Partida Rol por web

El cuarto de Hachi Hachi y su compañero estaba organizado como el resto de los cuartos, con dos camas, dos cómodas, dos armarios y dos escritorios con sus respectivas sillas.

Sin embargo, parte del mobiliario de esta habitación era de un tamaño más pequeño, más adecuado a la estatura de alguien como Hachi Hachi. Y el aspecto de los muebles era más salvaje, como si los propios muebles fueran más árboles enraizados en el suelo que piezas de madera tallada.

Pero lo que más se diferenciaba era la cama. No sólo era de un tamaño adecuado al guardián del bosque, sino que parecía hecha de hojas recién caídas. Al examinarla más de cerca, uno se daba cuenta de que eran realmente hojas caídas de árboles, pero tratadas con magia de tal modo que eran resistentes como la tela más recia.

Los equipajes de Hachi Hachi y su compañero estaban también allí, sanos y salvos.

Al entrar en mi habitación me quede sorprendido con el detalle que habían tenido al replicar lo que era el hábitat del bosque.

- Vaya, han tenido en cuenta todos los detalles. – comenté a mi acompañante mientras avanzaba hacia la cama para comprobar la textura. – Nada mal, yo pensaba que iba a tener que hacer yo algo para sentirme cómodo, pero puede que esto sea mejor de lo que hubiese podido hacer.

Satisfecho con la habitación fui a por el equipaje que había traído, necesitaba una pequeña cosa para terminar de instalarme en la academia. Mi equipaje era solo una mochila casi tan grande como yo de la que colgaban algunos botecitos con tierra, semillas y otros tipos de elementos naturales.

Cogí uno de los botes con tierra, otro que contenía agua y por ultimo una pequeña cajita que estaba en el interior de la mochila. Al sacarla me quedé pensando un poco para luego hacer una pequeña pregunta a Alice.

- Alice ¿Crees que a la gente de aquí le gustará meditar con la naturaleza?

Abro los ojos de par en par al ver la habitación. Casi parece que en vez de estar en la academia han entrado a un pequeño bosque, o bueno, al menos la mitad de la habitación lo parece.

Me acerco con cautela y toco un poco la cama y los muebles y la cama para comprobar su textura y si son de verdad hojas o no.

- Lo bueno de estar en una academia de magia es que hay alumnos para todos los gustos y colores. Estoy muy segura de que vas a encontrar a otras personas u animales o cosas que comulguen con la naturaleza al mismo nivel que tú, aunque eres el primero que veo de tu especie así que no creo que encuentres a más... tús.

El último tú lo digo dubitativa porque aun no tengo muy claro qué es Hachi pero espero poder haber satisfecho su preocupación. Espero a que recoja las cosas de la maleta antes de decirle:

- Mi habitación no es nada del otro mundo pero ahora que vivo con una Kitsune a lo mejor la cama de mi compañera es diferente. Quieres ir a mirar? - le ofrezco mientras sigo admirando la belleza de la manufactura de los muebles de Hachi.

Las respuesta de Alice fue justo lo que quería escuchar, hacer la meditación junto con más seres vivientes sin duda ayudaría al desarrollo.

- Me parece bien, pero antes tengo que hacer una cosa –contesté a su pregunta sobre ir a su cuarto. La verdad es que no me interesaba mucho como era el cuarto de un humano, pero al escuchar que era compañera de un Kitsune tuve que aceptar. Como los centauros, los Kitsune también son criaturas que cuidan de este mundo, y conocer uno sería provechoso.

Cogí una hoja de árbol bastante grande de mi mochila junto con algo para escribir en ella, la puse encima de la mesa de estudio y en ella escribí “Sesiones de meditación con la naturaleza. Si queréis asistir empiezan a las 7:00 AM en el patio trasero de la academia. Hachi Hachi”.

- Listo, ya podemos ir – comenté mientras me guardaba la hoja para ponerla luego en el tablón de anuncios.

El reloj de la torre dio doce campanadas, anunciando la llegada del mediodía. Y eso anunciaba también que estaba a punto de comenzar la ceremonia de apertura de curso en el salón de actos. ¡Más os valía daros prisa si no queríais llegar tarde!

Cuando escucho las campanadas me da un vuelco el corazón.

- Oh no es casi medio dia! - exclamo nerviosa - Más vale que nos demos prisa o no llegaremos a tiempo a la ceremonia de apertura y la directora tiene preparados unos castigos... diferentes... para los alumnos que no se presentan a tiempo - digo con voz de ultratumba y temblorosa.

- Vamos corriendo al patio exterior Hachi, puedes seguir mi ritmo o quieres que te lleve? - abro la puerta y espero a ver si quiere subirse encima o no. "La verdad es que como aún no se si su tamaño es decisivo en su velocidad, tengo muchas ganas de conocerle mejor" pienso para mis adentros.