Partida Rol por web

London by Night: Crimson Nights

[Prólogo] Written Tears (Morgana Clay)

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16/10/2019, 21:59
David Webb

El joven te mira algo confundido, sin saber muy bien qué decir, la verdad que le has pillado por sorpresa, intenta ser comprensivo y ayudarte en todo lo posible, pero en esta ocasión apenas tiene nada que aportar. Te mira a los ojos, buscando respuestas a preguntas que no se han formulado. Te invita a sentarte y te mira a los ojos.

-No sé, pero... ¿Por qué querría hacer... esto? -Te mira dubitativo. -No es normal... ¿No?

Te mira a los ojos.

Notas de juego

Comienza tu minijuego. A medida que vayas dando respuestas a tus preguntas ganarás XP. Hasta un Máximo de 5.

Es posible que no tengas las respuestas ahora, pero a medida que avances podrás darlas.

Te puedo ir dando pistas, pero para dejar esto limpio, lo haremos por tu canal personal.

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16/10/2019, 21:48
Constance Gallagher
Sólo para el director

Observó con detenimiento la fachada de su casa mientras se acercaba en el carruaje. Había pasado un día, pero parecía una eternidad. Al llegar, se vio reconfortada por el cálido recibimiento de sus padres y sus sentidos abrazos. Grace, su madre, estaba especialmente preocupada. Constance hubiese ayudado a preparar la cena, y aunque no necesitaba descansar, advirtió que su madre sí necesitaba que lo hiciese. Era su modo de cuidarla y protegerla, así que la joven se dejó conducir dócilmente hasta su cuarto.

También la habitación parecía un descubrimiento. Se tomó un instante para observarla, pensando en que así habría quedado todo por siempre dispuesto, tal vez tapado por unas telas, pues cerca había estado de ocupar la habitación del sótano, entre los fríos cadáveres. Sintió un escalofrío que la sacudió de cabeza a pies y negó con la cabeza, queriendo apagar tan tétricos pensamientos y cobijarse en la calidez de la luz que bañaba la estancia.

Se sentó en el escritorio. Sobre él estaba el regalo que llevaba tiempo preparando para Evie. Le había llevado mucho trabajo y varias visitas a las mejores mercerías de la ciudad, pero había disfrutado haciéndolo. Solo le faltaba recibir un encargo y lo tendría listo. Lo cogió con delicadeza y fue pasando hoja por hoja mientras se dibujaba una complacida sonrisa en su rostro. Estaba segura de que sería del agrado de su amiga. Cuando acabó, lo devolvió a su lugar y suspiró. Iría a verla antes de lo previsto y aprovecharía la visita para entregárselo. Ojalá antes pudiera recoger ese detalle que le faltaba.

Bostezó. Pudiera parecer que tras largas horas dormida en el hospital, el sueño tardaría en aparecer, pero no era así. Paseó la mirada por las fotografías que tenía colgadas en la habitación y después se estiró en la cama. Su mirada fue entonces a un cuadro que tenía en la pared y su mente viajó adentrándose en la pintura, hasta que el sentido del olfato se impuso al de la vista. ¡La cena estaba lista!

Bajó rápidamente y se reunió con sus padres en la mesa. -Una cena exquisita -sonrió a su madre. Dejó pasar unos minutos antes de abordar el tema y luego explicó lo ocurrido en la casa del Barón. Utilizó un tono neutro y evitó detalles que pudiesen atormentarles, como podría serlo el verse apuntada por el ensangrentado atizador mientras decidían su destino. ¿Para qué iba a hacerlo si podía resumirlo con un sencillo “los mozos me dejaron ir”? Omitió también la mención al señor Shine y aquí le surgía una duda. ¿Qué harían ellos en su lugar? Seguramente lo habrían explicado. Y ella, ¿por qué no lo hacía? Necesitaba tiempo para meditarlo. Por el momento prefería reservar esa información hasta estar segura de que no afectaría a la seguridad de su padre.

