Partida Rol por web

Balgala se encontraba bebiendo cerveza con Schet, una maestra de armas que se había unido hace poco junto a Castalia a la organización. No se sabia mucho de ellas y tampoco se sabia mucho de Balgala, simplemente acudió a la fortaleza después de saber de que se trataba la organización. Los "Caminantes de Sangre" era una organización de elite que entrenaba a los guerreros más experimentados para eliminar peligros sobrehumanos.

Schet era una persona un poco... ¿Bruta? Hablaba como si fuera de pueblo y tenia una apariencia férrea, aunque eso no quitaba que para su edad estuviera bastante bien. Se encontraba con un vestido en el comedor con el barril de cerveza al lado sentada en una mesa mientras hablaba con Balgala.

-¡Vamos! ¡A ver cuanto resiste el hombrecito! -dijo después de soltar un pequeño rugido- Espero que por lo menos me des una buena lucha.

Schet se río y parecía que disfrutaba de la compañía. También tenia los mofletes un poco colorados, claramente se le había subido un poco la cerveza.

-JAJAJAJAJA -con una risa estruendosa pero grave-   –Nunca me negare a nada que tenga relación con una buena bebida- -digo acomodándome en la silla y tomando una jarra bien llena- que gane el mejor.

-¿Que pudo impulsar coger una armadura y meterse en la organización? Si no quieres responder no te  preocupes, solo me gusta conocer a las personas con las que comparo una jarra de cerveza.- -le pregunto mientras me limpio con la mano la espuma de la barba y cojo otra jarra- -JAJAJAJAJAJA- -rio antes de tomarme la jarra de un sorbo total de jarras 2 -

Schet intento seguir su ritmo sin pensárselo mucho, y eso le paso un poco de factura. Schet estaba subida de tono y además la confianza que tenia con Belgala habia aumentado ¿Que persona desconfiaría de su compañero de tomar cervezas?.

-Ahhh ¿Quieres saber mi pasado, hombrecito? -dijo señalándolo con el dedo- ¿Por donde empiezo? Yo *hip* Era parte de la milicia de mi pueblo desde los 16 años... *hip* Eh.... ¿Te he dicho lo de la milicia? Si si... Pero eramos acosados por hordas de monstruos y muchos de nosotros no sabíamos ni coger un arma *hip* Un día cuando tenia 19 años unos embestidores se metieron en la aldea y la arrasaron. Quedamos unos pocos.. *hip* Supervivientes, pero... Muchos niños se quedaron huérfanos, como Castalia *hip* y decidí que se quedara conmigo y nos fuimos a la capital *hip* Allí me hice mercenaria y eduque a Castalia, pero me canse y entre aquí para evitar que a mas gente le pasara como a mi.

Se tomo su ultimo trago de cerveza y continuo la conversación.

-¿A ti que te trajo por aqui? *hip* -dijo mientras jalaba del barril de cerveza para llenarse otra jarra- Eh... Ya no queda cerveza...

-JAJAJAJAJAJA- -rio fuertemente mientras pongo la jarra en la mesa- -parece que se terminó la fiesta –  - total de jarras: cuenta perdida- -Diría que un aciago destino a hecho que nos encontremos , yo busco a mi hermana la única superviviente del  ataque de la horda a mi aldea.- -digo mientras busco a mi alrededor otro barril de cerveza-

-Me dijeron que no lo intentara que era inútil pero su cuerpo no apareció, y yo …..  yo es como si la notara , como si supiera que aún está viva solo necesito encontrarla o al menos saber que asido de ella- - digo mirando fijamente la mesa hasta que miro a Schet- -JAJAJAJAJAJAJA  esto esta decayendo que tal si echamos unos pulsos mientras traen más cerveza JAJAJAJAJAJAJA.- - grito mientras pongo fuerte mene el codo en la mesa apuntando a Schet con la mano abierta (mano derecha)-

Schet se echa un poco hacia atrás y niega con la mano y la cabeza.

-Tu lo que quieres es jugar *hip* a un juego donde tu ganes... -dijo levantándose- Vamos fuera y echamos un combate de empujones *hip* , el primero que se caiga le paga el siguiente barril al otro. La arena *hip* el patio de armas -dice totalmente bruta y dirigiéndose a la puerta- A mi nadie me gana hombrecillo.

Schet se fue por la puerta, hacia el patio de armas, riéndose y estirando sus músculos para el combate.

