Partida Rol por web

Por fin habia llegado al sitio donde buscar donde descansar. Cambie la cancion que silbaba y segui adelante si llegaba antes que el resto entonces podria elegir primero, aunque si habia desaparecido casi toda la tripulacion anterior seguro habia mucho donde elegir.

Tal y como te habían dicho, parece que vuestro lugar para dormir serían unas hamacas colgadas entre dos columnas de madera que parecían ser parte de la estructura del barco. Te sorprende ver que hay unas veinte hamacas, tal vez demasiadas para un barco pequeño, te preguntas si alguna vez había viajado tanta gente a bordo. Bajo cada hamaca y en el espacio que hay entre los dos mástiles veías que habia unos cofres de tamaño mediano, algunos estaban medio abiertos con ropas o armas asomando de su interior. Cada hamaca tenía bajo ella un cofre y no era muy difícil averiguar cuales estaban vacíos ya que los que estaban ocupados casi rebosaban las cosas en su interior. 

En total había cuatro puestos ocupados lo que te hacía deducir que eras el primero de los nuevos en visitar esta parte del barco. Pero no estabas sólo.

-¿Qué pasa demoncito? Tienes cara de haberte perdido.- dice con tono de sorna la caribeña, su voz te sorprende pues estaba en el fondo de la sala y con la penumbra reinante aún sólo podías ver lo que estaba inmediatamente a tu alrededor. Ahora que te fijas mejor puedes ver que de donde viene ella hay una zona que parece una mesa larga clavada al suelo con sillas dispuestas alrededor, una suerte de comedor que se había situado en un rincón no muy iluminado.

-Si, estaba buscando el baño. Pero creo no es por aqui.-bromeo. Parece que esta tambien aqui el comedor curioso.vHay muchas hamacas aqui no? Vente personas para este barco, parecen muchas. Quienes duermen en cada una de estas cuatro?-le pregunto señalando las cuatro ocupadas

-Jaja...me caes bien, al menos tienes sentido del humor, más que el resto.- dice divertida, deja lo que sea que estuviera haciendo y se acerca a ti poniendo un brazo en jarra va señalando los lugares de cada uno- Filippo duerme en esa, la más cercana a las escaleras de subida para poder llegar pronto al timón, cuando te pilla una mala corriente o se forma tormenta esas milésimas de segundo son la diferencia entre vivir o morir, créeme. -asegura aunque no lo hayas preguntado- Bueno, la siguiente es la mía, esa del cofre con la espada asomando...tengo contadas las monedas.- te advierte con un tono que no terminas de comprender si va en broma o en serio, pero Nina está sonriendo y te da un golpecito en el hombro al hablar- y luego esa es la de la primera oficial...y luego aquella apartada junto a la entrada es la Diego. Se queda a veces despierto muchas horas arreglando papeles o inventariando las cosas y se cogió la más cercana a la puerta para no molestar al pasar. Todas las demás están libres, y si, viente hamacas son muchas, a veces hemos llevado pasajeros de dudosa reputación de una isla a otra, es un trabajo bastante fácil y rentable.

Caminando con calma, cargando con una mochila con sus escasas pertenencias y el brazo en cabestrillo apareció la joven muchacha de oscuros cabellos buscando un camastro en donde dejar las cosas.

Una vez hubo encontrado uno algo más apartado y de ser posible pegado a una pared, dejó sus cosas para después acomodar sus cosas y no tardar demasiado en salir de allí, después de todo prefería estar fuera y disfrutar de la brisa marina.

Al entrar saludó a quien estuviera allí.

- Buenas. 

Ruby entra en la zona del camarote, un amplio habitáculo con unas viente hamacas colgadas entre dos palos que parecían ser parte de la estructura del barco. Bajo cada hamaca había un cofre mediano, suficiente para guardar un buen hatillo de ropa, varias pistolas y espadas, aunque en el caso de éstas la empuñadura asomaría por fuera, tal y como ocurría en los cofres que se veían ocupados.

Cuatro de esos lugares estaban ocupados a juzgar por las pertenencias que asomaban por las tapas entre abiertas de los cofres o la ropa dejada sobre la tela de vela que servía de cama colgante. Tres de ellos estaban juntos y el cuarto estaba junto a la puerta que comunicaba con la bodega.

Cuando la sirena entra puede ver que Mihail no estaba solo, estaba con Nina, la caribeña, ambos parecían charlar animosamente.

