Conforme la conversación fluía, Aetheldryd se estaba calmando y caía en cuenta que la venganza no debía ser buena; pero si cada año los profesores y la Directora hacían algo, pues ya era cuestión de ellos. Etna se subiría al barco, pero la pelilavanda asintió ante la invitación del comité diciendo que lo pensaría.
-Sí, vayamos para aclararles la situación-imaginar a Renata y Aida asustadas hizo que se enojara de nuevo, pero respiraba para calmarse-. Espero que estén bien-y comenzó a colocarse los guantes para proteger sus frías manos e ir a por sus amigas-. Nos retiramos, Directora.
Avisó para poder retirarse, no se iría así nada más bajo una mujer poderosa que hacía rabietas.
La directora os hizo un gesto de que podíais marcharos. La situación estaba controlándose sola, no hacía falta un plan de contingencias de emergencia.
-Tened cuidado no interrumpáis al soggoth. Aunque no se quiera comer a nadie, igual os estropea la ropa al limpiaros o a saber qué. Y ya os recordaré lo del comité en unos días.
Después de deciros eso, la directora se puso a examinar a los alumnos, buscando si había heridos o traumatizados.
Os dejo un turno para que os despidáis o habléis y el jueves os traslado a la biblioteca (y así les doy tiempo a Renata y a Aida de saludar a Sayaka, que acaba de llegar x3).
Etna asiente a las palabras de la directora y de Aethe, se posa en el suelo mientras dice:
Claro directora… va a ser divertido hacer algo como una venganza
Mientras caminaba junto con Aethe no puede evitar pensar:
A fin de cuentas es cosa de los demonios hacer cosas malas ¿no? Además que esa tipa ha osado meterse conmigo… conmigo la gran Etna, lo pagara caro.
Mientras se dirigían a la biblioteca dice:
Bueno… al menos sabemos que no son peligrosos… espero que las chicas no estén demasiado asustadas.
Ver que Etna demostraba preocupación por las demás, provocó que Aetheldryd sonriese un poco y terminara de relajarse luego del enojo que había sentido. Se sintió algo incomoda por haberse dejado llevar por sus emociones, pues pocas veces había tenido un episodio así y por su don era importante no dejarse arrastrar por ello. Afortunadamente, no pasó nada y la señorita Justine no hizo nada al respecto.
-No se si será bueno hacer una venganza, pero quiero que aprenda la lección de algún modo-contestó la pelilavanda un poco apenada por lo que dijo, pero era lo que sentía con sinceridad-. Y si, vayamos a verlas para aclararles lo que ha sucedido. No habrá clases por un rato, podríamos ir a la cafetería luego u otro sitio donde puedan estar más relajadas.
Traslado a la biblioteca.
Mientras continuabais la conversación con el conserje, los tres subisteis del sótano a la planta baja y de allí a los jardines de la entrada, donde estaban prácticamente el resto de los alumnos. La Directora Morgana también estaba allí, con cara de haber mordido la piel de limón más amarga de la historia de la humanidad, y en cuanto el vicedirector la localizó, se despidió d vosotros y fue a su lado para comentar todo aquel incidente.
El clima era más que agradable y los alumnos que no se habían ido a dar un paseito por los jardines, se habían quedado charlando por allí. Sin embargo, parecía no haber rastro de la alumna misteriosa que Aki había visto la noche anterior. Claro, que todo era ponerse a buscarla.
¡Mil perdones! Me olvidé por completo de completar el traslado de escena. Ay señor, señor, a este paso me dejaré la cabeza perdida en algún post...
Aki, no viendo a la chica que había visto por la noche por ninguna parte, concibió un plan atrevido: iba a buscarla en su cuarto, porque sabiendo en qué ventana había entrado, podía localizar su cuarto con exactitud.
Suponía que ahora misma no estaba en el cuarto, sino más bien en alguna otra parte de la Academia con todo el revuelto que había, pero quería hacer una primera tentativa.
“Nos vemos, Arathidas”, le dio una palmada en las espaldas de su compañero de cuarto y se alejó.
Caminó por el jardín hasta llegar al sitio exacto en el que había estado cuando había visto a la chica alzarse a la ventana de su cuarto. Localizó la ventana, contó, y supo así qué cuarto era suyo.
Entró en el ala con los dormitorios. Iba a tocar a la puerta de su cuarto. Le latió el corazón con fuerza.
Traslado de escena a los dormitorios.
Con el Soggoth bajo la chaqueta, saliste al jardín para buscar al profesor Beleem. No tardaste demasiado en encontrarle, charlando con la profesora Falivene.
Al ver que te acercabas, y con aspecto algo preocupado además, hizo un gesto a la profesora para decir:
-Un momento profesora Falivene, ahora me lo termina de contar.
Se giró para mirarte y dijo:
-¿Sí? ¿Ocurre algo muchacho?
Arathidas y Kyrt están por allí, pero no hace falta que los marques, que hace bastante que no dan señales de vida.
Obviamente no era como había planeado Aki; no había querido que el shoggoth se multiplicara más. Esto, sin embargo, le animó más a actuar rápidamente.
Llamó la atención del profesor Beleem, pero no respondió directamente a él, porque la profesora Falivene aún estaba cerca. Aki no tenía nada contra la profesora, de hecho, ni siquiera la conocía, pero con un shoggoth debajo de la chaqueta, Aki quiso jugárselo seguro, y casi, casi estaba seguro de la reacción compasiva de Beleem al encuentro del shoggoth. Porque sobre todo Aki quería evitar que hubiera una consecuencia negativa para el shoggoth quien parecía tanto una víctima en esta pelea entre las dos directoras como los alumnos asustados de la Academia.
