Partida Rol por web

X-Academy: El Origen del Mal [+18]

Preludio (4): Hallie

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06/12/2023, 11:18
Marco Canisskatot

Niega sin comentar, solo levantando una mano para quitarle importancia e implicar que lo entendió, cuando Hallie aclara que no es que no confiase. En realidad, casi llega a sonreir, pensando que igual la está contagiando su casi maniática fijación por aclarar malentendidos.

Lo que le deja perplejo es que se ruborice y diga que "le moló" ver el rostro de Nanabozho. Parpadea. Abre la boca, levanta un dedito, va a decir algo, balbucea dos veces, baja el dedo y cierra el pico. Le enrojecen las orejas y se le pone una estúpida y tonta sonrisa que le cuesta controlar. Casi se pierde el resto de lo que dice, pero como lo que dice también le hace enrojecer más las orejas al principio, alcanza a encontrar aplomo para responder.- Ayer te dije que el secreto para no volverse loco con los ojos de Nanabozho es concentrarse en cosas más positivas, y apenas podías entender o creer a qué me refería. Ahora lo sabes, aunque sea... qu-que te mole mirar orejas de punta peludas, colmillos y ojos brillantes. -Porque de eso se trata. Para mantener la cordura él se concentra en mirar las vidas que pueden salvarse, o en todas las cosas que no se relacionan con destinos mortales. Si a ella le ha servido mirar el rostro bestial de Nanabozho porque le mola el look, pues bienvenida sea.

Cuando Hallie comenta el contenido horrible de la visión de la muerte, Marco entiende que es el único que realmente puede explicar a Hallie el horror de lo que ha visto... y sobre todo, Hallie es la única que ha visto el horror con el que él convive todo su tiempo. Que lo haya compartido y no huya de él, solo por eso ya es un soplo de coraje. Así que habla en voz suave.- Así es. Sentir en tus carnes el dolor de tu propia muerte a manos de todo... no es tan diferente al miedo a la muerte de los demás. Solo es un poco más realista, un poco más pesimista. -Un mucho, diría Hallie seguramente, pero claro, se entiende.- Pero no se puede comparar con el horror de sentir como da muerte uno mismo, tú misma, a quienes te importan. Eso la gente normal no lo hace. Ese es el mayor horror. -Y cuando ella va a abrazarle... casi se puede ver un brillo nada antinatural en sus ojos, súbitamente humedecidos. Recibe su abrazo y suspira. Extiende la mano para tocar el cabello de Hallie mientras explica algo que anoche no se habría atrevido.- El poder no solo existe por la vista, entra por todos los sentidos, así que... cuanto más contacto, más poderoso es. Nunca es más poderoso, como cuando abrazas a alguien y puedes oler su pelo o sentir sus latidos. -Y según ha dicho eso, la estrecha más en sus propios brazos para cortar cualquier reflejo de intentar soltarle, y le recuerda lo primero.- No, no... recuerda: centrarse en cosas positivas. Te lo dije también ayer. El dia que no pueda abrazarte, lo haré de contrabando. Merece la pena lo que el Wendigo quiera mostrarme, si es en un abrazo.

Eso si, se ríe un poco ante el último comentario.- ¿Correas? A tí te va la marcha cosa mala.

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06/12/2023, 12:08
Hallie

Las reacciones de Marco la hicieron apretar los labios. ¿Se habría excedido al decir que le parecía guay el aspecto de Nanabozho? No fue hasta que le vio sonreír tontamente y con las orejas rojas hasta que suspiró aliviada y le devolvió la sonrisa —Soy rarita, no me juzgues— murmuró.

Escuchó mirándolo a los ojos mientras explicaba que la clave era aferrarse a las cosas positivas, fuera aquellas que no llevaban a la muerte propia o ajena, o en el caso de de Hallie, centrarse en mirar a la bestia peluda y feral que se ocultaba tras el rostro del chico. Eso la hizo sonreír, y volver a ruborizarse al confesar lo siguiente: —De pequeña estaba enamorada de la Bestia, de la Bella y la Bestia, tanto que quitaba la peli cuando él volvía a ser humano, así que... no tengo problemas siempre que no quieras devorarme el hígado, en cuyo caso te daré con un periódico enrollado en el hocico— añadió con sorna, señalándolo con el dedo como advertencia.