-JAJAJAJAJAJA una mujer de armas tomar e vamos por que no, JAJAJAJAJAJA espero que tengas dinero suficiente para pagar otro barril JAJAJAJAJAJA- -levantándose con algo de torpeza me estiro y le doy una palmada en la espalda  de amista y la acompaño fuera - - Usted primero amiga mía JAJAJAJAJAJAJA-

Balgala entro de nuevo en el comedor y para su impresión, estaba todo limpio y con la mesa puesta. Claramente era un banquete de fiesta. Un olor venia de la cocina, lo que significaba que aun no había terminado. Zerstörer miro la mesa ilusionado y empezó a preparar jarras de cerveza.

Mientras tanto Balgala esperaba impaciente, aunque la alegría por las fiestas de Zerstörer era medianamente contagiosa. Aprovecharon este momento para conocerse minimamente. Al poco rato empezó a entrar gente, entre ellas Edward, Stefano, Theron, Dusha y Castalia. Dusha y Castalia vieron la comida y se alegraron hasta puntos indeterminados, al parecer no todos los días se da una fiesta en Tuk-Morgen. En cambio el resto se mantuvo serio al entrar, dando nada más que los saludos reglamentarios. Stefano se puso a hablar con Theron y Edward compartiendo diferentes impresiones. Mientras Balgala, Zerstörer, Dusha y Castalia compartían unas risas y comentarios de lo sucedido en los últimos momentos.

Sin esperar mucho más entraron también Cervantes, Akai, Heins y Kiru, acompañados por Schet. Castalia se dirigió hacia Schet y la abrazo de forma cariñosa. El resto de personas que ya estaban allí se acercaron a ellos con una sonrisa. Stefano empezó a mantener una conversación amigable con Cervantes mientras que Zerstörer, Theron y Dusha se acercaron a hablar con Akai y Kiru. Heins en cambio fue a la cocina a hablar con el cocinero, claramente eso acabo en un duelo de cuchillos donde Heins intentaba quitarle el puesto al cocinero, Heins acabo como pinche y Yashui como cocinero. La fiesta estaba servida y solo faltaba esperar a los que faltaban.

Sin dar tiempo a que se volvieran a sentar, por la puerta entraron Rene, Athena y Felix. Felix fue abordado por Theron, que dejo la platica con Akai y Kiru, al poco tiempo se unieron Schet y Castalia. Athena se sentó directamente en su asiento metálico, la madera era peligrosa para la robot. Rene en cambio se junto con Stefano y Cervantes. Edward se quedo asocial casi toda la reunión.

Cuando Heins trajo todavía más platos a la ya desbordada mesa, los compañeros se sentaron para empezar a festejar y hablar en comunión.

Las ultimas en llegar eran las chicas. Ríri, Astrid y Elya entraron por la puerta agregando un olor de limpieza y dicha a la sala. La comida estaba servida y era el banquete digno de una fiesta norteña. Hombres y mujeres abordaron a las 3 chicas. Dusha, Kiru y Cervantes compitieron por decir el poema y piropo mas acertado para la situacion, claramente Cervantes se llevo la victoria. Adelina no apareció.

Una vez ya terminadas las entradas se dispusieron a devorar o comer educadamente la comida. El ambiente era digno de una fiesta. Las palabras corrían animadas por la mesa, a la vez que la comida. Todos estaban complacidos por el momento, aunque no todos sabían por que. Los más bastos de la sala siguieron compitiendo por ver quien bebía más. Zerstörer, Edward, Schet, Rene y Astrid compitieron encarnizadamente por ver quien bebía mas que quien. Al resto les gustaba hablar más de tácticas o cosas medianamente interesantes o simplemente permanecer en silencio observando la situacion. Heins en su caso aun estaba quitando platos y ayudando en cocina, cosa que Yashui agradeció.

Al terminar la comida y las competiciones, un Zerst algo bebido se subió a la mesa apartando las cosas que le molestaban.

-¡Un brindis, joder! -dice alegre- ¡Por estar los equipos completos y listos para afrontar todos los nuevos desafíos!

Algunos se rieron y otros simplemente brindaron con él.

La fiesta trascurrió de manera natural y ahora tocaba una nueva semana ¿Que harán nuestros protagonistas durante esa semana? Los altos rangos han dicho que hasta que no vuelva Stake no se tomaran decisiones ni entrenamientos, pero eso no quita que entrenéis por vuestra cuenta y entre vosotros.