Antes de acostarse, rogó que aguardasen un momento. Haría una rápida visita al establo para acercarse y acariciar a su caballo. No tenía tiempo entonces, pero al día siguiente saldría a pasear con él.

-¿El inspector Reid? -miró sorprendida a su madre. Se levantó de inmediato y comenzó a prepararse. Se apresuró cuanto pudo, pero no salió hasta que estuvo totalmente lista. Bajó las escaleras sin saber cómo la recibiría el inspector. Lo hizo con exquisitos modales y una sonrisa que Constance alegremente correspondió. -Buenos días -saludó-. ¿Cómo se encuentra? -el hombre tenía mejor aspecto que la otra noche en el hospital. Escuchó con atención el motivo de su visita. Esperaba otra noticia, no que hubiese ocurrido un suceso similar. Despegó los labios, mirándole sorprendida. -Desde luego, sí, me reuniré con ella.

Cogió la taza de té entre sus manos y bebió. Seguramente el inspector querría que ese encuentro se produjese lo antes posible, pensó, así que aprovechó para desayunar algo más antes de salir. -¿Qué ha ocurrido? ¿Hubo algún herido? -se interesó. Antes de partir preguntaría a su padre si la necesitaba y en tal caso, le pediría la hoja con el trabajo que tenía que realizar.

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17/10/2019, 01:49
Edmund Reid

El inspector levanta las cejas, abrumado por lo que va a tener que responder a tu pregunta. Se toma unos segundos, por el gesto adusto en el que se torna su rostro sabes que no van a ser noticias fácilmente digeribles. Deja salir el aire por la boca, cejijunto, levanta los brazos hasta apoyarlos en la mesa, entrelazando los dedos frente a ti. 

-Me temo que el padre y el hermanastro de la señorita a la que voy le voy a presentar, fallecieron en el incendio. -Confirma bajando la voz, mirándote a los ojos. -Soy consciente de que no hace falta, pero le pediría un poco de tacto cuando aborde el tema. Es reciente y, claramente, le ha afectado mucho. 

Se termina el té, y espera pacientemente a que sea obvio que quieres salir. 

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17/10/2019, 10:41
Constance Gallagher
Sólo para el director

-¡Dios mío! -se llevó las manos a las mejillas, visiblemente afectada-. ¡Es terrible! 

Apartó la mirada, intentando digerir la noticia. Luego miró a sus padres. Después a ningún punto en concreto y de nuevo al inspector. -Claro, no se preocupe... -respondió.

¿De veras los mozos serían los autores de este nuevo incendio? Constance creía que la explosión de la mansión de lord Bane se debía a un desesperado intento por escapar a la justicia en un asunto que se les había ido de las manos. Pero, ¿y si satisfechos con el resultado, decidieron repetirlo? Convertir algo improvisado en un plan premeditado. Tal vez decidieron prender la casa una vez cometido el robo, sin cerciorarse de que estuviese vacía, o pudo repetirse la historia y las dos víctimas les cazasen con las manos llenas, lo que derivó, en cualquier caso, en un trágico final.

Había dejado de comer durante un par de minutos. Luego acabó por tomar algo más, pues el día se le planteaba largo y quería estar en condiciones. Pidió a su madre que pusiera unas pastas en una pequeña caja. Le ofrecería a la chica si se daba la ocasión, aunque lo más probable es que ésta las declinase. Con semejante disgusto, ¿quién tendría apetito? Aún así, se las llevaría.

-Aguarde un minuto. Iré a por mis cosas -se levantó de la mesa y subió a su habitación para coger su bolso. Metió en él lo necesario y algunos pañuelos de más. Las herramientas de trabajo esperarían en casa. Cuando estuvo preparada bajó y metió la pequeña caja con las pastas en su bolso-. Cuando quiera, estoy lista -se dirigió al inspector.

