Partida Rol por web

Adelina fue directamente al encuentro de Rose que estaba hablando con Castalia cerca de la biblioteca. Esta ultima entendió perfectamente la situación y Rene accedió rápidamente a seguir a Adelina hasta los despachos. La torre de homenaje era enorme y repleta de decoración de lujos. Había bastantes habitaciones y salas vacías, aunque algunas tenían nombres.

Felix podía notar en potencia el estado anímico de Adelina gracias a su Arcano, también podía notarlo Athena, pero esta quizás no lo comprendería del todo. Adelina estaba preocupada y tenia miedo. Era raro notarla así y ahora lo exteriorizaba perfectamente ¿Quizás en el Kholany tuviera que demostrar que era una dama de hierro? Posiblemente asi fuera, pero ahora mismo tenían un objetivo que cumplir, salvar a Rose.

Se metieron en la habitación de Adelina. Felix ya había estado allí. Tenia 2 salas. El despacho que estaba en conjunto a el resto de la fortaleza y la habitación personal.

La dejo en su cama con tranquilidad, después Rene se remango el brazo y se quito las vendas. Verlo ya daba mala sensación. Era un brazo completamente monstruoso, estaba corrupta hasta la médula. Era exactamente lo que todos pensaban, la marca de mago la estaba consumiendo. Al poner su mano en la mejilla de Rose, esta empezó a sufrir y a revolverse, pero por lo menos mostraba signos de vida. Adelina sabia lo que pasaba pero no dijo nada, simplemente rezaba como lo hacia en antaño.

Al poco rato Rene empezó a respirar agitada y dejo de tocar a Rose. Su brazo perdió su color rojizo y se quedo agotada sentada al lado de la cama. Adelina suspiro aliviada al ver que el resultado, a su parecer era positivo, aunque los demás podíais sentir una presencia bastante poderosa dentro de Rose, pero eso no haria que despertase del coma.

-No va a despertar hasta que la vea Stake ¿Por que has venido tu y no él? -pregunta cansada Rene.

El ambiente se tenso durante un momento y les dio el momento perfecto a Felix y Athena para que pudieran participar en lo que estaba pasando delante suya.

Athena se ocupa de cargar a Rose con el cuidado que se merece, teniendo especial cautela al saber que su cuerpo metálico podría dañar a la hechicera en coma. La situación de Adelina activa su preocupación, pero no ve el momento idóneo para realizar la pregunta. El deber está en una escala superior a la preocupación.

Tras dejarla en la cama con cuidado se mantiene a un lado en silencio sin buscar interrumpir el ritual que se está llevando a cabo. Como siempre se muestra impasible ante el poblema esperando de forma procedimental a que René acabe.

-El señor Stake nos dejó atrás para protegernos de un grupo de enemigos. Sus posibilidades de supervivencia son elevadas.- Se inclina de forma servicial, produciendo un terrible ruido mecánico al rozar la abolladura en su interior. -Mis disculpas, señorita René. ¿Podría darme un mantenimiento adecuado? He sido dañada por el enemigo al intentar evaluar su nivel de poder.

Tras su petición se gira hacia Adelina para hacer la pregunta que estaba guardándose desde el camino, ya que ha encontrado la situación propicia. -¿Y usted? ¿Se encuentra bien, señorita Adelina?

Félix sigue y obedece a las féminas. Todas bellezas ante sus ojos. No quiere decir nada no la vaya a cagar. Menos ahora que no sabe realmente de nada ni de lo que puede sentar a nadie mal. Cuando ve lo que Rene hace a Rose no puede evitar sino pensar que, aunque su brazo fuera preocupante... Al menos la chica sobreviviría probablemente. 