Filete.

Filete

A la mañana siguiente Akai llegó al comedor habiendose despertado bastante tarde. Seguramente sería por la fiesta de la noche anterior pero, a pesar de ello, se sentía bastante descansado y estaba preparado para comenzar la semana.

El cocinero le ofreció el desayuno y Akai lo aceptó zampándoselo en pocos segundos. Que estuviera descansado no significaba que no estuviera hambriento. Cuando terminó se quedó sentado en su sitio esperando a que llegara Zerstörer. Tenía bastante interés en aprender a desarmar a un enemigo con un arma blanca ya que como la no sabía utilizarlas lo mejor sería privar al enemigo de su ventaja o al menos eso creía. Al menos era un paso para hacerse más fuerte.

Akai no sabía cuánto tiempo tardaría Zerstörer en aparecer así que había pensado esperar en compañía de algún que otro libro. Total, no conocía la fortaleza lo suficiente como para lanzarse en la busca de aquel hombre. Concretamente había escogido uno de los que le dio Stake cuando viajaron en barco. "El arte de la esgrima y uso de la espada". No creía que un libro sobre ello pudiera darle un buen resultado en un combate pero al menos tendría una visión previa al entrenamiento con Zerstörer en el caso de que este aceptara. 

Pasado un rato apareció Zerstörer por lo que Akai, rápidamente, se levantó de su sitio y se dirigió a él para hacerle la propuesta del entrenamiento. No sabría si aceptaría ya que podría estar ocupado pero por intentarlo no perdía nada.

-Zerstörer.-Dijo Akai justo antes de colocarse frente a él después de que este se girara al escucharle. -Quería pedirte que me enseñaras algo sobre combate contra enemigos que porten espadas. No se combatir con ningún arma que no sean mis puños y si aprendiera a desarmarlos podría privarles de su ventaja.

Era Lunes por la mañana, día de entrenamiento. Zerstörer tenia la extraña manía de reventarse a entrenar antes de desayunar, decía que había que agotar todas las energías antes de cebarse en el comedor, y razón no le faltaba. Entro por la puerta del comedor sudando con las ropas empapadas en ese mismo liquido. Cuando Akai se dirigio a el no pudo dirigirse a el de otra forma.

-¡Ja! ¡Así me gusta chaval! -dice poniendole una mano en el hombro- La iniciativa es importante, pero acabo de salir de entrenar -dice con humor y una sonrisa- ¿Que te parece si charlamos durante el desayuno? Te prometo que ahora mismo me comería un ciervo.

Ciertamente aquel hombre llevaba su mandoble especial cargado al hombro, como si nunca pudiera desprenderse de él. Zerst aprovecha y cuelga su mandoble en un expositor de metal que había en el comedor y acto seguido empieza a coger comida al ton ni son, parecía mas que estaba cogiendo lo que mas le apetecía que algo saludable. Al momento se sienta en la gran mesa y comienza a comer.

-Akai ¿Nervioso por que vuelva Stake? -dice entre bocado y bocado.

-No voy a ser yo el que te lo impida. -Dijo Akai mientras esbozaba una pequeña sonrisa tras sus palabras.

Acompaño a Zers durante el trayecto que le llevo coger toda la comida que se iba a zampar durante su desayuno. La verdad es que ese hombre parecía no tener fondo en lo que a comer se refería pero eso le era indiferente a Akai. Ya tenía ganas de entrenar y aprender pero no tenía ninguna prisa. Podía esperar a que aquel hombre se atiborrase. Después de todo llevaba entrenando un rato.

Cuando Akai se sentó frente a él en la gran mesa Akai estaba algo ausente. Tenía un aire pensativo como si no se encontrara en aquel lugar. Cuando Zers le preguntó si estaba nervioso porque volviera Stake, Akai cambió completamente el semblante de su rostro.

-Preocupación sería el término correcto...- Dijo Akai con un tono bastante tranquilo a pesar de decir que sentía preocupación. -Creo que me disculpare con el cuándo llegue.

Estaba sentado en la posada algo cansado de haber estado con schet, dándole vueltas a lo que podía estar por venir y pensado en el grupo del choche que entro en la ciudadela, intentado recordar sus aspectos, en detalle no recordaba demasiado pero eso si había una gran variedad de colores de pelo.