-...es un trabajo bastante fácil y rentable. - alcanza a oír la más joven cuando irrumpe- Hola guapa, que gusto verte, ¿cómo va ese hombro?- te pregunta Nina sonriendo amigablemente poniendo los brazos en jarras- Veo que ya has pasado por las manos de Diego, casi me siento ofendida jaja- parecía estar de broma. Tal vez.

Se encogió de hombros sintiendo esa punzada de dolor pero aguantando estoica ante los presentes.

- Bien, me recuperaré - Dijo en un tono neutro - Si, sabe bien cómo tratar heridas, es una suerte contar con él. Aunque también es gracias a Smith, quien realizó las primeras atenciones. - La miro algo indiferente - Está con la mujer de oscuros cabellos que hablaba muy educadamente. Creo que estuvo con ella en la taberna también.

Colocó sus cosas y se giró para marcharse.

- Yo he terminado aquí, os dejo a solas. 

Se encaminó hacia la salida para ir a cubierta, salvo si alguien la detenía. 

Pues no esta mal seguro es un negocio rentable. He trabajado en cosas peores.-Contesto a nina y despeus saludo con un movimiento del sombrero a quien entra.-Bueno me mantendre lejos de ese baul lleno de moendas-digos eñalando al suyo al que dijo que tenia contadas.

Miro las hamacas y elijo una bastante apartada. -Creo esta estara bien. Y que tal se duerme por las noches Nina, ya sabes alguien ronca?-sonrio

Cuando la chica habla sobre las curas que le di -No fue nada solo una cura basica, espero mejore.comento antes de que salga-Tenga un buen dia señorita-me despido

-Vale, chica, ya nos veremos. -la despide con un encogimiento de hombros y continúa hablando aunque Ruby estuviera allí, dando a entender que no estaban hablando de nada privado- ¿Roncar? Uy eso será el menor de tus problemas, ¿nunca has estado en alta mar, no? Si oyes ronquidos es que todo va bien.

Se dirige a la salida abandonando la estancia. 

Bueno mejor seria escuchar roncar que follar estoy seguro que habran muchos gemidos por las noches.Al menos la capitana tiene su camarote algunos nos evitamos.-bromeo- Algun consejo sobre  algo que ayude durante mi estancia en el barco, estoy seguro que alguna cosa sabras tienes experiencia aqui

-¿Follar? Después de todo el día trabajando con turnos interminables...apenas dormiremos cuatro o seis horas los mejores días, señor Smith...si a usted le apetece follar después de esa jornada de trabajo y sabiendo que luego habrá otra...puede contar conmigo, pero por respeto a Filippo, mejor busquemos un sitio en la bodega o en la cubierta ¿vale?- te dice con una gran risotada- No, en serio...avísame...- y la caribeña lanza un mordisco al aire, mostrándote su ávido apetito.

Me rio._No no, hablaba de si follaban el resto. Yo no creo que lo haga demasiado en el barco. Voy a pasar de demon a angel.-bromeo

Cuales fueron los ultimos trabajos que hubo en el barco y tienes idea de cual sera el proximo?-pregunto pensando en que nos esperaba

-Bueno...tu te lo pierdes, angelito, pero puedo ser muy insistente...- dice sin perder el ánimo la mujer te guiña el ojo y se coloca en su hamaca sentándose en ella para balancearse levemente-... en cuanto a lo que me preguntas...lo siento nene, pero no puedo abrir la boca a ese respecto...pero te puedo asegurar que será divertido.

Te veo muy intensa-me rio. Bueno ire a dar una vuelta a ver si veo a filipo y conozco un poco mas a la tripulacion o algo no?Tampoco se mucho de Diego pero seguro anda ocupado.-digo sacando mi moneda y echandola al aire varias veces tomandola despues

Mucha suerte en tu caza Nina y por cierto la sirenita parece que no le caes muy bien o algo, aunque a mi tambien me habla poco ten cuidado.--comento y me encamino afuera 

-Pss por favor...tener cuidado yo dice...anda que...hasta luego angelito, nos vemos luego, y ten cuidado no vayas a tropezar con una mota de polvo...- te dice mientras te alejas con tono despreocupado y alegre, no parece que se tome ni mínimamente en serio el enfado de la sirena, si es que lo había.

Por fin los camarotes comunales eran la ultima parte del barco que me quedaba por memorizar. Contar los pasos saber que habia, mapearlo despues. Aunque me faltaria el camarote de la capitana bueno en otro momento.

Segui el mismo ritual que anteriores veces moviendome por ahi.