Se despidió de sus padres con la afectuosidad acostumbrada en ellos. ¡Qué afortunada era de tenerlos! Después de abrazarles sonrió y acompañó al detective al exterior. Esperaba que sus padres recordasen lo acordado el día anterior: si Constance les pedía algo "por favor" significaba que algo andaba mal. Y si tras decir esas palabras colocaba un mechón de cabello tras su oreja, significaba que el peligro era serio e inminente.

Suspiró. Esperó a estar a solas para preguntar al señor Reid. -Cuénteme más, inspector -le pidió-. Lo que usted me diga, no necesitará explicarlo ella. -Dejaría que le pusiera al corriente de lo que considerase oportuno y pasado un tiempo de cortesía, abordaría el tema para con su casa. 

-¿Qué opina de los mozos? ¿Cree que volverán a mi casa? ¿Han pensado en poner vigilancia? -No creía que destinasen ningún policía para velar por su familia, pero cabía una mínima posibilidad de que lo hicieran pensando en dar con los mozos. Miró al detective, bastante seria-. ¿Ha sucedido algo así anteriormente? Me refiero a estas amenazas. ¿Cómo suelen acabar? Le ruego sea franco conmigo -cruzó las manos sobre su falda aguardando paciente su respuesta.

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22/10/2019, 08:35
Morgana Clay

- Sé que suena raro, que es una teoría difícil de aceptar pero... no sé, esa mujer siempre me dio mala espina. No sé si fue ella directamente, pero sé que está involucrada, estoy... casi segura.

No sabía muy bien que más podía decirle, necesitaba poner en orden mis pensamientos, así que cierro los ojos y le hago un gesto, como pidiéndole un momento, mientras intentaba relacionar todo lo que había averiguado hablando con el policía.

Notas de juego

Que diver!

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23/10/2019, 18:49
Edmund Reid

El inspector niega con la cabeza, con el gesto dubitativo. 

-No puedo contarle mucho más, señorita Gallagher. -Dice con franqueza. -Sólo que la pérdida ha podido afectarla más de lo que parece en un principio. -Te mira a los ojos, con la preocupación dibujada en el rostro. -Las evidencias de la explosión de la casa del Barón son similares a las de la casa de la familia Clay. Teniendo en cuenta que el suyo fue provocado, para enmascarar un robo... -Se encoge de hombros. -Es sólo una posibilidad, pero creo que le vendrá bien hablar con otra mujer, aunque no sirva para la investigación.

Camina a tu lado, por si tienes alguna pregunta más, y es cuando le hablas de tu preocupación que vuelve a poner el gesto con el que te ha estado hablando del problema de la señorita Clay.

-No sabría decirle. Quiero pensar que no. -Suspira. -Tengo la sospecha de que han querido inculparla. Atacar a su familia sólo generaría dudas, por lo que creo que en los próximos días, si recibe su familia algún "regalo" más. Estará a salvo. -Te mira a los ojos. -Todo lo a salvo que pueda estar una familia que intenta ser inculpada. -Trata de forzar una sonrisa. -No se preocupe, por esa razón no le he requisado el reloj a su padre. 

Termináis llegando a una casa grande, claramente de una familia apoderada de la ciudad. No una familia noble, pero sí de los londinenses enriquecidos de la ciudad. Una sirviente de color os recibe y os presenta ante un joven bien parecido, que sale a recibiros tras ser llamado por la mujer de color. 

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23/10/2019, 19:00
David Webb

El joven sonríe al inspector y te mira con cierto recelo.

-Buenas de nuevo, inspector Reid. -Saluda con cordialidad y una sonrisa que se te antoja algo forzada. -¿En qué puedo ayudarle?

Se le queda mirando, con las manos agarradas en la espalda. 

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23/10/2019, 19:02
David Webb

-Pues en eso tenemos que pensar, Morgana. -Te llama por tu nombre. -Si no encontramos un motivo por el cual asesinar... es posible que tu odio por ella te esté cegando. -Dice con todo el cuidado del que es capaz de tener en este momento. 

Comentáis durante un rato todo lo que podéis sacar en claro, que de momento es poco o nada. Unas horas más tarde, la voz de Ashanti, reclamando a su señor, os devuelve a la realidad. 