En efecto, ahora conocía un poco el horror del día a día de Marco, pero lo abrazó como diciéndole que no tenía que soportarlo solo —Yo... al principio me costó mucho intimar con nadie, no es ni comparable, pero... para que te hagas una idea, cada vez que te miro a los ojos, los veo superpuestos a las cuencas de tu cráneo. Cada vez que hablas, cómo se mueve tu maxilar inferior, cada vez... que me acaricias, siento y veo tus falanges sobre mí, lo mismo cuando respiras y tu caja torácica se expande o contrae... no es... algo fácil de acostumbrarse, porque siempre está ahí, superpuesto. Quizá por eso no le doy tanta importancia al físico... al final, todo son... huesos— tragó saliva —. Y eso sólo en la cercanía— sin embargo, no rompió el abrazo, sino que se estremeció cuando él acarició su pelo, sobrecogiéndose y abriendo los ojos cuando él dijo que las sensaciones eran peor con el contacto estrecho. Por un momento se sintió culpable, pensando que abrazarlo era más doloroso para él y, sin embargo, Marco la estrechó entre sus brazos y Hallie suspiró, comprendiendo que en cierto modo merecía la pena, que era lo que él decía: aferrarse a lo positivo. Por eso lo abrazó aún más si cabía, acomodando su cabeza entre su pecho y su cuello —Me encantan los abrazos, así que... por mí toma todos los que quieras— musitó, hasta que lo escuchó reír por lo de las correas y Hallie se puso tomatito ante sus palabras —. Yo... eehmm...— apretó los labios y se apartó lo justo para hacer el gesto de "poquito" con el pulgar y el índice, poniendo cara de circunstancias.

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06/12/2023, 13:49
Marco Canisskatot

La situación había cambiado muy drásticamente. El miedo nada irracional a que Hallie se horrorizase tanto por lo que había tenido que ver que prácticamente huyera gritando de su presencia, había sido sustituido rápidamente por tres cosas sin precio. Alivio no exento de humor por la curiosa afición de Hallie por el aspecto final del ladrón del poder del Wendigo... comprensión que nunca tuvo de nadie salvo su propio abuelo y solo durante el último día de la vida de este... y que la complicidad entre los dos, una constante desde la inexplicable afinidad entre el cazador y su presa hasta el momento presente, no solo no se viera dañada, sino que saliera reforzada.

Eso, y un par de comentarios muy, muy jugosos.

Por un lado, Hallie intenta empatizar con las dificultades para socializar de Marco, comentando las interferencias de su propio poder. Claro que cuando dice que ve huesos sobreimpuestos a todo, y que "al final, todo son... huesos" Marco abre la boca para decir "Todo, todo, no" pero logra callarse antes de decir nada más que- Todo... -pero enrojece con tal intensidad que es obvio que acaba de pasársele alguna tremenda burrada por la cabeza.

Por otro...- ¿Solo un poquito? Puedo hacer una lista. -Y se ríe.

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06/12/2023, 13:59
Hallie

Ahora que lo entendía mejor, que literalmente se había puesto en sus zapatos, Hallie en vez de alejarse se sentía más cerca de él. Y también porque no podía obviar que funcionaban jodidamente bien juntos, se complementaban de una forma que no podía explicarse (al menos ella no podía) y lo irónico seguía siendo que empezaron siendo cazador y presa. La verdad sea dicha, Hallie empezaba a entender por qué en casi todas esas visiones y sueños de otras "vidas" Marco parecía siempre estar de un modo u otro y, cuando se unían eran casi imparables.

Eso sí, cuando ella intentó explicarle que en parte lo entiende porque para ella su poder supone percibir ciertas cosas en los demás que podrían llegar a asustar, sobre todo en la intimidad, y Marco respondió a lo de "todo son huesos" de esa forma. La chica de pronto enrojeció mucho, muchísimo. Entreabrió los labios para responder, boqueando como un pececito. Resopló, mordiéndose el labio inferior finalmente —Ya... de los grandes primates, sólo hay uno sin báculo óseo, que yo sepa— soltó, alzando las cejas y volviendo a apretar los labios sin perder el color de sus mejillas. Como Marco se refiriese a la lengua, se iba a poner más roja y quizá hasta salir corriendo.

Pero fue el último comentario el que la hizo reír, bajar la mirada, sacudir la cabeza y alzar nuevamente sus ojos verdes hacia él —Y te quedarías corto, cariño.

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06/12/2023, 14:57
Marco Canisskatot

Del miedo a una nueva escalada sin frenos aparentes. Marco carraspea con humo saliendo prácticamente por sus orejas.- Ehm. Sí Hermione, qué lista eres. ¿Y si salimos del rango auditivo aumentado por Nimeria de Earl? Creo que el pobre prefiería que le ahorráramos esto. -Y quizás como "castigo" le demuestra que su primer "todo" de hecho sí se refería a la lengua, dándole un súbito lametón en la nariz.

