Una vez escogido el orden en que llevar a cabo aquella rudimentaria entrevista, invitó al resto de las chicas a permanecer fuera.
—Toma asiento, relájate y ponte cómoda. —dijo afable y tranquilizador invitándola a tomar asiento en uno de los sofás— ¿Te apetece algo de beber o de comer? —preguntó antes de tomar asiento en el otro sofá en caso de no querer tomar nada.
Abrió aquella especie de agenda y, tras retirar la capucha de la pluma estilográfica, dedicó una cómplice y paternal mirada a la chica.
—Vamos allá. —afirmó antes de carraspear— Nombre, apellidos, edad, ciudad donde naciste, nombre de tus padres, oficios, escuela a la que ibas, amistades más cercanas... —enumeró con un ademán de mano.
Bibi sonríe sincera a Anthoni, niega al ofrecimiento
- Como mucho solo agua, estoy bien, ¡muchas gracias!
Mira curiosa la libreta del profesor, cuando empieza a preguntar, Bibi asiente suavemente
-Mi nombre es Bibiane Jones, tengo dieciseis año, nací en Los Ángeles y luego nos mudamos, mi madre se llamaba Amanda y mi padre Gus, mi madre era ama de casa, mi padre... no lo recuerdo, creo que era comercial, los dos murieron cuando yo era muy pequeña en un accidente de tráfico, el colegio se llamaba Sebastian's Secondary School, tenía muchas amigas! Estaa Anne, estaba Meg, Estela, Bianca, mi hermana, también tenía amigos Thomas, Alan...
Explica con una sonrisa suave.
—Bueno, pues agua. —afirmó amable antes de levantarse y traerle una pequeña botella de agua de un pequeño refrigerador que había detrás de la silla del escritorio.
—Ahá. —asintió haciendo anotaciones a medida que Bibi respondía a las preguntas— ¿Cuándo te diste cuenta, y en qué circunstancias, que eras una mutante? —preguntó.
Bibi jjuega con un mechón de pelo azul y sonríe suavemente
-Bueno, yo era una niña, al principio eran solo sueños, soñaba con cosa que se iban a cumplir, no recuerdo la edad que tenía, cuando comenzó a pasar al final lo tomé por la norma pero a medida que iba creciendo.... bueno, las visiones se hicieron cada vez más conscientes hasta que ahora da igual si estoy dormida o no, las tengo
Explica tranquilamente sobre su poder dando un trago de agua y sonriendo al profesor mientras se pasa la lengua por el labio superior, limpiando el excedente de agua.
—Es un don de lo más interesante, sin duda. —asintió varias veces con una tenue y cálida sonrisa— ¿Eres capaz de distinguir los sueños de las premoniciones cuando duermes? —preguntó curioso.
—¿Qué relación tienes con tu hermana? —preguntó tras anotar algo más.
Bibi junta deditos
-Generalmente si, mis sueños tienden a seguir mis emociones: se oscurecen cuando son pesadillas, se llenan de colores cuando son sueños bonitos, no siguen una línea en cuanto a tiempo y realidad, vamos, que suelen ser disparatados mientras que mis visiones siguen un código de tiempo lineal, son sucesos vividos y generalmente su luz depende simplemente de si sucede de noche o de día - Explica Bibi lo mejor que puede, haciéndose rulillos con el dedo en su pelo azul y desviando la mirada al techo para pensar mientras sonríe.
-¿Mh? La relación con mi hermana? Pues.. de hermanas? Bueno, Sam siempre se ha dedicado a protegerme, ella ha trabajado desde muy joven para... que podamos comer, casi siempre en trabajos de mierda pero siempre cuidaba de mi, nunca parecía perder la paciencia y mira que soy consciente de que soy un poco complicada, ella es como un perro grande, pesado pero firme en cada paso y yo soy como un perro de caza ¡con demasiada enetgía que me cuesta sacar!, además generalmente no paro de hablar y eh... no le gusta a todo el mundo
Si, si que habla la cabrona, sonríe con cariño y apretando los dedos de las manos con cierta frustración
-Pese a todo Sam me quiere como soy, me cuida como soy y por eso la quiero, bueno, por eso y porque es mi hermana ¿no? - se ríe un poquito mirando a Anthony y sacando un chupa chups
—Fascinante. —opinó tras la explicación de Bibi sobre sus poderes, anotando cosas en su librito.
