Partida Rol por web

El corazón del Centinela

10. Un paso más allá

Cargando editor
30/10/2013, 20:29
Narrador

Hacía apenas media hora que Lana Rowen se había separado de su hija y ya se sentía como diez años más vieja. La despedida había sido emotiva pero, como la mayoría de jóvenes de la edad de Caroline que se 'iban de casa' para alejarse de sus padres, la chica no parecía ni la mitad de dolida que su madre.

No pudo evitar pensar que también aquello era culpa suya: ya la había alejado de ella al mandarla a Chicago con la intención de que estuviera alejada de todo el baile de máscaras y superhéroes, lejos del Centinela y del virus que significaban los villanos de la ciudad. Se había distanciado de su pequeña y, además, no había conseguido el objetivo buscado con no tenerla en Betlam, así que se sentía estúpida, estúpida y molesta consigo misma.

Tras montarse en el coche, se miró a si misma en el espejo sobre el salpicadero y advirtió las marcas de cansancio en su piel. Le dieron ganas de arrancarlo de un golpe, pero llevó las llaves al contacto e iba a girarlas cuando el teléfono sonó.

Otra vez era un número privado.

Cargando editor
30/10/2013, 20:50
Lana Rowen

Lana observó el teléfono con pavor, como si fuese un arma apuntándole a la cabeza. Número desconocido equivalía a Fedora, y eso significaba que tenían noticias. ¿Buenas? ¿Malas? Sólo había una forma de comprobarlo, pero se sentía tan cansada, tan agotada, tan destrozada por todo que si de verdad James había muerto, o incluso si seguía vivo, no quería saberlo. No quería más cambios, sólo llegar a casa, patearle el culo a Walker y reconstruír su vida. Reírse con Marcus, reconciliarse con Peter, devolver a Caroline a sus estudios y envejecer bebiendo champán caro y yendo en yate de un lado a otro con algún jovencito que le alegrase la vista, luciendo sus preciosas joyas. Pasar sus últimos días en un complejo caribeño tostándose al sol y disfrutando de una paz absoluta. Seguro que haciendo las inversiones precisas podría lograr algo así; huir.

Pero el teléfono seguía sonando, estaba sentada en el auto, todavía en Pekín. Cerró los ojos y descolgó, pero fue incapaz de pronunciar palabra.

Cargando editor
30/10/2013, 21:00
James Goldfield

La voz que habló al otro lado consiguió mantenerla sin voz durante varios segundos más.

- ¿Ro... Romy? - murmuró la voz de James al otro lado de la línea. Pese a estar derrotado, treinta años mayor y con un nudo en la garganta, Lana Rowen pudo notar que se trataba de él, además de que nadie más que el Peter, el Rey Dragón y él podrían llamarla por su antiguo nombre - Soy... soy yo. James. ¿Estás ahí? -

La voz sonaba suplicante y apenas recordaba cuando le había escuchado hablar así. La vorágine de sensaciones acumuladas comenzó a ser demasiado fuerte y realmente no sabía qué pensar. A salvo o no, lo que sí sabía es que James Goldfield estaba vivo... y hablando por teléfono con ella.

Cargando editor
30/10/2013, 21:06
Narrador

Los primeros rayos de sol atravesaron las cortinas de Troy Sanders, haciendo que se despertara con la incomodidad de un mal sueño. No estaba recuperado y sin embargo sentía que no podría dormir más. Las ojeras ya habían hecho acto de presencia, el mal humor no había desaparecido (nunca lo hacía) y sentía que necesitaba participar en una de esas terapias basadas en derribar una oficina a mazazos.

No, se dijo mientras apartaba la sábana y ponía los pies en el suelo de su habitación. Si tumbar a un supervillano a calambrazos no le había devuelto el buen humor, derribar paredes tampoco lo haría.

El teléfono sonó, obligándole a cerrar los ojos por las molestias que el sonoro timbre le producían. A un tris estuvo de tirar el aparato de un manotazo, pero lo cogió descolgando y llevándoselo a la oreja.

