Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

Niba Laymon

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02/03/2015, 18:31
Aidane

O.o ¿Su fata se ha ido pero su cuerpo humano sigue ahí? ... 

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02/03/2015, 18:46
Narrador

Así es... ¿Increíble, verdad? O.o

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02/03/2015, 21:28
Aidane

XD No te rías de mí!!! ¬¬ xD

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06/03/2015, 11:36
Narrador

 De la escena Votaciones

No uso ni "verdugo" ni "Cazador". 

Saludos!

Notas de juego

Pegado aquí para que quede constancia. :)

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09/03/2015, 01:09
Narrador

La noche cayó, y una vez más la oscuridad os cubrió con su manto. Algunos se separaron para dormir en pequeños grupos. Otros, en cambio se quedaron solos, esperando que el nuevo amanecer les pillase con vida. Una de las últimas imágenes que llegó a tus ojos fue la de tu Mentor apartándose del resto, para pasar la noche a solas.

Él te había dicho que esta noche prepararía aquella nueva poción. Poción de muerte, la había llamado. Como su Aprendiz, no tardaste en ponerte en pie y buscarle en la oscuridad, sólo para encontrarle concentrado, trabajando con unas hierbas que no terminabas de reconocer. Cuando él abrió los ojos y su mirada se cruzó con la tuya simplemente asintió con gravedad, permitiéndote quedarte a observar. A aprender.

Eras consciente de que si en algún momento le pasase algo tendrías que tomar su relevo. Procurar tus hierbas. Fabricar tus pociones. Ojalá no llegase nunca ese momento, pero por si acaso... Tenías que estar preparada.

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15/03/2015, 19:53
Narrador

Notas de juego

Llevas tres días seguidos sin postear (cuatro, contando hoy). ¿Va todo bien? :)

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15/03/2015, 21:04
Aidane

Sorry! Los fines de semana suelo estar muuuy lejos del ordenador, trato de postear ahora en la general aunque sea :P

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15/03/2015, 21:08
Narrador

Genial. ^^

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23/03/2015, 02:08
Narrador

Una vez más la noche fue cerrándose, bañándoos en la más absoluta oscuridad. Tener la Bruma cerca era terrorífico. La presencia de los Fata muertos, temible. Pero había algo que te hacía sentir tranquila: la certeza de que, pasase lo que pasase, estabas en el camino de hacer lo correcto. Si había alguna forma de encontrar la paz, era esa.

Antes de la llegada del amanecer algo sucedió. Ni siquiera llegaste a enterarte, y aunque algo en tu mente trató de buscar un nombre que pagase las consecuencias, te negaste. Nadie moriría por tu mano, ni aún en tu propia muerte.

No tardaste en darte cuenta de lo que pasaba. Como Fata pudiste esperar al lado de tu propio cuerpo a que se hiciera de día: un enorme bloque de piedra había aplastado la cabeza de tu carcasa mortal. Niba había fallecido. Ahora sólo quedaba Aidane.