Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

La octava campanada

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09/03/2015, 23:22
Niba Laymon

Niba no estaba acostumbrada a la cercanía con otros, en su vida como fata, solo tenía a su padre y a Lúva, hasta que le arrebataron a ambos, y entonces solo tuvo a Vanya, pero no por mucho tiempo. Luego como humana era introvertida, tímida y solitaria. Así que en esencia, eso de los abrazos y las muestras de cariño, no habían sido muy de su estilo. Por eso cuando Anastasia se arrebujó contra ella como una niña buscando el cariño y la protección de un adulto, se sintió extraña. 

Tampoco había sido ella nunca la protectora, siempre había sido la protegida. Tragó saliva y abrazó a la otra muchacha.

- Sobreviviré por mí si es que puedo - Dijo con sinceridad pero sin muchas esperanzas - Sobreviviría para enmendar mis errores y recuperar el tiempo perdido. Me gustaría conocer a los demás, a todos, me parece que hasta el último de nosotros merece la pena, y me niego a creer que entre ellos haya asesinos despiadados o traidores.

Pero los hay. Le dijo una voz en su cabeza, Aidane la acalló, la amordazó, y la envió al fondo de sus pensamientos. 

- No están locos... Lo que sucede es que nos han puesto en una situación difícil y... No sabemos qué hacer. Todo el mundo defiende con uñas y dientes aquello que ama, o cree amar.

Hizo una breve pausa antes de preguntar.

- ¿Qué es eso que bebes? 

 

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11/03/2015, 00:25
Anastasia Bubois

Anastasia ojeó la petaca como si buscase una etiqueta que le diera la respuesta que Niba le pedía y después de comprobar ambas caras metálicas un par de veces hizo una mueca de ignorancia y le tendió la petaca.

- No lo sé, pero raspa un poco al bajar por la garganta. - le advirtió por si deseaba probarlo.

Tragó saliva para aclararse la voz y miró a la chica pelirroja tímidamente- ¿Qué errores buscas enmendar? - le preguntó buscando la mano que correspondía al brazo de Niba que usaba de manta y entrelazó sus dedos en un gesto aparentemente cariñoso pero motivado por la angustia a que su calma sugerirse a Niba desabrazarla, buscando evitar salir de ese punto que parecía ser un punto ciego para la locura de la habitación. - ¿Problemas en el paraíso con Othar?.

Al mencionar un nombre fata, arrugó la nariz desorientada.
- Qué extraño que Vanya haya desaparecido.

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11/03/2015, 15:34
Niba Laymon

Niba rechazó el ofrecimiento de Anastasia con un gesto educado. Nunca había bebido alcohol ni nada parecido, y no iba a empezar ahora. 

- En realidad a veces creo que todas las decisiones que he tomado, desde que escuché la llamada, han sido erróneas - Admitió, luego pensó en Ohtar y tampoco estuvo segura de estar haciendo las cosas bien en ese sentido- Demasiado diferentes - Musitó un segundo antes de ser consciente de que había pensado en voz alta, sonrió a medias y volvió a cambiar de tema- A mí no me parece extraño, de hecho yo también desaparecería si pudiera, aquí hay poco que ver y nada que merezca la pena, discusiones y muertes. 

Hubo un momento de silencio y Aidane miró la habitación.

- ¿A qué le tienes miedo? ¿Eres una fata claustrofóbica o es otra cosa? - Quiso saber.

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11/03/2015, 17:51
Anastasia Bubois

Anastasia sonrió divertida ante el predecible rechazo de la bebida por parte de Niba y echó otro trago antes de volver a roscar el tapón guardar la petaca sobre sus rodillas. Se entretuvo un poco antes de encontrar la forma de dejarla ahí sin que resbalara y cuando lo hizo volvió a arrecogerse.

- Lo extraño es que pueda. - aclaró en cuanto a Vanya - Pero parece que está con Rais, en el Bosque - pensó en voz alta y arrugó la frente al procesar sus palabras - Creía que era una fata de las Ruinas.