La toma de la manita y corre con ella al ascensor, no sin dejar de sonreir, bastante ladino esta vez, con el último comentario de Hallie.- Ya veremos lo corto que me quedo. -Entra en el ascensor, pulsa la subida (pero no el turboascensor), tapa la cámara con la Tête de Mort, y no pudiendo aguantar un segundo más la atrae de la mano y la besa. Y punto.

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06/12/2023, 15:03
Hallie

Al mencionar a Vesper, Hallie adquiere un nuevo tono de rojo en su rostro —Mierda— masculló, tapándose la cara, pero lo peor fue el lametón de Marco en la nariz, haciéndola atar cabos y mirando hacia el ascensor como si fuera a salir, en efecto, corriendo ante la vergüenza.

Entonces él la tomó de la mano y Hallie casi se deja por detrás la guitarra, siguiéndolo con una sonrisa cómplice en los labios y estremeciéndose ante lo que dijo, sintiendo además un latigazo descendiendo por su vientre.

Ya en el ascensor, parece que pensaran en lo mismo porque en cuanto él la atrae de un tirón, Hallie ya está alzándose de puntillas para besarlo.

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06/12/2023, 15:11
Marco Canisskatot

Una buena razón para usar un turboascensor es lo rápido que asciende o desciende varios pisos. Una buena razón para no usarlo, es cuando todo el tiempo que tienes para un beso, es lo que dure el viaje. Marco se asegura de que ascienda en modo normal. Lamenta que no haya un modo tortuga.

El beso es rápido, más cómplice y travieso que otra cosa, una forma de resumir en un momento el montón de indirectas cruzadas desde que Hallie vio una bestia peluda y en lugar de salir corriendo poco le faltó para ronronear. Incluye en el mismo paquete el alivio por evitar una bandera roja para los dos, su incrementada compenetración por la mejor comprensión, y una notable dosis de excitación por el rápido cruce de pensamientos subidos de tono, tanto por entender qué dos apéndices no tienen necesariamente huesos, como por preguntarse hasta qué punto descubrirán lo que les va la marcha. Todo en un formato sencillo y deseado por los dos: la atrae al beso, ella se pone de puntillas para lo mismo, el inclina la cabeza para facilitárselo, y subir cinco pisos a ritmo pausado mientras la intensidad del beso, de hecho, crece.

Se les dan bien las crecidas. Marco aprovecha hasta la última fracción de segundo, atrayendo el cuerpo de Hallie al suyo y, qué demonios, atrapándola entre la puerta y su propio cuerpo. Cuando la puerta se abre, vuelve a tener las orejas rojas, pero también la respiración agitada entre labios entreabiertos, y fuego en la mirada. Vuelve a tirar de su mano para llegar a la habitación, pero sin tantas obvias prisas, y en realidad ejerciendo de bombero para apagar cuantos fuegos pueda en su cabeza, su pecho y su vientre antes de llegar a la habitación nº14. Mentalizándose, quizás en vano, de que se trata de dejar la guitarra, equipar a Hallie para la operación, y hacer lo posible por no arrancarle la ropa. Eso. Prioridades, soldado.

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06/12/2023, 15:27
Hallie

Si quedaba alguna duda, la lengua era otra parte que compartir en la intimidad sin que Hallie sintiera un apéndice óseo entremedias, y la suya buscaba ahora con necesidad la de Marco, casi echando un pulso con su igual a ver quién se quedaba antes sin aliento.

Ni qué decir que además de las poco sutiles indirectas, Hallie "visualizó" por momentos a Nanabozho cuando él la aprisionó contra la puerta, haciendo que la chica emitiera un gruñido de excitación enmudecido en los labios que devoraban los suyos. Vale que fuera su imaginación, en realidad, pero alimentaba igualmente su deseo, llegando a marcar con sus dedos la espalda del ex soldado.

Casi lamentó que el ascensor no se estropeara o no controlar el metal para detenerlo, pero al menos lo que duró el viaje se compensó con la intensidad de aquellos besos.

Marco no fue el único que salió del ascensor con las orejas rojas, aunque en el caso de ella fueron los labios y las mejillas, con una sonrisita cómplice pero también el bochorno de que los vieran, ya que el chico caminaba directo a la habitación que compartían sin soltarle la mano.

