Su rostro mostraba aquella dulce e inocente sonrisa que tanto la caracterizaba, una que estaba muy lejos de su verdadera naturaleza, de aquello que mejor se le daba hacer... Matar. ¿Tendría algún día el valor para decirle de qué trabajaba realmente? De cómo ganaba el dinero... Él era una buena persona y seguro que no sería capaz de aceptar aquella parte de ella, su auténtico rostro, su naturaleza oscura y sedienta de sangre...
Se relamió los labios con sensualidad mientras un ligero y oscuro brillo asomaba a sus ojos, al menos hasta que los brazos de él se abrieron y regresó la normalidad... Lo abrazó y al poco se separó para continuar hablando.
- Sí, supongo... No suelo trabajar en equipo...
En ese momento el móvil volvió a vibrar, lo cogió y leyó el mensaje para suspirar después mientras volvía a escribir algo.
Tu mismo, como tardes mucho quizás decida no quedarme... Al menos no me aburriré esperando a la tortuga...
En ese momento salió del edificio la recepcionista de antes, mirando alrededor como buscando a alguien. Y finalmente pareció encontrarlo, porque tras divisar a Hakari y a Daq se acercó a ambos con sonrisa amable.
- Hola otra vez, Hakari. Antes cuando hablaste con Anthony Clayton, el te dijo que si tenías interés en realizar una pequeña prueba podíamos ayudarte a averiguar algunas cosas sobre tus capacidades, ¿verdad? ¿Aun estás interesada? Si es así, puedo llevarte conmigo al pabellón C, un entorno seguro donde puedas... -Parecía dudar y se encogió de hombros, con una sonrisa algo tímida.- ¿No se? Estirar los músculos. No te compromete a nada, ni significa que te quedes con nosotros.
Miró apenas un segundo hacia Daq, de forma aparentemente inconsciente pero significativa. Éste se mantenía en silencio, pero en ese momento frunció el ceño.- Si lo hace, yo voy con ella. -Dijo en un tono que no admitía réplica, aunque Caroline le devolvió la mirada con expresión más firme y respondió con voz tajante.
- Como desees Daq, pero recuerda que no hablamos de un juego. Se trata de poner a prueba poderes. Si ella consiente... -miró hacia Hakari un momento y volvió la mirada a Daq- ...podrás acompañarla al pabellón C y esperar desde lugar seguro, pero si das un paso dentro del pabellón antes de que se de luz verde, te convierto en un charco de barro.
Daq asintió, asombrosamente dócil a la exigencia de Caroline.- Claro, seguridad ante todo, tu mandas. -Tan inesperadamente dócil, de hecho, que la chica pareció confundida un momento. Recuperó la sonrisa ligeramente para responderle.- Quién te ha visto y quién te ve.
Tras el breve intercambio con Daq, Caroline se giró de nuevo completamente a Hakari.- ¿Y bien, quieres hacerlo? Como te dijo Anthony, no te compromete a nada, y cualquier cosa que aprendas es confidencial tuya.
Hakari se quedó mirando a la joven, analizando sus palabras y manteniendo aquella lucha interna que arrastraba desde hacía tantos años... ¿Quería saber más? Por supuesto, pero también temía lo que podía descubrir y sobre todo, sobre todo tenía miedo de hacer daño a alguien o de... O de perderse a sí misma de nuevo...
Aunque Daq conversaba con ella Hakari parecía perdida en sus propios pensamientos y tras lo que para ella supuso toda una eternidad suspiró mirando a la recepcionista.
- ¿Me aseguráis al 100% de que será seguro? ¿Podéis prometerme que nadie saldrá herido o herida? Y más aún... ¿Podéis asegurarme que podréis pararme si me descontrolo? Si podéis asegurarme todo eso, lo haré... - Miró a Daq - Lo agradezco pero como bien dice ella... Ni se te ocurra entrar... No soportaría hacerte daño...
Su voz tembló ligeramente, como recordando algo que aún la hería profundamente.
La recepcionista asintió con una sonrisa tranquilizadora.- Puedes estar tranquila. Será solo una prueba, en situación controlada, con riesgos mínimos. Te garantizo que en este lugar hay gente capaz de detenerte si perdieras el control, no te preocupes.