                Encogiéndome de hombros me levante por un barril de cerveza y me volví a asentar en la mesa, meditando por el porvenir.

Kiru que le apetecía explorar la fortaleza investigando un poco volvió a encontrar el comedor y dijo para si mismo -¿Cómo coño habré acabado aquí otra vez?-  Observo que aquel gran hombre que había llegado también en el carro de combate estaba allí, él siempre había pensado que una de la mejores (o peores a veces) manera de empezar a forjar una amistad era bebiendo con un compañero. Se dirigió a él sin dudarlo un segundo y le dijo –Buenos días caballero me parece que hasta ahora no hemos tenido la fortuna de poder presentarnos, me llamo Kiru encantado de conocerle- De repente se dirigió a uno de los barriles que allí estaban puestos, abrió uno de los grifos y se echo una jarra de cerveza, entonces le ofreció el brindis en símbolo de saludo mientras pensaba –no se si es de confianza realmente pero su corpulencia y fuerza puede ser útil en una gran variedad de situaciones, además no parece que sea un mal hombre.-  

Como un rayo un recuerdo del hombrecillo frente de cuando la dama  peliazul le propino un puñetazo en la cara. –JAJAJAJAJAJAJAJA siempre es bueno compañía mientras se bebe- digo mientras choco fuertemente mi jara contra la suya. – pero siéntate hombrecillo JAJAJAJAJAJAJAJA. Y no te preocupes por  la bebida  aquí tengo un barril para los dos.-

-Y dime que hace un hombrecillo como tu por aquí, eres otra alma atormentada por el pasado o solo buscas redimirte como alguno de nosotros por no saber actuar cuando debías.-

Como todas las mañanas Akai llegó al comedor dispuesto a tomar el desayuno y entrenar como hacía siempre. No prestó mucha atención a los comensales que allí se encontraban pero creyó haber visto a dos personas de las cuales una era, sin lugar a dudas, aquel gigante del otro día.

Se sirvió y se sentó en la mesa en la que estaban aquel gigante y ese tal Kiru al cual reconoció al acercarse. Akai iba encapuchado como era de costumbre y portaba uno de sus libros con una mano mientras que, con la otra, llevaba el plato con el suculento desayuno.

-Hola. -Dijo de manera seca. Parecía que seguía manteniendo esa actitud de desconfianza que había tenido con ellos cuando llegó a la ciudadela. Comenzó a comer tranquilamente mientras leía el libro el cual estaba colocado en paralelo al plato.

Zerstörer atendió a las palabras de Akai, pero no pudo impedir reírse después de "Creo que me disculpare con el cuándo llegue".

-No te preocupes por él -dijo devorando un trozo de fruta- Cuando llegue nos contara que hizo con esos vampiros y seguramente haya ciertos cambios -dice mientras se estira- Los jóvenes sois muy impacientes y directos, deberíais aprender a relajaros, y por eso mismo me gusta entrenaros, siempre queréis aprender más sin asentar lo anterior. En cierto modo Stake no pareciera que tuviera la edad que tiene, yo le echaba casi 100 años con esa actitud. Se nota que es un Prefecto.

​Después de eso, siguió comiendo, aun le quedaba un poco de comida y no quería desperdiciarla.

Akai no se sorprendió cuando Zers dijo que Stake era un prefecto. Después de la muestra de su potencial en el encuentro con esos vampiros en la ciudad ya se lo imaginaba. Pero tampoco le dio muchas vueltas al asunto como a todo lo que dijo Zers sobre si era bastante impaciente y directo porque, en lo que se refiere a impaciencia, Akai era el polo opuesto.

-No me disculpare por nada que ocurriera en la ciudad. -Dijo Akai mirando a Zers con una expresión muy tranquila. Después de todo, el estar preocupado por un prefecto es incongruente. -Me disculpare por mi actidud cuando me conoció. Puede que le de igual o no, me es indiferente pero... No me di cuenta de que, aunque fuera por beneficio propio, ese hombre me dio una familia y un hogar. Simplemente siento que tengo que hacerlo.

Akai miro el plato de Zers. Ya casi había terminado de desayunar por lo que en breves irían a entrenar o Zers esperaría en rato para reposar el desayuno. En cualquier caso Akai le menciono una última cosa.

Por cierto... -Dijo soltando una pequeña carcajada. -Está bien que la gente crea que soy joven pero nunca me acostumbró.