Se mantiene durante todo el rato observando de reojo a Adelina, buscando un momento perfecto para poder iniciar un poco su conversación, o al menos darle a entender que tienen que hablar. Cuando hubiere terminado con Rose, se acerca a ambas con un gesto humilde y amistoso.- Espero que Rose se recupere gracias a tu gran ayuda, señorita Rene. No es fácil para ninguno ver a una compañera en tal estado. Pero usted ha podido sobrellevar el dolor y ayudarla. Tiene mi más sincera gratitud.- Dijo inclinándose, tras lo que vuelve su mirada a Adelina.- Señorita Adelina, he estado esperando su vuelta. Cuando usted pueda... ¿Podríamos hablar? No tiene que ser ahora. Solo quiero que lo sepa.- Y le dedica otra sonrisa, intentando mantener su gesto bonachón.

A Athena de momento no le dice nada, pero siempre que mira a alguien, le sonríe de vuelta.

Adelina dio un respingo ante la respuesta de su amigo Felix. Realmente lo había descuidado mucho durante estos meses y no había tenido tiempo para él con tantas preparaciones y problemas. Adelina se adelanto un poco y miro a Felix amablemente.

-Puedes preguntar ahora Felix. Es mi despacho y Rene es de mi confianza -dijo mientras se quedaba pensativa- ¿Aun no te han vuelto los recuerdos? Si quieres más informacion sobre ti... Preguntame ahora, no hay mejor momento.

Adelina parecía algo preocupada, no era normal que Felix no hubiera recuperado sus recuerdos.

Rene miro con algo de recelo a Felix mientras hablaba ¿No le había gustado su reacción? Aunque la situacion que marco Adelina ayudo a que ella no fuera más allá y se montara sus paranoias. Al ver el estado de Athena esta se levanto y le enseño su brazo monstruoso sin ningún brillo.

-No tengo energía pequeña, vas a tener que esperar un rato, pero podría analizar un poco tus daños y ver que tengo que hacer -dice amable, pero sin parar de mirar a Felix de reojo.

Parece no fiarse mucho de él, pero tampoco sabes por que. Ya ha demostrado que no le teme y parece estar agradecido, quizás también debas preguntar. Por ahora, toca el hombro de Athena para llevársela a una esquina del dormitorio para la revisión.

Cuando Adelina le da permiso, parece dudar unos segundos. Durante unos instantes hace hueco y organiza su mente para saber qué preguntar.-Pues la verdad... Me gustaría saber... ¿De qué nos conocemos? Aparte de ser guardias. ¿Quién soy yo? ¿Y algo que me puedas decir de mi pasado?- La mira con curiosidad en sus ojos, una curiosidad bastante inocente sin embargo.

No obstante, no puede evitar ver que la chica René está algo incómoda. Es normal, ese brazo da muy mala espina. La mira de reojo dedicándole unas palabras para intentar elevarle los ánimos o algo. Con una sonrisa perfecta, como siempre.-¿Ocurre algo Rene? Pareces preocupada, y estamos todos aquí para ser compañeros y llevarnos bien. ¡No tienes que preocuparte!- Levanta el puño sonriente.

Athena tras las palabras de René se sienta donde mejor puede. En ese momento Félix podría llegar a pensar algo extraño porque... ¡cielos! ¡SE ESTÁ DESNUDANDO! ¿¡Eso significa caliente acción lésbica!? ¿¡Qué clase de mantenimiento es ese!? Quizás se decepciona un poco al ver que bajo su ropa no es que haya piel precisamente. Tras quitarse la ropa puede observarse mejor la abolladura enorme que porta en la zona de su vientre, como si algo muy pesado le hubiera dado un golpe descomunal.

-No se preocupe, señorita René. Agradezco su amabilidad y esperaré a que reponga sus fuerzas sin presionarla lo más mínimo.- Niega con la cabeza llevándose las manos a las rodillas preparándose para el análisis. Realmente no hay mucho más que ver, quizá tiene alguna otra abolladura menor en la espalda tras partir una pared con ella.

Rene respingo un momento ante la respuesta de Felix. Rene lo miro en silencio durante un segundo mientras que Adelina pensaba que iba a contarle, aunque esta ultima estaba totalmente descompuesta. 

