Eye pareció sumamente entristecido con que Hallie no quisiera jugar con su juguete y gimoteó un poco, pero luego la siguió sin más. ¿Posiblemente satisfecho con la perspectiva de mimos a mansalva? No la entendería, ¿verdad? En cualquier caso, Hallie no encontró a Nimeria en la habitación de al lado (no veía sus huesos en la Academia, no veía más que los de las cocineras y el batiburrillo de gente de la piscina) así que debía estar en la piscina, o en el bosque.
Dejó la mochila y su ocupante robótico en la taquilla. Ballbot parpadeó con su lente y comentó burlón.- Claro, claro, dejemos una cámara espía en los vestuarios de las chicas. ¿Qué puede salir mal? -Y emitió un risita electrónica antes de volver a esconderse. Otro pervert.
Una vez en la piscina... quedaba claro el problema. Coger a una superviviente paranoica que lleva años esquivando multitudes, y arrojarla sin útiles de supervivencia en medio de una multitud. Iba a tener poco con los ansiolíticos.
No le costó ubicar a Barb, cuyo perfil mostraba una importante cantidad de piel apenas interrumpida por dos finos cordones de seda sujetando tres pequeños triángulos negros en los lugares estratégicos para cumplir con el código de ropa por la mínima. Para llegar a ella, de todos modos, tenía que pasar por delante de Daq y Vi. Aunque hablaban entre ellos y bastante bajo, quedaba claro que Victoria estaba molesta porque pretendía adelantarse a la bolera, pero Daq había insistido en ver antes el partido. Vi no era muy de deportes, pero a Daq le gustaban. En realidad, y por lo que podía oir de pasada Hallie, era el caso para muchos otros.
Al llegar junto a Barb se hizo un pequeño alboroto mientras una docena de manos se alargaban a acariciar y manosear a Eye, quien se puso obsequiosamente panza arriba para ser rascado cómodamente, más feliz que una lombriz, el granuja. En cuanto a Barb, esta la saludó con un codazo.- Ey, ¿ya terminaste tu recado? Fenomenal. Cuando terminen aqui nos iremos a la bolera... Amy insistió en ver primero el partido, adivina por Ken. Oh, perdona, quería decir por quién. -Se tapó la boquita con tres dedos ocultando una risita. Amy la miró de reojo.- Mueve el culo un poco más y quizás consigas que Reg se arrastre pidiendo perdón. -Pero volvió a mirar el partido y a dar saltitos y mover los brazos, de hecho animando sin tapujos al equipo de gorros blancos, presumiblemente el de Ken.
Reg podria o no salir de la piscina a arrastrarse delante de Barb, pero Ezekiel estaba a punto de arrastrarse tras ella, apenas evitado por las riñas de Jinny. Era mucho más discreta que de costumbre, y lo único que pudo escuchar Hallie, pese a estar casi delante de ellos, fue que como siguiera así, tampoco se lo llevarían a la bolera. Caramba, pensaba ir mucha gente.
Barb ignoró el comentario de Amy o el ruido a su espalda (quizás no lo ignoró tanto, dado que cambió varias veces el peso de pierna probablemente sin otro propósito que poner malísimo a Eze) y miró a Hallie, y habló discretamente, para que Amy no la oyera.- No tengo ya el menor interés en ese tipo. No me importan los juegos, me gustan los juegos, todo tipo de juegos... pero Reg no juega, salvo para ir presentándote poco a poco sus tendencias. Como eso del síndrome de la rana hervida, que no te des cuenta de donde te metes hasta que te estés quemando. -Resopló y continuó.- Amy no parece darse cuenta de que Ken y Reg son uña y carne, del mismo grupito, haciendo las mismas cosas siempre con la misma gente... ¿sería raro que tuviera el mismo vicio? -La miró sin el menor asomo de ironía o humor en la mirada y añadió.- Y tú ten cuidado, porque te tienen echado el ojo, sobre todo Terry, y ese sí que es un cerdo con C mayúscula.
Era muy conveniente para Hallie que la charla fuera solita casi hacia el tema que le convenía a ella, de no ser por su activa paranoia, claro. En cualquier caso, y mientras Barb volvía a mirar el partido (no le gustaría Reg, pero había allí suficientes mozos en bañador para su gusto) ella podía examinar a esa gente.
