Partida Rol por web

Aún apesadumbrado por el ambiente en el funeral, Perry llegó al comedor y se dirigió a coger algo de comer. Era una necesidad básica de un ser humano, no podía evitar tener hambre. Se alegraba más que nunca de ser vegetariano pues, en estos momentos tan trágicos, se le antojaba de mala educación comer perdices, cordero, conejo o lo que fuera el gusto de los obnívoros. Por su parte tomó un plato con verduras crudas:  aromático apio, delicioso brócoli y crujiente zanahoria. Se sentó y se puso a rumiarlas pensando en la clase que tenían a continuación. 

Allí estaban su hermano y Will. Perry les lanzó una dura mirada.

- Hola chicos. ¿No habéis ido al funeral? Me pareció ver a Willos muy triste y sola.

No tardó mucho en salir de nuevo en dirección a clase. Tener la mente ocupada le vendría bien.

Aunque seguía triste, y podía verse porque su rostro no resplandecía como era habitual, tenía que reconocer que el haber mantenido una conversación con las gemelas le había subido el ánimo.

Saludó a Christopher, que parecía ser el único que había allí y se sirvió un poco de bullabesa y comenzó a comerla. No tenía el estómago muy por la labor de recibir comida, pero se forzó a comer algo, porque sabía que de lo contrario sería aún peor.

- ¿Qué tal? -Miró a su compañero de casa. No sabía si él también había perdido a su mascota, pero sintió que estaba bien preguntar.

Tras estar deambulando por la biblioteca sin éxito alguno, Byron se pasó por el Gran comedor con prisa, iba justo a la clase de Transformaciones, así que cogió un sandwich y se lo llevó para comérselo por el camino.

-Me voy a clase!- dijo con urgencia y saludando a los compañeros que aún estaban por ahí.

Christopher dejó de comer cuando Willow le habló. Él estaba bien, Isidoro estaba en perfecto estado y, quitando que había sido un funeral muy bonito y la noche de Halloween muy trágica, no se podía decir que Chris estuviera mal.

No sabía por qué lo hacía, pero lo hizo. Apoyó su mano en la de Willow y la apretó suavemente. Sonrió mirando a la muchacha.

Vamos a clase, Willow, seguro que así te distraes un rato, vamos... se levantó y cogió sus cosas.

Se terminó la comida y le dedicó una sonrisa a Christopher. No habían hablado mucho, pero durante lo poco que lo habían hecho Christopher había demostrado ser un buen chico.

- Si, ¡vamos! -Cogió sus cosas y se fue junto a él a clase.

Llego al comedor junto con William, se me ve realmente cansado y cabizbajo.

Me siento en la mesa y tomo uno de los platos que más cerca tengo.

—Oye, Will... me he dado cuenta de que... — suspiro — Me he saltado la recuperación del Alarmir con todo el follón de ayer... No paro de cargarla... Había pensado en hablar con el profesor para ver si podía recuperar el hechizo otro día...

Llegó al comedor, sonriente, y se sentó.

- ¡Buenas noches! -Saludó a William y Edward, que parecían ser los únicos por allí. Le resultó extraño, pero supuso que se le había hecho tarde estando en los terrenos.

Posó unas cuantas hojas sobre la mesa, se sirvió un poco de ensalada y comenzó a comerla on avidez. Por cómo devoraba la comida, parecía que había pasado un día intenso, eso, y que tenía las mangas de la túnica y la cara con manchurrones de tierra.

Cuando terminó la cena, soltó un pequeño suspiro, y tras tocarse la barriga, satisfecha, se levantó.

- Estoy agotada. Hablamos mañana, ¿eh? -Movió la mano a modo de despedida, cogió las hojas que había posado nada más llegar y se fue de allí.

Chris llegó al gran comedor y, como siempre, se moría de hambre. Se sentó a la mesa y se sirvió algo de pescado, que se dio cuenta que hacía mucho que no comía.

Todos seguían en silencio, sin decir ni hacer mucho. El muchacho de color suspiró. La noche anterior había sido trágica, y nada se podía hacer para que lo superaran.

Con un gran bostezo, terminó la cena. Se levantó y, colgandose la mochila a la espalda, se despidió.

Buenas noches, chicos.

Como un rayo llegó PErry al comedor. Estaba hambriento. Se había dedicado a ayudar a los demás y eso siempre cansaba. Cogió un par de zanahorias, hojas de endivias y unos champiñones crudos y se los zampó en un pis.pas.

Se le había hecho tarde a Byron cuando se dió cuenta en la biblioteca de la hora que era. Cuando por fin llegó al comedor, todos se habían marchado. A pesar de que tenía algo de hambre, cenó algo muy ligerito, no era plan de estar toda la noche despierto por culpa de una digestión pesada.

Tras cenar, cogió rumbo a los dormitorios.

—Pues sí, tendríamos que haberlo hecho... qué rabia. Pero es que hoy no ha sido mi mejor día.

Veo llegar a los demás, incluyendo a Willow. La saludo con algo de temor dado lo que ha pasado.

