Partida Rol por web

Felix había estado en aquella fortaleza durante 6 meses. Había mantenido alguna que otra conversación con todos los miembros, sobre todo con Adelina, pero entre los entrenamientos, descansar y hacer alguna que otra vez una misión de reconocimiento no pudiste hablar sobre todo lo sucedido y de que os conocíais, más que por meros hechos lógicos y aparentes. 

Nunca llegaste a ver a Stake sin capucha, pero estabas completamente seguro que no era una persona malvada. Sabes alguna que otra relación que hay entre algunos miembros. Adelina, tu aparente mejor amiga, parece tener una relación de serio amor odio contra Zerstörer, Theron es un amigo militar de Stake, es básicamente una especie de alumno. Rene y Stake son antiguos amigos, al parecer fue la que le ayudo a asentar toda la organizacion. Dusha le tira ficha a todas las chicas de su entorno, pero no se atreve a hacerlo con Adelina. Castalia es una chica que vino junto con Schet, no son hermanas, pero tienen una relación cercana. Zerstörer y Stefano no se conocian de antes pero ahora mismo llevan una buena relación. A Rose le gusta mucho practicar magia con Rirí, suelen hacer pequeños enfrentamientos. Edward se mantiene siempre alejado de casi todos y suele llevarse mal con Castalia.

Tanto Zerstörer, Adelina, Rirí, Rose, Stake, Stefano y Dusha son los grandes de la organización, siendo tanto lo mas poderosos como los más viejos como lo más parecido a unos profesores. Mientras que Balgala, un estudiante muy reciente en la ultima semana,  Theron, Schet, Edward, Castalia y Rene actual como aprendices y suelen asistir bastante a los entrenamientos, dejándose enseñar por los profesores. Aun así, lo ultimo que sabes de los profesores, menos de Rirí y Stefano, es que se fueron hace 3 semanas y no sabes nada de ellos. 

El hogar es un lugar amplio con varios sillones, sofás, mesas, estanterías y demás. En uno de los sillones esta Castalia, leyendo plácidamente un libro, y algunos soldados de la fortaleza haciendo sus rondas. Lo que sabias de Castalia es que era una chica agradable que le gustaba bastante pelear, pero era refinada y educada, a la par que le costaba un poco relacionarse con la gente.

Observaba la gran y maravillosa estructura que se levantaba ante él. Para alguien como Félix todo era nuevo, aunque por alguna razón tuviese un leve deje nostálgico. El sitio era muy cálido y ameno, con razón se le conocía como el hogar. Más para él, que realmente había sido su casa desde que tenía memoria.

Luchaba por no aferrarse a sentimientos depresivos cuando se fijó en la chica que leía tranquilamente. ¿De verdad valía la pena molestarla de su agradable lectura solo por un deseo egoísta de saludarla? ¿Y si pensaba que era un maleducado por no decirle nada? Pensamientos pasaban fugaces por su mente mientras estaba parado casi que en la puerta del lugar. Finalmente dio un paso adelante, sin decir nada, simplemente tomando un libro y sentándose cerca pero manteniendo las distancias. 

Cuando toma el libro cae en algo muy importante. ¿Y si le molesta que me siente cerca de ella? Mierda, debería haberme sentado más lejos. ¿Pero y si se molesta por que piense que no me cae bien? ¿O por que se crea que pienso que huele mal? Aghh. Da igual Félix, ya está hecho, ahora solo aparenta normalidad. Piensa repitiéndose varias veces a sí mismo. Tras su leve conjetura, levanta la mirada, observando a la chica. ¡Maldición! No se esperaba que su cara estuviera ahí. ¿Y si se piensa que me interesa? Joder Félix, no paras de liarla... En un fútil intento de arreglar el "supuesto" "malentendido" vuelve a levantar la cabeza, sonriendo a la chica sin decirle nada. Quizás con una sonrisa no se piense nada malo...

La que ha dado en un momento. Y está haciendo algo el imbécil.