Lo primero fue identificarles, pero les había visto las veces suficientes para ubicarlos incluso con gorro y gafas de piscina. Si se trataba de lenguaje corporal, no cabía duda de que Terry mandaba, y que imponía su físico a la menor oportunidad. Tenía por costumbre agarrar la nuca de sus compañeros y acercar mucho la cara a la del otro cuando estaba riñéndoles por algún error. Sus facciones, normalmente agradables, se volvían duras en ese momento, también. No solo eso, sino que Hallie, que realmente no sabía ni pito de waterpolo, no tardó en darse cuenta de que era dado a culpar a los demás de sus propios errores. Nada de eso ayudaba a mejorar su imagen, ciertamente. Los otros dos, Reg y Ken, eran claramente sumisos al lider, y gallitos con todos los demás, sobre todo Reg. Ken era el más guapito y el más calmado del trio, pero Hallie no tuvo dudas de que simplemente era el mas débil de tres matones, y que ejercería su fuerza con la misma indiferencia que Terry de poder hacerlo.
Claro que eran señales sutiles. Hallie solo se fijó porque andaba buscando algo así. La mayoría del tiempo, eran tres jóvenes atletas de élite (una palabra muy usada con ellos) guapos, carismáticos y sonrientes. Populares y queridos. Las chicas de las gradas no les tiraban sus sujetadores por la presencia de los profes, básicamente.
Alguna vez que Hallie miró el resto de las gradas (especialmente en dirección al Dire, quien como todo el mundo vestía bañador y exhibía un cuerpo musculoso, peludo y no exento de algunas cicatrices viejas), Hallie cruzó su mirada con la de Caleb. Si este la dibujaba a ella o al culo de Barb, que estaba a su lado y a veces se ponía de pie de un salto, quedaba a la imaginación de cuaquiera. Lo cierto es que rompió la mirada, quizás incómodo de haber sido pillado.
A quien no vio, ni detectó por sus huesos, hasta que fue demasiado tarde, fue a Nimeria. La niña apareció por la espalda de Hallie y la abrazó de sopetón.- ¡Hola Hallie! No sabía que podía jugar en la piscina pero me lo dijo un chico muy raro y callado y no le gusta que le toque porque dice que entonces ve demasiadas cosas y no entiendo a qué se refiere pero el dice que ve cosas que nadie ve y yo le digo que si no quiere ver pues que cierre los ojos pero que un abrazo no hace daño a nadie y entonces me trajo aqui diciendo que te encontraría y me llevaría una sorpresa, ¡y es verdad!, nunca te había visto con bañador ni siquiera en el campamento junto al lago aunque era normal porque era invierno y eso que Deacon una vez dijo que cuando llegara la primavera nos compraria bañadores a las dos para que pudiéramos bañarnos en el lago aunque yo creo que todo era un truco para verte en bañador pero entonces tu todavía no te enterabas de que estaba coladito por ti. -Milagrosamente, Nimeria necesitaba respirar como todo el mundo, y durante la piadosa pausa para tomar aire se fijó en Eye y se puso a acariciarlo tan contenta.
Además de volver loca la cabeza de Hallie, había vuelto a renovar su chute de osteoquinesis, velis nolis.
—Mientras no les silbes o piropees burradas...— replicó Halle a Ballbot —Mejor aún, no digas ni pío— añadió tras pensarlo unos segundos.
No había exagerado al tomar los ansiolíticos. De pronto allí, entre la multitud, se sintió indefensa, sin los medios para huir. Tanto que al entrar en la piscina lo primero que hizo fue buscar con la mirada las posibles salidas en caso de necesidad.
Al pasar por donde estaban Victoria y Daq, los saludó con un gesto de cabeza, pero sin duda le extrañó que por afán deportivo retrasaran el plan de ir a la bolera abandonada. En cierto modo la tranquilizaba, no estaba la cosa para irse de garbeo o fiesta: el Subastador seguía por ahí, quizá usando hasta videntes para adivinar los pasos de algunos de la academia. Para Hallie el peligro estaba claro, pero... ¿cómo metérselo en la cabeza a los demás chavales sin levantar la liebre o crear alarma? Suspiró al pensar en ello, impotente.
