El arte de este tipo no era su fuerte, ella era tejedor,a no cantante, solo podía ver como sus aliados emitian gorgoteos estúpidos. No, definitivamente no iba a rebajarse a hacer eso. Observó por la sala, buscando un instrumento, una batuta o lo que fuese que faltase.
Las estatuas intentan cantar pero no encuentran su voz, osea que hay que encontrar su voz. ¿Que pinta tiene una voz?
Mientras pienso en ello intento animar a las estatuas con gestos, permanecer en silencio es aburrido
Motivo: ayuda
Tirada: 1d20
Resultado: 3 [3]
-¿Y si sencillamente no podemos escucharlo?
Preguntó.
-Ciertos animales escuchan sonidos que otros no. Ciertos materiales resuenan en cierta frecuencias. Quizá... -miró al Rosal y a Arachne- Las raíces o una tela puedan ampliar o permitirnos escucharlo al cambiarlo de frecuencia.
Pero no era lo único... al igual que había gente que veía el sonido, el color se podía traducir en sonido. Se puso entre las estatuas y miró donde miraban ellas ¿tal vez encontraría algo que les estaba pasando desapercibido? ¿Tal vez el propio telón que se había recogido?
La sala sigue sin tener nada más que las figuras y solo las figuras, que no miran a ningún lado en particular. Tampoco reaccionan a los gestos del gastasma, ya sea que no lo ven o que no son más que estatuas...
¿Son los puzzles muy dificiles? Os puedo dar pistas más directas...
Motivo: Ayuda
Tirada: 1d20
Dificultad: 3+
Resultado: 2 (Fracaso) [2]
yo desde luego estoy perdidisimo
Las estatuas son lo único que hay en la sala, además de las criaturas.
El sonido es una onda producida por una vibración, ¿cómo notan las vibraciones los sordos?
Aun en silencio e inmóvil, pues su tamaño no ayudaba a poder moverse con ligereza, sentía todo aquello que los demás intentaban y no parecía funcionar. Ello mas simple que el resto escucho o mas bien sintió aquellas ligeras vibraciones de las que salían de cada una de las estatuas, una frecuencia baja y que al parecer los demás no percibían. Pero al menos uno si parecía darse cuenta y se lo hizo saber con un ademan de cabeza. Anon tenia razón de las estatuas salia una suave vibración y toco el brazo de este, para que sintiera lo que el Rosal sentía al "escucharlo", inquietud.
Tal vez todas ellas están "cantando" una misma sinfonía que necesite de seguir la vibración y cantar al unisono con ellas, pero como hacer que aquellas criaturas entendieran eso. Tal vez vibrando a su misma frecuencia fuera suficiente, Rosal no entendía de música o armónicos pero si como interpretar y asimilar las vibraciones a su alrededor e igual pudiera reproducirlas armonizando sus pulsos con los de las estatuas.
Las palabras de Anon y las indicaciones de Rosal me dejan pensativo, ¿frecuencias?¿vibraciones?¿algo así como diapasones?¿Que se supone que tenemos que hacer entonces?
Raro, raro. Pero supongo que tocando las estatuas podríamos descubrir algo, aunque yo no puedo tocar cosas, yo puedo hacerlo mucho mejor
Sonriente por mi gran idea floto hasta una de las estatuas y me introduzco en su interior, si todo mi cuerpo ocupa todo el cuerpo de la estatua seguro que descubriré algo
Al sentir el tacto de Rosal supo casi por instinto que iba por buen camino y él mismo asintió y puso la mano sobre él, con cuidado de no pincharse.
Cerró los ojos para intentar agudizar sus sentidos... Llenó sus pulmones antes de soltar el aire despacio. Después abrió los ojos y puso la mano en el pecho de una de las estatuas. Después en su garganta. Buscaba la vibración. No lo tendría tan fácil como sus compañeros, pero eso no iba a quitar que fuese a intentarlo. Hacía varios minutos que el silencio imperaba y eso le hacía ser más consciente de si mismo.
Tu cuerpo se funde con el de la estatua más cercana a ti y, como si repentinamente hubieras encendido el sonido de la habitación, un hermoso coro alcanza tus oidos. Las voces más coordinadas que jamás nadie nunca haya podido imaginar entonan una dulce melodía sin palabras que habla sobre la esperanza y la vida, la belleza de la naturaleza y lo bueno del cambio.
La melodía cambia lentamente cuando los tonos más graves se alzan sobre los agudos para convertir el canto en algo mucho más profundo, que simboliza la pérdida y el desamparo y, repentinamente, el sonido baja aún más, como si la voz faltante no estuviera. El solo termina rápido y las voces continúan cantando la melodía que acaba en un coro casi celestial, entonando cada nota desde lo profundo del alma, que te hace comprender que, la alegría que precede a la pérdida es siempre más profunda que el dolor de la ausencia.
Al terminar la canción, las figuras comienzan de nuevo la melodía en una sucesión similar: Alegría, pérdida, espacio vacío, final.
¡Gracias! El comienzo del puzzle era tocar las estatuas.
Freiherr desaparece en el interior de una de las estatuas mientras Anon apoya sus manos en una de las estatuas cercanas.
