- No conoces a mi familia... Y espero que jamás la conozcas... - Mi cabeza se giró hacia una de las ventanas mientras mi mirada se tornaba algo melancólica pues aunque hablaba como si no quisiera volver allí se notaba que tenía sentimientos encontrados y que añoraba mi hogar y a mi familia - Parece que eres todo un zorro... Astuto y que lo pilla todo con facilidad...
Mis mejillas volvieron a sonrojarse cuando me limpiaste y pudiste sentir como mi respiración se aceleraba de nuevo ligeramente.
- Gracias... - Volví a mirarte respirando con suavidad - Tengo miedo de preguntar...
Observe esa melancolia, la mezcla entre querer algo y poder conseguirlo. El deseo del reencuentro y el miedo a sabiendas de lo que eso implicaria, que ademas quedaba reflejado en la sentencia de tus propias palabras. Una sonrisa semipartida, escondida mientras te miraba. - No... no la conozco, pero te conozco a ti, un poquito mas a cada minuto que pasa... y espero que tu me conozcas a mi... un poquito al menos. - Un guiño travieso pero sin ninguna intencion de otro tipo. - O lo que te deje atrapar...
El tono buscaba la informalidad, el romper la monotonia y la busqueda de esa melancolia para buscar algo gracioso que embrujase por los suficientes segundos tu mente.
Sonrei divertido y me encogi de hombros con un punto claro de humor. - Soy un caballeroso truhan mi princesa, ser astuto y rapido es mi forma de vida... y el zorro... es un buen ejemplo de ello... pues posee cualidades ocultas que todo dejan pasar desapercibidas por aquello que ven primero.
Un engaño... como toda magia... o casi toda.
Senti tu reaccion pero no me aproveche de ella, solo te mire con cercania y tacto, pero no buscando ahondar en algo que sabia podia acabar por levantar un muro.
De nada... todo un placer... - El tono insinuaba pero no delataba. era como ese atisbo que no alcanzaba el segundo, como queriendo pero no dejando ver lo mas minimo.
Sonrei divertido, incluso deje escapar una suave risa mientras mi mano se movia, alcanzaba la tuya y acariciaba desde la yema hasta la palma con sinuoso movimiento y calidez efimera. Al llegar al centro se detuvo y recorrio el camino de vuelta, para luego simplemente alejarse hasta volver a mi lado. - Entonces debere esperar a que superes tu miedo... y preguntes queriendo escuchar lo que mis palabras puedan regalarte... mas alla de un sonrojo por precioso que quede algo de escarlata en tan niveo cutis...
Elevé mis ojos hasta dar contigo, sonriendo con cierta dulzura.
- Sabes, en mi cultura el zorro es un animal que constituye un elemento de singular importancia hasta el punto en que lo utilizamos tradicionalmente para nombrar a aquel espíritu del bosque con forma de zorro, cuya función clásica es la de proteger bosques y aldeas... El Kitsune... Según nuestra mitología, el zorro es un ser inteligente que posee habilidades mágicas, las cuales se ven incrementadas con la edad y la adquisición de conocimientos. Por lo demás, la edad, la sabiduría y el poder de un kitsune son también mayores a medida que aumenta el número de colas, siendo el más poderoso el kitsune de nueve colas... - Te miré divertida - ¿No serás un kitsune que ha adoptado forma humana, no? - Saqué la lengua con cierta diversión - Además, el kitsune está estrechamente asociado al dios Inari, dios de la fertilidad, de la agricultura, del arroz y de los zorros, tanto como mensajero o sirviente del mismo; estas funciones refuerzan su poder sobrenatural... - Te miré - Cuadra bastante contigo... Al menos la primera parte...
Suspiré tras tus palabras.
- Algo me dice que al final terminaré cayendo... - Mis mejillas volvieron a sonrojarse - En lo de preguntarte, en lo de preguntarte... - Dije mientras movía mis manos en signo de negación ante mi rostro y con las mejillas sonrojadas.