Se fijó en varias cosas más una vez encontró a Barb: que la actitud del grupito de Terry "resaltaba", sobre todo el lenguaje corporal de su cabecilla, y que allí estaban amontonadas todas las personas que en ese entonces ocupaban la Academia (excluyendo a los estudiantes que estaban pasando el verano con sus familias). No le gustó y le entró la paranoia, aunque la dejó a un lado mientras Bárbara le hablaba.
Hallie parpadeó, sorprendida de lo "fácil" que parecía ser obtener información sobre el trío elitista sin siquiera preguntar, así que tomó nota mental sobre lo que le contaba Barb. No obstante, por el momento asintió, insegura de si a pesar del alboroto del público animando alguien podría prestarles atención. Salvo por un punto que la hizo fruncir el ceño —¿A mí? Pues no sé por qué iba a echarme el ojo— ¿por que el Subastador ofrece un huevo de pasta por ti, lista, y cabe la posibilidad de que Elasticboy dijera la verdad? Torció el morro con desagrado —. Al margen de estar con mis chicos, que no se columpie que ni estando sola jugaría con él— a veces era brusca, pero es lo que tenía patinar en cuanto a las relaciones sociales. Resopló, mirando con cierto pesar a Amy por su fijación con uno de esos capullos. Y fue a añadir algo cuando su osteokinesis la avisó tarde de un pequeño cuerpo abalanzándose sobre ella —¡Nime!— exclamó sin alzar la voz más de la cuenta, sonriéndole a la pequeña —Precisamente pasé por tu cuarto pero no estabas, y necesitaba una canguro para Eye— el animalito, que ya estaba en su gloria recibiendo mimos de todas las manos que llegaban a él, ladró entusiasmado (quizá por oír su nombre, quizá por ver a la niña... a saber). A fin de cuentas, tras Hallie y Deacon, Nimeria era con la que más trato había tenido el cachorro.
Pero cualquier cosa que fuera a añadir Hallie se vio interrumpida por la incansable verborrea de la niña. La joven orbitó los ojos pero no dejó de sonreír, aunque se preguntó quién sería el chico que decía Nimeria. Si sumaba dos y dos, quizá sería... ¿Astro? Bueno, no quería indagar mucho para mantener el secreto de los poderes de la pequeña.
De pronto su cuerpo se estremeció y tuvo que llevarse la mano la sien mientras asimilaba una vez más cómo su mutación aumentaba por la exposición a los achuchones de Nimeria. Por si preguntaba, Hallie negaría con la cabeza —Estoy bien, sólo... que apenas he descansado— se excusó. Pero entonces fue más consciente aún de las masas óseas presentes y la idea paranoica que había apartado por el momento regresó a ella con más peso: el grueso de la Academia "atrapado" allí, era carnaza para el desastre si alguien intentaba algún atentado. Tragó saliva esperando equivocarse, pero además es que al no haber nadie de los refugiados, perfectamente podrían culparlos si sucediera algo malo allí. Cerró los ojos, intentando no alarmarse pero ahora más atenta a su alrededor y, tras escuchar un par de comentarios, arrugó la frente preocupada. Y, si no es aquí... será en la bolera, pensó al saber que más jóvenes iban a reunirse luego allí.
Mientras Hallie charlaba con Barb ésta todavía seguía mirando de reojo la piscina, pero prestaba más atención una vez que entraron en un punto delicado cuando advirtió a Hallie del interés de Terry.- Si, a ti. Eres la nueva y has llamado la atención un montón desde que has llegado, y eso es todo lo que le interesa. Como eres nueva significa que aun no conoces a casi nadie y estás sola, y todo lo que has conseguido quiere decir que te quiere de su lado, o fuera de circulación: es de los que piensan "conmigo o contra mi", por puro ego. Pero cuanto más tiempo pase más difícil le será atraerte a su lado o convertirte en una paria sin que nadie se de cuenta, así que probablemente intente algo muy pronto. Si ves que se te acerca con ese discursito de que eres muy especial, ya sabrás a qué me refería. -Sonríe con cierta picardía.- Eso, o intentará ligar contigo, depende de cómo respondas a sus acercamientos. Y si, ya se que tu tienes tus chicos esperándote sacando turnos, pero ten cuidado con como le rechazas: tiene la certeza de que es irresistible, algo así como Francesc pero sin gracia. En confianza, yo me lié con Reg para tener una excusa para no querer estar con él... porque no quería decirle a la cara que no. Se lo toma muy mal.
