Partida Rol por web

-... Hum... podríamos definir al festival como un evento social de mayor carácter con gran participación y con tintes ceremoniales con sus reglas; por ejemplo, en Japón celebran el Festival de Nieve de Sapporo para celebrar esa estación del año-intentó explicar Aetheldryd recordando que en su momento investigó del tema cuando veía en algunas vacaciones caricaturas niponas y llegaban a tocar ese evento-... y una fiesta es una celebración abierta sin tantas normas como tal donde se busque ese ambiente "alegre"... como esta celebración que haremos-miró a Sayaka, esperando que hubiese entendido lo que había querido explicarle.

Luego vio a Renata quien preguntaba si ya se conocían, a lo cual la pelilavanda asintió levemente y así reafirmar lo que la kitsune decía. Era muy interesante ver cómo los alumnos de la Academia realzaban sus costumbres y visiones, pues Midnight Rose albergaba a cualquiera dispuesto a aprender y así conocer cada día algo nuevo. Era una agradable experiencia que siempre le dejaba un buen sabor de boca.

Aki se frotó el mentón tras haber recibido la respuesta de Ofelia.

Alzó la cabeza para mirar al profesor Beleem, quien también había seguido, leyendo, los movimientos de Ofelia en la libreta. „Sí… quizá más tarde buscaré en la biblioteca. Habrá muchos días para hacerlo… y tanto que explorar y aprender… y apenas he llegado aquí!“

Era verdad que Aki sólo había estado aquí poco tiempo, pero ya no le cabían en la cabeza todos los conocimientos que ya había adquirido – y un sinfín, una infinitud literal de misterios aún quedaba por desenredar!

El profesor sonrió al escuchar a Aki.

 -Si te digo la verdad, el gusto por aprender cada día cosas nuevas es la magia más auténtica que he visto en mi vida. Vas a estar muy a gusto aquí. Y recuerda que para cualquier duda, siempre puedes contar con cualquiera de nosotros para lo que sea.

Renata intento tratar de seguir el hilo de la conversación con Aetheldryd, pero termino perdiéndose entre las definiciones que soltaba su superior.

-Si…

Buscando la manera de que se enteraran, de su poco entendimiento, cambio el tema.

-Aja.. Este, Saya, yo iré de todos modos, aunque no pueda visitar tu hogar, podría quedarme en algún sitio cercano… ¿Es en Japón cierto?

Sayaka escucha atentamente las palabras de la chica sobre los festivales y asiente para responder:

Oh... Desconocía esa diferencia

Después escucha a Renata y responde:

Si es en Japón cerca del Monte Fuji es un bosque muy bonito y tranquilo aunque los humanos decís que es el bosque donde la gente se suicida... Es que no lo conocéis bien. Pero no te preocupes yo le pediré a madre que deje que puedas entrar y salir seguro que te deja... Es severa pero muy amable y comprensiva.

Dice con una amplia sonrisa

Aki sonrió al profesor Beleem y puso sus ojos al par quietos y alertes, profundos y agitados, en todos los objetos, decoraciones, manjares que llenaban ya el salón de actos.

“No dudo de que tengamos pronto una fiesta maravillosa aquí”, susurró a Ofelia acariciándola.

En cierta forma, en este instante, sentía que tenía un hogar más allá del hogar de su familia, un segundo hogar, y que bien, que muy bien podría encontrarse aquí, en la Academia.

Escuchaba atentamente a Sayaka, Renata y Aethel hablar sobre festivales. Parecía que alguna no estaba muy segura de como era una, aunque había llegado tarde a la conversación y no estaba seguro.

- En mi pueblo se realizan varios festivales. Generalmente son religiosas, festivales de agradecimiento a la Madre o a los Primeros Descendientes, incluso hay uno en honor al actual Príncipe/Princesa, dónde se le agradece su entrega al clan. En esos festivales, se suele hacer alguna procesión o danza y después festejamos con juegos para adultos y jóvenes, generalmente varios deportes en los que se corona a un campeón.- Les dije.

Los recuerdos de algunos festivales iban y venían en mi cabeza, recuerdos felices de cuando era aún un niño.

De repente, en el salón de actos irrumpieron varias figuras llevando cajas y bandejas llenas de cosas. Una voz femenina sonó indignada.

 -¿Veis? ¿Qué os dije? ¡Ya están llegando los alumnos! Sois una panda de tardones.

La profesora falivene entró a paso rápido con dos bandejas llenas de mini-empanadas flotando tras ella.

 -Perdón, perdón, en seguida coloco esto y podemos empezar la fiesta.

 -¡Yo no tengo la culpa!

El encargado de la cafetería entró llevando una caja con termos.

 -¡Díselo al señor kappa "estas cosas llevan su tiempo"!- miró a los alumnos y su expresión cambió del enfado a una más dulce -Eso, eso, ponemos esto y la fiesta estará ya en marcha.

 -Eh, en la auténtica cocina gourmet, el tiempo es el ingrediente más valioso. Además, mucho os quejáis, pero bien que os zampáis el sushi...

Finalmente hizo acto de presencia el camarero de la minidisco, llevando unas fiambreras japonesas y una caja con botellas en un carrito.

 -Además, os quejáis de vicio. ¡Aún no ha empezado nada! ¿No veis que están terminando de decorar?

