La vibración de la campana se debilita, se escucha y siente más suave. Parece que el sur tampoco es la respuesta.
Dafnea rebotaba sobre la punta de los pies mientras tarareaba una melodía inventada, como si todo aquello fuese una feria mágica montada para disfrutar. Estaba convencida de que, tras resolver un acertijo o dar un par de vueltas tontas, ¡alguien aparecería con una bandeja llena de caramelos de colores brillantes y confeti!
—Seguro que detrás de la próxima puerta hay un tiovivo… ¡o un río de miel! —dijo, entre risas, mientras veía de reojo cómo Náyade seguía con sus quejas. Dafnea ladeó la cabeza, frunciendo la nariz como si no pudiera entenderlo. ¡Ya luego la pillaría para decirle que tenía que relajarse!
Cansada de escuchar los lloriqueos de su amiga y del caos desatado, pues solo le parecía que Aracne tenía razón, dio media vuelta sin pensarlo dos veces y comenzó a caminar descalza sobre las piedras, dejando que el sonido de sus pisadas acompañara su canto. No tardó en descubrir a Rosal y Calista más adelante. Si descubrían algún tesoro, ella quería ser partícipe, por lo que corrió hacia allí dando saltitos como si estuviera en un campo de rosas.
—¿Pueeedo ayudar? —comentó desde abajo, pues aquellos dos seres eran mucho más grande que ella.
Tirada oculta
Motivo: descubrir algo
Tirada: 1d20
Resultado: 15 [15]
Dafnea se mueve para estar con Calista y Rosal.
El sonido de la campana retumba por todo el suelo y las grietas se abren en este desde el punto donde se encuentra el final del campanario. Las grietas se tragan la iglesia entera pero el espacio donde cada una de las criaturas del grupo se encuentra permaneces intacto. Los alrededores del cementerio, donde parecía que había un espacio infinito, se quiebran y quedan al descubierto en ciertas partes las paredes que conforman el castillo.
En mitad de la nada, en una de esas paredes, la puerta se abre, arrastrándoos a todos a su interior.
Voy a pasar del puzzle...
A partir de ahora comenzamos con las votaciones y los ataques.