-No se trata de eso... No se que impresión tenéis de mi... -dice ocultando su brazo mientras mirando a Felix y desviando la mirada- Yo... Es duro para mi ¿Sabes? No quiero convertirme en un monstruo, no quiero que la gente me tenga miedo... La que tiene más miedo de si misma soy yo... Ahora, debo trabajar -dice seria y dolida mientras se dirige hacia Athena.

Rene empezó a mover un las articulaciones de Athena para identificar sus daños. La hechicera estaba seria e intentaba concentrarse en su trabajo, pero su mano monstruo temblaba un poco.

Adelina se impacto bastante por las preguntas de Felix. Se le descompuso la cara y apenas pudo mirar al muchacho pelirojo ¿Quien era ella para desenmascarar la verdad que tenia detras? ¿Quien era ella para cambiar la vida de otra persona? Pero el quería saberlas. Adelina tomo aire y se lleno de valor para responderlas.

-¿Felix estas seguro que quieres saber las respuestas a esas preguntas? -dijo con un tono serio y tajante mirándole fijamente a los ojos- No creo que ninguna de ellas te vaya a hacer sentir algo equivalente a lo que sentías en ese entonces ¿Y aun así sigues queriendo saber la respuesta?

-Si -dijo Felix con un tono determinado.

-Felix... Hace 590 años murió mi marido durante la Cruzada del Titiritero -dice evitando la mirada de Felix- Mi marido era un líder nato, fuerte y hábil -dice mientras casi le cuesta respirar y entrelaza las manos- Era todo lo que yo quería en aquel momento... Cazábamos monstruos y ayudábamos a los necesitados, me sentía protegida... era feliz... -se callo durante un momento- Pero en la Cruzada una flecha perdida fue dirigida hacia mi y me impacto en la pierna, fui incapaz de curarme y el veneno que tenia me dejo inmovilizada en el suelo -su voz parece quebrarse y ser capaz de continuar- No deseo ser injusta contigo Felix... Me gustaría ser egoísta por una vez, pero moriste hace 590 años... Siento que haberte engañado fingiendo ser tu amiga y esquivado estas preguntas, no es algo de lo que este orgullosa. Si no me recuerdas... si no sabes lo que sientes por mi... Tu no eres mi marido... -dice tajante mientras las lagrimas caen por sus mejillas- Necesito aire.

Adelina se dirigió a la puerta y abriéndola casi la tira de la fuerza con la cual la impacto. Al poco tiempo desapareció del pasillo y apenas se le podía seguir el rastro.

Las palabras de Adelina resonaron en su mente durante largos instantes. Era demasiada información en un momento, tanta... Que no supo que decir ni qué pensar hasta que Adelina ya se hubo ido. ¿Era su marido? ¿Muerto? Pero si estaba vivo y coleando... Su mente estaba enturbiada mientras veía como la mujer que otrora había sido su esposa se iba de la habitación. La entiende... Y no quiere hacerle daño. Pero es cierto que no se acuerda de ella, y se siente mal por ello.

-No sé... Qué decir. -Dice mirando a Athena y a Rene que son las que están presentes. Se rasca un poco la nuca bastante cortado. -Jo. Al menos me gustaría recordarla... Tiene que doler mucho pensar en ello. Pero, no soy ya esa persona... No sé que hacer.- Y cae sentado en la silla más cercana, mirando el suelo, con su corasón partio.

Athena observa y escucha la conversación sin inmutarse, aunque intenta comprender las emociones que pasan por Adelina y luego por Félix. No molesta en ningún momento ni a la pareja ni a René, pues sería un poco contraproducente distraerla mientras está analizando sus daños.

