Partida Rol por web

Aki, tras saludar a Aetheldryd y sentarse a su lado, comió de manera abstraída sin parecer captar nadie de lo que se habló en su derredor. Creyó escuchar que a alguien momento le habló directamente la chica con la arañita de modales dudosas, pero de esto tampoco estuvo cierto.

Le pasó varias veces de levantar la cara de su comida y mirar a la gente sentada en la mesa, y de sentir una gran desconexión. ¿Quiénes son estas personas? se preguntó, aunque, en realidad, como en el caso de Renata y Sayaka, conocía sus nombres, y ya había hecho sus experiencias con ellas.

Logró focalizar su concentración un poco al contarles Aetheldryd la magia en su familia.

Manos frías… Miró de soslayo a sus guantes.

Luego siguió comiendo.

-Yo creo que sí-contestó Aetheldryd mientras jugaba con su pequeña trenza y meditaba alguna escena donde se veía con varios de la Academia caminando por una calle-... Tan solo habría que tener cuidado con las palabras que usemos o el trato que hagamos a los humanos normales. Y no, no me preocupan ustedes; sino ellos. Como cualquiera, se ofenderían con algún comentario... y sería cuestión de tratarles de manera normal y cuidar en no demostrar magia o rasgos sobrenaturales y ya. Yo asistí a una escuela humana antes de venir acá, por lo que puedo decirles que la única diferencia real es que nosotros usamos magia y sus beneficios y ellos no.

Con un movimiento delicado y rápido, la pelilavanda se colocó sus guantes, se levantó del comedor y tomó su charola para ir a dejarlo a su lugar. Sonrió de una manera apacible para luego ver a cada uno de los que estaban ahí sentados.

-Por el momento paso a retirarme, necesito ver unas cosas antes de que inicien las clases. Renata, Aida, nos veremos en el salón, estaremos juntas este año-después dedicó una mirada a los nuevos y se detuvo en Aiki, con quien sonrió un poco más-. Y que les vaya bien en su primer día. 

-Arathidas ¿Puedes comer dulces? Estamos viendo si en vacaciones podemos visitar los hogares de los demás y conmigo queda el Hallowen.

Renata estaba pasándolo tan bien que cuando Aetheldryd menciono las clases, un frio torrente de realidad la devolvió a ser consciente de su alrededor.

-Northwest, te sigo, igual necesito aprender donde están los salones.

Se mordió la lengua antes de preguntar dónde podrían guardar los objetos personales prohibidos, era por la tradición que aun si no pasaban dos días, se sentía algo desnuda sin esas herramientas que le confiscaron.

-Este… igual necesito hablar con los maestros antes de las clases…

 -Si necesitas hablar con los profesores puedes ir a buscarles a sus despachos. O directamente ir a clase, dependiendo de con quién te toque la primera hora, habrá llegado con media hora de antelación.

Anneka se levantó para ir a buscar algo más de comer.

 -Yo voy a terminar de desayunar y luego iré a clase. Si alguien más se va a ir mientras estoy cogiendo más tostadas, pues hasta luego. Que el primer día os sea leve.

Y dicho esto, la princesa zombi fue a buscar unas cuantas tostadas francesas con canela más.
 

Aki, como por reflejo, levantó la cara al levantarse Aetheldryd. La vio sonreírle, en señal de despedida, y igual sonrió a ella. “Que pases un buen día”, le dijo.

Por su parte, también había comido suficiente. Recogió sus cosas y se despidió con un movimiento de la cabeza y una sonrisa sin compromiso de todos los sentados en la mesa. “Ya me voy al aula. Nos vemos pronto, Arathidas”, aún le lanzó al elfo antes de poner la vajilla y la bandeja donde se debía ponerlas, y marcharse lentamente del comedor y en dirección de su primer clase del día.

Dejaré a Ofelia dormir... la buscaré al mediodía. 

-Y-yo las acompaño -masculló Aida, luego de terminar de sorber lo último que le quedaba de leche. No estaría mal ir alguna vez con sus compañeras al salón, y no debía desaprovechar la oportunidad ahora que la tenía. 