Anastasia se encogió de hombros, dejando a un lado sus cabalas y con ese movimiento la petaca se desequilibró y cayó sobre la cama. - Del suelo no pasa. - repitió casi por reflejos la frase que tanto había oído decir a la Hermana Genevieve.

-No, yo...- se avergonzó de sí misma al escuchar la pregunta de Niba - La verdad es que como fata, la última vez que unas paredes me rodearon acabaron bañadas con mi propia sangre. Pero, en este sitio, eso no importa. Son los miedos de humanos los que me asaltan, jamás he tolerado las barreras, odio sentirme atrapada, encerrada y apartada. Puedo sentir los ojos de las paredes sobre mí y oír sus voces susurrándome que jamás me liberaran, que enloqueceré consumida en el silencio y la soledad. - calló de pronto al escucharse, era la primera vez que su voz humana confesaba tener miedo desde la noche que la separaron de sus padres. Y de pronto se sintió extraña, transparente, e incómoda. Sintió como si aquella chica -de la que ni siquiera estaba segura de saber su nombre- hubiese hundido su mano en su pecho y le hubiese removido todo su interior. - Temo convertirme en un fantasma vivo . - murmuró para sí misma y se apartó de ella evitando cruzar su mirada gateando hasta los pies de la cama donde se sentó abrazándose a sus piernas.

- En Faë conocí a Lísmar . - quise cambiar de tema.

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11/03/2015, 19:21
Niba Laymon

- Yo... He perdido la capacidad de sorprenderme, aquí hay gente capaz de cosas que yo no hubiera podido ni soñar - Admitió Niba relajando la voz y la postura- ¿Sabes? Creí que yo era rara porque podía crear y manejar el fuego, pero mi poder es de chiste comparado con lo que he visto aquí... 

Sonrió apenas y asintió.

- Y lo es, es una fata de las Ruinas, al menos hasta donde yo sé, pero no creo que eso importe para poder estar en el Bosque, en las Ruinas o en la Linde. Lo que no sé es por qué nosotras hemos sido traídas a esta habitación. Si tú no has sido y yo tampoco... ¿Quién? El hecho de que tú no soportes los lugares cerrados y sin salida debe haber tenido algo que ver ¿No crees? 

Sus ojos claros siguieron el movimiento de la petaca.

- El caso es que ahora no estás sola ni apartada, estás conmigo - Afirmó con seguridad - ¿Quieres que intente usar mi poder para abrir un agujero en una de las paredes? Podría... Ya sabes, imitar una especie de soplete, abrir una ventana para ti. 

No sabía si sería posible, pero si Anastasia lo necesitaba, podría hacer el intento. La dejó alejarse, sin querer presionarla.

- ¿Lismar? - Repitió rebuscando en su memoria, no creía haber conocido a ese fata, pero esperó inclinando la cabeza a un lado ligeramente como si invitara a la chica a contarle más.

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12/03/2015, 11:54
Anastasia Bubois

- Tu poder es asombroso.- la elogió su corazón sin consultarlo ni con su cerebro ni con sus tripas - De pequeña, humana, me dijeron que el fuego purificaba, que por ello se hacía arder a las brujas, porqué así el diablo recuperaba lo suyo y esa pobre alma se liberaba de sus cadenas con el infierno para poder ser juzgada por Dios. Muchas de las chicas temieron el fuego, a nunca dejó de parecerme cálido, además ¿ser purificado no se supone que es bueno? - negó con la cabeza deshaciéndose de esos recuerdos inútiles - No funcionará. - respondió a su ofrecimiento - Pero te lo agradezco.

A pesar de su pesimismo no pudo evitar dedicarle una mirada furtiva a la pared de su espalda -Aunque, por probar...

No sabría decir exactamente en qué momento volvió a encararse a Niba pero de pronto se descubrió a su misma expresando sus pensamientos en voz alta - Has dicho que nunca más volverías a matar, pero al encontrarte tras el reloj, elegiste la llama del Verdugo ¿por qué?