Castalia estaba leyendo tranquilamente. Se percato perfectamente de la presencia de Felix, pero se sentía demasiado intimidada por su presencia como para hablarle. Era un guardia iluminado, había crecido escuchando leyendas sobre ellos, se sentía emocionada a la vez que tímida. Nunca se le había dado bien hablar con la gente, siempre ha sido mejor usando armas que otra manteniendo conversaciones. Felix se sentó a su lado y cada vez esta hundía mas la cabeza en el libro, como intentando esconderse. Le miro durante un segundo y este le estaba sonriendo

-¿Que pasaba? ¿Por que sonreía? ¿Por que la esta mirando?-pensó mientras se quedaba mirándole totalmente roja.

-Ho... Hola señor Felix ¿Co... Como se encuentra? -decía mientras intentaba sonreír de manera un poco forzada, pero se le notaba mas nerviosa que incomoda-  Eh... Esto... ¿Que le trae por aquí...?

En la tapa del libro se puede ver perfectamente el titulo que es "Historias iluminadas: Diario de un guardia".

¡Oh nooo! Por alguna razón al final había acabado importunándola. Mal, Félix, muy mal. ¿Acaso no te enseñaron de pequeño a respetar a las damas? Bueno, en verdad no es algo que pudiese saber. Mientras pensaba, se acariciaba la barbilla en un gesto muy sugerente. Poco después observa a la chica y cae en que la ha vuelto a liar.

-¿Eh? ¿Quién está sugiriendo nada? -Dijo mientras movía la cabeza de un lado a otro. Si, quizás era un guardia iluminado. Pero no se acordaba ni de su nombre. Su cuerpo aún estaba algo adormilado tras tantos años durmiendo, y solo sus reflejos y la intuición de lo que una vez había sido le permitían saber cómo esgrimir un arma.-He... Venido a ver. Sí, a verla. Digo... A ver en general quién había por aquí. Que no quiero decir que no me importe que esté usted aquí... ¡Que he venido a hablar con gente! ¡Jajajaja!- Exclamó finalmente, soltando una risa nerviosa.

-¿Lee sobre los guardias? Oh. Interesante... Yo soy uno... Quizás puedo responderle algunas preguntas.- Y vuelve a caer en lo que ha dicho. Entrecierra los ojos.- No, espere, olvide lo que he dicho. Por cierto... Adelina me dice que me llamo Félix, encantado.-

Al ver tanto que Felix y ella estaban nerviosos, ella se relajo. Aunque eso no quitaba que le haya dicho que quiera ir a verla y después haya buscando una excusa para evadir eso no la avergonzara, aunque también sentía curiosidad por esto ultimo.

-Yo me llamo Castalia, nos... nos habían presentado cuando entre, pero estaba algo ocupado con la señorita Adelina - dijo mientras cerraba el libro y se giraba un poco a el- Yo... se que es una estupidez... pero quiero ser una guardia Iluminada. Antes se decía que eran los defensores del Dios de la Luz, pero... Lord Huge siempre ha defendido a los ciudadanos de los Reinos Iluminados... y... Se que suena ridículo, ya no quedan arcanos en el mundo como para poder contactar, pero... me he entrenado mucho y... y... Es difícil -suelta una risa tonta- Seguro que usted es mejor que yo con las armas señor Felix.

La chiquilla aun parecía algo nerviosa, pero según hablaba flojeaba su nerviosismo. No parece que estuviera intentando engañar a nadie, pero si parecía bastante inocente.

-¿Quieres ser guardia? Ya veo...- Asiente mientras se cruza de brazos. Realmente nunca estuvo nervioso, simplemente no quería molestarla. Cuando la chica lo trata con tanta normalidad y algo de nerviosismo su trabajo es hacer que ahora se sienta bien. Le sonríe cálida y amablemente en todo momento.- Te diría que podría ayudarte... Pero como bien has dicho, sé poco más de lo que me ha dicho Adelina. Apenas puedo ayudarme a mí mismo ahora. ¡Jajajaja!- Y deja escapar una larga risotada mientras cierra los ojos.

