Partida Rol por web

Los niños fueron caminando poco a poco, aún asustados por lo que acababan de ver. Más incluso de lo que querían admitir. Jack por su parte parecía estar más afectado que el resto; a pesar de su intento de parecer frío y relajado, la risa histérica le delataba. Aquella situación parecía más de lo que podía procesar.
Sin embargo, como Danny ya había dicho, ahora sabían donde estaba el monstruo y solo tenían que ir a por él. Paso a paso siguieron el rastro que la sangre de Vicent había dejado. En algunas partes el suelo era especialmente pegajoso, debido a la sangre mezclada con el agua estancada y a algo más. Algo que goteaba del techo y que formaba pequeños hilos que se hacían visibles cuando se acervaban a ellos. La linterna de Chester tocó accidentalmente uno de aquellos hilos y no fue pequeño el esfuerzo que tuvo que hacer el chico para liberarla. Eso les había tendido una trampa en forma de telaraña de la que milagrosamente se habían librado...

Continuaba mirando de un lado a otro sin parar. Aquello era una especie de trampa y lo sabíamos, menos Chester que tuvo que ensuciar su linterna a la vez que yo decía un -DIUUUUUJ...-

Saqué le mechero y le apliqué el calor de la llama a una de los hilillos babosos que había por todos lados a ver cual era la reacción de estos.
 

Como no, fue su linterna la que se quedó enganchada. También es cierto que, quizás gracias a eso, se evitó que todos cayeran en aquella trampa de aquella cosa, pero en esos momentos Chester no podía pensar en nada más que en sacar la linterna, mientras maldecía internamente y pensaba en que se la cargaría si la rompía o la perdía. Finalmente, tras unos cuantos tirones fuertes, consiguió soltarla, cayendo de culo en el suelo. Algo molesto, el chico se levantó, intentando sacudirse la porquería de los pantalones. 

-Estad atentos a las telarañas...

Avancé juntao al resto, linterna en mano, temblor en las piernas, y piel de gallina por todas partes. No me gustaba a dónde nos estábamos metiéndo, sabía que ´bamos a una muerte segura, pero no tenámos otra opción. Cuándo la linterna de chester se quedó enganchada en las telarñas me paré de golpe. Nos habíamos salvado por pura suerte de no ser nosotros los que nos quedásemos atrapados. Era una trampa para atraparnos.

"Y no hemos caído en ella." pensé con esperanza, aun a sabiendas que no estábamos atrapados porque la suerte nos había sonreído, no la habilidad. Tal vez la suerte nos acompañaría un trozo más lejos.

Cuándo Jack encendí su mechero, le di un manotazo para apartarlo de la telaraña.

-  Esás loco?! - le susurré enfadada - Y si se prende fuego todo se nos cae encima y nos prede fuego a nosotros también? Nunca piensas antes de hacer algo?! 

No es que fuera una mala idea ver si eso ardía o no, de hecho era una buena idea, pero lo lógico sería coger un cachito e intentarlo y no arriesgarse a que todo ardiese de repente. A lo mejor era cómo la gasolina eso que lo hacía pegagoso y antes de que nos diéramos cuenta estábamos todos en llamas.

El chico de los Griffths siguió al resto de sus compañeros en completo silencio, su párpado derecho aún temblaba de forma incontrolada como reacción a la escena que acababa de presenciar. Aquello no había sido una imaginación, ni tan siquiera un sueño, había sido completamente real.

Se quedó completamente inmóvil cuando la linterna de Chester se quedó pegada a uno de esos casi invisibles hilos. -Por suerte ha sido la linterna y no mi camiseta.- Pensó el niño mientras veía tirar de la linterna a su compañero.

Se apartó prudentemente de Jack cuando este tuvo la feliz idea de quemar los hilos pero una vez ya a cierta distancia observó que era lo que ocurría.