-Un segundo, Morgana. En seguida vuelvo. -Se disculpa y sale de la habitación.

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23/10/2019, 19:06
Edmund Reid

El inspector le da la mano y después apunta con ella en dirección a la señorita Gallagher, para presentarla.

-Esta es la señorita Gallagher. -Comenta volviendo a tomar una posición más erguida, pero sin dejar de mirarte. -Señorita Gallagher, este es el señor Webb. -Te presenta al joven que tienes frente a ti. -Es la mujer de la que os he hablado. La testigo del otro incendio con explosión. -Afirma con la cabeza. -¿Está indispuesta la señorita Clay?

Reid espera, con paciencia, la respuesta del señor Webb.

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23/10/2019, 19:34
David Webb

El señor Webb niega con la cabeza. 

-No, no está indispuesta. Seguidme por favor. -David se gira, caminando por la casa, decorada con todo tipo de objetos de otras culturas. Máscaras rituales, cuernos de elefante, pieles de animales exóticos y un largo etcétera. Finalmente llega a una puerta, a la que llama con los nudillos de su mano.

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23/10/2019, 19:38
David Webb

El sonido de alguien llamando a la puerta atrae la atención de Morgana. Esta no tarda en abrirse mostrando a David en primer lugar. Este la mira, forzando una sonrisa, entrando en el interior para aguantar la puerta a sus acompañantes. El inspector Reid y una bella joven, que entran saludando a la mujer que mantiene un gesto decidido en su rostro, pero con la mirada perdida. El inspector Reid la saluda con un movimiento de cabeza, y termina quitándose el sombrero, guardándolo en su mano. David carraspea, llevándose la atención de todos. 

-Mor... Señorita Clay, el señor Reid ha vuelto con la joven de la que nos había hablado. -Mueve la mano en su dirección. -¿Puede hablar un momento con ella?

Lleva las manos a su espalda, agarrándolas, manteniéndose en una pose digna, algo altiva, sin llegar a ser tan prepotente como las poses de la nobleza.

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23/10/2019, 19:45
Edmund Reid

-No se sienta presionada, señorita Clay. -Simpatiza el inspector. -Es sólo una conversación normal, quizá así pueda poner el orden sus ideas y saquemos algo en claro. -Mira a la señorita Clay a los ojos, haciendo una breve pausa. -Pero si no se ve con fuerzas, de verdad, no es necesario.

Ambos hombres esperan su respuesta, que si es afirmativa, se marcharán, dejándoos solas en el salón de aquella majestuosa sala, decorada también con todo tipo de objetos coloniales.

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02/11/2019, 12:02
Morgana Clay

Algo cariacontecida, y con un ligero temblor en su mano, Morgana te mira esperando a que te sientes.

-¿A ti...? -Traga saliva. -¿A ti te ha pasado algo... parecido?

Te mira, removiéndose algo inquieta en la silla y escondiendo sus manos debajo de la mesa.

Notas de juego

Pnjotizado

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07/11/2019, 11:44
Constance Gallagher
Sólo para el director

Quedó enormemente sorprendida con el comentario del señor Reid. Tanto, que dejó de caminar, detenida y petrificada en el suelo. ¿Le vendrá bien hablar con otra mujer aunque no sirva para la investigación? -frunció el ceño-. ¡Por el amor de Dios!

¿En qué demonios pensaba el inspector? Resultaba que el objetivo principal no era avanzar en el caso. Esto había quedado relegado a un segundo plano, dando prioridad ahora a buscar una amiga para consolar a la señorita Clay. ¿No se le ocurría al señor Reid que aquella dama se sentiría mejor acompañada por alguien de su confianza? Constance se sintió utilizada y pensó que el inspector no había sido honesto con su propósito hasta este momento en que difícilmente ella daría marcha atrás.

