Dentro del armarito, Ballbot estaba hecho completamente pelota y no reaccionó en primera instancia, hasta que Hallie le llamó. Varias placas de metal se movieron y asomó el ojo, girando sobre las patitas para encararles.
- ¿Oh? ¿Ya habeis acabado vuestra actividad reproductiva? Empezaba a pensar que ibais a seguir así hasta mañana. No es como si tuvierais que repoblar el planeta, ¿sabeis? Todavía no. -Miró a Hallie enfocando el ojo varias veces, mirándola con su escaner. Pero antes de decir nada más replicó con cierta indiferencia a sus palabras.- No le va a explotar el cerebro a nadie por verme. Racionalizarán lo que soy. Simplemente no le digas a nadie de donde vengo de verdad, y todo irá bien. Más o menos bien.
Salió del armarito, trepó a la cama contraria a Eye mirando al animal con desconfianza, y luego enfocó el ojo brevemente en Marco aplicándole el escaner también. Miró a los dos alternativamente.- Que asombrosos niveles de dopaminas y endorfinas. Debeis haberos quedado bien a gusto. No termino de entender el mecanismo, pero si como supongo es una recompensa a corto plazo para cumplir objetivos a largo plazo, supongo que funciona satisfactoriamente. -Y asintió varias veces con la lente.
Ella sólo alzó un dedito, y no se señaló los boxers de Marco porque ya tenía puestos encima los pantalones, aunque sí dio un tironcito a la camisa que llevaba, pues también era de él —Conste que no me han dejado otra ropa, llevando la mía a la lavandería sin dejarme nadita— se excusó, pero no podía evitar sonreír medio lado.
Cogió los auriculares, incluyendo el que Marco le dejaría para que se lo diese a Deacon, el móvil, la navaja y la mochila, abriendo esta para hacerle hueco a Ballbot, aunque también miró la guitarra, pensativa —¿Bajas tú la bolsa de perritos para los chicos?— le preguntó, pues así tendría las manos libres para llevarse de paso la guitarra.
Aunque en cuanto apareció Ballbot y empezó a hablar, Hallie hizo un facepalm mientras se ruborizaba al escuchar lo de "actividad reproductiva" —P-pero no lo llames así, joder...— masculló, abochornada cuando encima dijo lo de repoblar, aunque luego arrugó el ceño ante lo de "todavía no", mirando a Ballbot con el morro ligeramente torcido —Ya... guerra horrible, apocalipsis con robots mata-mutantes... supongo que te refieres a eso con lo de "repoblar"— murmuró, señalándole la mochila —Venga, menos catastrofismo y para dentro, que tengo hambre— añadió, aunque más que incrédula, parecía pensar sobre ello. Ya le preguntaría más tarde quizá de camino a ver a Deacon.
Asintió al consejo de no decir a nadie de dónde había salido Ballbot, esperando que se metiera en la mochila, cuando lo vio escanear a Marco y arqueó una ceja. Ya iba a coger una almohada que lanzarle para que no se dedicara a ir escaneando a la gente, cuando el comentario del robotito la dejó ligeramente perpleja, procesando lo último que había dicho, ruborizándose un poco pero terminando por negar con la cabeza. No, debería referirse a otra cosa... ¿verdad?
—Bueno... ambas ayudan, y no sólo se obtienen de... bueno, pues esa práctica— intentaba desviarse a propósito —. Si no, mira los niveles de dopamina de Marco cuando coma algo dulce... estarán por la nubes— miró al chico y le sonrió burlona. Nunca desaprovechaba la oportunidad de llamarlo goloso, al parecer.
Preparándose para salir, Marco asiente y toma la bolsa con los perritos. Ya en la puerta, el montón de cosas que dice el robot deja a Marco parpadeando, pero aunque levanta un dedito para replicar, mira a Hallie y su reacción y opta por no hacerlo. En lugar de eso abre la puerta y le hace gesto para que se le adelante.
- Dejaos de apocalipsis hasta mañana por lo menos. Ahora mismo lo que tengo es hambre. -Y sale tras Hallie, no sin palmearle el culo cuando se adelanta.
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