Rió cuando la chica mencionó que no paraba de hablar, sintiendo una enorme ternura ante la naturalidad y la jovialidad de Bibi.
—Conmigo puedes estar tranquila entonces. A mí me encanta escuchar. —afirmó entre suaves risas.
—Y bueno, cuéntame. ¿Cómo conociste este lugar? Es decir, ¿quién y en qué circunstancias te hablaron de la Academia para Jóvenes Extraordinarios? —preguntó.
Bibi miró al profesor con ojitos brillantes, enrojeció con una sonrisa escueta ¿vergonzosa? Al escuchar como él decía que le gustaba escucharla, quizas le producía cierta ilusión
Miró al profesor lamiendo sacando el chupa-Chups de entre sus labios para contestar
Bueno, fue facil, vi que había un anuncio en el periódico y decidí llamar a la academia pidiendo información y contando brevemente mi caso y el de mi hermanita
Dice con bastante simpleza
—Vaya. Así que la "chica tremendamente efusivo-agradable-alegre" eras tú. —dijo entre risas— Al menos esa fue la descripción que nos dio la chica que atendió tu llamada. Clara, la muchacha de recepción. —explicó sin perder esa actitud cercana y cálida.
—Háblame del club en el que estabais viviendo: las personas que convivían con vosotras, si habían más mutantes... —le pidió.
Bibi enrojeció visiblemente cuando escuchó la descripción que le daba Clara, pero no podía no sonreír, la seriedad no iba especialmente con ella.
Al preguntar Clayton por el clup a Bibi se le encendieron los ojos, ¿Ilusionada?
- Ah pues es genial, resulta que Volk, el dueño fue a buscar a mi hermanita expresamente, aunque creo que fue casualidad pero fue como uno de éstos amores de peligro y sensualidad desbordantes, él insistía, insistía con la Mefistotélica promesa de que pagaría bien etc etc, etc... es un sitio de bailes principalmente peeero puedes... - Miro hacia un lado con una risilla picarona - Puedes sacarte un extra solo si quieres ofreciendo... otros... servicios más cercanos - Le guiñó un ojo por si quedaba alguna duda de qué tipo de servicios - Claro que los beneficios de abrir las piernas eran casi íntegros para la chica, Volk solo se quedaba con un 10% el negocio es el negocio. Por encima de todo se protege a las chicas, ningún tarado puede propasarse o tendrá un problema con Iván que es un tio de dos por dos por dos - Llevó las manos a la boquita ahogando una risilla - Yo también trabajé, a Samy no le quedó otra que dejarme pero... con matices, nadie podía reconocerme, según ella era para que nadie pudiera señalarme, así que nada de tatuajes, nada de usar mi pelo de verdad y siempre bailando con máscara. Las chicas eran agradables, todas hacíamos piña y Volk.. ay Volk.. era como los petazetas, como el chile picante Sonríe y luego recuerda la otra pregunta.
- Volk es mutante pero e feliz con su negocio, él.. es capaz de alterar emociones ajenas y manipular la mente, para que una oferta de mierda les parezca el chollo de su vida... claro que nunca lo usa con nosotras o con sus chicas.
Escuchó atento toda la explicación de Bibi, tomando notas mientras asentía. Cuando la peliazul llegó al punto donde explicaba que las chicas se quedaban con un 90% de las ganancias por vender su cuerpo, de manera voluntaria, y que, además, la seguridad de allí se aseguraba que no fuesen vejadas ni maltratadas de ninguna manera, dejó de escribir unos instantes y alzó la cabeza con un semblante lleno de sorpresa.