¿Y cómo sería la otra dama? Con suerte una buena persona, una víctima al igual que ella. Pero la gente es dada a comparaciones y ésto es lo que temía la fotógrafa, que la señorita Clay la odiase. Y podía hacerlo profundamente, porque a diferencia suya, Constance no había perdido la casa, ni, mucho más importante, la familia.

Con la frente llena de nubes gris oscuro, emprendió una corta carrera formada por pequeños y ágiles pasos que le permitieron alcanzar al inspector y recuperar el ritmo inicial. No dijo nada, tan sólo suspiró, llegando a la conclusión de que la idea del alguacil tan solo obedecía a su propia incapacidad de expresar sus sentimientos, por lo que había buscado una suplente que lo hiciese por él.

Habría estado más cómoda en un ámbito neutral, pero la reunión se produciría en lo que parecía ser la mansión de algún pariente o amigo de la señorita Clay, lo cual, dadas las circunstancias, le parecía bien. No tardaron en llegar y ser recibidos por el señor Webb, al que saludó educadamente. Iba a hacer un cumplido sobre la casa, hasta que, entre las máscaras y los exóticos objetos traídos de otros continentes, descubrió las pieles y cuernos de animales. Así que optó por no decir nada y caminó en silencio hasta que le presentaron a la otra mujer, a la cual saludó sin saber muy bien qué esperaban la una de la otra.

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07/11/2019, 11:53
Constance Gallagher

Tras saludar a la señorita Clay, Constance quedó a la espera. El inspector, podría decirse, progresaba adecuadamente, pues dejó de lado su habitual modo de forzar la situación para salirse con la suya y permitió que la dama eligiese libremente, sin presiones ni puntillas. 

La mujer era joven, como ella. Estaba sentada y sus manos, una de ellas al menos, temblaban ligeramente. Parecía estar alterada y queriendo contenerse al mismo tiempo. La tuteó y le preguntó directamente, esperando a que tomase asiento. En respuesta, Constance le dedicó una leve sonrisa de entendimiento, pero antes de dirigirse hacia ella, se giró hacia los dos caballeros, mirando fijamente al inspector Reid. ¿Qué quería? Que se fuesen. Y eso comunicaba con una mirada, que si bien carecía de enfado o molestia, dejaba muy claro que la conversación entre ambas no comenzaría hasta que tuviesen la debida intimidad. Una vez los hombres saliesen de la habitación, se acercaría a la señorita Clay y tomaría asiento, aceptando su ofrecimiento.

Suspiró profundamente. Había algo que quería transmitirle antes de comenzar a hablar del caso, pues hablar de ello sin comunicárselo, le parecía tan frío como descortés. 

-En primer lugar, señorita Clay, permítame expresarle mis condolencias. A veces es difícil obtener consuelo de las palabras, pero espero que las mías puedan transmitirle lo mucho que siento su pérdida.

Había sinceridad en su mirada y es que Constance, además de lamentarlo, podía verse reflejada en cierto modo en aquella joven. Los últimos acontecimientos, asimismo, le hacían pensar que si no andaba con cuidado, esta misma frase le podría ser devuelta. 

-El inspector no me ha contado mucho -se disculpó, encogiéndose de hombros por no saber más acerca de lo acontecido en la casa de los Clay. Seguramente ella se sentiría más cómoda si era la fotógrafa quien explicaba primero su relato, así que la joven comenzó-. Soy fotógrafa -dijo directamente- y me hallaba en casa del difunto Barón Bane, quien en su testamento, había solicitado un retrato. En la mansión se hallaban también el mayordomo y dos muchachos, John y Clark. Ellos son los mozos que me ayudaron a realizar el trabajo y los responsables de que hoy me encuentre aquí -sonrió levemente, aunque sus ojos estaban serios. Esperó unos instantes por si la señorita Clay preguntaba algo y luego continuó-. Robaron las pertenencias del Barón mientras yo me hallaba todavía en la habitación, agredieron casi mortalmente al mayordomo e hicieron estallar la casa. Ambos sobrevivimos de milagro -resumió. 