Eran un montón de confidencias, y de nuevo era casi prodigioso lo fácil que estaba siendo sacarle cosas a Barb, aunque la razón parecía obvia: en la conversación anterior ya salieron a colación, y ahora era evidente que Amy no pensaba poner distancia con el trio, con lo que Barb necesitaba escupir veneno en algún lado.
La llegada de Nimeria interrumpió la charla y prácticamente cualquier proceso cerebral de cualquiera que intentara seguirla mientras ella hablaba. Su contacto de nuevo había potenciado la habilidad de Hallie, y si no andaba con cuidado y bajaba su entusiasmo dispararía la de todos, lo que ya había tenido consecuencias inesperadas para muchos en la enfermería. Miró a Hallie algo preocupada cuando puso mala cara.- ¿Estás bien? Si no estás bien no deberías ir a la fiesta de esta tarde ese chico me dijo que era una excusa para poder beber y fumar fuera de la vista de los profes aunque también estaban los que se lo toman como un picadero y yo le dije que qué era eso y el dijo que las cosas que hacen chicos y chicas cuando están solos y creen que nadie les mira pero aquí están mirando todos los demás o algo así. -Increiblemente se calló sola, parpadeó dos veces y se abrazó a Eye.- ¿Me lo puedo quedar esta nocheee? Te prometo que lo sacaré y le daré de cenar y no dejaré que le den demasiado y jugaré con él y lo bañaré y le enseñaré a coger cacahuetes encima de su nariz.
Incluso con la charla de la niña, la osteoquinesis amplificada de Hallie le permitió fijarse en detalles más completos incluso entre tanto gentío. Localizó a Drew no muy lejos de ella, en realidad con el grupo de Eze y Jinni pero algo apartado, y con expresión de sufrimiento (literalmente, cara de dolor de tripa). Localizó también al menos una docena de guardianes desplegados en el bosque, a una distancia tremenda para el alcance normal de su poder, pudiendo distinguir la osamenta de Meg, la guardiana cuyo craneo recompuso, y la de Francesc, mucho más juntos de lo que deberían para estar desplegados como centinelas. También podía dirigir sus sentidos al norte y captar el campamento de refugiados, también discretamente rodeado por centinelas. Podía distinguir fácilmente a Vesper, que parecía rodeado de niños sentados mientras les hablaba, y a Deacon y Brian junto a una docena de tipos, y por sus movimientos intentando colocar una gran cañería entre todos en una zanja.
Su alcance y precisión bajo la influencia de Nimeria eran colosales, sin duda. Por eso pudo sentir, dejándola probablemente atónita, como unos huesos aparecían por las buenas (¿teletransporte?) en el piso superior, cerca de la ventana... ¿el cuarto de Amy? Se movía con rapidez por la habitación, revolvía aquí y allá, y luego volvía a desaparecer tal cual.
No ocultó su desagrado, vista la mueca que puso. Aunque de pronto se acordó de algo y se rió para sí —Pues lo tiene jodido...— puso carita de inocencia y se encogió de hombros antes de aclararse —Un mes. Un mes estuvo Deacon intentando hacerme ver que yo le gustaba. No sé cómo... pero era incapaz de enterarme— soneto incluido —. ¡Y eso que a mí me gustaba él!— hizo un facepalm, negando con la cabeza mientras se le dibujaba una sonrisa tontorrona —. Tuvo que comerme la boca para que me diera cuenta... ay— luego miró a Barb de nuevo —. Quizá porque me has avisado, pero fijo que aún con esas no lo vería venir— y se rió por lo bajo antes de suspirar. Mejor así. Su incapacidad para pillar indirectas "a la yugular" podría hacerle creer a Terry que, o bien no se enteraba, o que le daba igual.
La aparición de la niña hizo que la charla sobre el grupito de niños ricos se aplazara, pero cuando Nimeria le preguntó si se encontraba mal, debido al aumento de su osteokinesis por el abracito amoroso de la pequeña, Hallie le quitó importancia, poniéndose muy roja ante lo que parecía haberle dicho Astro de la bolera abandonada —¿Q-qué?— parpadeó y se palmeó la frente —No debería haberte contado esas cosas... joder con Astro— masculló, pero luego sonrió ante la petición de Nimeria —. Claro que puede quedarse contigo, pero ya sabes— alzó un dedito —. Nada de azúcar y mucho menos chocolate. El chocolate es veneno para los perritos, ¿vale?— y le frotó la cabecita con cariño a Eye.