Dijo al profesor Beleem en voz baja:
“Profesor, ¿me permite hablarle un momento en privado? No lo pediría si no me pareciera realmente urgente.”
No los marco porque Aki no quiere que se sepa lo que está por decir a Beleem
Al ver lo serio que estabas, el profesor asintió.
-Por supuesto. Ven, iremos a mi despacho.
Antes de ponerse en marcha, el profesor se giró a su interlocutora anterior para decir:
-Mil perdones, profesora Falivene. Luego continuaremos la conversación.
La profesora se despidió con un "no pasa nada" mientras ibas junto al profesor hacia su despacho.
Traslado automático a los despachos del profesorado.
En el jardín se encontraba la mayoría del alumnado de la academia, así como abundantes miembros del profesorado y del personal de la academia. Había gente paseando, tumbada en el césped disfrutando del cálido sol de finales de verano o conversando. Alguno de los profesores estaba rodeado de alumnos, dando una especie de clase de campo mientras esperaban a que la academia se despejara para volver a las aulas.
Tenéis cancha libre para hacer lo que queráis. Podéis moveros a cualquier zona del jardín o quedaros por allí, interactuar con pnjs o atender una de las clases. Lo que prefiráis.
Por cierto, he movido a Aethel con vosotras, a la cual pnjotizaré el turno que viene si sigue en pausa.
Finalmente llegaron al jardín donde prácticamente estaban todos los alumnos del colegio, mira a sus amigas y dice:
Vaya, que animado está el jardín, esta todo el mundo aquí, ¿no? Vaaya, que de gente
Decía mientras movía enérgicamente la cola, estaba bastante animada por ver a tanta gente, da un saltito y dice:
Parece un festival… jeje, solo faltan los puestos
Al ver tanta gente en los jardines, Aida se intimidó un poco. Se mantuvo cerca de Renata y Sayaka, bajando su capucha lo más posible para que poco se viese de su cabeza gacha. Si hubiese tenido un poco más de confianza se hubiese aferrado a ambas, pero pasaría un tiempo hasta que se acostumbrase a ese tipo de contacto físico.
Jugando un poco con la arañita sobre su hombro, trato de no levantar mucho la mirada. Lo que señaló Sayaka era precisamente lo que le asustaba... ¡había mucha gente!
-S-s-sí -asintió, aunque no demasiado cómoda. Pudo haberse mantenido así todo el rato, pero algo que dijo Sayaka despertó su curiosidad. Antes de darse cuenta, lo había preguntado en voz alta-. ¿Qué es un festival? -de donde ella era no se celebraban cosas así, por lo que no las conocía.
Renata negó al escuchar a Sayaka.
-Igual que Aida. Nunca he ido a un festival, los he visto de lejos o en la tele..
Miro el lugar e imagino que como decía Sayaka, así debía lucir un festival, pero ¿Qué tanto difereia de lo que veía en su mente? Cada lugar tenia lo suyo y ahora sería la primera vez estando frente a tanta gente en algo similar, la ciudad tenia aun más personas, pero de cierta manera era un poco fría, nadie hablaba con extraños o casi nadie y era raro que las personas vieran más allá de sus cosas personales.
Sayaka mira a las dos chicas y comenta:
Un festival… bueno, en la aldea los hacemos una vez al año, aunque creo que los humanos lo hacen más. Es para celebrar algo importante, se ponen puestos de comida y de juegos que son divertidos, se suele hacer una ceremonia importante y muchas veces se terminan con un baile ah y tengo entendido que los humanos suelen lanzar fuegos artificiales
Comentaba muy animada. En su aldea realizaban festivales más pequeños, pero sabía de los que realizaban los humanos
En el de mi aldea mi madre hace un ritual en el que participan las más poderosas Kitsunes, es un baile donde también hacen ilusiones y cosas con fuegos fatuos, es muy chulo… algún día me gustaría poder participar… aunque soy demasiado torpe aun, a lo mejor dentro de 200 años quien sabe jeje
Comenta mientras pone cara de “soy una torpe”
-Tu amiguita tiene razón, los festivales son reuniones de mucha gente donde se celebra algo muy gordo. A veces con casetas de comida, a veces con fuegos artificiales, a veces con juegos... Je, siempre podríais montaros vuestro propio festival. Sois bastantes como para organizar algún juego y divertiros. Y si tanta gente te pone nerviosa, siempre podéis buscar un lugar tranquilo y poco poblado.
Le gustaban las caricias que Aida le daba. Pero qué bien que le caía esa niña...
Aunque la cantidad de gente era la adecuada a un evento tipo festival o verbena, no había casetas ni celebraciones. Lo cual no os impedía dar un paseo o quedaros a descansar en alguna zona del jardín. De hecho, cuanto más os alejábais de la puerta principal, menos concentración de gente había. Sólo era cuestión de escoger un sitio y pasar el tiempo hasta que os llamaran a clase de nuevo.
Renata vio el lugar de nuevo, cierto que aquello podría parecer un festival, pero en su inexperiencia se había emocionado de mas para imaginar que aquello podría semejar algo como lo que describían sus amigas.
-Me gustaría verlo Sayaka… ¿Aida algun sitio que gustes elegir?
Dijo mientras buscaba un lugar tranquilo y apartado, había notado que esta ultima no se llevaba bien con las multitudes.
-Igual Sayaka, si ves algún sitio lindo, vamos.