De todas formas, debían centrarse en la misión: dejar la guitarra, analizar el plan y luego arrastrar a Savannah por los pelos hasta la furgoneta.

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06/12/2023, 18:52
Uatu, el Vigilante

Saliendo de los ascensores, Marco llevó de la mano a Hallie por el pasillo, apresurando el paso hacia la habitación nº14, intentando no llamar la atención por los pasillos afortunadamente vacíos en el momento, y tratando de no hacer ruido, más como si escaparan a escondidas.

***

Ya no era la despendolada carrera para poner distancia entre ellos y la avalancha, sino un trote suave y firme. Ahora no les preocupaba dejar huellas o no, y a Hallie no le costó entender que para cuando lograsen llegar aquí arriba era seguro que la nieve que seguía cayendo ya las habrá tapado.

Rodearon la colina por el Oeste y luego hacia el Norte, siguiendo la dirección que el Cazador señalara al principio, lo que pudo aliviar un poco a Hallie dado que coincidía con la que ella mencionaba, pero se movía todavía demasiado deprisa para cualquier consideración de conservar energía. ¿Por qué tanta prisa, no habían cubierto sus huellas?

¿Sabes? Puedo trotar solita sin que me cojas de la mano— dijo algo incómoda Hallie tras un rato.

***

Tú guías— dijo escueta, hasta que el sonido del helicóptero aproximarse la puso en alerta e instintivamente se puso cuerpo a tierra entre la vegetación para ocultarse, arrastrándose sobre sus antebrazos hacia las zonas que mejor pudieran camuflarla y quedándose muy quieta cuando el rotor del vehículo aéreo se hizo mucho más notable hasta que pudo verlo.

A ver quién lo aguanta después de esto, pensó al intuir la ruta que había tomado el helicóptero para el reconocimiento y despliegue de tropas, justo por el lugar por donde ella había pensado salir y, de no ser por el enmascarado, probablemente habría terminado siendo detectada. Resopló resignada. No lo volvería a cuestionar a la ligera si lograban salir vivos de allí, eso casi seguro.

***

El Cazador parece contar con ello, ya que miró a Hallie deteniéndose un momento y recalcó.- Solo tenemos que permanecer fuera de su vista seis horas. En cuanto... -Gruñó y se tocó el costado ensangrentado, pero volvió a hablar enseguida.- ... en cuanto podamos descansar un momento y mirar un mapa... seguro que sabes como seguir mejor que yo. Pero... -Su voz se cortó y apartó la cara enmascarada, girándose de nuevo para seguir antes de terminar, con la voz más apagada.- ... pero hasta entonces, confía un poco en mi.

No parecía nada contento con sus propias palabras, porque gruñó murmurando entre dientes y siguió su camino, sin tirar de su mano esta vez.

***

Al ver que no se había alejado mucho suspiró aliviada. Y se situó a su lado para escucharlo, mirando hacia el sur pero sin sentir nada de lo que él percibía.

Oye... lo de antes...— musitó al notar que el soldado se estaba guardando algo, pero callándose al ver tendida la mano de él hacia ella. Suspiró, y acercó la suya, hasta que se dio cuenta de que lo que pedía era la pistola. Hallie torció el morro, apartando rápidamente su mano y entregándole el arma antes de darle la espalda sin esperar respuesta, avergonzada, y entrando de nuevo en el hueco para recoger sus cosas y el poncho.

***

Era innegable que en unas horas Hallie había pasado de sólo pensar en sí misma a dejar entrar al Cazador en su vida. Concretamente desde que Ursus le inhibió sus poderes y ella vio en su cabeza al soldado tendiéndole la mano cuando se planteó aprovechar aquel momento para acabar con su miseria. Sobre todo cuando tras morir el mercenario y consolarla, él imitó aquel mismo gesto y Hallie sintió que de pronto su mundo se ampliaba para dejarlo entrar. Ese "Sí.." que le respondió ella, primero a su mente torturada, y luego al de verdad, era la aceptación de que algo había cambiado.

***

Hallie casi tropezó con Marco cuando este se detuvo en la puerta de la habitación nº14. En qué momento había dejado de percibir el mundo a su alrededor, y percibía la nevada espesura del bosque de Hurón-Manistée otra vez, en esa otra vida que insistentemente le era mostrada, Hallie no tenía noción exacta, pero había revivido, aparentemente, varios minutos, en el lapso de los escasos segundos que separaban los ascensores de la puerta de la habitación, mientras esta se abría y la mano de Marco tiraba de ella hacia dentro, cerrándose inmediatamente después con el chasquido de un pestillo.