En esas volvió la vista hacia la piscina mientras intentaba acostumbrarse de nuevo a la "sobrecarga" de su mutación, aunque realmente no miraba el partido sino que exploró el alcance de su osteokinesis, reconociendo varias osamentas, tanto la de Drew como la de algunos guardianes, incluso entre los refugiados, sonriendo ante la imagen del esqueleto de Vesper rodeado de otros más pequeños que sólo podían ser niños y niñas.
Y de pronto sintió algo extraño, uno huesos apareciendo de la nada en donde podía ubicar el cuarto de Amy, revolviendo algo y moviéndose por la habitación, antes de esfumarse igual que entraron en escena. Hallie arrugó el ceño y cogió el móvil, escribiendo rápido un mensaje:
[emoji skeleton] Cubil de Ginny. Buscaba algo. Visto y no visto. Teleport?
Resopló y le dio a enviar, torciendo el gesto y casi tentada de ir allá, pues Amy había estado implicada en un par de operaciones y sin duda tendría información delicada extraída de ellas.
La confesión de Hallie de no enterarse de la misa la mitad cuando alguien le tiraba los trastos hizo mucha gracia, por lo visto, a Barb.- Eso puede desesperar a cualquiera, y sobre todo cuanto más creido se lo tenga. Sacaría de sus casillas a Terry, ya lo creo. -Pero aun así atusó la mano.- De todos modos no es que importe, está claro que tu ya tienes lo que querías. Pero recuerda... que yo solo te aviso porque lo que él quiere no es ligar con una chica guapa, sino tenerte en su poder. Si no puede tenerte comiendo de la mano... podría intentar otra cosa. Tú ten cuidado.
La atención de Barb volvió al partido, en parte para evitar que Amy se tirase a la piscina para celebrar un tanto de su Ken, lo que también permitió a Hallie hablar más discretamente con Nimeria luego. Esta asintió obediente, abrazándose a Eye.- Nada de chocolate ni azucar pero tengo una bolsa de palitos de cecina de buey y una de cacahuetes y puedo entrenarle para que sujete un cacahuete en la punta de la nariz y no se lo coma hasta que le de una señal y si lo hace bien le doy una barrita de cecina y si no me la como yo. -Nime exhibió un asombroso autoncontrol callándose en ese punto y abrazando a Eye, quien miró un momento a Hallie con cierta expresión de sorpresa pero no parecía nada menos que encantado de las atenciones recibidas.
Mientras examinaba los alrededores, y tras detectar a alguien en la habitación de Amy apareciendo y desapareciendo, escribió rápidamente, y obtuvo una rápida respuesta.
Normalmente nadie puede teletransportarse en el interior de la Academia sin ser detectado. Fijate si el Director o la Jefa de Estudios son informados por alguien, y si no es así considera hacerlo tu misma. Pero NO subas sola a examinar qué es lo que falta... cuando Amy sugiera cambiarse, ve con ella y mantén los ojos abiertos.
El mensaje de Marco la hizo torcer el morrito y mirar hacia donde estaban el Director y la mala bruj... la Jefa de Estudios. Arrugó la frente, atenta por si alguien se acercaba a decirles algo, pero finalmente se levantó —Ahora vuelvo. Eye, quédate con la niña— "la niña" eran dos palabras que ya en la comunidad mutante Eye había relacionado con Nimeris así que el perrito empezó a lamerle la oreja a la misma hasta arrancarle risas. Y, a más se reía, más la lamía él, juguetón.
Hallie intentó pasar desapercibida en su camino hacia el lugar del director. Para ello abandonó las gradas en vez de pasearse por ellas, dando un rodeo más largo pero más discreto. Al poco se acercó a donde estaban Abbot y Manson —Disculpen la intromisión pero... tengo que contarle algo, Dire— murmuró en el tono más bajo que pudo sin inclinarse sobre ambos. Su mirada era de inquietud, pero también parecía sentir cierta vergüenza por interrumpirlos en su disfrute del partido sólo por lo que "vio".