Sam sonríe mirando a Bibi
- ¿Por qué estás tan contenta rodeada de gente que no conoces?
Sam se desnudaba con más calma, dejando también la ropa sobre la cama pero semidoblada. Subió su maleta a la cama y sacó su ropa para después, preparándola al igual que su hermana.
-No, le he dicho a Débora que nos daríamos prisa ¡así que nos duchamos las dos juntas!
Sam se mete junto con Bibi a la ducha y le da un besito
-¿Qué voy a hacer contigo? Siempre eres como una patada en los cojones entrando a algún sitio, rápida e inesperada
Bibi mira a Sam entrando en la ducha y hace un gesto con los labios mientras se moja
-Porque yo no me tomo todo como si fuera el fin del mundo sino como nuevas oportunidades, ésto es una nueva oportunidad para conocernos a nosotras mismas y poder... controlar nuestros poderes... cuando te enfadas ahora siempre me das miedo....
Hizo una pausa mirando el neceser que Sam se metía y sacando el champú.
-Nooooo, las patadas en los huevos ¡¡duelen un montón!! yo soy... como... el viento huracanado pero no hago daño a nadie
Se enjabona el pelo mirando con un ojo guiñado
-Nuevas oportunidades..... - Dijo Sam de forma más bien ausente - Siento darte miedo, Bibi.... supongo que si que nos ayudarán
Rió un poco enjabonándose también
- Si que haces daño, produces un dolor de cabeza increíble a quien no está acostumbrado - Rió sacándole la lengua
Bibi cogió el telefonillo de la ducha y le regó la cara riendo
-Tate quieta y a ducharse!
El resto de la ducha termina tranquilamente rápidas y sin incidentes aunque Bibi le da algún que otro palo en el culo a Sam y sam ríe y se lo devuelve.
Al salir, con las dos en toalla.... Bibi descubre uno de sus juguetes asomando descaradamente entre las ropas de su maleta, lo saca, lo agita en el aire y se ríe un poco mirando a su hermana
-Samyyyy mira lo que he encontraaaadooooooooo - a Sam solo le dio tiempo a mirar antes de que Bibi corriera tras ella por toda la habitación riendo y gritando - ¡¡SUFRE LA IRA DEL DILDO CASTIGADOR ZAS ZAS ZAS!!
Sam se estaba secando aun sin quitarse la toalla cuando Bibi comenzó a perseguirla con el dildo, al que Bibi llamaba amorosamente Señor Spock.
Sam abrió los ojos, no pudo evitar reír al ver el dildo hiper realista moverse de lado a lado mientras Bibi lo agitaba tras ella, eso si, Sam huía por la habitacion gritando también:
-¡MALDITA SEA BIBI! ¡¡DEJA AL SEÑOR SPOCK GUARDADO!! ESE ES EL TUYO, NO ME TOQUES CON ESA COSA ¡¡ESTÁS EMPEZANDO A CABREARME!!
Sam resbaló cayéndose sobre su cama, Bibi fue inclemente: se lanzó sobre su hermana azotándole el culo entoallado con el dildo
-¡¡PARA!! PARA YA NO ES DIVERTIDO ¡¡¡¡¡BIBIAANE SUELTAME QUE ME PICAN LAS MANOS!!!
Se dirigió a la habitación número 15, abriendo la puerta nada más llegar y cerrando tras de sí, enojada, observando la escena de ambas hermanas.
—¿Qué parte de "sin tonterías" no habéis entendido? —preguntó severa.
Samantha estaba sobre la cama con las manos totalmente estiradas sobre el colchon, el culo en pompa con la toalla y gritaba pidiendo ayuda cuando Débora entró
-BIBI CUANDO PUEDA TOCARTE TE VOY A DAR UNA PALIZA!! QUE ALGUIEN ME…… giró la cabeza con alivio mirando a Debora Con ojos suplicantes, claro que la intervención fue suficiente.
Pese a que Sam parecía estar pasándoselo mal, Bibi parecía encantada de darle con el dildo Spock a su hermana en el culo
- Cosquillas!? Como que cosquillas en las manos!? Estoy con el dildo azo……….. - miró a Debora Enrojeciendo hasta las raíces del pelo y guardando fugazmente el dildo tras la espalda - S-Si señorita Sinclair, no es…. Lo que parece - se apartó de Sam, aunque ésta no se levantó de inmediato, quedó sentada con los ojos cerrados.
