Partida Rol por web

Game Over 3

Sala ocho - Quemador

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19/12/2025, 23:28
Anfitrión

Al fondo del pasillo, justo a su lado, Burnell logra abrir un portal similar al vórtice que una vez, hace años, os atrapó en la realidad en la que os encontráis. Afaë es de las primeras en cruzarlo y durante un segundo podeis ver como otras sirenas, todas dormidas, siguen el camino de ella, incluida una muy blanca que brilla con luz propia.

Un golpe seco a vuestras espaldas hace que os giréis un segundo para ver a Átropos en el suelo, inconsciente o muerto y a Láquesis cubierto de sangre levantando la vista hacia vosotros.
-¿Dónde vais, juguetitos? -Pregunta antes de lanzar una bola de fuego que impacta justo a vuestro lado, a apenas un palmo del brazo de Burnell.

El anfitrión se gira contra Láquesis, pretendiendo protegeros, pero cuando la Moira de fuego lo alcanza, apenas es capaz de mantener el ritmo y, sin mucho tardar, cae al suelo. La mirada de Láquesis vuelve a fijarse en vosotros, pero solo sonríe.
-Gracias por el regalo -Dice antes de agacharse a coger a Burnell del cuello y echarselo al hombro, dandoos la espalda.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Se me ha alargado el día, así que mañana pongo el final. Ponedme lo que hace vuestro personaje (quedarse, cruzar, etc....) y mañana estará el final.

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20/12/2025, 00:23
Anon Imes

A Anon le quemaba todo, pero estaba vivo. De hecho apenas unos segundos después pasó algo raro y divertido a partes iguales: era consciente de que su piel estaba quemada, de que sus heridas eran graves, y sin embargo... no sentía nada. Aquello le hizo reír, no había calculado bien, o sí, a saber... una ventaja de ser un superviviente era que habría otro día para meditar sobre los errores y éxitos del hoy.

Por ello cuando vio cómo se abría el portal y su protegida escapaba con su pañuelo y su patito, soltó una última carcajada y miró hacia atrás, donde los héroes luchaban contra el demonio.

-Hoy no es el día de nuestra victoria. Pero el disco sigue girando... y la música no ha acabado aún.

Una reverencia como un maestro de ceremonias.

Y saltó por el portal. Chao. Bye. See you later.

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20/12/2025, 12:14
Rosal

Con la llegada del anfitrión, aquel que le dio lo necesario para poder moverse por la torre y darle la oportunidad de encontrar una salida, se abrió una nueva ventana, un lugar diferente al resto pero familiar, algo tan viejo como el propio Rosal y que le era tan familiar como su propia sala, pero que no lo era.

-¿Salida?-Vibro todo su ser. Era su oportunidad, por lo que había luchado hasta ese mismo instante.

Olvido o mas bien obvio aquello que sucediera a su "espalda" e incluso a sus "compañeros" para precipitarse hacia aquel portal que les brindaba el anfitrión, volver al bosque, a la vida dentro de la vida, sentir de nuevo lo que creía olvidado, todo eso era mucho mas fuerte que lo que pasara a su alrededor y por eso cruzo sin pensar, sin duda, sin miedo.

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21/12/2025, 00:08
Freiherr Hans Schwarzenger

Tras recuperar mi cuadro me dirijo apresuradamente hacia el portal recién abierto. Pero antes de llegar me giro y lo que veo me deja desolado. Átropos ha caido, Burnell ha caido. Seguro que Sable se queda a luchar y cae también. Y no faltará mucho para que todo el castillo se hunda en esa inmunda oscuridad. ¿Como puede todo acabar tan mal?

Pero los demás van cruzando uno tras otro, es lo mas sensato, es lo lógico. Ya he comprobado dos veces lo patético que soy frente a Laquesis.

Aun así me quedo junto al portal, indeciso, sin saber que hacer

Notas de juego

de todos modos si el portal empieza a cerrarse lo cruzo

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21/12/2025, 09:21
Anfitrión

Al quedaros rezagados, alcanzais a ver como Láquesis camina hacia su hermano, pero Sable se interpone entre ellos. La risa de la moira retumba entre las paredes como nunca antes y una ola de petroleo negro derriba al tigre, absorbiendolo mientras lucha por liberarse. Lo arrastra lentamente hacia la pared y desaparece mientras la pared comienza a regenerarse.
El espacio que antes era un pasillo se ennegrece rápidamente y alcanza el portal, que chisporrotea al contacto y se encoge un poco, pero de forma brusca.
Antes de cruzar temiendo que se cierre, podeis ver como otra ola arrastra a Átropos hacua el hueco de la puerta ocho y os perdéis en los giros del vórtice que os lleva a casa.