Concentrado en iluminar el rastro del suelo, Danny no se dio cuenta de nada hasta que Chester comenzó a agitarse hasta caer al suelo. Entonces vio que su linterna estaba manchada de algo pegajoso que también colgaba del techo y las paredes por donde acababan de pasar.

No le dio tiempo a impedir que Jack hiciera otra de sus insensateces así que, instintivamente, se retiró un paso y observó qué ocurría.

Con el aspaviento torpe de Lissey me tiro hacia atrás y me muevo lo mas rápido que puedo de lado a  lado sin despegar los pies del suelo:

-No te lo había dicho niña, pero realmente entreno para ninja, ¡iaaaahhh!.

Vuelvo a encender el mechero y lo acerco a un hilo de la telaraña.

Las llamas se extendieron rápidamente ante los ojos de los niños como un gran bola de fuego, devorando todo a su paso. instintivamente, los niños se agacharon. Por el rabillo del ojo vieron como el fuego consumía el rastro iluminando la dirección a seguir, pero apagandose a medida que no quedaban más trozos de tela. El olor a quemado fue desagradable, pero aún peor fue el estremecedor grito que Jack lanzó. El fuego había prendido la maga de su camiseta al extender el brazo para encender la viscosa tela. 

Me tiro rápido a un charco y meto la manga humeante en el mientras me levanto luego moviendo la extremidad rápidamente y apretando los dientes haciendo que sonrío les digo a los demás:

-Ninjaaaaaaa...

Estúpido Jack. Y el resto, que se habían quedado mirando cuándo yo intenté disuadirle. No era la niña más lista de la clase, pero al parecer en este grupo sí que lo era. Habría estado orgullosa si no fuese porque estábamos en un lío y estaba más preocupada de no prender en llamas.

Cuándo levanté la vista vi a Jack con una sonrisa idiota mientras su brazo ardía y lo agitaba tontamente. Mezclando la ira y ganas de pegarle junto con la necesidad de apagar su brazo, me acerqué corriendo para empujarle aprovechando la carrerilla.

- RUEDA EN EL SUELO, PEDAZO DE TONTO!

Y había pasado lo único que podía pasar. Chester suponía que aquello iba a ocurrir... Pero detener a Jack en ese momento sólo valdría para que lo volviera a intentar más tarde, cuando no miraran. Quizás en un momento peor. Así como él había aprendido de pequeño que la caldera quemaba y no había que tocarla, quizás así el otro niño aprendería a no jugar con fuego. 

Aunque claro, ahora tenían que apagar a Jack. Mientras Lissey se echaba encima, Chester buscó en su mochila y sacó una de las botellas de agua bendita. Era un desperdicio, pero mejor eso a que la liara aún más. Tras ayudar a extinguirla con algo de agua, miró molesto el brazo chamuscado de Jack.

-Espero que hayas aprendido y no vuelvas a hacer nada así.

Había algo gracioso en ver la camiseta de Jack ardiendo mientras este movía el brazo rápidamente y trataba de hacer como que no le había dolido así que Martin no pudo evitar sonreír mientras contemplaba el espectáculo.

Si las leyendas indias son ciertas y para destruir al payaso solo hay que hacerle reír yo tengo claro quién de nosotros tiene que hacerlo.- Dijo mientras se acercaba una vez Lissey y Chesther le habían ayudado a apagar el fuego. Con ojo crítico, aunque sin ninguna idea de medicina, evaluó la herida y dijo.- No ha sido nada, un poco de ungüento y en tres días seguro que como nuevo.

Luego les habló al resto.- Parece que ahora es imposible perder el rastro, solo hay que seguir las llamas y listo.- Y comenzó nuevamente a caminar.

- Vale, ninja, no sé qué haces con ese brazo... primero te lo rompes y ahora te lo quemas. -de todos modos suspiró aliviado al comprobar que todo el daño que podían haber hecho las llamaradas a su alrededor se reducía únicamente al quemazo de Jack.