Era sinceramente impresionante. Habia visto tu sed de sangre, la forma en que tu cuerpo se movia mientras danzabas como la misma muerte y tambien, la seduccion que podia destilar tu tono y tus formas, el deseo y la lascivia en el brillo de tus ojos... y por eso mismo, ver la dulzura e inocencia que podias llegar a mostrar en una simple mirada, era algo tan cautivador como especial.
Sonrei con genuina sinceridad mientras mis ojos se fijaban en los tuyos y mis labios se curvaban de aquella manera.
Escuche con atencion e interes. Sin cortarte, dejandote todo el tiempo que necesitaras para explicar tu cultura y al forma del zorro, asi como su significado. Notaste asombro, interes, leve sorpresa e incluso como parecia pensar para mi mismo sobre esas cualidades que tu parecias atribuirme como kitsune.
Rei ante la pregunta, con un poco mas de atrevimiento y juego ante tu burla y me encogi de hombros levemente, dejando algo de misterio en el aire. - Eso es algo que deberas descubrir tu... mi princesa... - Un guiño picaro, divertido y sobretodo buscando ampliar el juego, profundizarlo y hacerlo mas intenso.
Una sonrisa que sin duda, muchos kitsunes querrian para si mismos, justo antes de romperse con un toque de humor que disipaba cualquier otra posible intencion.
Rei divertido, mientras apoyaba mi codo en la mesa y sostenia mi barbilla. - Asi que estoy estrechamente relacionado con... la fertilidad... - Mi sonrisa se torcio po una comisura, adoptando un toque abrumadoramente seductor y carismatico, atractivo asi como atrayente. Mordi suavemente mis labios. - Me tientas princesa... me tientas con tus comparaciones a ser malo... a quizas ser mas kitsune de lo que querria en estos momentos... pero lo dejare pasar por ser nuestra primera cita... sere... bueno... - Ese aire desaparecio lentamente, pero de tal forma que hacia dificil olvidar las sensaciones de hacia un momento.
Tu suspiro fue seguido de uno propio mientras volvia a enderezarme para romper lo ocurrido en esa posicion. - Debo decir que me gusta la vision que tienes de los zorros y si... me siento representado en gran medida por parte de lo que dices. - La sonrisa y el guiño, eran mas complices que otra cosa. Sin ni un apice de aquello que habia dejado asomar por un momento.
Una ceja enarcada, un muy sutil ladeo de mi rostro y una mirada directa y franca. La sorpresa, mezclada por el claro interes. Tu sonrojo cautivador, abriendo paso a una sonrisa cargada de clara necesidad por saber mas, de ver que mas decias al respecto. Tu respuesta, tu tangente y corte para salir de una situacion que bien podia haberse vuelto embarazosa, provoco una suave risa mientras no dejaba de mirarte.
Ya termines cayendo en lo de preguntarme... - Deje un silencio sutil. - O en cualquier otra cosa que desees... - Una mirada sincera y que dejaba claro mi interes. - Espero que sea queriendo dar ese salto y te aseguro que cuando lo des, estare ahi para cogerte con mimo y atencion.
Mi mano se movio para acariciar muy suavemente tu mejilla. El suave roce de mis dedos, todos ellos, acariciando desde casi el borde de tus labios ascendiendo hasta casi tu oreja, para luego volver. Tranquilidad y dulzura. - Eres... preciosa. Tus mejillas se sonrojan como si fueran sakuras abriendose por primera vez en el primer dia de primavera. Sin duda, un evento unico y sin duda un honor... ser espectador de semejante maravilla.
Un leve carraspeo mientras miraba a la mesa. - Perdona, no queria hacertelo mas incomodo... simplemente... me ha nacido asi expresarlo. - Levante las manos en un gesto sutil de discupa. - Olvida mis palabras... por favor. No queria molestar.
Tus palabras, unidas a aquella caricia en mi mejilla provocaron que mi rostro volviera a volverse totalmente rojo mientras mi respiración se entrecortaba y apretaba mis manos con fuerza contra la mesa, bajando la mirada y controlando algo que parecía estar queriendo salir de mi interior.