- ¿El señor Adam Bates? - preguntó una voz femenina que no conocía. No entendía una puta mierda de lo que le preguntaban y empezó a cagarse en todo porque le molestaran a esas horas sencillamente para haberse equivocado, pero entonces recordó algo que escuchó antes de desmayarse la noche anterior

- He puesto tu número de teléfono en el registro del hospital, como familiar de Christopher. Si hay novedades, supongo que te llamarán allí directamente. - le había dicho Fedora (¿había sido ella?) poco antes de perder el conocimiento

Cargando editor
30/10/2013, 21:24
Troy Sanders - Nº 8

Después de contestar al teléfono sintió tres cosas en rápida sucesión. La primera, que más valía que fuera corta porque quería darse una ducha y comerse una hamburguesa con queso. La segunda, que quién leches era Adam Bates y por qué conspiraba para arruinar su vida al dar por ahí su número de teléfono. La tercera fue un retorno a lo que habían sido para él los últimos días: terror absoluto.

-S-sí. Soy yo -respondió con un hilo de voz después de unos momentos.

Cargando editor
30/10/2013, 21:07
Lana Rowen

Quería. De alguna manera quería hablar, pero era tanto lo que se le agolpaba en la garganta; palabras, emociones, lágrimas, recuerdos... Tantas cosas, tanto que decir, tanto que escuchar, tanto que sentir, tantos años que recuperar, que el silencio la abordó largos segundos hasta que se decantó por una sola cosa, algo que había olvidado. Ganas de vivir.

A pesar del irrefrenable temblor logró mantener el teléfono pegado a su oreja, distinguiendo los matices que el tiempo había cambiado en aquella voz, su duda, sus temores, sus inquietudes. Se llevó la mano a la boca queriendo evitar el llanto, pero apenas pudo contenerse, y una vez arrancó apenas fue capaz de controlarlo sintiéndose tan estúpida y rematadamente feliz a un mismo tiempo que jamás habría imaginado tal sensación.

-J...James... ¿Estás... -atinó a balbucear entre lágrimas, aunque resultaba difícil distinguir lo que eran palabras de sollozos-. ¿Estás... el Equipo...?

Cargando editor
30/10/2013, 21:29
Narrador

- Llamamos del Hospital Betlam Memorial. Se trata sobre su hermano, Christopher. No pudimos avisarle antes porque no teníamos en el registro a ningún familiar, pero por algún motivo su número ha aparecido en el sistema. - aquella mujer le estaba volviendo realmente loco con tanta historia que no le importaba - Sufrió hace unos días un grave accidente, una explosión por fuga de gas. Ha estado tres días realmente graves... pero hoy ha despertado y está estable. Su estado sigue siendo de gravedad pero está fuera de peligro. Puede venir a visitarle dentro de los horarios establecidos, de 10.30 a 13.30 por la mañana y de 16.00 a 19.00 por la tarde. -

Cargando editor
30/10/2013, 21:49
Troy Sanders - Nº 8

Dejó escapar el aire de los pulmones muy lentamente. Ni siquiera se había dado cuenta de que había estado conteniendo la respiración. Había estado tan convencido de que Bates no iba a recuperarse, de que se iba a morir, que hasta se sentía un poco decepcionado. Sin embargo, era un sentimiento que se perdía y se disolvía en el alivio que le inundaba el cuerpo, y que le producía una sensación no demasiado diferente a la de la morfina.

-Vale, vale. Muchas gracias. -Estaba bastante convencido de que las pausas que estaba haciendo antes de contestar le hacían parecer estúpido, pero no estaba en su poder el rectificarlas-. ¿Q-qué hora es? Ahora, digo.

Cargando editor
30/10/2013, 22:00
Narrador

- Son las 11.25 de la mañana. Recuerde pasar por recepción y anotar su nombre si viene. Buenos días. - dijo la mujer antes de colgar. Troy se levantó un segundo, tambaleandose, y llegó hasta la cocina. Mientras metía una capsulita en la cafetera tan moderna que se había comprado (posiblemente el único electrodoméstico no esencial que tenía en casa y el único que usaba asiduamente) observó el display digital que esta tenía...

...habían pasado 3 días desde que rescató a James Goldfield. Y se los había pasado en la cama.

Cargando editor
30/10/2013, 22:05
James Goldfield

Por su parte James intentó hablar, y antes de que pudiera decir nada sintió como algo se rompía al otro lado del teléfono y el hombre rompía a llorar también aunque de una forma más silenciosa que Lana, como un murmullo apagado. Necesitó tragar saliva varias veces para poder responderle y aun así, su voz estaba aún más rota que antes.