Luego vuelve a mirarla. ¡Es amable la chica! Qué bien. Se siente bastante alegre, como siempre. Es el claro ejemplo de alguien con ESPERANZA. -Pero no dudes en preguntarme si quieres saber algo. De hecho, no sabía que puedes ser guarda. ¿Puedes serlo? Yo ya... Ni me acuerdo si no me lo dicen. - Niega varias veces con la cabeza, restándole importancia. -Ah, y bueno. Aunque ya supiese su nombre no importa. Prefiero que me lo digas de nuevo, así me aseguro de no olvidarlo.- No tarda en dedicarle una amplia sonrisa. -No sé de quién hablas, pero suena importante y respetable si ese es su trabajo.-

Castalia parece impactarle un poco el desconocimiento de Felix, pero a la vez eso cuadraba con la noticia que le había dicho Adelina sobre él. Al ver que no sabia mucho decidió refrescarle un poco la memoria.

-Mmm... No pasa nada, tener amnesia es duro -dijo mientras se ponía el dedo en la barbilla- Lord Huge es el líder de los Guardias Iluminados y ademas el gobernante de los Reinos Iluminados. Es casi de los guardias mas antiguos que hay y ademas participo en las 3 guerras de la alianza de los hombres -hizo una pequeña pausa- Para ser guarda tienes que reclutarte en su ejercito y esperar a que un Arcano te llame mientras entrenas. Lamentablemente desde la separación del mundo de los Dioses al mundo de Ferinlir los Arcanos no suelen aparecer y tampoco pueden generarse mas, lo que quedan aquí son los únicos que existen y existirán -suspira un poco- Eso hace que ser una guarda sea casi imposible hoy en día y en su defecto... También hace que cada vez haya menos guardas.

-Resulta que soy más raro entonces de lo que pensaba. Jajaja.- Vuelve a reirse bastante, es sonriente y bien hablado el "chaval" de casi cuatrocientos años.- Entonces el señor Huge es mi jefe. Entiendo. Por arcano...¿A qué te refieres? Suena como a algo antiguo y arcano. Ah, no. Eso es arcaico. ¡Jajajaja!- Y suelta otra gran risotada. La verdad es que es bastante alegre. Y eso que está amnésico, quizás es hasta mejor para él algo así. A saber qué clase de memorias guarda en lo más profundo de su psique. -Y aparte de querer ser una guardia...¿Qué haceis por aquí? He escuchado algo de unos...¿Vampiros? No sé que es eso. Suena a arcaico también.-

El chaval parece buena gente, pero parece estar más perdido que un ciego en un laberinto. O que un gordo en un gimnasio, una de dos.

-Los Arcanos son esencia pura que ha tomado forma y consciencia. Pero... No he visto nunca a ninguno por lo que no se como son realmente más que por imágenes o cuentos... -hice una pausa y piensa- Los "Caminantes de sangre" son una organización que caza entidades sobrehumanas que pongan en peligro a los humanos. Los vampiros en si no son malos, pero ya nos han advertido que hay una organización de vampiros que si están atacando humanos en pequeña escala. Pero tampoco es realmente importante, creo que aun me falta bastante por mejorar y debo entrenar y saber más -sonríe y se ríe suave- No creo que aun este preparada para explicarte todo lo que te hace falta señor Felix.

Castalia mira fijamente y una voz femenina y lejana se escucha en la cabeza de Feliz. "Felix....... Aquí...... Sigo... " La voz parece más un suspiro del viento que una voz en si, pero quizás a Felix le traiga nostalgia.

Mientras la chica lo mira fijamente el parece mirar alrededor, como el que ha escuchado una mosca acercarse o si alguien le hubiera susurrado algo al oído. Pone cara bastante extraña, para luego mirar a la mujer que le habla. -Todos necesitamos mejorar en la vida. Sobretodo yo, que ni recuerdo si he visto uno de esos arcanos.- Le mira, guiñando un ojo y levantando un pulgar.- Podemos entrenar juntos si quieres, pero sin hacernos daño. Es peligroso. Si necesitas algún tipo de ayuda siempre puedes contar conmigo.- Y se da un golpe en el pecho sonriente. Muy bonachón.

La verdad es que ni él mismo sabe de dónde saca tanta confianza. Pero qué menos para alegrar a la pobre chiquilla que parecer seguro de sí mismo. Siempre positivo, siempre.

- La verdad es que me encantaría entrenar con usted señor Felix -dijo sonriendo.

