? -sonrió-, aunque los hayan visto durante años -comentó, como curiosidad. Parecía increíble, pero lo había comprobado en más de una ocasión.

-Creo que su idea de fotografiar los escenarios es excelente y me haría realmente ilusión formar parte de su equipo. Contactaré con usted y le daré una respuesta a lo largo de la semana, si le parece bien -sonrió-. Gracias de nuevo. -Estudiaría el modo de poder participar en esta emocionante e importante empresa sin que el negocio familiar saliese perjudicado. 

Recogió su bolso y paseó la vista una vez más por la habitación.

-Le deseo una pronta recuperación, señor Moore -se despidió.

Tras un amable saludo salió de la habitación para dirigirse a la recepción. Allí entregaría la circular, tal como pidió el doctor Gull y se informaría de la habitación en la que estaba el mayordomo, el cual visitaría a continuación.

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26/10/2019, 13:18
Constance Gallagher
Sólo para el director

Estaba un poco nerviosa, aunque no sabía por qué. Tal vez por recordar que al mayordomo le desagradó profundamente abrir la puerta de la mansión y encontrarse con ella. Esperaba que eso quedase atrás. Caminó hacia su habitación y al llegar, se detuvo en el umbral apoyando la mano y asomando ligeramente la cabeza. Quería ver en qué estado se hallaba antes de entrar, para que su rostro no delatase ningún gesto de sorpresa que pudiese hacer pensar al hombre que estaba peor de lo que le habían hecho creer.

Se acercó lentamente hacia él. -¿Señor Burrows? -le llamó con un suave tono de voz.