- Sí... sí, yo... estoy bien. Todo lo bien que puedo estar ahora mismo... - dijo suspirando y tomándose un par de segundos más para seguir - Estoy con ellos. Yo... lo siento muchísimo, Romy... de verdad. Jamás quise que tuvieras que vivir esta vida. No quería que cargaras con el peso de conocer la existencia del Equipo. Te hice sufrir el tiempo suficiente como para arriesgar tu vida aún más... -

James intentaba decir algo más, pero las palabras se atascaban en su boca y balbuceó un poco. Respiró hondo un par de veces y se calló, como si no pudiera contar todo aquello sin tenerla delante: Lana lo entendía, pues se sentía igual de algún modo. - Estoy deseando verte... - murmuró él, en voz baja

Cargando editor
30/10/2013, 22:06
Troy Sanders - Nº 8

Se alegró de no tener café en la boca, porque lo habría escupido. Dejó la taza, ya llena, en la encimera para que se enfriara un poco y saltó dentro de la ducha durante el tiempo justo para no oler mal ni sentirse pegajoso. Ya vestido, y después de quemarse la lengua con el café, salió de casa a toda prisa mientras llamaba a Fedora. Todo este proceso había durado menos de cuatro minutos.

Cargando editor
30/10/2013, 22:14
Lana Rowen

Romy no llegó a entender del todo lo que decía, valía con intuir que era bueno y estaba bien. Con eso sobraba, porque escucharle hablar era un milagro, un sueño extraño y conciliador, y más a través de aquel aparato distorsionado por la lejanía y las lágrimas. Apoyó la frente en el volante y esperó a que su voz se apagase como una melodía que nunca deseas que termine. Se limpió las mejillas con el dorso de la mano, encogiéndose de hombros. Una tibia sonrisa amanecía.

-Estoy... en Pekin -Dejó escapar un largo suspiro-. Yo... Tengo el vuelo a las cinco.

Su última frase le devolvió el ánimo, aunque pensó que ni en broma quería que fuese a buscarla al aeropuerto. No tenía muy claro qué iba a hacer cuando lo tuviese frente a frente, y desde luego no quería montar un espectáculo en público. Prefería algo discreto, tal vez en piso donde habían vivido. Pero eso era demasiado personal, no quería reencontrarse allí. Eso habría sonado como una declaración absoluta de amor y todavía le quedaba dignidad. ¿Un hotel? Eso sonaba a cita o algo así. Pero definitivamente no quería algo público ni algo demasiado privado.

-No se te ocurra venir a buscarme. Me moriría de vergüenza... ¿Qué... te parece, hum, la última planta del Hotel Milton? La suite es muy cómoda y amplia... No sé.

No tenía ni idea de la imagen que estaba dando, y no podía más que sentirse insegura por todo.

Cargando editor
31/10/2013, 20:52
James Goldfield

- ¿En Pekín? Oh... - dijo, manteniendo el silencio un rato, parecía no saber lo que había hecho - De acuerdo. No iré al aeropuerto si es lo que quieres. Avisa en recepción de que llegaré y llegaré a la hora que tú quieras. Sólo dilo. -

Se le notaba nervioso, totalmente diferente de cómo era en su época de Centinela, en sus primeros tonteos bajo la máscara. - Pero que sea lo antes posible... -

Cargando editor
01/11/2013, 12:14
Lana Rowen

Lana asintió y poco después añadió un tembloroso 'De acuerdo'. Quería decir algo más, pero lo cierto es que no había mucho más que compartir a través del teléfono, aunque el mero hecho de sentirle al otro lado bastaba para tranquilizarla. Hizo un amago de hablar, con una pregunta en los labios. Una de la importantes, pero calló. Prefería mirarle a los ojos para saber la verdad, y seguro que él también.

-Mándame un número al que avisar. Uno no oculto, a ser posible -comentó sonriente-. Nos... vemos en unas horas, ¿vale?

Algo tan cierto como que su corazón no había latido tan rápido y con tanta intensidad en años.

-Oye, me encantaría seguir hablando... pero tengo que coger un avión para verte.

