Partida Rol por web

- ¡¡¡Cinco!!! - a Ronald casi se le atraganta la palabra y salió como un chillido - ¿Cinco? - dijo en un tono más normal - ¿Y pretendes que nosotros tres los eliminemos? - meneó la cabeza - Oye, no soy un cobarde, pero tampoco soy un loco ni un idiota, y en cuanto a avisarles a otros ¿No has escuchado que ya le avisaron a su capitán y que están preparando un ataque al barco para hoy? - señaló a Carlos - ¿Y no escuchaste lo que dijo el hermano de Nina? si nos ponemos a hacer trastadas en Tortuga, la Cofradía se nos echará encima.

Se señaló el pecho - Tengo dos pistolas, y no soy el mejor con ellas, una vez que las dispare no sirvo para el combate cuerpo a cuerpo, - señaló una daga, única arma que tenía ya que por su tamaño una espada resultaba engorrosa. - si eso no sirve para disuadirlas, las acompaño, pero no esperen milagros.

"El herido no cuenta y el dueño de la tienda seguramente tampoco, es tres con tres. Mira que igual aunque seas enano te cuento como uno." dijo bajandole importancia a sus rivales. Despues de todo ella no tenia problemas con los numeros. "Yo soy muy buena con las pistolas. Si lo planeamos bien y nos quedamos a suficiente distancia no tendras que usar esa navaja tuya."

"La cofradia son unos putos. La cofradia no controla a todos los piratas y si alguno viene se arrepentira. Fama que tenemos fama que ganamos por no acobardarnos. Ademas si no hay testigos de que fuimos nosotros no habra problemas." comento la gitana que no temia a matar un par de testigos.

"Asi que el hermano. Bien. Podemos mandarlo a avisar al dañino lo que averiguamos."

-Eh gitana, tu a mi no me mandas a nada. Y por lo que a mi respecta, haced lo que queráis pero es un puto suicidio.- dice Carlos escupiendo al suelo y mirando a Maritzia con severidad- Relaja las tetas, no te recomiendo buscarte problemas con la cofradía. A duras penas mi padre y yo hemos logrado que no os quemen el barco durante la noche después del numerito de ayer en la taberna cuando tu disparaste al hideputa de Charlie, pero no habrá muchas más concesiones... -se cruza de brazos y se apoya en un tonel- Charlie era un bravucón bocazas que tarde o temprano iba a acabar haciendo compañia a los peces o con un exceso de plomo en el pulmón pero si a eso le unimos el asesinato de los hermanos Brian...ya son tres muertes la noche en que Uxía atraca en Tortuga y todas a manos de tripuantes de vuestro barco...¿muchas casualidades para no ser corsarios no?

Ron sonrió de una forma muy chulesca y satisfactoria al ver cómo los insultos de la gitana a la cofradía se estrellaban contra Carlos. - Por cierto Mari, me olvidaba de contarte que Carlos es el hijo del fundador de la Cofradía, por lo que hacer lo que quieres hacer a espaldas de ellos, es algo literalmente imposible. - miró a las dos mujeres, calmado - Sed razonables y al menos aceptad que la sed de sangre no es siempre la respuesta, a menos que podamos matar al líder de los españoles el ataque sólo serviría para provocar más a todos, y eso es algo que nosotros tres solos no podemos hacer.

-No será la respuesta más adecuada pero si es la más divertida...espera...Carlos, no soy muy buena con las cuentas pero...¿tres? ¿Los hermanos Brian? Pero si John estaba en la taberna anoche más colgado que la vela mayor...su hermano no le vi allí ¿Dices que están muertos?- pregunta Nina frunciendo el ceño, visiblemente preocupada.

Mari por un momento no entendia nada pero entonces le llego la aclaracion del enano. "No se te ocurrio decirlo antes Roland?" pregunto la gitana mirando a carlos, pero no diferente sino con la mirada de siempre. Una de no importarle el lio que se metiera. "Al final las mujeres tenemos mas huevos que los hombres. Tipico." dijo mirando ambos antes de fijarse en Carlos.

"No tengo nada que justificar, pero dire que el tipo se hizo el malo y habria roto el bar donde estabamos asi que lo mate. Sobre los hermanos no se nada. Pero sabes que se? Sobre los corsarios." dijo con una sonrisa maliciosa. "Se que son unos cobardes que prefieren ocultarse. Yo no soy asi y Nina tampoco, a nosotras no nos importa mostrar nuestro valor con bastante violencia. Asi que si tienes alguna prueba que soy corsaria dila y espero que estes seguro. Porque viste lo que hago con los bocazas." le devolvio sin temer el prestigio de su padre, incluso le era mas molesto que fuera desea manera.

"Volvamos al barco compañeros. Tengo que contarle a la capitana este y otros temas. Al final algo de razon tiene el enano, hay que ir por el lider." comento y suspiro con bastante enojo antes de caminar hacia el barco.

Ronald se encogió de hombros e hizo un gesto de "C'est la vie" a Carlos antes de comenzar a seguir a la gitana, la tipa estaba loca como una cabra, más incluso que Nina si lo apuraban, ciertamente los dias en altamar serían interesantes con ella como primer oficial. - Los enanos siempre tenemos razón, no lo olvides querida. - dijo en un tono jocoso y condescendiente, como si sus palabras hubieran salido de los labios de un noble inglés.

Carlos se despide de vosotros con un cabeceo pero no tiene nada más que decir, no obstante parece aliviado de que Mari haya entrado en razón y decida no hacer ninguna tontería, al menos por el momento. Intercambia una mirada con Nina y luego se aleja del grupo mientras vosotros también echáis a caminar de vuelta al puerto, dejando atrás el bullicio de media tarde que empezaba a formarse.

Y es que faltaban unas pocas horas para que el sol empezara a ponerse y con ello iban terminando las jornadas de trabajo de aquellos que faenaban en el puerto. Muchos barcos habían partido durante el día, pero ahora la marea empezaba a subir y ya nadie salía al mar...nadie en su sano juicio al menos.

En pocos minutos ya vislumbrasteis el muelle y la pasarela de El Dañino aguardando vuestra llegada. Todo parecía en su lugar...al menos por ahora.

Controlar el relato, eso era lo importante ahora, intuía que, si dejaba que Maritza o Nina contaran su versión de los hechos terminarían perdidendo la cabeza, y la oportunidad de emboscar a los españoles. Ya era tarde para zarpar, al menos si no querían arriesgar la nave contra las corrientes del puerto, el enfrentamiento era inevitable, pero al menos podían hacerlo en sus propios términos.

Cuando el Dañino estuvo cerca comenzó a caminar más rápido, internándose entre la gente de una manera que las dos mujeres no podían, ellas tendrían que apartar a los viandantes para alcanzarlo y si bien contaba con que lo hicieran, esperaba poder sacarles una ventaja para llegar a la pasarela antes que ellas e iniciar la charla con Filippo.

- Eh, Filippo, - llamó mientras iniciaba el ascenso - traigo noticias para la capitana.

Mari se encontraba molesta, no le gustaba como habia terminado esa busqueda y menos como estaba la situacion cuando volvieron al barco. Observo al enano adelantarse y comentar que tenia noticias.

"No solo para la capitana, pero mejor que ella se entere primero." comento la mujer fastidiada y mirando a Filipo fijamente. "Lo acompañare tambien. Aunque siempre puedo charlar con vos antes." dice sin comentar nada de que no mataron al español que se fue.