Partida Rol por web

Entré en el dormitorio de los chicos de Hufflepuff con el paquete de peras que me había dado Daphne bajo el brazo.

- Buenas noches - murmuré mientras entraba, por si había alguien despierto capaz de oírme.

- Hey hola chicos - La verdad es que hoy Seth si que se encontraba cansado. Se dirigió hacia el horario de clases que copió... - mmm mañana hay... defensa contra artes mágicas y por la tarde... conocimiento de criaturas mágicas... interesante, no os parece?.

- Por cierto Filipp, ¿estás bien?, te he visto muy raro en el comedor - miró a Oliver y a su paquete de peras... mientras Seth se quitaba la túnica de aprendiz, se colocaba el pijama, sacaba otra túnica límpia para mañana, y abría su cama. A partir de ahora respondería sentado, ya dentro de la cama.

Tras escuchar las palabras de Mircea, Filipp asintió. Quizás tengas razón, y sea sólo cuestión de tiempo - dijo mientras recogía. Ah! y estaría bien unirse a ese grupo de estudio - añadió.

En ese momento escuchó pasos que se aproximaban...

Filipp vió entrar a Seth y a Oliver.

Hola - dijo al verlos pasar. Hmm... si, desde luego parecen mejor asignaturas que las de hoy, o más interesantes, al menos...

No es nada - añadió Filipp respondiendo a la pregunta de Seth - sólo estaba un poco fastidiado por que no me salieron los hechizos, nada más...

Mientras hablaban, Filipp fué guardando las cosas y poniéndose el pijama.

- No te preocupes Filip, todos tenemos días buenos y días malos. Yo creo que tu tienes mucho que decir aún... - respondió Seth, que ya estaba en su cama arropado, con las manos apoyadas en su cabeza mirando al techo. No podía dormirse sin arroparse. Quería quedarse más tiempo despierto para hablar con sus nuevos compañeros, pero sus párpados cada vez pesaban más y más.

-Mircea, me he dado cuenta de que hacías buenas migas con Daphne esta tarde. Desde que te ví había pensado que eras demasiado tímido... me alegra ver que no te limita para hacer amigos - había llegado el momento filosófico del día, en la cama, cuando más relajado se está. Cayó en la cuenta de que en todo el día no había realizado  realizar sus ejercicios diarios de yoga y tai-chí.

Seth era un chico muy independiente, siempre se las había tenido que arreglar solo. Él pensaba que era demasiado egoista, al pensar tan sólo siempre en él, pero durante el día de hoy había descubierto que en este lugar, las cosas cambiaban. Nunca se habría imaginado preguntandole a sus compañeros por sus estados de ánimo, o congeniando tan rápido con ellos... incluso llegó a asustarse tras meditarlo.

Seth se durmió.

Amanecer del Día 2- Segunda semana del mes de Septiembre

Las palabras de Seth tuvieron un efecto negativo en Mircea. Aún sin alterar la apariencia impertérrita de sus pálidas facciones, un leve atisbo de molestia pudo percibirse en la mirada azulada con la que correspondía su mirada; desaparecida instantes después cuando decidió entornar los ojos para luego dirigirlos hacia la posición de Filipp.- Buenas noches.- le dijo, aún con la aparente suficiencia que rezumaban las frases de Rajel retumbando en el interior de su cabeza.

El rumano desconocía los motivos que guiaban las acciones de su interlocutor, cuyas palabras eran lo único que rompían la delicada paz del dormitorio. A su modo de ver las cosas, él no había hecho más que interesarse por su varita, de ornamentación y apariencia exótica comparándola con las fabricadas por Ollivander. Por mera curiosidad, obtuvo un silencio incómodo, acompañado por un comentario lleno de suficiencia durante el almuerzo del día siguiente. Mircea también percibía esas fugaces y silenciosas miradas con las que Seth correspondía a su indiferencia. Su voluntad por no destacar no buscaban molestar a nadie. Las acciones de Rajel, sí.

A la mañana siguiente, madrugando como de costumbre, se apresuró en tomar una ducha y vestirse antes de que cualquiera de sus compañeros de habitación pudiese acompañarlo. Tomando el libro de Defensa Contra las Artes Oscuras, varios rollos de pergamino, un frasco de tinta y una pluma para introducirlos en su sombrero, se encaminó hacia el Gran Comedor para desayunar un poco antes de ir a clase.