Después iluminó el rastro de llamas que indicaba el camino y se puso a andar tras Martin, mientras pensaba en las palabras de éste último y trataba de estimar si la opción de que Jack venciese al monstruo mordiéndole la lengua y haciéndole reír tenía opciones reales de ocurrir.

-Esperad -dije muy serio levantando el brazo ennegrecido dejando la mano colgando como si estuviese muerta mientras se lo mostraba a todos- ahora tengo un brazo ninja momia, jajajaja -dije para quitar importancia y dolor al asunto mientras se lo acercaba a la cara de Lissey-

Me olisqueé el miembro y comenté:

-Huelo a pollo frito, debo saber genial -hice el amago de darme un mordisco y luego finalicé- ahora ya sabéis el camino y como yo estoy convaleciente de nuevo no puedo ir delante. -hice un gesto con la cabeza para que continuasen-

Observé con extraña satisfacción el brazo chamuscado de Jack. Se lo merecía. Y encima habíamos gastado agua bendita. No entendía por qué Danny, tan listo y tan adulto, era su amigo.

Le aparté le brazo de un manotazo cuùando me lo acercó a la cara. Y si le dolía, mejor.

Me giré si decir nada y seguí a Martin y Danny. Si algo bueno había sacado del fuego deJack es que ahora estaba enfadada y no asustada, al menos temporalmente.

-Está bien, ya iré yo delante-dijo Chester al escuchar a Jack. Estaba empezando a impacientarse, de algún modo le parecía que cada retraso no hacía más que dar ventaja al monstruo, que se hacía más peligroso con cada minuto que pasaba. Y, desde luego, que Jack hubiera estado cerca de hacerles arder tampoco ayudaba mucho. Con la linterna aún con algunos pegajosos restos de aquella telaraña, Chester siguió el camino, alumbrando con la linterna. 

Pese a que Jack tenía el brazo lleno de unas dolorosas ampollas con una pinta horrible, como si estuviesen a punto de segregar pues, su alocada y casi suicida acción había servido para algo. Ahora la dirección al monstruo estaba marcada por un montón de cenizas flotando en agua estancada y un fuerte olor a quemado. Tan solo tenían que seguir el camino, iluminados por la linterna de Chester. El niño no pudo evitar fijarse que las partes de la linterna que habían estado en contacto con la tela tenían unas marcas de oxidación rojizas...pero ¿Qué clase de sustancia podía hacer eso? ¿Y que haría en caso de contacto prolongado con la carne humana? Tras dar unas cuentas vueltas, el rastro desapareció, tragado por el agua, aunque había algo familiar en el ambiente, algo que no terminaba de cuadrar.

Caminaba en medio del grupo atendiendo mas a mi brazo mirándolo cuando lo giraba como las yagas soltaban liquidillo.

Lo chupe y les dije:

-Salado.

Mi cabeza ahora mismo estaba mas en pensar como le explicaría a mi madre que Danny me había hecho eso

Chester encabezaba en aquella ocasión el grupo, hasta que el rastro se perdió. Se giró confundido, para ver si alguien tenía alguna idea, aunque lo único que vio fue como Jack se chupaba el pus del brazo.

-Por Dios, Jack, no vuelvas a hacer eso... ¡Que asco!-dijo el niño entre dientes, intentando calmarse para que el contenido de su estómago no saliera a dar una vuelta. 

Seguí en silencio al resto,atenta a cualquier cosa que pudiese ocurrir, intentando evitar que el miedo recuperase el sitio que la rabia contra Jack se había quedado. Es por eso que no me fijé en lo que hacía Jack hasta que Chester gritó. Me alegré de no haberlo visto, pero me daba asco igual imaginarmelo.

- En serio, no sé porqué lo aguantamos. No sé cómo tú le aguantas, Danny.

Me fijé entonces en que el rastro había desaparecido y miré a los chicos, claramente preguntando qué teníamos que hacer ahora. A mí no se me ocurría nada.