Al terminar de explicar la pelilavanda optó por guardar silencio y que Renata y Sayaka continuasen con su conversación hasta que el elfo quiso aportar algo. Volteó a verlo y asentía tratando de imaginar lo que él intentaba explicar de sus celebraciones. Al menos, sin importar raza o creencia, todos buscaban conmemorar de alguna manera y pasarla bien en un ambiente de festejo. Era agradable detectar tales cosas en común dejando a un lado los juicios.

No obstante, la llegada de otros miembros de la Academia y tuvo que reprimir una leve risilla por la actitud de éstos y su "plática" que tan solo denotaba la confianza que había entre ellos. Poco después regresó su atención a Kyrt y habló.

-¿A qué hora querrás que vayamos a ver las estrellas? Aquí debemos aprovechar para cenar y descansar un poco luego de ayudar con la decoración y preparación del salón.

- Creo que antes de ir a dormir estará bien, aunque sea solo unos minutos. Siempre puedo hacerlo desde mi cuarto, llegado el caso. - Le contesté a Aethel. Miré alrededor, estudiando a los recién llegados, y calculando. - La cena comenzará en breve, supongo. Eso es bueno, estoy bastante hambriento... -

El vicedirector ayudó a los recién llegados a colocar la comida que habían traído en varias de las bandejas que quedaban vacías. Finalmente sólo quedaba el hueco para los pastelillos de la profesora Mulberry.

 -¿Dónde diantres se habrá metido esta mujer? No puedo avisar a los alumnos si no está todo listo.

 -Habrá que irá buscarla, entonces.

El profesor Beleem miró a los alumnos y dijo:

 -¿Algún voluntario para acompañarme a por la profesora Copperpuff?

Escuchando que mas gente se unía a su conversación, Renata sintió de nuevo ese cálido sentimiento de no estar sola, si lo que creía era correcto, era la candida sensación de saber que estaba haciendo amigos.

-¿Procesión? Eso es como un desfile si no mal recuerdo haber leído.

La idea de los juegos también capto su atención.

-Esas fiestas, no cuadran en algo -Dijo al notar un punto. Si es de carácter religioso, ¿No deben ser esas cosas serias?

Antes de tener respuesta o explicar su duda al elfo, llegaron en repentina irrupción, más gente.

Entre el barullo, se enteró un poco del plan de ver las estrellas y de que solicitaban ayuda para buscar a una profesora, ante este último estuvo tentada a levantar su mano, pero…

Por primera vez estaba en una plática con amigos, si los dejaba podría perderse de algo importante, incluso el elfo y la kitsune podrian decir algo tan trascendental que si se perdía de esas palabras, su vida entera se vería arruinada y muy seguramente perdería su amistad.

Aki, como le ocurría muchas veces cuando se hallaba en un estado contento, recayó en el nivel de la conciencia ante el suelo de la conciencia clara del entorno: podría llamarse ensimismamiento o incluso una especie de sueño lleve. Las imágenes teñían su retina como acuarelas, las voces llegaban distorsionadas y apagadas a sus oídos y los olores apenas tenían fuerza. Su mente flotaba; estaba presente, pero desconectado.

Escuchaba algo, sin entender, del retardo de la comida, de fiestas en tierras extrañas con príncipes y de citas para ver estrellas.

De pronto la voz del profesor Beleem irrumpió en esta sinfonía de colores y sonidos en su cabeza con palabras claras y al mismo tiempo agradables: preguntaba si alguien quería acompañarlo.

Los ojos de Aki, algo vidriosos pocos instantes antes, se esclarecieron súbitamente. Estuvo de vuelta.

Se alzó. “Iré con usted, profesor.” No sabía hacia donde, pero poco le importaba.

Sayaka escuchaba lo que se iba diciendo y cuando el chico elfo se acerca no puede evitarlo y se acerca un poco a Renata asustada, pero pronto se da cuenta que era un elfo, un ser magico como ella, por lo que no tenia que preocuparse, tras relajarse escucha a todos y dice:

Pero... las celebraciones religiosas tambien son divertidas... nosotros en la festividad en honor a Inari-sama mi madre hace un baile para la aldea muy importante y sereio... pero es muy divertido y se pone una mascara muy antigua... es muy bonita y yo quiero aprender el baile... aun soy muy mala... ah, la mascra es asi, a ver si puedo hacer que la veais

Sayaka cierra los ojos unos segundos para rememorar como es la mascara

- Concuerdo. Nuestras celebraciones religiosas son también un tanto familiares, ya que festejamos en honor a la Madre, la diosa que dió a luz a las primeras dos del linaje de los Frostfang. Puede que por eso sean un poco menos serias. Al menos eso decía mi mamá siempre, que a ella le encantaban justamente por eso. - Le expliqué a Renata. Mis padres me habían contado mucho sobre otros clanes y otras costumbres, así que estaba al tanto de que no era lo más común hacer fiestas como las nuestras.

- Incluso cuando muere nuestro líder y debe elegirse uno nuevo, hacemos distintos juegos para celebrar la llegada de una nueva época. - Completé.

El profesor asintió y empezó a caminar hacia la puerta del salón de actos.

 -¡Volvemos enseguida con la profesora Copperpuff!

Dicho esto, el íncubo abandonó la estancia junto con Aki y Ofelia.