Se giró hacia el edificio, mirando todavía a los dos muchachos.- Daq, se un cielo y llévala al pabellón C. Yo aviso a la doctora para que esté presente contigo, mientras el evaluador está con ella, ¿vale?
Y con la respuesta afirmativa de Deacon, Caroline volvió a la recepción del edificio.
Daq no se molestó en discutir con Caroline, y solo asintió a Hakari.- Bueno, yo no me moveré de ahí, pero si pasa algo quiero estar cerca para poder ayudar. -Y sonrió con cierto descaro, poniendo un dedo sobre el hombro de Hakari.- Y ya te he dicho que no es tan facil hacerme daño. Pero aunque lo fuera... si necesitases ayuda, seguiría arriesgándome.
Se separa de la pared donde se apoyaba y se mueve hacia el edificio, haciendo un gesto a Hakari para que le acompañe dentro.- Vamos, a ver qué pasa. -Girando para guiar a Hakari por el edificio hacia su destino.
Asintió no del todo convencida ante las palabras de la mujer y cuando ella se alejaba suspiró mirando a Daq mientras negaba ligeramente con la cabeza en un gesto que decía "no tienes remedio". Le dedicó una agradable y sincera sonrisa antes de asentir ante su gesto.
- Te sigo, cielo... - Respondió en un tono algo bromista siguiendo el término que la mujer había utilizado para con él.
Se detuvo un instante, mirando al cielo mientras acariciaba su katana con la yema de sus dedos y sus ojos se perdían de nuevo en algún punto irreal.
- Pórtate bien... - Suspiró - No debemos derramar sangre, no aquí... - Pensó para sí misma un poco antes de comenzar a caminar siguiendo a Daq. - Sí, veamos qué pasa...
La sonrisa de Daq se torció en una mueca de fingido dolor al oirse llamar "cielo" por Hakari, antes de recuperarla con una breve risa.- Jah, eh, que Caroline lo dice para fastidiarme. -Aunque algo en su expresión decía que estaba de todo, menos disgustado, porque se lo hubiera llamado Hakari.
Daq guió a Hakari por el edificio hasta los ascensores, donde habló a una rendija sobre los mandos.- Daq y Hakari, planta -2. -Miró a Hakari y murmuró.- No te sorprendas demasiado con la decoración ahí abajo. -A los pocos segundos, el ascensor se cerró y descendieron hasta una planta subterranea. El pasillo tenía un aspecto bastante diferente a los superiores, un ancho pasillo iluminado con tubos LED azules con varias intersecciones, dando a aquel sitio un aspecto de lo más futurista.
Daq miró un momento alrededor y se dirigió a una de las intersecciones, luego cruzó otra, y finalmente llegó al descrito Pabellón C. Este resultó ser una sala rectangular, grande, con suelo cubierto de alguna sustancia solida pero algo acolchada, y con una puertecita a un extremo. Daq se quedó en la puerta.- Yo estaré al otro lado de esa puertecita, pero entraré por otro sitio, no me van a dejar. -Extendió la mano para tocar brevemente su brazo.- Ya verás como no pasa nada.
En el interior de la habitación, Hakari podía ver ciertos equipos en una serie de mesitas y expositores en la pared junto a la puerta pequeña. Parecían una mezcla entre protectores para entrenamiento y armas blancas de madera de varios tipos, pero también unas cuantas de aspecto bastante real. No había nadie más dentro de la sala, pero Hakari pudo oir la voz de Caroline sonando por algún altavoz de la habitación.
- Hola Hakari. Empezaremos enseguida. Relájate y tranquilízate. El evaluador llegará en cualquier momento. No te preocupes por nada, en el caso de que pudiera haber cualquier accidente, la Doctora Bianca Foster espera en la habitación de al lado con Daq, y en el caso de que pudieras perder el control de alguna forma peligrosa... ten por seguro que sabremos evitar que te hagas daño a ti misma, o se lo hagas a nadie.
Hakari asintió a las palabras de Daq mientras su postura era algo rígida y nerviosa, como si realmente temiera lo que pudiera suceder en aquel lugar, pues desde el día en el que todo se habían truncado no había vuelto a usar la totalidad de sus habilidades y sí, temía usarlas...