—Ho- hola... —parece tener prisa, así que prefiero posponer las disculpas—. Bueno... que descanses.

Cuando todos se han ido, increpo un poco a Ed para que subamos ya a dormir.

—Deberíamos ir subiendo —declaro, y me levanto para irme hacia el dormitorio.

Llego algo distraída a la mesa de Ravenclaw, saludo a los presentes que al parecer ya estaban terminando de cenar... Me sirvo un poco de puré y una porción de ensaldas y como en silencio. Al parecer el día a sido extenuante para todos, los veo levantarse rápidamente y dirigirse al dormitorio. Nadie parece tener ganas de conversar demasiado y es lógico luego de todo lo sucedido. Termino de comer mi postre y me levanto de la mesa con la intensión de dirigirme al dormitorio.

Caminar por el gran comedor con tan poca gente le hizo darse cuenta de que habia madrugado más de la cuenta. Se sentó hacia la mitad de la mesa y miró a su alrededor. El desayuno se veía caliente, como si los elfos acabaran de usar su magia para subirlo a las mesas. Se puso un plato de patatas, bacon, tomate y setas acompañados por huevos revueltos.

Llego apresuradamente al Gran Comedor, me había quedado dormida y tendría poco tiempo para mis actividades del día de hoy. Tenía pensado ir a la Biblioteca por unos libros y luego a la Sala común para realizar unos apuntes antes de ir a clases. Era temprano aún, pero eran muchas las cosas que quería hacer antes de ir a clases... Al llegar a la mesa de Raven veo a Crhistopeher Jamal que parecía disfrutar de su desayuno. - Buenos días Christopher saludo mientras le sonrío y me sirvo una taza de mi té preferido y algunos pastelillos extraños que olían delicioso!

- ¡Hola chicos!- Saludó a los que estaban en la mesa mientras dejaba su bandeja con yogur de cabra, muesli y un gran vaso de zumo de naranja. Desayunó tranquilamente mientras repasaba unas notas manuscritas de las clases de encantamientos, la que tenían ahora.-  Ahora tenemos encantamientos Crystal. ¿Crees que estará la profesora Green?- Le dijo observando a la chica que se había perdido la última clase.- Recuerda que el domingo tienes que recuperar la clase de DCAM y aún no te sabes el hechizo.- No se pudo contener. Le daba mucha rabia estar en última posición en la clasificación de la copa de casas.- Yo te puedo echar una mano cuando quieras.- Dijo ya más dulcemente. Se levantó y recogió sus cosas.- ¿Vienes a clase?- Dijo inquisidor.

Llegué al Gran Comedor que gran apetito. Hola chicos, ¿Qué tal la mañana?

Comienzo a servirme tostadas, magdalenas y un gran tazón de leche y zumo para empezar el día.

No se qué me pasa hoy que estoy tan hambriento.

Al llegar al gran comedor, Byron se fue a al lado de Chris que aún seguía por allí. Se puso un zumo de naranja y empezó a beberselo poco a poco pero sin pausa mientras con la zurda cogía un bollo relleno de mermelada. Todo esto estando de pie.

- Ahhh!- expiró aliviado cuando acabó de beberse el zumo- Te vienes? Vamos a llegar tarde al final...- Volvió a coger otro bollo con la derecha y se metió el de la izquierda en la boca.

Esperó a la reacción de Chris y con una sonrisa caminó a clase.

Willow llegó medio corriendo al comedor, saludó a los presentes, cogió una tostada y con ayuda de un poco de zumo de calabaza la tragó para después salir de allí tan rápido como sus pequeñas piernas le permitieron.

Me sonrrojo ante el cometario de Perry, él tenía razón aún no me sabía el hechizo... Era muy triste mi participación este año en Hogwarts, mis padres no podrían creerlo, siempre había sido un buena alumna pero este año las cosas no me estaban saliendo nada bien. Había perdido mi clase por seguir una pista que había encontrado en el dormitorio de Raven, luego había perdido mi varita... Cómo explicar que algo así me sucediese? Estaba avergonzada, triste y enfadada conmigo misma. Pero de eso nadie tenía la culpa, eran mis asuntos. -Sonrío a Perry y tratando de no peder la calma le contesto. -Pués no creo que la profesora Green esté en clases, aún no creo que esté en condicones de retomar las clases, aunque me encantaría que así fuese.- Luego bajo la mirada y cortando un trozo de pastel de moras que me había servido respondo: -Pues claro que iré a clases, no puedo seguir perdiéndomelas. Adelantate tú, yo en un rato te veo. Debo ir a buscar unos libros antes dem ir al Salón de Clases. Y por supuesto que me gustaría que ayudases con los hechizos, sino es mucha molestia para tí claro.- Digo mientras engullo un trozo de pastel y limpio las comisuras de mis labios, tratando de simular la vergüenza que esta situación me provocaba.

Saludo a los demás que también estaban terminando su desayuno. Me levanto salgo en dirección a la Sala común. Debía recoger algunos libros que había dejado allí, y dirigirme a clases. Espero llegar a tiempo...