—Guau. —afirmó sin sarcasmo— ¿Y cómo sabes que nunca lo usó con vosotras? —preguntó extrañado— Es decir, un mutante con esas facultades podría haberos hecho creer que todo fue decisión y voluntad vuestra. —explicó— No pretendo prejuzgar al señor Volk, ni mucho menos, —aclaró en un tono amistoso— simplemente me resulta demasiado buena su conducta. Que está bien. Pero la gran mayoría de gente no destaca por hacer las cosas bien, ¿verdad? —añadió.
Bibi sonrió abiertamente a Anthony y se encogió de hombros
- Porque siempre podíamos decir "No" cuando algo no nos parecía correcto, o no queríamos, es como... que no nos daba la idea de que de pronto era conveniente lo que nos decía... mmh creo que no sé explicarlo. - Dijo sincera, sonriendo un poquito a Anthony y levantando la mirada
- Volk no es mal tipo, es serio, es retorcido con quien debe serlo pero no con sus chicas, es una manera de... proteger su inversión, si sus chicas están contentas estarán más predispuestas a unas cosas u otras, bailarán mejor, follarán mejor, se moverán mejor, sonreirán sinceras... una sonrisa falsa siempre es más barata que una sincera.
Bibi se distrajo un momento mirando el despacho
- No, la gente no acostumbra a hacer cosas buenas, ni siquiera acostumbra a hacer lo correcto pero Volk es Volk - dice con sinceridad, sin borrar la sonrisa de sus labios.
—Entiendo lo que quieres decir, sí. —respondió con esa característica y cálida sonrisa suya, asintiendo varias veces.
—Un empleado contento, doblemente productivo. —afirmó asintiendo varias veces— Me conozco ese principio de marketing. —añadió anotando algo más en su libreta antes de cerrarla con tranquilidad.
—Bueno, Bibi. Pues... con esto hemos acabado. —dijo finalmente— Bienvenida a la academia. Tanto tú como tu hermana podéis quedaros con la llave del cuarto que os dejó Débora. Hablaré con secretaría para que podáis decidir el camino académico que queréis seguir. —explicó con una tenue y cálida sonrisa.
Si la sonrisa sincera de Bibi ya era ancha, cuando escuchó a Anthony anunciar que se podían quedar en la academia y con su cuarto, su sonrisa se ensanchó aún más, achinando los ojos y durante un momento parecía un nuevo amanecer.
Se levantó de su sillón y abrazó sin ton ni son a Anthony. Era un abrazo dulce, cálido, sincero de los que parece que mas bien abraza el alma y la reconforta, se podría suponer que el suave olor a vainilla que desprendía la chica era un claro disparador de esa sensación.
-¡Gracias! ¡Gracias señor Anthony! ¡Le prometo que voy a estudiar buah un montón! Y que me voy a portar bien y que Samy también se va a portar muy bien, ¡ya lo verá!
Asintió muchas veces mientras caminaba hacia afuera sin darle la espalda al psicólogo y blandiendo esa sincera e interminable sonrisa que aun mantenía incluso después de salir y cerrar la puerta de la consulta.
Dio un notable respingo sobre el sofá cuando Bibi se abalanzó hacia él, sorprendido e impactado ante semejante y espontánea respuesta por parte de la joven. Llegando incluso a sonrojarse un poco.
—Este... erhm. —carraspeó cuando la chica se retiró— No... no las merecen, Bibi. —dijo afable, todavía algo sonrojado— No dudo que ambas estudiaréis mucho. —afirmó con una cómplice sonrisa mientras se levantaba del sofá, observando cómo la muchacha salía del despacho— Cualquier cosa que necesitéis. Tanto tú, tu hermana o Hallie, me tenéis por aquí. —le recordó antes de marcharse.
Lo último que el doctor Anthony vió de Bibi fue su dulce y amplia sonrisa mientras asentía
-No lo dude, si tenemos algo que tratar le avisaremos!! luego bajó la voz ocultando sus labios, tapándolos de lado -Si quiere que le demos las gracias como es debidoooo pásese y le ponemos pase VIP en agradecimiento en la habitación Saca la lengua sonriendo, siguiendo la broma.