Al llegar abajo y contemplar aquel lugar un escalofrío recorrió su cuerpo... Toda aquella tecnología, aquellos circuitos y aquel aspecto futurista le devolvía a su hogar, a aquel del que había escapado y su mente regresaba a su padre... ¿Habría algo de su tecnología allí? Y eso, eso la aterraba aún más...
- Gracias... - Antes de que Daq se marchara lo tomó de la manga - Me lo prometiste... ¿Recuerdas? Y... Si después de que lo veas... Si después de que lo veas no quieres volver a saber de mi... Lo entenderé...
Entró en aquel lugar, sus músculos tensos mientras su mano acariciaba la empuñadura de su katana, rezando para que se mantuviera a raya, para que la sed de sangre no se descontrolara...
- Está bien...
Y así, esperó.
No tuvo que esperar mucho. Un par de minutos después, se abrió la puerta de la sala y entro un hombre joven, vestido solo con un chándal oscuro, una camiseta blanca y zapatillas de lona. Miró directamente a Hakari desde la puerta, con expresión de cierto sobresalto e inquietud, pero luego se adelantó a saludar. Aunque inclinó levemente la cabeza, no extendió la mano para estrecharla.
- ¡Hola! El señor Clayton me pidió ayuda para evaluar los poderes de alguien, supongo que de tí, ¿verdad? Me llamo Marco, encantado. -Caminó hacia las mesas donde descansaban los equipos de protección y las armas, dejando en ellas una sudadera enrollada, que parecía contener un cuchillo militar y una pala plegable.
En tan breve lapso de tiempo, Hakari supo muchas cosas del hombre que acababa de entrar*. Lo primero de todo, que aunque sus movimientos parecieran casuales, no lo eran: eran pasos de alguien entrenado, no menos que la propia Hakari, en matar con su propio cuerpo como arma, o cualquier cosa que hubiera a mano. No era ningún cordero. Pudo ver además la silueta de una pistola tras su pantalón, y hasta adivinar el modelo por su perfil, una H&K MK23 con silenciador, habitual en las fuerzas especiales del pais. Y sobre todo, que se mantenía tan alerta de la propia Hakari como si ella fuera un resorte a punto de hacer saltar cien trampas mortales, aunque pareciera relajado.
Desde donde estaba, se giró y miró a Hakari de nuevo, con expresión progresivamente más serena.- Hay dos formas en que podemos hacer esto. Podríamos charlar largamente sobre tus capacidades, y ayudarte a determinar sus límites según mi experiencia. Pero eso puedo decírtelo de dos pinceladas.
La señaló vagamente con un dedo mientras buscaba entre las prendas protectoras un protector bucal y comenzaba a atarse unas cintas en los nudillos.- Eres una mutante de clase 4 o clase 5, no lo tengo muy claro aun. Posees agilidad superior pero no sobrehumana, pero lo que seguro es sobrehumano es tu capacidad de regeneración. Heridas en minutos, no está mal. Si solo fuera por tu agilidad, podrías pasar por una chica normal pero muy atlética.
Cuando se hubo acomodado las vendas en los nudillos volvió a girarse a Hakari.- Pero eso basta con un vistazo, lo realmente interesante es lo demás. Sin embargo, dudo que podamos ver eso sin un poco de... -Se crujió el cuello y movió los hombros, calentando.- ... interacción. -Terminó de decir.
Señaló las mesas con armas y protectores.- Intentemos no usar tu espada aun, estoy razonablemente seguro de que todavía no quieres matarme. Pero de lo que sí estoy seguro es de que la única forma de averiguar más sobre... el resto... es dejándolo salir un poco. Así que... -Volvió a señalar las armas.- ... si quieres que aprenda algo sobre tí y te lo cuente, coge un arma, de madera o normal no importa, y vamos a... practicar.
Dijo "practicar" como quien sugiere un entrenamiento amistoso, controlado, con todos los golpes marcados y una doctora a cinco metros tras una puerta. Pero se había plantado delante de las armas de metal, y eran las que señalaba. Armas totalmente reales, letales y sin filos embotados. Él no había cogido arma alguna, no aun.
Motivo: Percepcion+Atencion
Tirada (3d6+2): [6], (6, 6, 5), 6, 5 + 2
Dificultad: 10
Resultado: 36 Éxito
*Con un 36 en el dado, hasta te digo el zapato que calza y qué cenó anoche si quieres.