Ambos compartieron una risa y parecían bastante animados. Lamentablemente la cara de Castalia cambio al ver cruzar por la puerta a la persona mas apática y engreída de la fortaleza, Edward Lightblade. Este chico entro por la puerta de forma arrogante y sin mirar a ninguno de los dos. Cargaba con un libro y, nada mas entrar, se dirigió a la estantería de libros pareciendo buscar algo. Castalia miraba al suelo y parecía, de repente, bastante cohibida, como si el aura que desprendía este personaje estuviera causándole incomodidad. Edward cogió uno de los libros y lo cambio por el que llevaba encima. Al terminar de colocarlo perfectamente se dirigió a Castalia y mantuvo la distancia.

-Siempre igual Castalia -dijo disgustado- Te he dicho un montón de veces que no mezcles los libros de historia con los relatos fantásticos. Parece mentira que lleves aquí casi 3 meses y siga repitiéndote lo mismo, vaya desastrosa estas hecha -dijo lanzando palabras claramente hirientes y sin ningún cachondeo.

Castalia no sabia ni que responder, simplemente se quedo callada, como si estuviera aguantándose un enfado. Al parecer casi siempre que había un fallo en la fortaleza le echaba la culpa seriamente a ella. Quizás por no recoger su plato de comida o simplemente por colocar mal alfabéticamente un libro o simplemente casi que por existir. No la dejaba mucho en paz y Schet ya había tenido problemas con Edward, digamos que Castalia no era una persona que le gustara enfadarse con nadie.
 

Felix asentía sonriendo a Castalia cuando Edward se acercaba. Le mira de reojo y luego directamente sin interrumpir su conversación con la chica. No obstante, cuando ve tal grado de soplapollez en tan pocas frases no puede evitar sino esbozar su sonrisa más grande y ancha para ese chupachanclas. 

-No se preocupe señor Edward. Si Castalia lo pone mal, yo puedo ponerlo bien por ella.- Se levanta junto a él para empezar a colocar los libros bien y en su orden. Mientras le mantiene su total y sincera sonrisa.- ¿Ves? No hay que molestarse, tranquilo. Aquí somos todos compañeros. No está bien que nos vayamos molestando unos a otros, ¿No cree?- Le da un par de palmadas en el hombro feliz y contento. Qué wena gente es este chaval.

Edward miro desafiante a Felix y después le quito la mano con una palmada.

-No se por que soñáis en ser Guardias, lo único que son es esclavistas -dijo mientras le daba la espalda a ambos- Por cierto, ha llegado un nuevo, deberíais a verle, yo vuelvo a lo mio.

El arrogante se marcho por la puerta. El ambiente se relajo bastante y Castalia suspiro.

-Gracias por defenderme señor Felix, pero creo que debería aprender a tener esos pequeños detalles -dijo con una sonrisa bastante triste.

Casi al mismo tiempo que salia Edward del hogar entraban Ríri, Rene y Kiru al hogar. La situación estaba tensa, estaban Felix de pie y Castalia en el sofá algo triste. El hogar era una sala enorme, había suficiente espacio para mantener un buen numero de integrantes. Tenia varios sofás, una mesa con sillas, unas estanterías y una chimenea. El personal paseaba por los pasillos y de vez en cuando revisaba la sala por si pasaba algo especial. Los soldados de la fortaleza parecían haber pasado una buena formación, pero sus deberes no salían de vigilar los pasillos de la fortaleza.

-Hola, hola ¿Ya ha vuelto a pasar algún problema con Edward? -dijo Ríri algo preocupada pero sin evadirse de su felicidad y efusividad innata.

Rene parece estar algo incomoda, cogiéndose su brazo y evitando mirar a Felix.

-Hola, Felix y Castalia -dijo Rene bastante seca.

-Ehh... Buenos dias-(dijo alargando las palabras y en tono de pregunta) -Encantado de conocerles supongo que serán dos miembros mas de los caminantes, me llamo Kiru - Esta vez Kiru hizo una pequeña reverencia ya que escucho sabiamente el consejo que le dio René por lo que antes de siquiera darle un beso en la mano a Castalia dijo -Me permite señorita- a lo que ella sin decir nada respondió extendiendo la mano.

Luego ofrecio la mano con seguridad para dar un apretón de manos a Félix -Encantado caballero ¿También se encuentra usted sin saber como ha llegado este lugar?, ¡Uy! disculpe que modales los mios soy yo el único que habla y no le deje presentarse - Tras decir esto se  callo, durante un segundo todos los que estaban en la sala se quedaron un poco traspuestos.