Notas de juego

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12/03/2015, 13:16
Niba Laymon

Niba miró la pared, observándola, Anastasia había dicho que no funcionaría con bastante seguridad, y en verdad ella tampoco tenía esperanzas, ignoraba cómo o por qué ambas fatas habían ido a parar allí, pero si quisieran que escapasen con facilidad, no las habrían encerrado, si no había puertas ni ventanas era por algo, ella no pretendía escapar, solo quería aliviar un poco la angustia de la otra chica. 

- Escogí "Verdugo" antes de tomar mi decisión - Respondió consciente de que no había recibido respuesta sobre su última pregunta - Lo elegí sin saber qué era o implicaba, aunque tanto daba, es una forma de matar, como otras que también tengo y tuve en mis manos, pero no las utilicé, ni las utilizaré a no ser que me obliguen contra mi voluntad, cosa que espero no suceda. Atacar a otros es como atacarme a mí misma, no va en mi naturaleza hacer daño, y si me pierdo a mí misma, mis principios, mi moral ¿Qué me quedará? 

Bajó de la cama y se acercó a la pared para tocarla con las manos, examinándola. 

- Terminarán por matarme de nuevo, estoy casi segura de eso, más tarde o más temprano caeré, como ya caí la primera vez - Se encogió de hombros lanzando una mirada a su interlocutora y sonrió - Estar muerto no es tan malo, puede incluso resultar liberador. Si Fäe me quiere, aquí me tiene. Pero no me traicionaré a mí misma por algo que ni siquiera sé si merece la pena. 

 

Notas de juego

Máster ¿Cabe la posibilidad de intentar lo de la pared? 

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12/03/2015, 13:57
Narrador

Notas de juego

Cabe la posibilidad de intentarlo, pero efectivamente no conseguirás nada. :P

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12/03/2015, 14:03
Anastasia Bubois

La confianza de Niba obligó a Anastasia a sonreír un tanto irónica. Había vuelto pisando fuerte, quizás realmente la muerte resultaba liberadora.

- ¿Sabes, Niba? - llamó su atención recuperando la tensión de su espalda, relajada en su confianza- Te había juzgado mal. Perdona. - ahogó su sonrisa dejando que sus labios tomaran su posición natural. Y se dejó caer en plancha sobre la cama que ahora era toda para ella, esquivando por poco la suerte de clavarse la petaca en la espalda.

Se quedó tumbada mirando al techo, extendida cual invasor por toda la cama. - Creía que te faltaba aplomo, pero con lo dicho me has hecho tragarme mis palabras.

Buscó a tientas la petaca que había sentido rozarle la cintura al caer y al encontrarla volvió a buscarle un bolsillo en el que quedarse.

- Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.- citó al tío Ben con solemnidad - ¿Eres uno de los traidores?- preguntó a pesar de creer que era absurdo - Más que nada, que si tus posibilidades de matar no están condicionadas a otros, no tienes porqué morir de nuevo. Yo no dejaría que pasara.

Inspiró y exhaló con fuerza, parándose a sentir sus pulmones llenarse y al aire escapar entre sus labios, y calló unos segundos antes de alzarse como un resorte y sentarse a lo indio para verla acariciar la pared.

- Lísmar - volvió a su pregunta olvidada - Era amigo de tu novio. Uno de los tres Guardianes del Bosque. Fue sacrificado a la Bruma, y por él, yo me salvé del mismo destino.

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15/03/2015, 21:45
Niba Laymon

- ¿Tengo pinta de traidora?

Nada más decir aquello se dio cuenta de que la pregunta era absurda, y la desechó con un gesto de la mano, que venía a decir "Vale, olvídalo". Las siguientes palabras de la muchacha le interesaron más. 

- ¿Por qué me cuentas eso? - Quiso saber - ¿Tres guardianes? Eso quiere decir que ahora mismo solo queda Ohtar ¿no?

