Partida Rol por web

Estrecho la mano al hombrecito - Genevieve, pero si dices algo te arranco las pelotas. Sierva del señor, ladrona, y aficionada a disparar cosas.. Mucho gusto Profesor. Mucha ciencia en poco espacio, ya decía yo que tenéis un cerebro mayor que el de la mayoría, y a la mayoría le pone nervioso que alguien la tenga más grande.. ¿Como habéis acabado aquí? Si no es indiscreción por mi parte. 

Me siento sobre una caja, invitando a compartirla con Ronald

Se sentó junto a la mujer, teniendo que trepar ágilmente para llegar a hacerlo, pero sin dar muestras de molestarle en lo más mínimo el hecho - Genevieve, quel joli nom* - susurró en un francés impecable - Pero imagino que si no queréis ser llamada así, tenéis entonces un "nom de guerre", ¿quel est ce la?** - una vez resuelto como llamarla, meneó la cabeza y sonrió divertido.

- ¿Como llegué aquí? Definid aquí, el Dañino, el Caribe, ¿a ésta vida? - se reclino en la caja y la miró desde abajo, pero en una posición cómoda e indolente - ¿Que és lo que quereis saber?

-Gene le rouge, me llamarón, yo lo he traducido a mi manera.- no presto ayuda al hombrecito, ha de valerse solo. -Empecemos por esta vida  mon ami, y vamos concretando-. Mientras voy llenando la cazoleta de la pipa, que he sacado de la caña de mi bota. 

- Supongo que mi historia no es diferente a la de otros, y sin embargo me gusta pensar que tiene algo de especial, por tratarse de mi. - el enano sonrió satisfecho ante su prólogo, y procedió con el relato. - Tras aburrirme de la vida en el claustro, y dejar todo preparado para tomarme un año sabático, embarqué como navegante en un mercante inglés que viajaba hacia las colonias de Virginia. Un pirata Holandés capturó el barco cerca de Cuba, y dados mis conocimientos y coincidiendo con la muerte de su navegante, me ofreció un puesto en su tripulación... - rió - y acepté encantado claro, nunca me ha interesado ver la quilla de un barco mientras navega. 

- Con el tiempo me fuí adecuando a la vida del pirata, las atrocidades dejaron de impresionarme y las mujeres en estas tierras son menos quisquillosas que las europeas. Eventualmente otro pirata hundió el barco del holandés, y fui de los pocos que sobrevivió, y el único que puede contarlo. - palmeó su pierna y sonrió -Lo más útil que aprendí, es a venderme, o mejor dicho a vender mis habilidades. James me "contrató" y mató al resto de la tripulación, y con él he andado hasta hace unos días.

Enciendo la pipa, dejando ir humo de aroma avainillado. -¿Que clase de chalado se toma un año libre para embarcarse en un mercante? ¿No sabías que hay tormentas, piratas y demás escoria por ahi?- aspiro, disfrutando del aroma. -Supongo que por enmedio hay muchas putas y ron, y fortunas pérdidas a las cartas-​

Ronald rió divertido - Estas viendo a esa clase de chalado, aunque debo admitir que en su momento los piratas, las mujeres, y el saqueo no formaban parte de mi plan. - enarcó una ceja y continuó - No le temo a las tormentas ni al mar embravecido, queria hacer un viaje que interrumpiera mi vida rutinaria y en teoría, debería haber sido un viaje fácil. - se encogió de hombros - Mala suerte, o buena según se vea, no puedo quejarme de mis últimos tres años, al menos no han sido aburridos.

- ¿Y tu? ¿Cual es tu historia? - preguntó con mirada de interés.

Me inclino hasta quedar a pocos centímetros de su oído. -¿Seguro que quieres saberlo? Igual tengo que arrancarte la pelotas después.. Soeur Genevieve.. Hasta que arramble con la plata. Dios no necesita crucifijos de plata, mi sastre si-

Día 1 de viaje

Ron enarcó una ceja - Vaya Hermana Jenny, ahora me explico que sepais tanto acerca de sexo, no hay mejor escuela que el convento. - giró la cabeza para mirarla, sin apartarse - Mal negocio robarle a Dios en su casa, los tentáculos de su iglesa llegan demasiado lejos para mi gusto, pero todo sea por un buen traje.

-Cuidado ateo descreido, un buen traje no es fácil de encontrar, y un buen polvo tampoco, en el fondo sigo llevando una vida de sacrificio - 

La miró de arriba a abajo, apreciando la factura de su camisa y sus pantalones, y de paso evaluando lo que escondían - Pues el tuyo parece bien pagado, buena tela, corte perfecto, sólo te falta un polvo a la altura y podrás dejar de sacrificarte.

- La vida es sacrificio, señor cartógrafo.. Nunca es lo bastante bueno..¿Y como habeis acabado aquí? Intuyo que es por vuestra ciencia, más que por vuestra destreza con la espada o la lengua - 

Se encogió de hombros - Os reiréis cuando lo sepaís - dijo con gesto divertido - Fue mi moral la que me trajo, o quizá mi ética, verá... descubrí que mi capitán anterior es un Corsario al servicio de la Corona, y que le vendía mis mapas a la Royal Navy, mapas con las rutas y escondites de capitanes de la Cofradía. - Escupió al suelo, se había ido enfadando mientras hablaba - Si algo no soporto es la traición, y el hijo de puta de James traicionó a todos los piratas, así que me escapé de su barco con todos mis mapas y busque a Nina. - meneó la cabeza - Fingí mi muerte para escapar, pero parece que James ya sabe que estoy vivo, así que a cambio de la protección de Uxia voy a ser el mejor navegante que el Dañino haya tenido jamás.

-Lealtad por un grupo de ladrones y asesinos si que es una ética curiosa. ¿Honradez entre ladrones?.. No veo motivo de risa, al menos tenéis una moral a la que rendir cuentas... ¿Ya habéis trazado el rumbo, o vamos a la aventura? - 

Se encogió de hombros - Hay un código que evita que nos devoremos entre tiburones, James juró respetarlo y lo ha roto de la manera más abyecta. No se si honradez, honor quizá, o la necesidad de protegernos entre todos de un enemigo más poderoso y organizado... - palmeó su pierna - En cuanto al curso, está fijado y aprobado por la capitana, y espero que Filippo pueda seguirlo sin problemas.

Dejo ir el humo azulado del tabaco mientras miro la mano que el hombrecito a puesto en mi pierna. -Cuidado navegante, os estais metiendo en zona de tormenta y no tenéis mapa-

Siguió la mirada de Jenny y retiró la mano con cuidado - Mis disculpas, no había notado que había abandonado aguas calmas. - Su sonrisa, sin embargo no disminuyó un ápice - Aunque ciertamente me gustaría hacer un mapa de vuestra orografía, escalar vuestros montes y explorar vuestras bahías y calas secretas... - puso las manos formando un cuadro, como si la examinara para una pintura - Ciertamente sería una travesía interesante, siempre que tuviera permiso para surcar tan dulces aguas.

Bueno, tal vez ser tu sicario estaría bien, solo si los que no te agradan no pueden resolver las cosas hablando.

Dijo el mientras le volvía a dar un beso en los labios.

Río en silencio - ¿Profesor de retórica, quizá?.. ¿Acabáis de zarpar y ya buscáis aguas desconocidas?.. Que imprudente-