Cargando editor
04/11/2013, 17:40
Fedora

- Wow. El hijo pródigo está vivo. - dijo Fedora al coger la llamada. Su tono de buen humor habitual había vuelto. - ¿Cómo te encuentras? No hemos querido molestarte. -

Cargando editor
04/11/2013, 17:57
Troy Sanders - Nº 8

-Como si me hubieran disparado treinta veces y después hubiera dormido tres días -preguntó mientras empujaba la puerta de la calle. Tenía que parar un taxi. ¿Había cogido la cartera? Se palpó los bolsillos traseros y sí, ahí estaba-. ¿Qué ha pasado por allí? ¿Cómo está Goldfield?

Cargando editor
04/11/2013, 18:06
James Goldfield

- Vale... Apunta. - James le dió un número de teléfono normal, lo cual era un total alivio - Sí, claro, te veo en unas horas. -

James tardó en colgar unos segundos y notó que parecía a punto de decir algo, pero colgó. Avisó a el hombre que había estado protegiendo su seguridad aquelos dias y le dijo que irían al aeropuerto para luego separarse.

Lana se dirigió allí y no tuvo percance alguno. Quien quiera que la había intentado secuestrar a su llegada parecía haberse olvidado de ella por algún motivo que no la interesaba. Agradeció al hombre su buen trabajo y le pidió que agradeciera a Lisa Cheng si ayuda una vez más.

Sobrevoló el océano hasta aterrizar en el aeropuerto de Betlam sin mayor percance que algunas ligeras turbulencias.

Cargando editor
04/11/2013, 18:24
Lana Rowen

Con los nervios a flor de piel, Lana cerró todo lo que le quedaba en Pekín para embarcar en el avión que la llevaría hasta Betlam, hasta su reencuentro, hasta James. Supo que con el éxtasis, las dudas y las ganas reptándole por el cuerpo le iba a ser imposible conciliar el sueño, y eso sólo haría que estuviese doblemente cansada cuando llegase a la ciudad. Por eso, tras realizar una reserva en el Hotel Milton, acudió a una farmacia para que le recetaran algo con lo que poder dormir durante el vuelo. Eso le proporcionó un sueño profundo y vacío, como abrir y cerrar los ojos sin que los minutos llegasen a pasar. No fue especialmente reparador pero hizo que el tiempo volara de forma irreal con el jet lag. Las esperas, tanto para embarcar como recoger la maleta, fueron otro asunto. Le dieron largos tiempos de meditación; pensó en Caroline.

Tenía un regusto amargo, la sensación de haber sido terriblemente injusta con ella. Podía tener miles de excusas para ello, todas razonables, aunque en el fondo sabía que ninguna valía y ahora que estaba más calmada no podía evitar ciertos reproches. Le hubiera gustado aprovechar más el tiempo con ella, y quizá no fuese demasiado tarde después de todo. No parecía serlo para ella y para James...

Mientras veía las maletas pasar por la cinta transportadora, sacó el móvil y buscó el de Caroline. Se alejó unos pasos mientras los toques sonaban en la lejanía.

-¿Cariño? Ya estoy en Betlam. Todo bien, ha sido un viaje muy tranquilo. Y tengo una noticia que sé que te dará muchas fuerzas para todo esto. James me llamó justo antes de coger el vuelo. Está sano y salvo -Lo dijo con una amplia sonrisa, mordisqueando la yema del dedo con nerviosismo.

Cargando editor
04/11/2013, 19:37
Fedora

Fedora rió el comentario como si el asunto fuera de broma aunque tuviera poco de gracioso. - Bueno, las cosas están calmadas. Te explicaré con detalle cuando estés aquí. Él se está tomando unos días libres, nos estamos encargando nosotros de todo esto. He oído que Bates se encuentra mejor, ¿vas a ir a verle? -

Cargando editor
04/11/2013, 19:43
Troy Sanders - Nº 8

Logró parar un taxi que se acercaba a la parada, y se dio prisa en subir antes de que se le adelantara una mujer visiblemente embarazada con un niño pequeño y cargada con varias bolsas. Le cerró la puerta del taxi en las narices y tapó el teléfono un momento para darle el nombre del hospital al taxista. Después le hizo cerrar la pantalla que separaba las dos filas de asientos.

-Estoy de camino -respondió, tras una pausa que se le hizo muy incómoda. Pensó que lo más acertado sería cambiar de tema-. ¿Y Szilard y Cable?