Partida Rol por web

Sam los miró, ahora algo más... atenta, estudiándolos, a simple vista parecía gente normal, un poco rarita, salvo por el sátiro, nadie normal tiene dos cuernos en la cabeza, pero la hizo ladear la cara, con una suave sonrisa. 

-Eh.. gracias por la bienvenida, es un placer, admitió mirando a todos en general -  como mi amiga dice sip, soy Sam.. mi hermana tiene que estar por ahí, haciendo el cab... iba a decir cabra, oh si que iba a decirlo pero miró al sátiro y enrojeció sin saber si era correcta esa expresión u pfensiva -Bruto o más bien la bruta - dijo suavemente, metiendo las manos en los bolsillos

Miró al muchacho rubio un momento, le parecía majo y quizás se sentía más tranquila por el cambio en su mirada, no parecía preparada para soltarle un puñetazo a alguien, más bien... tranquila.

Su curiosidad finalmente pudo con ella y mirando diréctamente al sátiro preguntó con cautela

-Naciste con... cuernecitos o te salieron? ¿Los mudas en el cambio de estación? - Luego no pudo evitar arrepentirse terriblemente y negar con las manos y la cabeza - L-Lo siento, deben ser preguntas tópicas y estarás cansado de ellas, además seguro que... bueno, no son agradables, no contestes  

Terminó diciendo pero no se marchó tras Hallie, ella aun no daba la conversación por terminada. 

Saludaron a ambas chicas, cada uno a su manera, a excepción de la chica extrovertida que ni siquiera llegó a presentarse y que se mantuvo en todo momento apartada del resto, con la cabeza más bien baja.

En mayor o menor medida, Eye se ganó la atención de todos, recibiendo tanto palabras de adulación como caricias en el lomo, cabeza, orejitas y/o mentón. Siendo más que evidente el aprecio que tenían esos extraños por los animales.

Cuando el can llegó a la altura de la muchacha silenciosa, esta se agachó hasta él y lo acarició lentamente, dibujándose una débil y melancólica sonrisa en su cara.

—Eres precioso. —susurró a duras penas antes de que Eye regresase hasta su dueña.

El grupo se quedó en silencio ante lo ocurrido entre la chica gótica y Eye, mirándose con cierta complicidad entre ellos. Como si acabasen de encontrar la respuesta a alguna pregunta tiempo atrás formulada.

—¿Tienes una hermana? ¿Y... está igual de buena que tú? —preguntó Ezekiel bastante interesado, ganándose un manotazo de Jinny.

—Au. —se quejó el sátiro frotándose la zona en la que la chica le había golpeado— Solo preguntaba por curiosidad, Jinny. 

—Sí. Seguro que sí. —dijo sarcásticamente— No seas cerdo. —le reprendió la chica, disculpándose indirectamente en nombre de Ezekiel.

—Nop. —dijo con total naturalidad en respuesta a la primera pregunta de Sam— Me salieron, junto al resto de partes de cabra, cuando cumplí los quince años. Y sí. Los mudo dos veces al año. Una a mediados de la primavera y otra vez al final de verano. —explicó sin pudor, arrepentimiento o preocupación.

—Nah, no te preocupes por nada. —dijo Ezekiel restándole importancia a la última explicación de la atractiva chica.

—Un placer, sí. Nos vemos por la academia. —dijo Evans de manera agradable y a modo de despedida, observando cierta incomodidad en Hallie. Después que Evans se despidiese de la introvertida chica, el resto de los presentes hizo lo mismo. A excepción de, una vez más, la chica gótica.