Sin mucho más se decidió a seguir a Renata y a Aetheldryd. Sería su primer día enfrentando a aquella profesora tan aterradora. Ir con apoyo no estaría nada mal. 

Aida se volvió hacia la arañita.

-¿Te... parece bien? ¿O-o prefieres quedarte en algún lugar mientras vamos a clases?

Aetheldryd no pudo evitar parpadear un par de veces cuando Renata le habló por su apellido. El cambio abrupto del trato le chocó y entonces se tomó la trenza de su cabello para luego adquirir una postura muy educada, un aire que los veteranos podrían reconocer en ella como "el mismo de siempre". Se despidió de Anneka y asintió a las palabras de Aki.

-Igual, Aki- contestó en un tono afable y miró a Aida que se les iba a unir a la comitiva-. Vayamos, entonces- luego miró a los que se quedaban y se despidió una vez más para comenzar a caminar al salón.

Tan solo debía hablar con la profesora para hacerle saber de ciertos hábitos o rutinas de ella. Seguramente ya había sido avisada, pero no estaba de más comentarle algunos aspectos para que no le tomase desprevenida sus acciones a futuro si es que algo pasaba. 

Sayaka escuchaba a todas y se despedía con la mano mientras se imaginaba como se iban todas a un lugar maravilloso haciendo cosas maravillosas, realmente no se percato demasiado de la realidad hasta que prácticamente se quedo sola. Alza las orejas y dice:

Ah… tengo que ir a clase también… ¿Qué? ¿Nadie va a mi curso?

Se rasca la cabeza mientras mira a los que aun quedaban y dice:

Bueno, yo también iré a clase… a ver si la encuentro… creo que había un mapa o algo en la entrada ¿no?

Decía mientras salía del comedor

 -Me parece perfecto. ¡Vamos a clase, vamos!

La arañita habló de manera que sólo tú pudieras oírla.

 -Lo estás haciendo genial. Estás socializando como una campeona. ¡Sigue así y pronto tendrás un montón de amigos y amigas con los que pasar el rato! Y si necesitas ayuda, pídemela. Estaré contido toooooodo el tiempo.

Cuando Aida, Aetheldryd y Goro se marcharon, Anneka regresó con su bandeja rellenada con unas cuantas tostadas francesas con canela más.

 -Yo voy a tercero, si vas a ese curso, entonces te acompaño yo a clase. No tardaré nada en terminarme esto, palabra de honor. Llegaremos a tiempo para la introducción del curso por parte del tutor de nuestro año. Creo que este año tenemos al profesor Refur. Es majo, así que estaremos bien.

Conforme avanzaba a sus respectivas clases, Renata se ponía más y mas nerviosa, era algo que no podía evitar, pensar en todo lo que podria salir mal la preparaba, pero esa misma imaginación actuaba en su contra, cada escenario peor que el anterior...

-...

Una gotita de sudor rodó por su piel, revelando su anímico estado.

-¿Todas listas?

Para la joven que estaba organizando una excursión a casa de sus amigas, ahora parecía estar entrando a un coliseo para su batalla con el enemigo final.

Sayaka asentía a lo que le decían y añade:

Bien… no quiero llegar tarde el primer día, seguro que eso da una mala impresión y no quiero darla…

Decía mientras se limpiaba y quitaba las migas que le habían caído por la ropa para disponerse a ir a clase

Cuando quisiste darte cuenta, todas se habían ido, dejándote solo en la mesa con Yamiko, la cual estaba masticando un cacho de galleta muy entretenida.

había terminado de desayunar y esperaba a Yamiko para ir a su clase, pero por lo visto Yamiko no tenia intención de ir.

-Yamiko, parece que me tendré que ir. Te veré seguramente cuando salga -Y sin decir mas, fue siguiendo el rastro de Aki Goro, bien de lejos, para que nadie lo notara, creía que antes de quedar en ridículo preguntando adonde ir era mas preferible seguir a alguien que si sabía, aunque tampoco quería que quede muy evidente.