-Conozco la sensación del olvido, señor Félix. Mis memorias han sufrido un reciente formateo por causas que actualmente desconozco. ¿Podría acceder a esos datos, señorita René, para cerciorarse de que no ha existido algún motivo malicioso en ese proceso?- Gira un poco la cabeza para mirarla para luego volver a observar a Félix con ese gesto neutro que intenta entender. -Seguro que encuentra la forma de recuperar sus memorias. ¿Sabe al menos la causa de su caso de amnesia? En mi caso, creo que poseía algún tipo de archivo corrupto o malfuncionante, pues las fechas que mi sistema ha registrado aún no han ocurrido. Como comprenderá es imposible que mi base de datos haya sido formateada dentro de dos años.

Rene estaba reparando a Athena. Su brazo monstruoso ya había vuelto a palpitar, por lo menos tendría acceso a magias de nivel básico. Rene cogió algunas de sus piezas abolladas y reviso que no tenia ningún defecto interior, y por suerte así fue. Las piezas dañadas las dejo en el suelo y creo un circulo rúnico de dos circunferencias siendo la interior roja y la exterior azul. El resto lo podréis imaginar, simplemente uso la magia para moldear la pieza y dejarla en su estado original.

El dialogo de la robot y el guardia transcurría con normalidad ¿Que espera hacer si Adelina tenia eso guardado desde hace tanto tiempo? Pero cuando Athena se dirigió a ella hablándole sobre "fechas incorrectas" paro su magia un segundo, como si estuviera pensando una respuesta creíble. En ese momento de silencio muchas preguntas pasaron por vuestras cabezas, o no, pero al poco rato Rene miro a Athena.

-Pequeña, seguramente serán datos de cuando Ellis te creo y estaba intentando ponerte una fecha -dijo intentando esquivar las pregunta con la mirada de una mentirosa- No le des más vueltas, simplemente son fallos y formateo de tu programación -dijo intentando disimular la risa con una pequeña risa 

Después de eso se dirigió rápidamente a Felix, al parecer para intentar escurrir el bulto. Ella no se movió de sus posición, simplemente lo miro por encima del hombro sin quitarse delante de su "forja".

-Sobre Adelina... No te preocupes -dice intentando quitarle hierro al asunto con una voz mas tranquila- Adelina es un poco... -dice pensativa- Espontanea. A mi me dijo que estaba esquivando esa pregunta, por eso de los malos rollos y que no quería crear esta situacion. Pero esto es lo que pasa cuando arrinconas al gato, te salta y te araña. -se mantuvo un momento en silencio y siguió con su forja- No te preocupes por los recuerdos, seguramente todo sea más fácil así. No puedes retomar una vida que termino hace 500 años.

Athena se mantiene quieta con esa parte de su cuerpo mecánico "desnudo". Es realmente desagradable ver que está "viva" y tiene ese aspecto en lo que podría ser su esqueleto; básicamente la está diseccionando sin dolor.

-Pero... Señorita René, permítame aclarar que me extrañaría mucho que la señorita Ellis dejara registros fallidos a la hora de programar mis sistemas. Es inexplicable la existencia de ficheros corruptos en mi base de dados como un descuido de la señorita Ellis.- No obstante, como ella ha ordeando no le da más importancia ni indaga. Pero cierto es que no está satisfecha con la respuesta dada.

Tras la duda simplemente sigue esperando a que René acabe con su reparación mágica.

Escucha a Rene mientras habla, asiente poco a poco, pero no puede evitar sentirse dolido.-Ya, lo sé. Realmente no soy yo quién vivió todo eso. Menos aún si no lo recuerdo. Es... una estupidez pensar en ello. Lo que me molesta es haberle hecho daño a Adelina. Aunque... Merecía saberlo. No conozco nada y estoy muy confuso.- Suspira levemente, agarrándose la cabeza con ambas manos, mirando el suelo. 

Tras unos segundos así, se levanta para mirar a ambas, sonriente como siempre. -¡Pero no dejaré que me afecte! ¡Me disculparé a Adelina! ¡Y todos estaremos contentos de nuevo! No soy quién era, y no puedo ser quién no soy. ¡Así que seré yo! ¡Y quien quiera estar conmigo que lo esté! ¡Si no nada!- Parece bastante motivado y contento de nuevo. O eso... O se lo está guardando para él. Se quedaría ahí esperando que terminasen las chicas por mera educación.