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16/03/2015, 18:55
Anastasia Bubois

Anastasia achinó su mirada extrañada por la pregunta de Niba, y la repasó de pies a cabeza como si buscara una confirmación de que seguía siendo aquella que manifestaba querer conocer a los fatas.

- ¿Por qué te lo cuento? - manifestó aquella extrañeza y se encogió de hombros pues la respuesta a ello debería tenerla Niba y no Anastasia - Dijiste que querías conocer las historias de los fatas. Pensé que ésta te gustaría. - le sonrió con picardía y luego asintió con energía - Solo queda Othar, pero pronto no quedará Bosque al que guardar.

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16/03/2015, 21:26
Niba Laymon

Niba se tomó un momento para responder a Anastasia. Su pregunta, más que ir dirigida a la muchacha, había sido un pensamiento en alto. 

- ¿Quién sacrificó a Lismar? ¿Y por qué su sacrificio fue tu salvación? - Quiso saber - ¿Por qué no quedará bosque que guardar? 

Aidane no sabía cuál exactamente era la función de un Guardián del bosque, su vida había transcurrido en la Linde, y después en Las Ruinas, de todo lo demás, no sabía nada.

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17/03/2015, 12:02
Anastasia Bubois

Anastasia negó lentamente con la cabeza, negando las conexiones que esa chica hacía entre palabras no dichas.

- Niba.- la llamó con contundencia pidiéndole concentración - Caperucita roja nos lo advirtió: Palacio está prácticamente a oscuras, el Bosque marchito y la Linde consumida por la Bruma. A estas alturas todo es Ruinas. Por eso no quedará bosque que guardar.

Clavó su mirada en ella esperando su confirmación, esperando una señal de que podía recordar aquello, de que había entendido las palabras de esa mujer como ella había hecho.

- Lísmar guardaba el Bosque, junto a Othar y Gelion; no conozco más de su historia que aquella que compartió conmigo. - dibujó una sonrisa prácticamente neutra, como si solo quisiera que sus labios descansaran - Cuando palacio me arrebató a mis hijos, decidí que no les dejaría cruzar solos al olvido, no podía dejarles, así que me encaminé hacia la Bruma, dispuesta a adentrarme en ella, a buscar a mis pequeños y darles la mano para abrazar juntos el destino, como una familia, como un solo corazón.

Instintivamente Anastasia escurrió su mano por la apertura de la chaqueta que Anya le había prestado y buscó el punto bajo el cual debía encontrarse su corazón. Guardó silencio un instante sorprendida por la perfección de los latidos humanos, rítmicos y armónicos. Dejó caer su mano y siguió el relato.

- Fue en la Linde donde conocí a Lísmar, los moradores de esas tierras le guardaban como sacrificio a la Bruma, porqué la Bruma exige y no se le puede negar. - levantó ambas cejas con la última afirmación manifestando su indignación con esa creencia - Lísmar había sido obligado a mirar la Bruma, a mirarla día y noche, observando como otros fatas se adentraban en ella y como jamás regresaban, pasó mucho tiempo inmóvil frente a ella, asumiendo un destino escrito por mano ajena sobre el suyo propio. Y yo le acompañé en su espera. Primero permanecimos uno al lado del otro, mirando la pared infinita, sin mediar palabra o cruzar mirada; pero a medida que la Bruma se hacía más real y próxima, a medida que ésta entraba en nosotros, impregnando nuestro interior con su olor a humo y locura, nuestras manos buscaron la fuerza del otro, entrelazándose con la misma lentitud en que la Bruma trabajaba, el tiempo sincronizó nuestras mentes y cuando me creí preparada para dar el último paso. Cuando los moradores de la Linde marcaron la hora de Lísmar. Él apretó mi mano con un mensaje "vive, encuentra a tus hijos" y antes de poder reaccionar soltó mi mano y se perdió para siempre.

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