Un largo suspiro mientras cerraba los ojos y respiraba pausadamente.
- Eres... Todo un desafío... - Logré decir mientras abría los ojos - Sin duda alguna ni mis maestros podrían ponerme pruebas como las que me pones tu... - Suspiré - Lo siento... Es que... No entiendo cómo puedes decirme y pensar todas esas cosas... Me acabas de conocer y... No en las mejores circunstancias... Cualquier otro hubiera salido corriendo pero tu... Mírate, ahí sigues... - Sonreí con cierta timidez - No lo entiendo... No te entiendo... Eres... Eres tan diferente a todo cuanto he conocido... Tan diferente a... - Volví a callarme de golpe, desviando la mirada hacia una de las ventanas mientras una lágrima resbalaba por mi mejilla.
El sonrojo de tu rostro dejo esta vez atras cualquier primavera para dar paso al caluroso verano, permitiendome notar de forma clara la respiracion entrecortada que cruzaba tus labios, asi como otros gestos mas sutiles como la presion de tus brazos mientras tus manos se escondian bajo la mesa y de igual forma tu mirada se desplzaba para evitar la mia.
Tan agresiva y sensual en ocasiones… tan enigmaticamente inocente en otras. Combinabas dos caras de una misma moneda, con formas que hablaban de la contencion y la voluntad que ponias en ti misma, aplacando una parte de ti.
El suspiro, mientras yo me mantenia en silencion y esperaba por ti, a sabiendas de que era mejor no seguir moviendo unas aguas que se habian vuelto tremendamente turbulentas con mis formas.
Ladee levemente la cabeza, enarque una ceja, ante la definicion de desafio. Habia interes en el brillo de la mirada, puesto que sin duda por tus palabras podia entender que vendria algo mas en breve.
Tus ojos acabaron sobre los mios, mientras yo seguia mirandote con franqueza. Lentamente sonrei al escuchar de ti semejantes palabras. – Me tienes en muy alta estima... si un simple kitsune de la calle como yo, es capaz de poner a una princesa como tu, ante pruebas que ni tus poderosos maestros podian... – Buscaba darle un poco de juego, minimizarlo aunque entendia que sin duda tus maestros no debian haber captado, por donde incidir o quizas, no lo tenian permitido. – pero no negare que me siento halagado… e interesado por ello.
Negue mientras me encogia de hombros. – No tienes motivo ninguno para disculparte. No has hecho nada malo. – Rei por lo bajo. – Es sencillo princesa, soy un desvergonzado y truhan kitsune, que habla cuando los demas callan y dice lo que piensa, aunque eso provoque rojeces en quienes estan a su alrededor… o quizas porque disfruta de ver esa rosada primavera nacer…
Movi la cabeza como un sutil pendulo ante la mencion de como nos habiamos conocido, mientras miraba al cielo y luego bajaba mi mirada a ti. Un movimiento de dedos, para atraer tu atencion y fijar nuestras miradas. – Las circunstancias importan, pero los motivos tambien… y sinceramente soy mas de los que se acercan a la jaula del leon a ver si esta dormido, que de los que mantienen las distancias por si acaso. Ademas de que despertaste mi curiosidad y me intrigaste enormemente en esa mansion… y deseaba saber mas de la peligrosa y preciosa espadachina que tenia delante.
La timidez volvio a tus formas, a tu sonrisa. Seguiste hablando hasta que algun recuerdo debio cruzarse en tu mente, uno triste, pues incluso te arranco una lagrima.
Deslice una mano hasta tomar la tuya con suavidad y calidez, pero sin buscar nada mas. – Soy diferente en general princesa. Simplemente no estoy hecho para las reglas de este mundo y prefiero doblarlas y pasar por debajo de ellas… - La caricia se volvio mas sutil. – Cualesquiera que sean tus pensamientos ahora, atesoralos, no importa si son felices o tristes, cada persona que conoces y cada relacion que defines, es un grano mas de arena que define el camino que eliges… y quien eres. Eso es algo que es solo tuyo, de nadie mas.