Contempló con cierta curiosidad al joven que se presentó ante ella... Sus formas, sus movimientos musculares, su lenguaje no verbal... Era casi como mirarse en un espejo, si ella fuera un varón, claro... En parte también le recordaba a alguno de los jóvenes que trabajaban para su padre, en alguno de los grupos especiales, jóvenes entrenados especialmente para matar, como ella...
Sus ojos fueron hasta el arma, sin duda alguna se había percatado del modelo y eso significaba que quizás estaba ante alguien de las fuerzas especiales del país... Y, curiosamente, había estudiado parte de sus técnicas, como las técnicas de muchos otros grupos especiales...
Escuchaba atenta, observando como el tono de su voz delataba su control y saber estar, sin duda alguna estaba ante un digno rival y eso... Eso era malo...
Algo en su interior se removió, sintió como arañaba su mente, como buscaba salir de su prisión para saciarse con aquella presa pero aún no había perdido el control, debía controlarla...
Hakari se relamió los labios en un gesto algo lascivo, uno que parecía nacer de una parte de ella que no dominaba pero tras unos pocos segundos cerró los ojos y tomo aire despacio, relajando su propia mente.
- He sido entrenada desde niña... Nunca he considerado mi agilidad como una "mutación" sino como un desarrollo físico de las sesiones de entrenamiento... En cuanto a lo de la regeneración... Depende de a quién preguntes te dirá que es una bendición o una maldición... - Se encogió de hombros y al poco se crujió el cuello, sin duda alguna estaba emocionándose por la pelea, aunque cuando dijo lo de matarle su expresión cambió a una mucho más seria - No quiero matar a nadie... - No soy una asesina... Quería decir, pero estaría mintiendo... - ¿Con armas? Bien...
Cogió su katana y la posicionó de forma que no le molestase pero sabía bien que no podía dejarla lejos de ella o las consecuencias serían nefastas... Observó las armas hasta dar con dos espadas cortas ligeras que le permitieran moverse con agilidad, aunque antes de cogerlas se quitó la chaqueta y se descalzó, mostrando un cuerpo hermoso con unas curvas sensuales. Una vez se sintió cómoda tomó posición para iniciar la "prueba".
- Cuando digas...
El hombre asintió a las palabras de Hakari con un expresión seria.- Por eso dije que podía pasar por un simple atributo humano. Pero puedes creerme: tu cuerpo ha recibido entrenamiento, pero si hubieras entrenado exclusivamente como atleta olímpica, por poner un ejemplo... tus capacidades llegarían a lo sobrehumano. En cualquier caso... solo es la guinda del pastel.
Llegó a sonreir un poco cuando Hakari dijo si sería bendición o maldición.- Esas cosas las dejo para los filósofos. En lo que a mi respecta, ninguna persona normal cura una herida profunda en menos plazo que en días, y tu podrías sobrevivir a que cortaran la garganta antes de desangrarte y morir. Es indiscutiblemente un talento de regeneración de rango mayor.
Finalmente terminó de prepararse, quitándose también la chaqueta del chandal, mostrando brazos fuertes cubiertos de sutiles cicatrices. Hakari no necesitaba mas que ese vistazo para entender qué clase de heridas eran, abundantes cortes de arma blanca de hoja corta (navajas o cuchillos). Cuando ella seleccionó sus armas él miró las armas expuestas y seleccionó también dos armas, en su caso dos kukris.
Las cuatro armas eran absolutamente reales, afiladas y letales.
El evaluador caminó al centro de la habitación, y se posicionó con ambas armas empuñadas. Una adelantada, a la vista, preparada para bloquear, y otra retrasada, fuera de la vista, preparada para golpear. Hakari sintió algo parecido a la exaltación enfrentándose a su oponente.
Antes de dar la señal, escuchó como el hombre bajaba la voz.- ¿Tiene un nombre? -Y en ese momento el brillo de sus ojos ambarinos cambió, y dio inicio a su ataque. Y desde el principio Hakari pudo sentir algo poco habitual en sus batallas. El hombre no era ni más rápido ni mucho menos más ágil que ella, y por cómo sostenía sus armas no era tampoco tan experto en su uso como ella. Debería tener una clara ventaja.
Pero no era así.