Rene no sabia que responder ante las directas palabras de Athena. Ella quería respuestas, pero ella no podía dárselas. Termino de reparar a Athena y se dirigió a su espalda, abriendo el compartimento de energía y metió su brazo izquierdo, el cual no tiene marca.

-Stake puede darte las respuestas que necesitas -dijo seria mientras le introducía la poca energía que le quedaba y después le daba dos palmadillas en la espalda- Bueno, con eso estarás abastecida, al menos, unos días -dijo cambiando el tono poco animado por uno mas amigable mientras se dirigía a la salida- Y tu, Felix, vamos al comedor y ya veremos que pasara con Adelina, por hoy, déjala.

Rene fue directamente al comedor, tenia hambre y había que reunirse allí, seguro que antes de acabar el día había mas de una sorpresa. Claramente la invitación de Rene hacia Felix estaba dirigida a Athena.

Se podría considerar que ya era lunes, aunque sean las 1:30 de la mañana. Ríri se dirigió con un poco de alcohol encima hacia la cama de su despacho. La noche era buena, pero... ¿Había alguna sorpresa en la cama de Ríri esperando entrar en acción?

Cervantes estaba de pié en medio de la habitación, aún tenía la misma ropa que hace un rato, parecía bastante mas formal que de costumbre. Cuando Ríri entró en la habitación, este esbozó una amplia sonrisa e hizo una reverencia bien marcada; -¡Bienvenida, mi joven acompañante! Parece que has encontrado el camino de regreso a tu destino. ¿Ha sido pues el tiempo que hemos pasado alejados tan tortuoso como para mi? ¿O por el contrario ha sido como si de un paraíso terrenal se tratase? ¡Oh Mary! Si por ti fuera haría de esta habitación mi celda y de tus piernas mis cadenas, pues no hay prisión más ineludible que la de tus brazos a mi alrededor.

Tras su pequeño discurso, Cervantes se acercó a a la joven y cogió su mano, para luego apoyar la otra en su cintura. Moviendola cuidadosamente pareciera casi que estuvieran bailando. Ante aquella situación Cervantes no pudo evitar exclamar; -¿Pues no es en verdad fabuloso? Que nuestros caminos se hayan encontrado nuevamente, que las cadenas del destino nos aten de esta forma tan inevitable solo puede ser obra de los ángeles.-Cervantes hizo una pequeña pausa, haciendo girar a Rirí sobre si misma, para luego continuar- Con grandes elementos has conseguido juntarte, querida, ¿Sigues interesada pues en gente peculiar? Pues no es otra cosa lo que hay reunida en esta fortaleza, que excelentes jóvenes así como peculiares también. ¿Que brillante destino nos ampara al final del camino que hemos elegido? 

Tras un rato de dar vueltas por el despacho, Cervantes soltó con cuidado a Rirí, dejando de darle vueltas. Le soltó la mano y tras unos cuantos pasos se sentó sobre la cama con cuidado. La miró y comenzó nuevamente; -¿Me acompañarías esta noche? Lamentablemente no puedo concebir el sueño sin una bella mujer a mi lado.-

Ríri se sorprendió al ver a Cervantes en su habitación, pero ante sus palabras y sus gestos no pudo parar de reírse. Se dejo guiar por los actos de Cervantes, esta mujer estaba claramente borracha, pero aun así no olvidaba sus pasos de baile. Cuando Cervante se sento en la cama, esta se tambaleo mareada y confusa.

-Shhhhh Cervantes... Shhhhh... -dice poniéndose el dedo en la boca mientras soltaba pequeñas carcajadas- Tu lo que quieres es serso, mucho serso -dice dando vueltas y alzando las manos- Pero no -dijo parándose de golpe y señalándolo- Yo no quiero de eso... Por lo menos no ahora... Yo ya tengo un enamorado -dijo abriendo las manos y poniéndoselas encima de los hombros mientras se echaba hacia detrás- Pero el no me ama... y estoy muy triste... -dice cambiando de humor de repente y gimotea un poco como si fuera a romper a llorar- Yo quiero que me ame... -rompe a llorar y se cae al suelo-

La verdad es que Ríri es una borracha muy extraña. A saber como iba a salir esta situacion.