Mi atención regresó a ti, el contacto de tu mano con mi piel volvió a encender mis mejillas y podías sentir la calidez de mi piel mientras mi respiración se aceleraba ligeramente y mordía mi labio inferior en un gesto ligeramente sensual.
- Es que... Nunca había estado con alguien con tus formas... Nadie nunca había osado a tratarme o hablarme con las formas que lo haces tu... En mi tierra los hombres son muy distintos y entre mis círculos... Las formas eran otras, más tradicionales y calmadas... Tu me recuerdas mucho a ciertos personajes masculinos de los mangas y los animes... Ese chico malo que se divierte o disfruta de poner en apuros a la chica dulce y tímida... Aunque, creo que yo me alejo un poco de ese estereotipo de chica...
Cuando hablaste de los recuerdos sonreí muy tenuemente.
- Hay recuerdos que preferiríamos olvidar... Hacer que desaparecieran y fueran encerrados en un fuerte baúl imposible de abrir y expulsados a la más intensa oscuridad del olvido...
Eras un libro abierto en muchos sentidos... aunque claro que estuviera escrito en otro idioma y se leyera de otra forma, creaba sin duda momentos de los mas entretenidos y divertidos. Otros podrian decir que era un imposible, yo disfrutaba explorando cada pagina y buscando comprender cada kanji, como si cada uno fuera un premio en si mismo.
Observe ese gesto sensual de tus labios y luego subi a tus ojos.
Seria bueno, una provocacion cada poco sin duda funcionaba mejor que saturarte.
No pude sino reir ante la descripcion tan acertada que habias hecho en un momento. Una risa clara y sin animo de ofensa ninguna, mientras el brillo de mis ojos asomaba. - Sin duda disfruto de ello... - El tono bajo sutilmente. - y mi querida princesa, sin duda tienes un lado muy dulce y deliciosamente tierno. - Deje un breve silencio mientras mi mirada se intensificaba. - Todos tenemos muchos lados, despues de todo mirame a mi, puedo ser un truhan, el chico malo que disfruta provocando y tambien un caballero... cuando es necesario.
Me encogi levemente de hombros. - Bueno, no estamos en tu tierra, sino en la mia... e incluso aqui... mis formas no son las habituales, asi que yo no me preocuparia porque hayan muchos mas como yo... - Mire con diversion hacia el techo por un momento. - Mas bien diria que soy unico e irrepetible.
Saque la lengua mientras te guiñaba un ojo, ahora si, provocadoramente.
Los recuerdos trajeron de nuevo la tristeza a tus labios, e incluso diria que a tus ojos. Mis formas se suavizaron, el roce se volvio mas sutil y efimero, como algo mas fantasmal pero al mismo tiempo calido.
Los mismos... que mas huella dejan... - El tono bajo, como si yo mismo pensara en algo. - Los que van mas alla de la carne y dejan su cicatriz en nuestra alma... - Una sonrisa levementr triste, mientras bajaba mis labios y rozaba efimeramente la yema de tu dedo corazon. - Perdoname princesa, no queria ahondar en algo asi...
El tono se habia vuelto mas delicado, mas suave, mientras una sonrisa levemente triste y afectada asomaba. Mi respiracion se volvia mas calmada, como si entendiera ese dolor y como de profundo podia llegar.
Negué con la cabeza con calma.
- Tranquilo, son recuerdos que aún siguen recientes en mi memoria, recuerdos que generan dolor y añoranza pero también vergüenza, culpa y remordimientos... Y aún así sé que he de aprender a vivir con ellos, de uno u otro modo pues sino al final terminarán por controlarme y no es lo que quiero ni deseo... - Suspiré - Tienes que perdonarme pero he de mantenerme bajo control más de lo que otra gente necesitaría pues no quiero ser un peligro para el resto... Ni para mí misma o para ti...