Miró a Morgana, aguardando sin prisa lo que ella quisiera decir.

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09/11/2019, 12:21
Morgana Clay

Sonreí a la señorita Constance de forma triste cuando me dio las condolencias, las palabras de consuelo se me clavaban como cuchillos en el corazón. Escuché su historia sin mediar palabra y la única conclusión a la que podía llegar era que es una época aciaga para las jóvenes que no son de alta cuna. El dolor era algo que yo había aceptado y aprovechado, pero otras jóvenes no habían desarrollado aquella habilidad.

-Lamento oír su historia, estoy segura de que los inspectores encontrarán a los culpables... pero no se por qué nos han puesto juntas... mi historia no tiene que ver con maleantes sino con una horrible mujer que por desgracia acabó en el lecho de mi padre- Mis últimas palabras eran una mezcla de asco e ira.

-Mi madrastra, si puedo llamarla así,  porque no tenía nada de madre en su ser, decidió prender fuego al hogar de mi padre, con él y mi hermanastro dentro- una lágrima se escurrió por mi mejilla -Lo lamento mucho señorita Constance, pero nuestros monstruos no son los mismos, los suyos buscaban dinero... mi monstruo solo se regía por la locura.

Agaché mi cabeza y tapé mi rostro con una mano para cubrir mis  ojos llorosos.

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13/11/2019, 01:47
Constance Gallagher

Con un delicado gesto acercó su mano. Sobre la palma, extendida hacia arriba, descansaba un pañuelo que la joven le ofrecía con la mejor intención. Si lo aceptaba, al desplegar la blanca tela, tal vez viese en una esquina las iniciales "C.G." bordadas en un intenso azul noche.

-Es terrible. Lo lamento mucho -dijo con pesadumbre. Estaba conmocionada. Por lo que contaba la joven, se deducía que el incendio fue provocado sabiendo que los hombres se hallaban en el interior. Por su madrastra, nada menos. -Supongo que estará detenida -pensó en voz alta.

Perder dos familiares, de un modo tan despiadado y cruel... Constance permaneció en silencio unos segundos, tan solo haciéndole compañía. No iba a decirle que lo superaría o que el tiempo todo lo cura, porque no lo creía. 

Aquel suceso era muy distinto al que ella había vivido. Así se lo hizo notar la joven y Constance creía que tenía razón. -No sabría decirle -respondió cuando Morgana dijo que no sabía por qué las había reunido el inspector-, coincido con usted. Después de escucharla, parece que no existe relación entre lo que nos ha sucedido. 

De no ser porque la señorita Clay era amable, la situación se habría vuelto tensa. La fotógrafa sentía que poco o nada podían contribuir la una con la otra respecto a la tarea del inspector, motivo aparente por el que las había presentado. -¿Qué le dijo el señor Reid acerca de mí? -preguntó con naturalidad. Suponía que ambas habrían recibido escasa información, pero quería conocer los argumentos que el alguacil le había dado-. Antes, el inspector dijo que tal vez con nuestra conversación usted podría poner el orden sus ideas -y sacar algo en claro, recordó, aunque esto último no lo mencionó-. ¿Puedo preguntarle a qué se refiere con ello? Quisiera ayudarle, si es posible -sonrió con calidez.

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17/11/2019, 22:35
Morgana Clay

Acepté aquel pañuelo bordado con un gesto de agradecimiento y me sequé las lágrimas delicadamente. 

- La verdad es que mi madrastra ha desparecido, el inspector ha dado orden de buscarla y espero que la encuentren pronto y confiese ese atroz crimen que ha cometido...- mis palabras contenían tanto tristeza como ira.

Escuché las preguntas de la señorita que me acompañaba mientras seguía secándome las lágrimas - El señor Reid apenas mencionó su nombre, tan solo me dijo que estaban investigando un incendio en circunstancias similares, pero creo que se han confundido. Todo ha sido únicamente una terrible coincidencia - dije convencida - Supongo que el alguacil esperaba que considerase otras opciones, quizá pensó que si hablaba con usted acabase decidiendo que otra persona provocó el incendio.. pero eso no va a ocurrir- finalicé con seguridad.

