Te metes en el interior del reloj buscando el mecanismo que lo mueve, intentando averiguar dónde están las piezas faltantes. En su interior, lejos de todo pronóstico, encuentras oscuridad. No una oscuridad natural, como en cualquier hueco pequeño y cerrado, sino una oscuridad tan negra que dudas incluso de seguir existiendo.
La poca luz que emite tu cuerpo incorpóreo se reduce y buscas algo alrededor, pero mires donde mires solo hay oscuridad. Y en mitad de la oscuridad, un ojo rojo se abre, brillando con luz propia, como si se tratase del centro de una hoguera
-Vaya -Dice la voz del ser que hay dentro -, un juguete nuevo -Murmura y sientes, aunque no eres capaz de verlo, que se ha levantado. Antes de que puedas reaccionar, la criatura agarra tu cuadro, con muy claras intenciones.
-Mátalos a todos, juguetito -Te pide, haciendo que notes su aliento en tu cara, el cual emite no solo un calor inhumano que pone tus espectrales pelos de punta sino también la inconfundible luz de las ascuas -Mátalos y te daré cualquier cosa que quieras
Gracias por desbloquear al jefe final de la partida, no tenía muy claro dónde meterlo =D
Tienes opción de cambiar de bando, ¿mantienes tu alineamiento o te corrompes?
Desde luego al entrar al reloj no encuentro lo que esperaba. Un ser de oscuridad que agarra mi cuadro de forma amenazadora, y yo no tengo muy claro que sería de mi sin mi cuadro.
-¿Que los mate?¿y me dará todo lo que yo quiera?, vaya, que oferta mas generosa- respondo con nerviosismo intentando ganar tiempo, esta situación me resulta del todo inesperada
-el caso es que, si suena bien. Pero yo soy bastante pacífico ¿sabe?, no sabría por donde empezar con eso de matarlos. De hecho el payaso me da un poco de miedo. Creo que debería buscar un agente mejor. Si, hasta afae sería mas peligrosa que yo. ¿Y si me deja salir y le digo a alguien que entre? en secreto claro. Seguro que Anon estará encantado-
Mientras hablo retrocedo lentamente, esperando la ocasión en que suelte mi cuadro para salir a toda velocidad
La sonrisa del ser se amplia con las palabras que dices, pero tira sin ninguna sutilidad de tu cuadro, arrancándotelo de las manos.
-Me gusta como piensas, bola de memoria, vete a buscar a alguien y yo me quedo esto hasta que vuelvas -Sugiere, dejando ver que no solo su aliento huele a fuego e irradia calor sino que dentro de su boca se ven ascuas encendidas -Pero sin llamar la atención, bicho, o prenderé fuego al cuadro y a la sala entera -Te avisa, sonriendo, antes de darle un empujón que te lanza fuera del reloj.