Terminé con la comida que teníamos delante, dejando los cubiertos sobre la mesa pero en la parte superior del plato e hice una ligera reverencia con la cabeza.
- Gracias por la comida...
Volví a mirarte y sonreí.
- Creo que te he robado demasiado tiempo... Debería regresar a casa y comprobar que no se me ha colado nada ni nadie...
Te escuche detenidamente y cuando tus palabras se perdieron por unos segundos en el silencio, sonrei suavemente pero con empatia y calidez. - Me siento halagado de que te preocupes por mi bienestar princesa... - No parecia buscar ningun tipo de subterfugio o seduccion con esas palabras, sino que las dotaba del respeto y del poder, que sin duda entendia que llevaban dichas por ti. - y no hay nada que perdonar, como ya te he dicho estoy aqui y no siempre somos capaces de mantenerlo todo bajo control, asi que si me necesitas... llamame... para lo que sea que necesites... - De nuevo muchos podrian buscarle sentidos mas vulgares a mis palabras, pero el tono y la mirada, eran muy diferentes, sin ni un apice de juego en contrapartida a como sabias que podian ser.
Al verte terminar, yo mismo termine, de un solo bocado el ultimo trozo, quizas algo mas grande y entonces te vi hacer aquel gesto mientras yo tragaba con algo de dificultad y acababa por beber algo de mi refresco.
Un placer. Gracias por la encantadora compañia. - Ladee la cabeza y te guiñe un ojo con algo mas de juego, pero sin ir mas alla.
Rei ante tus palabras. - Asi que la princesa le ha robado tiempo al truhan... esa sin duda seria una bonita historia si la contase tu cultura. Un pobre ladron robado de su preciado tiempo por una bella princesa... -Mire levemente al techo mientras lo meditaba y sonreia, antes de negar y mirarte a los ojos. - Solo robas, aquello que puedes robar princesa... no lo olvides. - El tono se volvio mas confidente antes de apoyar mi espalda contra el asiento.
Como caballero que puedo ser, si me lo propongo... te diria que si quieres te acompaño a casa, pero comprendo que ese no sea tu deseo. - Un guiño que decia mucho, pero sin ninguna maldad. Me encogi de hombros levemente. - Si es lo que debes hacer, es lo que debes hacer, por mas que la noche sea joven. Asegurate de que nadie se ha colado donde no debe pues... y hasta que volvamos a vernos princesa... decir, que echare de menos tu presencia, aun asi espero que no sea mucho acompañarte hasta la puerta del local... y prometo no seguirte. - Saque la lengua en un acto comico, mientras por un instante unas ojos de zorro y unas orejas de la misma indole, parecian cobrar vida en mi rostro, con una malicia propia de los kitsune.
- Tengo tu número, lo haré... - Tomé un papel y apunté otro número en él - Tu también puedes llamarme... - Reí - Realmente es lo único que podrías hacer puesto no tengo acceso a internet con este móvil ni tampoco a ninguna red social...
Mis mejillas volvieron a sonrojarse y esbocé una tímida sonrisa.
- Creo que tendré que cambiar mis formas cuando esté contigo... Después de todo parece que me harás enrojecer con mis modales y formas...
Te miré y negué con la cabeza.
- Y yo agradezco esa caballerosidad pero no es un lugar al que llamar hogar, aún no y creo que habrás comprobado por ti mismo que no necesito protección ni nada por el estilo... Además, quizás podría divertirme si alguien osara intentar hacerme algo de camino a casa... - Un ligero brillo oscuro asomó a mis ojos tras aquellas palabras - Dudo que nadie se atreva a ello...
Asentí con una sonrisa mientras me levantaba de la silla y esperaba por ti para salir hacia el exterior, pero antes de irme en dirección a donde fuera que iba me giré.
- Hasta la próxima, truhán.
Un último guiño, acompañado de una enigmática sonrisa antes de desaparecer al doblar una esquina...