Motivo: Reflejos
Tirada (2d6): [2], 4
Dificultad: 0
Resultado: 6 Éxito
Motivo: Ataque
Tirada (4d6+12): [6], (2), 3, 1, 6 + 12
Dificultad: 0
Resultado: 30 Éxito
Motivo: Defensa
Tirada (4d6+12): [5], 5, 6, 5 + 12
Dificultad: 0
Resultado: 33 Éxito
Haz tres tiradas: Reflejos (3D), Agilidad+Armas CC (8D+2) y Agilidad+Esquivar (7D). Sin embargo, restas 3D a toda maniobra ofensiva o defensiva, así que las tiradas deben ser:
Reflejos 3D
Ataque 5D+2 (que en el sistema de dados se pone 4D+5)
Defensa 4D
Los reflejos determinarán quien ataca primero, y la defensa de cada uno es la dificultad del ataque del otro. En cualquier caso, a menos que Hakari no quiera marcar el golpe y ataque a matar, cualquier impacto solo causará un rasguño.
Haces tus tiradas contra estos valores.
Iniciativa: 6.
Ataque: 30
Defensa: 33
En realidad vamos a dramatizar un minuto de intercambio de estocadas en estas tres tiradas para guiar la narrativa, no vamos a hacer tiradas asalto por asalto porque no hace falta.
Lo que si te pido es que hagas dos respuestas. Una, lo que sucede de verdad. Y otra, paralela en el mismo post, desde la perspectiva... de la otra.
Motivo: Reflejos
Tirada (3d6): [1], 5, 4
Dificultad: 0
Resultado: 10 Éxito
Motivo: Reflejos
Tirada (8d6+2): [3], 4, 1, 3, 6, 1, 4, 2 + 2
Dificultad: 0
Resultado: 26 Éxito
¿Van así las tiradas? Oo
Motivo: Ataque
Tirada (4d6+5): [4], 6, 2, 2 + 5
Dificultad: 0
Resultado: 19 Éxito
Motivo: Defensa
Tirada (4d6): [5], 4, 5, 6
Dificultad: 0
Resultado: 20 Éxito
En realidad las tiradas se hacen con un maximo de 4D, y cada dado por encima se convierte en un +3. De modo que 8D+2 (tu ataque normalmente) se tira en realidad como 4D+14, y 7D (tu defensa normalmente) se tira como 4D+9
Sin embargo en este enfrentamiento sucede algo que Hakari no entiende todavía, y le resta 3D (o 9 puntos si hay) a todas sus tiradas de ataque o defensa (pero no reflejos). Asi que tiraría 3D para reflejos, 4D+5 para ataque, y 4D para defensa. No importa realmente porque no es un combate de verdad.
Si quieres puedo hacer las tiradas por tí hasta que vayas familiarizandote con como funciona.
Eso dejaria una iniciativa 10, ataque 19 y defensa 20. Son 9 puntos menos de lo que debería sacar Hakari normalmente, ella va a notar que algo no es como esperaba: su oponente parece predecir sus movimientos y adelantarse a ellos.
El primer movimiento lo realizó el evaluador, dando un paso con su kukry en alto. Los reflejos de Hakari eran superiores y no tuvo dificultad en adelantarse al movimiento y adelantar sus hojas, tratando de romper la defensa del rival mientras se mantenía en guardia contra el arma que éste mantenía fuera de la vista.
Hakari no tardó en constatar que ella tenía una clara ventaja. Tanto sus reflejos, como su agilidad como su técnica eran perceptiblemente superiores a los del hombre. Aunque este sabía claramente lo que se hacía con un arma en la mano, sus aptitudes no eran nada comparadas con las de ella. Muy pronto, Hakari estaba sintiendo la exaltación del combate, y como algo dentro de ella quería dar un paso más... un poco más... y ver brotar la sangre.
Y sin embargo... algo no estaba yendo bien. Aunque la velocidad de Hakari era claramente superior, el evaluador realizaba con facilidad maniobras defensivas con gran economía de movimientos, desviando golpes con un mínimo golpe de sus armas, ladeando la cabeza o el cuerpo, o desplazándose apenas una fracción de un paso en la dirección correcta. Eso sucedió una vez, que pudo ser suerte, luego dos, que pudo ser coincidencia. Pero a partir del tercer golpe Hakari ya estaba convencida de que se enfrentaba a alguien con un sentido de combate innato extraordinario, capaz de intuir dónde iban a dirigirse los golpes de ella, y como evitarlos.