Bibi se desplazó lateralmente hacia su cama bajo la atenta y cabreada mirada de Débora, con tan mala suerte de que la toalla se desató y cayó al suelo, descubriendo el bonito cuidado y terso cuerpo de Bibi, quien ahogó in gritito y se agachó rápidamente a recoger la toalla (mostrando descuidadamente el dildo en el proceso)
-Sa-Saldremos…. En seguida - Miró el dildo, sonrió con apuro pero ampliamente Y lo lanzó como si le quemara la mano hacia la cama, rebotó y cayó al suelo, oculto de la inquisitiva vista de la felina.
Abrió los ojos tremendamente sorprendida y algo avergonzada ante la escena con la que se topó, encontrando a Sam sobre la cama, con las manos estiradas, el culo en pompa y suplicándole a su hermana que parase, y a Bibi azotando a esta con un dildo. Dildo que no tardó en guardar nada más se percató de la presencia de la profesora.
—Lo sé. —afirmó enojada ante la última afirmación de Bibi siguiéndola con la mirada en todo momento— De hecho me quedaré aquí, en la misma puerta, para asegurarme que es así. —añadió cruzándose de brazos y gesto inquisitivo.
Sam tardó un poquito más que Bibi en vestirse, después de todo tenía primero que calmarse, pese a todo ella se viste de forma muy normalita, un pantalón corto (DE los que se ve media molla del culo si se agacha) unos hotpants y una camiseta naranja dejando entrever su bonito, alzado, y redondeado escote, enseñando el ombligo. En cuanto a sus pies son unas sandalias de cuerda cruzada.
Dado que Débora está ahí también ve el tipo de lencería que usa que... bueno, de monja no es precisamente.
Bibi por su parte se viste rápida, oh si que se viste rápida, mientras tararea algo que o se inventa o no lo está haciendo bien, es como si no hubiera roto un plato en la vida y constantemente se mira en el espejo, se pone un tanga rojo..... un sujetador a juego.... desde luego tampoco tiene ropa interior de monja pero esque... exterior tampoco.
Viste una falda a cuadros lilas... bueno al menos la mitad de la falda y una linda camiseta de... unas gemelas ¿o son gemelos? ositos de peluche ajustada que poco deja a la imaginación, en cuanto al calzado son unas sandalias con pequeñas tachuelas y hebillas de corazoncitos.... seguramente todo muy Bibi.
Por último, se corona con unos cascos inalámbricos de orejitas de gato, tras lo cual dio un saltito, sacó un chupachups y sonrió metiéndoselo en la boca
-Estoy lista señorita Sinclair!
Sam miró a su hermana sonriendo de medio lado
- Si, yo también Sam se miró un momento las manos y asintió despacio con una suave sonrisa.
Permaneció en silencio, observando cómo ambas chicas se vestían cada una a lo suyo y sin armar escándalo. Pensase lo que pensase sobre la ropa interior y/o la indumentaria de cada una de ellas, desde luego no lo mostró exteriormente. Manteniendo su gesto severo en todo momento.
Una vez ambas afirmaron estar listas se descruzó de brazos, se separó de la puerta, la abrió y esperó a que ambas muchachas saliesen delante suya.
—Sin gritos ni tonterías, por favor. —afirmó de manera tajante justo antes de que ambas saliesen de la habitación.
Ya con las jóvenes en el pasillo, salió tras ellas, cerró la puerta, echó la llave y esperó a que ambas chicas caminasen hasta la habitación número 14 siguiéndolas muy de cerca.
Bibi miró a Débora y susurró en voz baja
-¿Puedo picar la puertaaaaaa?
Por lo demás, aguardó en el pasillo con el culo pegado a la pared pero moviendo el pie sobre el suelo al ritmo de la musica,para sorpresa de todos o no bastante mas callada y quieta de lo que hasta ahora ha demostrado, centrada incluso pero sin perder la sonrisa.
Sam asintió a Débora, dedicándole una suave sonrisa, se inclinó sobre su hermana para darle un besito en el hombro y miró la puerta y a Débora alternativamente, mientras se spoyaba en la pared y cruzaba sus brazos bajo el busto, apretándolo y alzándolo ligeramente.
—Jovencita, tus "piques" de hoy los has gastado azotando el culo de tu hermana con esa cosa. —sentenció con la mirada puesta en la puerta de la habitación número 14.
Cuando ambas hermanas estuvieron pegadas a la pared les dedicó una última, fugaz y severa mirada antes de tocar la puerta dos veces con el nudillo, llevando la otra mano al picaporte dispuesta a abrir la puerta.
La escena continúa aquí