Aunque el suspiro no sirve de mucho, continúas con tu intención, poniendo una mano sobre el pecho de una de las estatuas. Como si repentinamente hubieras encendido el sonido de la habitación, un hermoso coro alcanza tus oidos. Las voces más coordinadas que jamás nadie nunca haya podido imaginar entonan una dulce melodía sin palabras que habla sobre la esperanza y la vida, la belleza de la naturaleza y lo bueno del cambio.
La melodía cambia lentamente cuando los tonos más graves se alzan sobre los agudos para convertir el canto en algo mucho más profundo, que simboliza la pérdida y el desamparo y, repentinamente, el sonido baja aún más, como si la voz faltante no estuviera. El solo termina rápido y las voces continúan cantando la melodía que acaba en un coro casi celestial, entonando cada nota desde lo profundo del alma, que te hace comprender que, la alegría que precede a la pérdida es siempre más profunda que el dolor de la ausencia.
Al terminar la canción, las figuras comienzan de nuevo la melodía en una sucesión similar: Alegría, pérdida, espacio vacío, final.
¡Gracias! El comienzo del puzzle era tocar las estatuas.
Yo intento armonizar mis vibraciones de raíces y rascillos con la de las estatuas.
Las vibraciones de la melodía reverberan con todo tu organismo. No comprendes por completo qué significa o qué están cantando las voces, pero tus poros se abren como si estuvieras bajo un agradable sol de mediodía, aligerando tu savia que se mueve fácilmente por tus vasos caldeando tu cuerpo.
Las vibraciones cambian ligeramente y el día pasa a ser noche, una sensación de que algo ha cambiado y lo agradable no está, tu savia se enfría un poco y te pesa el movimiento, dando una sensación de vacío interno, algo falta, como si en invierno llegase o las hojas cayeran.
Repentinamente, las vibraciones cambian otra vez, se vuelven secundarias, irrelevantes casi, como si faltase algo en su lugar.
Vuelve la armonía del inicio, con vibraciones más invernales, dentro de toda alegría hay dolor, pero la alegría y la calidez son mucho más grandes que la pérdida resultante.
Y, cuando termina, la secuencia comienza de nuevo: Calidez, invierno, espacio en blanco, final.
Observó con curiosidad lo que hacían sus compañeros. Su ceja derecha se alzó escéptica... para luego subir ambas con sorpresa pensando que quizás...
Ella había acariciado varias estatuas pero entendía que el roce había sido efímero. Se dirigió con pasos lentos hacia otra estatua diferente, primero porque aún le costaba caminar con soltura y segundo porque no quería hacer ruido. Apoyó una mano en la garganta puesto que era donde realmente se hallaba el instrumento musical llamado voz. Sus dedos se estiraron buscando tocar mayor porción de músculos, piel y aparato fonador.
Sus ojos inquisitivos buscaban encontrar algún signo de que algo había cambiado
Siento el retraso v.v
Silas continuó interpretando los gestos y silencios de los demás, descifrando la intención oculta en cada mirada. Observaba con la esperanza de que de aquello trajera una solución al enigma que los mantenía cautivos.
Por su parte, permaneció inmóvil. Quieto.
Muerto para el mundo, como lo había estado desde el instante en que la sangre sustituyó al aire en sus venas.
Y esperó.
Con la mano en completo contacto con la estatua más cercana a ti parece como si hubieras encendido el sonido de la habitación, un hermoso coro alcanza tus oidos. Las voces más coordinadas que jamás nadie nunca haya podido imaginar entonan una dulce melodía sin palabras que habla sobre la esperanza y la vida, la belleza de la naturaleza y lo bueno del cambio.
La melodía cambia lentamente cuando los tonos más graves se alzan sobre los agudos para convertir el canto en algo mucho más profundo, que simboliza la pérdida y el desamparo y, repentinamente, el sonido baja aún más, como si la voz faltante no estuviera. El solo termina rápido y las voces continúan cantando la melodía que acaba en un coro casi celestial, entonando cada nota desde lo profundo del alma, que te hace comprender que, la alegría que precede a la pérdida es siempre más profunda que el dolor de la ausencia.
Al terminar la canción, las figuras comienzan de nuevo la melodía en una sucesión similar: Alegría, pérdida, espacio vacío, final.
No me fijé que las acariciabas, perdón
-Alegría.
Dijo... y un poco después.
-Pérdida.
Nuevamente un silencio antes de seguir.
-Vacío.
Y remató tras el último lapso de tiempo.
-Final.
Se quedó unos momentos pensando, escuchando el silencio y la canción.
-Creo que cuando llegue el silencio hay que llenarlo con dolor. O con ausencia. Probemos lo primero.
Sonrió con dientes afilados. El ciclo se repetía. Alegría. Pérdida. Y...
-¡AAAAAAHHHHHHHH!
Gritó como si fuese dolor puro, tratando de llevar a la agonía a las estatuas justo antes de callarse para ese final.
El grito de Anon se sincroniza con el espacio en silencio de las estatuas y las grietas que el sonido produce se curan con un líquido dorado mientras suena el final. Para cuando vuelve a sonar la melodía, todos, incluso los que no están tocando las estatuas, escuchan el magnífico canto que se escondía.
Una canción sobre alegría, tristeza, el grito agónico tras la pérdida y la superación del dolor. Las figuras se hacen a un lado y una puerta se abre tras ellas, al fondo del escenario.
¡Puzzle superado!