Pero no solo eso: entonces empezó a contraatacar. A Hakari no le habían enseñado a confiarse, desde luego, pero era consciente de su propio potencial: su agilidad era muy superior a la del evaluador, debería tener una clara ventaja. Pero tampoco fue así. El arma que él mantenía oculta siempre aparecía por donde menos lo esperaba, cambiándola de agarre a medio ataque para evitar las maniobras defensivas de ella, fintando, o simplemente atacando a fondo cuando ella era incapaz de recuperarse de una posición. Como antes, Hakari no tardó en sospechar que su oponente poseía alguna clase de talento de combate innato, pero al cabo de un minuto de intercambiar golpes y fintas, tenía casi la certeza de que su evaluador de alguna manera sabía lo que ella iba a hacer, antes que ella misma.
El resultado no solo era que el combate se prolongaba mucho más de lo que se prolongasen habitualmente cualquiera de los que hubiera tenido, sino que empezaba a suceder algo realmente inusual: algo dentro de Hakari le decía que podía perder esta batalla. Algo que, aunque fuera un entrenamiento amistoso, sin duda no gustaba a lo que ocultaba en su interior.
No obstante, pasado el primer minuto sin que ningún arma hubiera llegado a realizar ningún golpe, el evaluador se detuvo y se echó un paso atrás, mirando a Hakari. Habló suave, con expresión seria pero no hostil.- Parece que intentases mantener cerrada una puerta peligrosa. Muy peligrosa. Y si de algo no tengo duda, es de que algo dentro de tí quiere matarme. Alguien. Háblame de ella. Creo que empiezo a conocerla.
Se mantuvo un momento más a la defensiva, esperando a ver si Hakari quería hablar... hablar mientras peleaba... pelear... o sacar algo oscuro y mortal de dentro y partir en lonchas a su oponente.
Mejor me ocupo yo de todas las tiradas para que vaya todo mas ágil. No te cortes en postear sobre el combate tal y como lo vería Hakari, las dos mitades.
El baile había comenzando, los movimientos se sucedían bajo aquel embriagador y rítmico sonido, el chocar del acero contra el acero... Llevaba años entrenando, desde que apenas tenía memoria y no había tardado nada en percibir que ella era mejor que él en el combate pero algo, algo no iba bien...
Sabía que sus movimientos eran precisos, que era más rápida y ágil pero él... Él tenía algo, algo difícil de discernir pero que denotaba un talento natural para el combate o quizás... ¿Quizás algún tipo de precognición? Ese tipo de rivales existían y resultaban peligrosos y aquella misma sensación de peligro... Ese sentimiento encendía algo en su interior, algo que se removía y buscaba esa pequeña rejilla por la que escurrirse, esa parte de ella que anhelaba sentir el dulce sabor de la sangre...
Los movimientos se detuvieron y las palabras llegaron hasta ella, aunque su mente intentaba acallar a esa oscura voz que cada vez se hacía más y más eco, que cada vez ganaba más camino y que arañaba el borde de su consciencia... Y su espada... Su espada anhelaba lo mismo... Deseaban sangre, violencia y muerte...
Su respiración se aceleró, sus ojos iban adquiriendo un ligero brillo algo tenebroso y se humedecía sus labios en un gesto quizás demasiado lascivo y sensual... Una pausada respiración mientras miraba hacia él.
- No... No quiero darle poder... - Sus manos aferraban con algo más de fuerza las armas mientras intentaba mantener la respiración bajo control, aún sintiendo como las garras arañaban las puertas - No tiendo a hablar cuando peleo... Dime qué necesitas para la evaluación... Cuanto antes terminemos... Mejor...
Posicionó su cuerpo en una forma mucho más agresiva, sus músculos estaban ligeramente más tensados y su respiración era más irregular, sin duda alguna algo había comenzado a cambiar en su interior y quizás por eso sus movimientos se volvieron más imprevisibles y agresivos.
(Perfecto ^^)
El hombre la escuchó y asintió, con una sonrisa de hecho al decir ella que no hablaba mientras peleaba.- Muy juiciosa por tu parte, el resuello no es algo que abunde en combate para malgastarlo hablando, y la utilidad de las palabras en un duelo es limitada. No diré que sea inútil un kiai para enfocar la fuerza en un momento dado, o una chanza a tiempo para exasperar al oponente, pero por lo general... -Sonrió de nuevo, casi cómplicemente.- ...bueno, ya me has visto: peleo a boca cerrada.