El despacho de Rose estaba abierto. Era un despacho la mar de extraño, había libros de todo tipo y su decoración era muy barroca. Había dos puertas, una presumiblemente iba al baño y otra en dirección al dormitorio personal.

La habitación personal de Rose era un cuento completamente diferente a su despacho. Tenia peluches por todas partes y estaba llena de plantas y colores pastel, parecía más el cuarto de una niña pequeña que el de una chica de 17 años. Rose estaba echada en su cama tranquilamente, en su coma mágico. Había un pequeño equipo de atención en la cómoda de su cama de matrimonio.

Heins entro en la habitación y contemplo todo esta algo detenidamente fijándose en los peluches y las flores sobretodo, luego de esto se acerco a donde estaba Rose. Cogió una silla y se sentó a su lado.

- Hola Rose... Al menos veo que estas bien, aunque... No despiertes...je... Solo.... Solo quería decirte Rose que …. Muchas gracias por salvarme la vida, si no fuera por ti, que me salvaste y me curaste las heridas, ahora estaría junto a mi familia en la tumba... Bueno... Al menos ahora podre proteger a la gente y aprender de la magia. Me gustaría que me enseñases tu, cuando despiertes y te encuentres bien. - Heins suspiro y se quedo unos segundos en silencio antes de volver a hablar.- Tienes una bonita habitación, no me esperaba que fuese así la verdad, aunque no es porque no te pegue ni eso, solo que... Nunca había visto tanto peluche junto jaja.

Heins se quedo una media hora en silencio, mirándola un poco y moviendo su vista por la habitación esperando que un milagro ocurriese y ella despertase de golpe, pero no era así.

- Bueno... Espero que despiertes pronto Rose, me gustaría preguntarte tantas cosas sobre la magia y aprender... Quiero volverme fuerte y no ser una carga para nadie... Oh, también quiero prepararte algo de comer, lo que tu me pidas lo haré... Se hacer de todo, pasteles, dulces, carne, pescado, postres.... Puffff, mi tío me enseño a cocinar hasta las cosas mas bizarras que te puedas imaginar, tengo incluso cicatrices en las manos de tanto cocinar, podría decirse que podría prepararte una buena comida incluso si no tuviese utensilios o estuviésemos en el campo sin nada.

Después de eso, Heins fue cada día a ver a Rose, quedándose unas largas horas hablando con la durmiente chica, contándole sobre cocina u experiencias pasadas con su familia, como había sido su vida y aveces le preguntaba por sus gustos, aunque sabia que no iba a obtener respuesta. Se preocupaba por ella tanto que incluso ayudaba a los demás de la fortaleza que se encargaban de cuidarla para que estuviese bien.

A los días, Heins le dijo a Rose.

- ¿Sabes Rose? Siempre he tenido un problema bastante serio, no se hablar con los demás... Llevo viéndolos bastante pero... Me da vergüenza, miedo... o algo hablarles... Y mas si es una chica la verdad, desde muy pequeño he estado en la cocina y mis únicos amigos han sido mis hermanos, mis padres, mi tío y sus compañeros de cocina... Nunca he aprendido a interactuar con nadie y tengo miedo que mi timidez y nerviosismo hagan que mis actuales compañeros no me aprecien y no quieran, por ejemplo... Ir a realizar misiones o algo... Encima de todo, si es una chica y hablo con ella no duro mucho, me entra tanto miedo que soy capaz de hasta tirarme por la ventana o de un carro en marcha si es necesario.... ¿Crees que podre superar mi problema? No quiero ser una carga para nadie y menos para ti, que seguramente me enseñes a realizar magia correctamente...