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18/11/2019, 10:47
Edmund Reid

Alguien llama a la puerta, y antes de que le deis pasos el inspector Reíd entra en la habitación, algo azotado, ruborizado, con el gesto constreñido como el de un niño que espera a su madre tras haber roto un cristal. Abre la boca para decir algo, pero se queda en silencio, con la mirada perdida, unos segundos. Levantando las cejas, resignado, os mira a ambas, centrándose en la señorita Clay.

-Perdonad la intromisión, pero me he dado cuenta de que no di ninguna indicación. -Traga saliva. -La idea de esta charla es ahondar en la situación, intentaré explicarme. -Sonríe algo nervioso antes de continuar. -En vez de... cerrarnos en una única vía... que policialmente eso no ayuda... -Asiente con la cabeza. -Hablar de cómo es la convivencia con esa señora, recordar el día del... infortunio, tratar de descubrir otros sospechosos que quisieran hacer daño a su familia... alguna visita en casa inesperada o comentario de su padre... -Mira a la señorita Clay, a los ojos. -Me pondré a investigar a aquella señora en cuanto salga de aquí, pero creo que será necesario tener más... posibilidades, aunque tenga que descartarlas. 

Os mira alternativamente, esperando vuestra respuesta.

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20/11/2019, 22:30
Constance Gallagher

Escuchó con atención a la señorita Clay hasta que pareció que sus palabras ponían punto final a ese encuentro. La fotógrafa permaneció un momento en silencio. Luego entreabrió los labios para decir algo, pero no llegó a hacerlo, ya que en ese instante entró el inspector Reid bastante azorado. 

Constance le escuchaba y con cada palabra iba creciendo su incomodidad. Le comprendía, pero se sentía víctima de una encerrona. ¿Qué pretendía exactamente el alguacil? ¿Que hiciera las preguntas que él no se atrevía a formularle? ¿Que ejerciera de inspector? ¿De intermediaria? ¿De amiga? ¿Y por qué iba la señorita Clay a sentirse cómoda con una extraña? ¿Qué estaría pensando ella, de hecho, referente a Constance? Se sentía como si hubiese venido a exigirle algo y desde luego no era así. No quería incomodarla, no quería dañarla, no quería discutir. Había accedido a esta reunión para colaborar, pero debía ser la señorita Clay quien decidiese si quería hablar, sin presiones. 

Comenzaba a sentirse indispuesta, de repente tenía demasiado calor. Sacó su abanico y lo desplegó para darse aire. Paseó la vista por la estancia buscando alguna jarra de agua. Sin dejar de abanicarse, cerró los ojos durante unos segundos, tratando de recomponerse. Luego miró a la señorita Clay, esperando su reacción a la petición del inspector. Colocó ambas manos sobre su falda, con el abanico ya cerrado sujeto en una de ellas y un poco más relajada, se decidió a hablar. 

-Supongo que es posible que su madrastra tuviese ayuda -dijo con suavidad-, o la tenga ahora para ocultarse -miró al inspector y de nuevo a Morgana-. Podría haber más de una persona implicada.

No sabía si la joven querría abordar el tema, pero pensaba que independientemente de ello, había algo que podría venir bien a ambas. 

-Esta mañana me disponía a dar un paseo a caballo, fuera de la ciudad. Si le apetece la invito a venir conmigo -propuso con amabilidad-. Puede decidir entonces si quiere que hablemos de nuestras preocupaciones o no -sonrió sincera. Era una propuesta desinteresada, despejar la mente buscando el frescor de los prados, un pequeño paréntesis en esa vorágine de emociones y pensamientos. 

Aguardó su respuesta evitando mirar al inspector Reid, si es que seguía en la sala, pensando que esto no sería de su agrado. Si Morgana aceptaba, se dispondría a salir con ella, pero si prefería quedarse en casa, la fotógrafa no insistiría.