Ahora que el combate estaba momentáneamente detenido, sí que hablaba con calma, y Hakari podía aprovechar la pausa para recuperar el aliento y el control de su interior... pero esto último costaba más. El hombre continuó hablando en respuesta a las demás palabras de Hakari.- Necesito exactamente lo que estamos haciendo, poner al límite tu control. Puedo evaluar casi todo lo que eres capaz de hacer, tus talentos naturales, la capacidad destructiva de tu espada... y en serio, menudo pedazo de arma la tuya. Pero lo que todavía no veo con claridad es eso que retienes. Necesito... que roce la superficie. ¿Te ves capaz de contenerla... justo bajo tu piel?
Con esas palabras se dirigió a la mesa de armas y cambió sus kukrys, cogiendo...
... la pala???
Con la pala plegable en la mano, la alzó como si fuera un hacha pequeña.- Pero igual tengo que ponerme serio para lograrlo. -¿Ponerse serio, con una pala? ¿Es que la insultaba deliberadamente? El hombre la miró a los ojos pero Hakari no percibía burla o engaño. Literalmente, era su arma más seria.- Con tal que no intentes desenvainar tu espada, todo irá bien. Si lo intentas... bueno, tendré que tomar medidas. -Y señala la puerta con una inclinación de la cabeza, pero sin dejar de mirar a Hakari.- ... aunque probablemente me refiero a poner pies en polvorosa si eso sucede. Pero... bueno, intenta no sacar el arma. Mantén el control, pero... déjame verla, y quizás pueda decirte algo que no sepas de ella.
Inspiró, y volvió a preguntar.- ¿Tiene un nombre?
Y aunque esperó unos pocos segundos por una respuesta, volvió a lanzarse al ataque, armado con una simple pala plegable, y de nuevo poniendo a Hakari contra las cuerdas pese a la evidente superioridad física y técnica de ella.
Hakari empezaba a determinar un patrón, sin embargo, en la posible precognición de su oponente. Reaccionaba admirablemente a sus armas, pero con un ligerísimo retraso de diferencia a maniobras de combate menos letales, como zancadillas, codazos y otros ataques sin armas. ¿Tendría algún significado?
Motivo: Ataque H
Tirada (4d6+5): [6], (2), 1, 6, 2 + 5
Dificultad: 0
Resultado: 22 Éxito
Motivo: Defensa H
Tirada (4d6): [2], 6, 4, 4
Dificultad: 0
Resultado: 16 Éxito
Motivo: Ataque M
Tirada (4d6+12): [3], 6, 2, 3 + 12
Dificultad: 0
Resultado: 26 Éxito
Motivo: Defensa M
Tirada (4d6+12): [4], 2, 4, 2 + 12
Dificultad: 0
Resultado: 24 Éxito
Pese a la desventaja enorme, esta vez casi le das. Tienes toda la excusa del mundo para achacarlo a la incrementada agresividad de Hakari.
Sus ojos se quedaron fijos en los de él mientras intentaba mantener el control sobre esa parte oscura de ella, esa que arañaba la superficie y gritaba por salir... - Déjame que lo mate... Queremos su sangre... Su palpitante corazón en nuestras manos... Saborear su cálida sangre al morderlo... Consumir su alma para hacernos fuertes... ¡NO SEAS UNA COBARDE!
Negó con la cabeza mientras apretaba los dientes y lo miraba de nuevo.
- No quieres que salga... Si sale la espada irá directa a nuestras manos y entonces tu vida correrá peligro... Y la de muchas otras personas... No me pidas eso...
Su cuerpo estaba rígido, sus músculos tensos mientras intentaba controlar su respiración y que la oscuridad regresara a su jaula, esa que tanto trabajo costaba mantener encerrada...
¡¿Lo has visto?! ¡Nos está insultando! ¿Cómo puedes dejarle que haga algo semejante? ¡COBARDE!