Félix sonreía a Castalia con su amplia sonrisa, en ningún momento preocupado por lo que había pasado.- No te preocupes, tenemos que acostumbrarnos todos al resto. No es solo culpa tuya. No debes presionarte por ello.- Decía y consolaba a Castalia cuando llegaban el resto.

Mantuvo su sonrisa en todo momento, saludando primero a Rirí y luego a Rene. -Buenos días señoritas, espero tengan una hermosa y jovial mañana. No ha pasado nada, solo un malentendido con Edward, ya está solucionado.- Dice con ápice amable y conciliador. No quiere que piensen tampoco mal del hombre. Simplemente seguro que tiene un mal día o algo. Quizás se pilló el miembro con la bragueta o algo al vestirse. Un mal día lo tiene cualquiera.

Observó a Rene, que se mantenía algo al margen. Y el chico no sabía aún del todo por qué. Por su mente pasaban todo tipo de teorías conspiranoicas sobre qué pensaba ella de él. Quizás pensaba que por tener el pelo rojo era un asesino teñido con la sangre de sus enemigos. ¡Qué desfachatez! Tenía que hacer algo para arreglar su imagen. Quizás cambiarse el color de pelo. -Es un honor ver a ambas. ¿Les preocupa algo?- Dijo con especial énfasis en Rene, intentando averiguar su problema.

El último que se acerca es Kiru. Apenas lo conoce, pero no parece tan malintencionado o con un día tan malo como Edward. Toma su mano en gesto de camadería y sinceridad.- Yo soy Félix, es un honor también verlo por aquí, señor. Y sí, soy caminante. Creo. Y también pertenezco a los guardias lumínicos o algo así- Su gesto dejaba entreveer claramente que no sabía muy bien de qué estaba hablando.

La única que respondió fue Rene, ya que era a la que se dirigieron. No parecía estar cómoda, se cogía el brazo y permaneció alejada del grupo y no miraba a nadie a la cara, como si estuviera avergonzada o tuviera miedo. Los demás empezaron a medio hablar entre ellos moviéndose hacia el ventanal del fondo sala de estar y Ríri suspiro cuando le dijeron que se había solucionado y se fue con los demás dejando a Rene, Felix y Castalia allí tranquilos.

-No pasa nada -dijo Rene con su recurrente voz seca.

-Encantada de conocerte señor Kiru -dijo Castalia sonrojada por el beso en su mano- Si me disculpáis un momento... 

Castalia miro a Rene y se acerco a ella con tranquilidad. Susurraron durante un momento y después Castalia miro a los dos chicos.

-Nosotras nos vamos a dar una vuelta, tengo algo de hambre y creo que es hora ya de la comida. Nos vemos luego -dijo despidiéndose con la mano.

Sin más, estas dos se marcharon dejando a los dos chicos a solas ¿Que clase de conversaciones saldrán de estos dos?

Ríri empieza a aplaudir animada y se dirige corriendo hacia Felix y Kiru.

-¡Han vuelto! ¡Stake y el grupo ha vuelto! -dijo totalmente inquieta- ¡Vamos al patio, rápido! -dijo tirando de los dos con ganas.

Acto seguido todos se dirigieron al patio arrastrados por Ríri. La mujer parecía muy animada, parece ser que les tiene bastante aprecio y en cierto modo es contagioso ¿Quien serán los nuevos invitados?

Dusha estaba tranquilamente descansando después de un día de entrenamiento. Se le notaba cansado a la vez que pensativo ¿Que pasara por la cabeza de suertudo espadachín?

Kiru pasaba por allí y vio a Dusha al verlo algo exhausto le pregunto – ¿Que le sucede a usted caballero? le noto mustio, triste, alicaído…  bueno en general cabizbajo- Le pregunto esto por que Kiru a pesar de no haberle dado confianza en ningún momento a Dusha, realmente le importaba lo que le pasara, ya que no sabia si solo era cansancio o un motivo externo que le traía preocupado, cogió una silla y se sentó en con el respaldar hacia adelante y esperaba la respuesta de Dusha.