Seth vió de reojo cómo salía Mircea del cuarto. - Este chico es increible, yo pensaba que iba a estar un poco más amigable hoy - pensó. 

- Buenos días compañeros! - saludó a los demás.

Seth se levantó de un salto de la cama, había dormido como un lirón, y ahora estaba lleno de energía para comenzar el nuevo día, sus clases, aprender y sobretodo seguir conociendo a sus compañeros. Se preparó rápidamente, se visitó, metió los libros que hacían falta para la clase de Defensa en su bolsa liviana que reducía el peso de lo que introdujese en su interior y se colocó frente a la puerta.

Oliver y Fillip ya estaban despiertos también. ^^

Tardaban demasiado en prepararse...  - Esto... chicos, os espero en la sala común, ¿ok?  Voy a ir preguntando cómo se llega a la clase de defensa.

No sabía por qué pero el sueño no me había dejado lleno de energía. Estaba despierto, pero remoloneé un poco en la cama antes de levantarme. Mircea y Seth ya habían salido a la sala común mientras yo me vestía.

- Vaya, qué rápidos que están esta mañana - comenté a Filipp - Tendremos que darnos prisa para atraparlos - sonreí.

Aquella mañana tocaba Defensa contra las Artes Mágicas, ¡iba a ser genial!

- ¿Qué crees que nos enseñarán en la clase que viene? ¡A lo mejor nos enseñan algún hechizo para duelos mágicos! - acabé de prepararme y me acerqué a la puerta del dormitorio - ¡Vamos, no te quedes atrás!

Seguramente cuando llegase al dormitorio ya habría alguien durmiendo. Había sido un día muy movido por lo que no tenía ganas de hablar con nadie tan tarde, sólo quería dejarme caer en la cama y dormir. ¡Dormir!

Me puse el pijama (aunque podría haberme dejado caer directamente sobre la cama con lo puesto) y me tapé hasta la cabeza con las sábanas.

No tardé en dormirme, aunque estaba bastante emocionado con las clases del día siguiente.

Seth llegó junto con Óliver a las habitaciones. Y se quedó sobao.

Amanecer del Día 3 - Tercera semana del mes de Septiembre

Buenos días chicos!

Seth se levantó cómo siempre de los primeros. Se arregló y cogió los senseres necesarios para su primera clase del día: transformación. Decició esperar a sus compañeros y compañeras de casa en la sala común. Así, sin hacer mucho ruido para no despertar a nadie salió a la sala creada en honor a Helga Hufflepuff.

Me desperté algo cansado. No sabía si era porque no había dormido bien o porque sencillamente había gastado ya todas mis energías, pero remoloneé un poco antes de levantarme definitivamente. No dudé en tomarme mi tiempo mientras bostezaba y me estiraba, desentumeciendo todas mis extremidades antes de vestirme. 

Todavía algo soñoliento salí de dormitorio, vestido y preparado para las clases.

Seth llega al dormitorio. Ha sido un día largo... pese a que se empezó con muchas ganas. Las clases al menos le han ido bien, no como la clase del día anterior.

He disfrutado mucho usando de verdad la varita en un combate... pese a haber herrado el tiro y en lugar de darle a uno de esos engreídos de Ravenclaw... le dí a la caja. ¡Inorpotuna!

Terminó de asearse y colocarse el pijama. Y se metió en la cama a leer un rato...

Oliver llegó al dormitorio con la mochila cargada a la espalda. Por la cara que hacía parecía entre cansado y distraído. Vio a Seth leyendo en la cama y lo saludó.

- Buenas noches, Seth. 

Dejó la mochila junto a la cama y aunque tenía ganas de meterse inmediatamente en la cama, hizo un esfuerzo para ponerse el pijama antes de taparse hasta arriba con las sábanas. Y una vez estuvo acomodado se giró en dirección a Seth.

- ¿Qué lees? 

- Estaba leyendo un libro que traje de casa...  ¿Qué tal tu día? A penas nos hemos visto hoy.

Seth pasó página.

Amanecer del Día 4 - Cuarta semana del mes de Septiembre