Era difícil concentrarse con tanto estímulo pero si algo había discernido de los pasos anteriores era que él parecía más "débil" ante ciertos movimientos, golpes sucios, de esos que no era noble usar... Su estilo era cortés y noble, elegante y preciso... No iba a rebajarse a ello... Aunque ella clamara por venganza...
- No lo sé...
Volvió a respirar profundamente y volvió a posicionar su cuerpo en una elegante y precisa postura de combate, aunque ahora uno de sus ojos parecía tener un brillo distinto, casi como si fuera el de una serpiente...
Tras intercambiar varios golpes y amagos más, al cabo de otro minuto de fintas y golpes bloqueados o esquivados, Hakari acabó de batir un record: este era el combate contra un solo contrincante más largo que había tenido. Aunque su oponente manejaba una pala plegable, no se le escapaba que era una herramienta usada como arma a menudo en todas las épocas y continentes, ya fueran tropas auxiliares del Cesar, ashigaru Takeda, o marines estadounidenses. Pero no era un arma, algo que parecía insultar a la voz interior que clama por sangre.
Sin embargo, pasado ese minuto, el hombre volvió a detener su ataque y echarse atrás, bajando la guardia muy notoriamente. Miró a Hakari con intensidad, pensativo, durante varios segundos antes de volver a hablar.- Esto solo es una prueba, y no quiero incomodarte innecesariamente. No merece la pena poner en riesgo tu integridad mental. Si no crees poder controlarla... dejemos que repose. -La miró, sin embargo, con una nota de interés.- Y sin embargo, yo creo que todavía puedes sacarla un poco más al exterior. Casi puedo verla.- Suspiró, dirigiéndose de nuevo a la mesa de armas, y tomando de esta su cuchillo de mano. Este, por lo menos, sí se trataba de un arma.
Volvió a colocarse ante Hakari, sin iniciar combate aun, ni tan siquiera ponerse en guardia. Pese a aparentar guardia baja, Hakari pudo reconocer algo que sus maestros llamaron 空の姿勢, sora no sisei, la Postura Vacía. Una forma elegante cualquiera de llamar a una técnica común a muchas artes marciales armadas, con muchos nombres cada uno diferente, en las que se simulaba no estar en guardia, pero desde la que se podrían iniciar una plétora de acciones ofensivas o defensivas. El hombre parecía relajado, pero en cualquier momento podría desatarse un combate a muerte.
Y el evaluador volvió a hablar.- Pareces tener miedo de matarme. Por lo que pueda servir, gracias, es un detalle. -Sonrió un poco, sin ironía ni sarcasmo. Luego volvió a la seriedad.- Pero para serte franco, no creo que puedas.- Eso era una provocación deliberada, se mirase como se mirase. Hakari podía darse cuenta de que no la provocaba a ella... sino a la otra. El hombre miró a Hakari, pero su mirada no era de burla ni desdén. Al contrario, había una inmensa cantidad de cautela en sus movimientos, parecia pensar que, de hecho, podía matarle en cualquier momento. Luego añadió.- No, parece que una provocación cualquiera no va a funcionar. Mis disculpas, no pretendía ofenderte. Probemos con una sugerencia. ¿Es que no crees que puedas hacerme sangrar usando otro arma que tu favorita? Para un guerrero no hay tal cosa como un arma predilecta, salvo su propio cuerpo. -Y se señaló a si mismo, lo que en realidad hacía bastante fuerza en su afirmación: joder, usaba una puta pala habiendo dos mesas enteras llenas de armas.
Finalmente sonrió.- Tranquila, de verdad... si intenta sacar ese arma, te lo impediré antes de que puedas intentarlo. Ni el iai más rápido del mundo puede terminar antes de empezar. Pero puedes intentarlo con las armas que llevas en la mano, para eso están. Vamos... solo un poco más... y casi podré verla. -Aun así no inició el ataque y repitió, pese a todo, lo que dijo al principio.- Si realmente es mucha tensión para tí, dímelo y ponemos fin inmediatamente. No pienso arriesgarte... pero pienso que tu voluntad* es mucho más fuerte de lo que crees.
Y se mantuvo esperando una respuesta o un ataque.
*En principio, y a falta de otros factores, controlarte requiere una tirada de Voluntad basica. Las tiradas de Aptitud solo (y no de Aptitud mas Habilidad) se realizan con el doble del valor de la Aptitud, así que seria 4D6+6 dificultad 15.